Todo está relacionado de una manera fatal. El que tú, Verónica, y yo hayamos coincidido en este foro, eso viene de mucho atrás. Tan atrás que nos perdemos y no lo podemos descubrir. Y tanto tú, como yo, queramos o no nos vamos a transmitir toda clase de información, de energía, de afecto y cariño, o no, que eso va a hacer mella de una manera o de otra en nuestras vidas. Por eso, todo lo que nos sucede tiene un por qué, su sentido, su orden, lo veamos o no.
Carolina. El pensamiento tiene su sentido, su lugar, su utilidad, en el ámbito material, científico, técnico. Pero en el ámbito psicológico, espiritual, es un impedimento. Pues el pensamiento, que es el pasado, como memoria que es, se inmiscuye en el presente, en el ahora, haciendo que nos dividamos, sin que la energía nos llegue en su totalidad. Y para poder responder a los retos adecuadamente, ha de operar en nosotros la totalidad de la energía.
Maritza. La mente, y su pensamiento, no pueden abarcar toda la realidad. Por tanto, todo lo que vemos que sucede, aun creyendo que es tal y como lo vemos, tal vez, es algo que nosotros no podemos ver cómo es en realidad. Por eso, la inacción, el renunciar, el encarar negativamente la realidad, los retos, nos hará que esa realidad se manifieste tal cual es. Hay que empezar con la actitud de: ‘No sé’.
Daxi. La comunicación verbal, es superficial. La comunicación no verbal es la verdadera, ya que no tiene el filtro de las palabras. Las palabras pueden ser contradictorias, falsas, engañosas. La acción está ahí, ahora, con toda la rotundidad de los hechos.
Carolina. Agarrarse a un recuerdo placentero, vivir del pasado, nos puede dar seguridad. Pero esa seguridad, no es real, es un invento. Pues, la seguridad psicológica no existe. Entones, si no vemos, comprendemos y descartamos, ese pasado –que nos da seguridad- estamos desatendiendo al presente, al ahora, que es la libertad con respecto de lo conocido. Ya que, será como si viviésemos atados a una cadena de una pared. Esa cadena podrá ser más larga que otras, pero seguiremos atados, amarrados como un animal.
“Por favor, no vaya a enamorarme. Yo soy un desastre cuando amor.”
Berenice. Eso es como decir, no confié en mí, pues yo soy como usted: impredecible, incumplidor de las promesas, de los contratos, de las palabras.
Pero si todo eso que decimos tantas veces, es cierto, ¿por qué lo repetimos una y otra vez, convirtiéndolo en superficial, vulgar, banal? Las cosas, lo que decimos –si es cierto-, se viven con toda naturalidad. Soledad, lo que importa son los hechos, lo que hacemos, no las palabras.
Evelyn, los deseos se cumplen o se destruyen. Es decir, los deseos nos alteran porque no son la realidad, sino lo que nos gustaría que fuera. Y así, al no cumplirse, nos frustramos y amargamos. La única manera que tenemos de que los deseos no nos fallen, es no tenerlos, yendo más allá de ellos.
Gaby. El amor llega después del error. Pero, después vuelve otro error y otro amor, en un juego que no tiene fin. Porque la vida es destrucción, amor y construcción.
¿Cómo nos puede ayudar dios, los dioses, si ellos son un invento de nuestra propia hechura? ¿Puede el hombre inventar y crear algo que no es de este mundo, que no conoce? Eso no es posible, porque los hombres tenemos miedo a tantas cosas, que ese miedo nos condiciona a ser pedigüeños, nos hace inútiles, inválidos y desgraciados.
Si creyeran en verdad en los dioses, en dios, no les pedirían nada. Porque ellos, se supone que todo lo saben, saben de nuestras carencias y necesidades, de nuestras agonías, porque son todo poderosos, omniscientes, todo amor, de manera que no pueden hacer ningún daño.
¿Es ese su dios, así son sus dioses? Lo dudo, porque siempre se están quejando, les están pidiendo, molestando con sus ruegos.
Julieta, el amor lo abarca todo: la sonrisa, la lágrima, la enfermedad y la salud, la amistad y la soledad que llega después de una ruptura, la vida y la muerte, abarca tanto al bien como el mal. No existe nada fuera del amor. Así que el amor no tiene discusión alguna con nadie ni con nada. Pues incluso en la discusión también está amor.
Julieta. El amor al estar más allá del bien y del mal, también puede matar –como lo hacemos con las personas en la guerra, con los animales que comemos-. Lo que el amor no puede, es evitar los resultados de esas muertes. Aunque yendo más allá de los hechos del matar, eso también es amor.
La vida es como es, y no la podemos cambiar. Eso hay que tenerlo claro. Lo que sí que podemos es participar de ella en su totalidad, dándole todo el valor que tiene cada acto que hagamos.
El amor es algo que no se puede controlar, que no tiene medida, ni dirección. El amor viene y se va, porque eso que decimos que es amor lo hemos convertido en una idea, un concepto. Cuando el amor, está más allá de toda idea y concepto. Por eso el amor es cosa de cada cual, que reside dentro de nosotros, en nuestra intimidad. De ahí que el amor sea tan peligroso, pues se puede usar para todo, ya sea que nos guste o no.
Eucaris. Si ya tenemos una idea de lo que tiene que ser, es no va a funcionar. Pues la realidad de lo que son las cosas, de lo que es la vida, no puede acomodarse a nuestros deseos y necesidades personales. Eso es demasiado infantil, tan ilusorio, como no creer todo lo contrario. La vida no la podemos manejar a nuestro antojo, pues ella es lo total, lo abarca todo, de manera que todo puede ser que sí, como que no. Así que, sólo queda que encarar ese misterio tan apasionado y maravilloso que es la vida.