Hacer algo que parece imposible, ahí sí que hay paciencia, todo el tiempo para hacer lo que lleva entre manos, sin importarle lo ridículo y descabellado de lo que está haciendo. Aunque eso siempre suele suceder en países subdesarrollados, donde la paciencia y la ausencia de prisas son tan necesarias.
Aunque a veces todo parezca feo, repugnante, uno ha de ir más allá de eso. Y eso es el amor. Ver toda la basura, comprenderlo e ir más allá. De lo contrario llega la amargura, nos hacemos psicóticos, y ya estamos acabados.
"Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño, como tus propios pensamientos".
Porque lo que creemos que son nuestros enemigos, es simplemente un pensamiento.
La gratitud es el estado de comprensión de cómo funciona la vida. Todo es gratitud. Pues sin la gracia de algo o algo que está más allá de mí, ahora no podría escribir esto que estoy escribiendo. Todo se ha puesto de acuerdo para que lo escriba: el estar vivo, mi salud corporal, mi salud mental, el ordenador que funciona, la energía eléctrica para poder funcionar, etc. Por tanto, todo es un regalo, una dación, para que todo pueda ser.
La libertad no es un concepto de la mente. La libertad es. No hay comprensión posible, ni explicación tampoco. La libertad uno la siente, la vive, o no.
Para que llegue lo nuevo hay que morir a lo viejo. Pero eso, ha de ser un hecho. ¿Qué es lo viejo? El egoísmo, el miedo, el querer dominar. Así que, si no estamos libres de la autoridad, del miedo, seguiremos con lo viejo, como lo hemos estado haciendo desde haced un millón de años, desde siempre.
“¿Quién soy yo, la mente, el pensamiento, la consciencia? Si suelto todo, ¿en qué me quedo?”.
Si uno va más allá de todo lo que es, entonces es la nada. Y en la nada, lo es todo.
Dios y la existencia son lo mismo. Porque ser consciente de la existencia y de dios, es fruto de la mente. Ambos son el pensamiento y la mente.
Es un tema delicado y peligroso. Porque las experiencias no tienen fin. Y uno ve su trasfondo cultural. Es decir lo viejo, el viejo paradigma disfrazado con nuestra cultura particular. Y todo esto nos aísla y nos debilita de manera que nos hacemos neuróticos, insociables, siempre huyendo e inventando lo que debería ser, sin atenernos a la realidad de los hechos.
Tanto dios como la existencia, solamente son dos palabras.
El exhibicionismo, y la vanidad, es el negocio que tanto nos gusta, que tanto placer nos da.
Lo que más nos activa son las necesidades. Y alguien que vive en la parte norte de la tierra, donde hace frío y nieva, hay muchas dificultades y complicaciones para alimentarse y poder calentarse. Y por eso, es que las personas que viven en los lugares fríos, son más activas.
Y otra cosa que también determina su personalidad es que al hacer tanto frío, hay que encerrarse en casa mucho tiempo, por lo que desarrollan ciertas capacidades que requieren atención y concentración.
¿Por qué no miramos el presente con todo lo que está ocurriendo en todas partes: el genocidio por más de cincuenta años en Palestina, con su apartheid, con su violencia, su guerra y su dolor, al igual que en otros sitios? Y todo eso es nuestra responsabilidad también, en el momento en que nosotros actuamos a nuestro de la misma manera: estando divididos, siendo racistas el judío contra el árabe y el árabe contra los judíos, el europeo y el africano, los anglos y los latinos, la mujer y el hombre, los pobres y los ricos.
Ese es el verdadero problema que cuenta, porque vivimos con él, es nuestro.
Toni Aparicio, todo el problema de la vida está en el ver. Tú ves que Jiddu Krishnamurti, tiene algo interesante y le das importancia, le sigues, le lees, etc. Otros lo encuentran que es solamente un indio charlatán, contradictorio, que vivió como un rico sin problemas económicos, rodeado de personas educadas, bastante desarrolladas mentalmente, siempre viajando por el mundo, con todo el gasto que eso implica y las molestias que genera. ¿Qué puedes hacer tú, si amas a Jiddu Krishnamurti, para qué esas personas que lo ven como otro gurú oriental vulgar y dicharachero, vean que hay algo más que ese personaje que es realmente verdadero, no una ilusión, sino que lo que dice son hechos, el resultado de entrar dentro de la realidad, vivir con ella sin huir ni querer cambiarla, si no ateniéndose a esos hechos, a esa realidad?
Uno ha de informar de todo ello, explicarlo, pero uno ha de ser afortunado y sensible para verlo. Ese es todo el problema de lo que estamos hablando, el problema de la vida.
Guantánamo, no es una cárcel es un campo de concentración de ahora, del año 2013, nuestro campo de concentración. Estamos acostumbrados a ver los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial, que nos parecen horrorosos ahora. Pero en aquellos momentos eran como es ahora Guantánamo, que la mayoría los encentraba soportables, con sus buenas fotos filtradas y escogidas para la prensa, etc. Y ahora sucede lo mismo: no nos olvidemos que en un campo de concentración suceden todas las perversiones humanas, que no me atrevo a exponer aquí.
Pero, en esa cadena de causa y efecto, que se repite una y otra vez continuamente, hay una oportunidad de que acabe. ¿Por qué tengo que responder a un insulto tuyo? Si no respondo me salgo de la cadena de causa y efecto. Y entonces, llega lo nuevo, lo que nadie ha tocado, lo que no sabemos lo que es, y no tiene nada que ver con lo viejo y repetitivo: la división, el conflicto, la lucha, el deseo de hacerte algún daño.
¿Para qué matas a los animales, estás hambriento y te los vas a comer? ¿O, es por qué estás aburrido, lleno de dinero, lleno de proteínas, y no sabes qué hacer con todo eso, que es tu vida? De todas maneras, te falta sensibilidad para ser capaz de matar para divertirte, es tu desgracia, tu infortunio. Lo siento por ti y por los animales que matas.