Torni Segarra

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Sra. Julia. Lo que te he enviado, nada tiene que ver específicamente con tus eventos, pero sí que tiene que ver con tu vida y la vida de todos los demás. Pues, todo está unido, ya sea visible o invisiblemente, es decir lo veamos o no, seamos conscientes o no.
 
Si yo nunca te he visto ni te conozco, ¿cómo voy a saber si te interesa el problema de la actual crisis económica, social, humanitaria, etc.? Julia, he leído tu entrevista y he visto que tienes un cierto nivel intelectual y es por eso que te he enviado el escrito. Si tú quieres tratar esos temas tan sensibles en otro momento, no hay ningún problema por mi parte. Así que estoy a la espera de lo que tú decidas y hagas. Con afecto.
 
Sí, Buenos días, Julia. Gracias, por tu amabilidad y confianza, y por tener el tiempo necesario para poder tratar lo que no veamos claro. 
Creo que el principal problema que tenemos, es que no vemos, no somos capaces de ver la belleza que hay en todo, donde vivimos, en las relaciones con las personas, en la observación de cómo hablan, se mueven, cómo andan. Y tampoco vemos la belleza que hay en observar y atenerse a la realidad, sin inventar otra realidad que más me gusta y satisface. Porque, si no respondemos adecuadamente a la realidad, que son los retos que nos llegan, generaremos desorden y confusión.
Y ese desorden y confusión va a manifestarse en cada cosa que hagamos, en todos los ámbitos, generando la manera como nos comportamos, que a su vez crea la sociedad actual donde vivimos.
Creo que sería interesante, que tú aportaras algo: tu manera de verlo, o cualquier cosa que quieras aportar o añadir. Para ello, es imprescindible que haya libertad total y absoluta para poder observar y ver en todas direcciones. 
 
En primer lugar hay que decir que viví unos tres años en Eivissa –Ibiza-, en el Puig (dels) des Molins, en la falda del cerro que mira hacia el sur, a la playa de Figueretes, donde se divisan todas las playas -d’en Bossa, Es Codolar, Ses Salines-, al cerro que entra al mar y que cierra la bahía, junto al aeropuerto.
Y cuando vi tu entrevista que está relacionada con la isla, pensé en enviarte eso que has recibido.
Todo está relacionado entre sí, visible o invisiblemente, por tanto una persona que vive en un lugar como Eivissa –Ibiza-, etc., es preciso que tenga algo que otros no tienen para poder soportar estar en esa isla tan pequeña, poderosa, que puede ser agobiante, claustrofóbica. No solamente te he enviado a ti el escrito, sino a todos los que conforman el ‘Monográfico Especial. Baleares 5*****’. Hay muchos que no soportan ni estar siquiera unos días. Más complicado lo tienen si se quedan allí en invierno, donde toda la bacanal veraniega, con los turistas alemanes, ingleses, etc., de todo el mundo, ya ha acabado. 
Y, como ya te he dicho, según lo veo, creo que debes de estar informada también de todo lo que sucede fuera de ese lugar, lo que les sucede a las personas que no irán allí porque no pueden, ni por dinero ni por tener la disposición adecuada para residir allí.
Ese es un grave problema para los que viven en lugares como Eivissa –Ibiza-, hay una des conexión de la realidad, de lo que realmente sucede a las personas normales y corrientes. Y todo eso, nos resta sensibilidad, por lo que no podemos percibir la realidad, ni su belleza -que no es placer-. Pues cuando no hay sensibilidad, llega la corrupción de la persecución del placer. Esa corrupción genera el mismo desorden que los corruptos que hacen fraudes al gobierno, que los políticos que roban a su manera, que hacen lo necesario para no responder ante la ley. Es decir, toda corrupción genera desorden, confusión, que a su vez, va a manifestarse en cada acto que hagamos. Por lo que eso va a repercutir en la sociedad y su orden preciso que ha de tener, ya que eso va a afectarte a ti, Julia, y a todos los demás, a la manera como vivamos. Pues, si hay desorden y confusión, los servicios gubernamentales no funcionarán bien, los servicios privados como el tuyo tampoco podrá funcionar adecuadamente.
 
De acuerdo, Julia. Encantado de haberte conocido. Con afecto y con cariño.
 
Ahí está el problema, en que cada cual tiene su vara de medir lo que está bien y lo que está mal. Por lo que, pasa lo que pasa: todos enfrentados unos con otros. Y, Jawahar, quieres que lo aclaremos. Pero, no hay manera de aclarar esa cuestión, hasta que tú comprendas tu propia vara de medir que se impone a las otras. Y ese es el drama de la vida. ¿Qué haremos, pues si no queremos vivir de esa manera destructiva, devorándonos unos a otros?
Solamente podemos mirar el hecho, sin dividirnos de él. Y si no hay división, ni hay conflicto, entones el orden está operando. Y si hay orden, ahí está el amor que es la inteligencia.
 
Para Ray Krone, activista contra la pena de muerte, de la que fue exonerado.
He leído tu entrevista en el diario…, de ayer. Gracias por tus informaciones y comentarios.
Esa equivocación de acusarte de ser un asesino y de condenarte a la pena de muerte, donde pasaste diez años en la cárcel, tres de ellos en el corredor de la muerte, demuestra lo poco serios que somos. Pues, la vida es demasiada comprometida como para vivir superficialmente, con entretenimientos, distracciones, vanidades, huyendo de la realidad. Ya que de las decisiones de cada cual dependen cosas que acaban siendo tan importantes como poner en juego la vida de los seres humanos. 
El fiscal que retuvo pruebas para ganar el caso contra ti, y todos los que te acusaron y te condenaron a muerte, lo hicieron porque sus vidas también eran superficiales. Ya seamos conservadores o no, amantes del orden o no, creyentes o no creyentes, pobres o ricos, todos vivimos para la diversión, vivimos para el placer. Y todo lo que nos lleva al placer, no nos interesa ni nos importa. Pero, el placer y su persecución siempre lleva al dolor y al sufrimiento. 
El placer nos requiere toda la energía para conseguirlo, por lo que no queda nada para ser serios, estar atentos a todo cuanto sucede tanto dentro como fuera de nosotros. Y la vida, su grandiosidad y complejidad, es algo que requiere toda nuestra energía y atención. 
Cuando los niños están con los padres, parientes, o las personas mayores, que los han de cuidar y atenderlos en sus necesidades, en el momento que se distraen hablando o haciendo algo, los niños hacen maldades toda clase de cosas incorrectas. Pero ese placer que sacamos de hacer algo que nos interesa más -leer, ver la televisión, estar con el ordenador, el móvil, etc.-, es el que nos lleva al dolor por lo que hacen incorrectamente los niños. Y eso se agrava aún más, cuando llevamos las cosas a los ámbitos más comprometidas de la vida: la salud, la justicia, el dinero y las finanzas, las compras y las ventas, tomar decisiones importantes, etc.
Y por eso, como la vida es tan seria e importante, ¿por qué es que no ponemos toda la energía en que sea abolida la pena de muerte definitivamente? Pues los políticos, que son elegidos por los ciudadanos, son los que pueden decidir el abolirla o no. Así no habría ninguna posibilidad de equívocos a la hora de condenar y ejecutar a alguien a la pena de muerte.
Finalmente, ¿por qué es que se necesita la pena de muerte, si no es definitivamente disuasoria? Porque, los partidarios de la pena de muerte, lo que quieren es la venganza, lo que quieren es satisfacer el odio contra el asesino. Aunque esa venganza y odio, no va a traer al que ya está muerto, ni a cambiar todos los acontecimientos que llegaron con el asesinato.