Torni Segarra

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1. Muy bueno, para hacernos pensar. Gracias, Jahaziel. Hay un hoyo ahí ante nosotros que es el infinito, donde todo lo que digan los partidarios, de que todo forma parte de la voluntad divina, pueden afirmarlo infinitamente. Que es lo que hacen, de una manera o de otra. Hace unos años con el mandato de los neocon en EEUU., uno que tenía un gran cargo dijo que iban a convertir a todos en cristianos -se refería a todo el mundo, sobre todo Oriente, Afganistán, Pakistán, India, Malasia, etc. Pero, aclaró, no sabemos cómo lo haremos. Pues, aunque eso siempre se ha intentado con los colonizadores, los misioneros, etc., lo decía avisando que llegaría a la acción manu militari.
 
2. La homofobia es una especie de racismo. El racismo es un rechazo por ver en el otro algo que lo diferencia hasta el extremo de rechazarlo y apartar hasta su presencia. Que es lo que ha sucedido con los judíos, los negros, los gitanos, lo moros -musulmanes-, y también con los pobres No hay otro problema, que el no poder soportar su manera de vivir, no es ni el color de la piel, ni la raza, ni su fisonomía, es la manera cómo viven y enfocan su vida, con sus maneras peculiares.
 
3. Para Oscar Asorey Martínez, psicólogo, director de centros de atención multidisciplinar ISEP Cínico Reus y Tarragona.
Ayer leí tu escrito-columna, ‘Mantener el conflicto a raya’. Gracias.
La vida es relación, comunicación, y esto no puede ser si no hay intercambio. ¿Podemos vivir sin relacionarnos, aislados? Esto, no es posible, porque todo está relacionado con todo lo que existe, lo veamos o no, seamos conscientes o inconscientes. Y desde este paradigma es de donde arrancan todas las complicaciones y los problemas. Sólo hablando ya puede generarse una pelea, un enfrentamiento, si no sabemos respetarnos. Pero, la vida es más complicada, porque hay las presiones, las necesidades. Y cada uno tiene sus necesidades-que aunque básicamente sean las mismas-, nos dividen.
Por eso, porque existe esta división entre lo que digo yo y quiero, y lo que tú dices y quieres, es que llevamos la vida de enfrentamiento, de contradicción. Pero el problema está cuando uno para su poder, o por la debilidad del otro, se quiere imponer. Por ello, se dice que todos tenemos un precio. Pero el precio, si uno es sensible, y se deja comprar, es cuando se genera conflicto interno. Y ese conflicto puede desarrollar un problema neurótico y afectar toda nuestra vida de una manera negativa.
Ahora bien, ¿podemos ser libres de conflicto? El conflicto no solo el externo, sino el interno, el que nace muy dentro de nosotros. El conflicto forma parte de nuestra vida, porque como ya hemos dicho, todos estamos relacionados los unos a los otros. Y al existir la interdependencia, cuando uno no acepte la realidad, es cuando se divide llegando todos los problemas. Nosotros necesitamos tanto el frío como el calor, necesitamos hacer algo cada día, a cada momento, y eso aunque nos haga asco lo tenemos que hacer, ya que todo esto forma parte de la realidad, de lo que se. Pero, por eso que esa realidad nos estorba, ya que no nos gusta, huimos, inventando otra realidad que nos guste más.
Por lo que también tenemos que pagar un precio, el conflicto tanto interno, como el externo. Pues, al salir fuera lo de dentro, la división y el conflicto, es manifiesta en todo lo que hacemos. Por ello, es que vivimos como lo hacemos, envueltos con la confusión y el desorden. Pero, mientras haya desorden, habrá dolor, sufrimiento, robos y ladronerías, corrupción, con todos los males que esto trae: indolencia, brutalidad, indiferencia, crueldad, violencia y las matanzas.
 
4. ¿Puede una idea o teoría, una institución, un organismo -el cristianismo-catolicismo-, seguir persistiendo después de tantos siglos sin la complicidad de los que mandan? Eso no es posible. Por eso, todos los que mandan del mundo, van al Vaticano a rendirle pleitesía al Papa. Y cuando el Papa, va a un país, sea quien sea el que manda va a visitarlo a rendirle pleitesía, hasta lo hicieron con el marxista-comunista Fidel Castro hace unos años. Eso quiere decir que el negocio es compartido.
 
5. Mientras uno no se queje, no es lo mismo que si uno camina y se queja que está cansado o le duelen los pies. ¿No te parece, Alfredo?
Si el principio y el final están aquí, ¿qué hay que hacer? Sólo contemplarlo, ¿verdad?
 
6. “Estar apegado a la realidad no deja de ser apego. Estúpido Krishnamurti”.
¿Pero se puede vivir sin estar apegado a la comida, a los zapatos, a vivir donde vivimos -el apartamento o la casa-? Lo difícil es ver la realidad que no se puede cambiar e ir más allá de ella.
Si planificamos para hoy una excursión por el campo, planificándola, etc., pero amanece lloviendo y no podemos ir, ¿por qué nos hemos de amargar, frustrar, deprimir, en vez de ir más allá de esa situación?
 
7. Sí, pero eso es superficial. Porque, ante la soledad, el paso del tiempo, la impotencia, la frustración, la enfermedad y la muerte, todos somos iguales.
 
8. Todo eso es una ilusión romántica, Porque el pasado está muerte. Ábrete para que llegue lo nuevo, la vida. Porque, si no continuarás enganchado de una sombra, de un recuerdo. Cuando el río de la vida está pasando frente a nosotros.
 
9. Esos estados psicóticos, ¿pueden llegar sin una represión férrea de lo sexual? Ya se dice que quien tiene hambre sueña con bollos.
Nos empeñamos en querer cambiar la realidad, por otra realidad. Y eso nos divide. Y una persona dividida internamente, es terreno abonado pata todas las perversidades –en el sentido de ilusiones, delirios, alucinaciones-.
 
10. Sí, si, autorepresión es lo mismo que la represión que ejercen los otros para que no hagamos algo. Porque, lo de dentro siempre se impone a lo de fuera, de una manera o de otra, a la norma, a la superstición, a la autoridad ya sea la moral o civil. Por eso, uno siempre tiene la posibilidad de ser libre de sus actos y opciones.
 
11. Toda norma, siempre es una idea -porque es el pasado-. Por tanto, todo lo que digamos nunca va a ser lo real, que está más allá de todo lo que digamos o no digamos. Pues, la libertad es. Y ese ser, está a pesar de nosotros.
 
12. Cuando uno se da cuenta que es todos, que está comunicado con todo y con todos. El flujo de sus pensamientos y sentimientos es ahora una energía que está dentro del flujo original. Y, entonces realmente no necesita ni palabras, ni ofertar, ni solicitudes para que los otros cambien y se liberen. Pues, ya no hay división alguna ni interna ni externamente.