Torni Segarra

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“Miserable es Uno que "debe" cuidar el cuerpo. Más miserable Uno que "debe" cuidar el alma. Más miserable aún es aquel que divide más allá de uno. Sin embargo, el Uno en el espíritu de uno que ha encontrado todas las cosas. Como todas las cosas se extienden en sí mismo. El amor: le importa.”
Si eso es así, entonces uno es verdaderamente afortunado, Pues en la no división existe el paraíso, donde todos los infiernos se convierten en agradables y soportables, pues desaparecen.
 
Una persona espiritual da toda la importancia a todo lo que existe. Por eso, no juega con las cosas caprichosamente, sino que las respeta como si no hubiera nada más que ello para poder sobrevivir, ya sea la comida, el agua, el aire, el cuerpo, la ropa que lo cubre, los animales y los árboles, las máquinas.
 
Gracias, Yudh. Si cuando vemos que la mente se desinfla ante un reto que nos parece desagradable, no reaccione, mírelo con toda su vida y su energía para poder comprenderlo. Porque si reacciona huyendo, peleando con ese estado que no le gusta, va a proseguir desinflándose la mente. Así que, en ese mirar como si fuera lo único que existe, al producirse la atención profunda, no habrá división, y la mente ya no se verá ni desinflada ni inflada.
Es como cuando estamos en paz, sin conflictos, ¿qué importa que sea de noche o de día, que llueva o no?
 
Si tú me dices: ‘Por favor dame algo de comer, pues hace mucho tiempo que no he comido’. ¿Qué sentido tiene el que te pregunte cuánto tiempo hace: si diez o veinticuatro horas, si te explico que los alimentos están muy caros, que los precios son estos o aquellos, etc.?
Eso es lo que estamos haciendo ahora. Aplazando, postergando la acción que es ahora. Y lo hacemos en nombre de una idea, ya sea política o de otra índole. Pero tú insistes en que tienes hambre, que estás todo el día sin comer y ya es muy tarde.
Por eso, el problema es de sensibilidad, de percepción directa donde lo que se ve y el que lo está viendo son una misma cosa. Y es así, como puede aparecer el amor. Y si es que lo hemos experimentado alguna vez, el amor es acción directa, sin tiempo.
 
El Todo, lo Uno, no tiene que luchar por nada. Eso de luchar es cosa del condicionamiento humano, que al tener miedo quiere defenderse, luchar. La Unidad, no tiene enemigos ni contrarios, pues ella misma es esos mismos enemigos y contrarios.
 
Gracias. Sí, JeXu, es realmente bueno. Es la versión de Fresco, que es lo mismo que dicen todos los que están despiertos.
 
Aunque a Fresco, se le ha olvidado que todos los seres vivientes, desde que nacen, han de luchar para sobrevivir -el llanto insistente de un bebé que molesta y tortura a los padres, es una reclamación de atención, que sin ella podría quedar en peligro su vida-. Y así hasta el día que se muera. La diferencia está en que unos hacen de ese paradigma de defensa, una obsesión, un problema, y generan todo lo que hemos generado: las armas, los ejércitos, etc. Y otros viven con ello, sin aceptarlo pero sin rechazarlo.
Lo que quiere decir, que la solución a los problemas de la vida, aun siendo fácil, tiene también su complicación. Pues cada uno tiene un nivel de miedo, ya sea más o menos. El que no tiene tanto miedo necesita menos que el que tiene más miedo, pues ha de procurar hacer las cosas para defenderse de los que él cree que son sus enemigos, es decir, todos. Y eso es verdad. Pero, hay una manera de que los enemigos no lo sean: amándolos.
 
He visto algo -no todo, es muy largo para mí- de ‘zeigeist’. Y es una teoría, un proyecto, como otros que hay. Pero, todos esos proyectos para que se hagan realidad, primero los hemos de vivir nosotros en nuestras vidas cotidianas, en cada reto, en cada acto. Si no todo se queda en palabras. ¿Es eso posible, vivir de una manera en la que no haya ningún motivo de conflicto, de división, que por la fuerza de los hechos reproduciría una sociedad como la que hay ahora? Eso sólo lo puede descubrir cada cual con total libertad, para poder ver, mirar en todas direcciones.
 
¿Cómo va a ser uno como dios, si no lo conocemos ni sabemos lo que es? Tenemos una imagen de lo que creemos que es nuestro dios. Pero, esa imagen no es. Eso no es, eso es el fruto de nuestro condicionamiento. Eso no es. Y aunque digamos ahora que sí que es, al instante se vuelve en: eso no es
 
Haga frío o haga calor, todo bienvenido sea.
 
Las palabras no pueden describir lo que está más allá de ellas. Por eso, cuando nos referimos a la belleza, la verdad, la libertad, eso no es lo que decimos que es. Porque el acto de vivir la belleza, etc., es efímero, de instante a instante, no se puede atrapar.
 
La cosa es la siguiente: viene alguien y te muestra algo que dice que es bueno, que te va a cambiar la vida. Tú no lo rechazas, pero tampoco te lo crees. Y, según vas viviendo, vas dándote cuenta lo que hay de falso o no
 
Pero para eso, has de conocer cómo funciona la vida, cómo funcionamos las personas. Es decir, cómo funcionan nuestras mentes. Porque todo el problema está en nuestro condicionamiento. Y para ir más allá de ese condicionamiento hay que ver de qué manera opera el ego, el ‘yo’, que es el invento de nuestras mentes. Y ahí está todo, lo incluye todo: la envidia, los celos, el miedo, la vanidad, la petulancia, el deseo de dominar, el complejo de inferioridad, lo que nos hace siervos, el devenir que no tiene fin. Y hasta que no se comprenda todo eso, que es el deseo de más o de menos, todo cambio, lo que resulte será una repetición de lo que tenemos ahora.  
Después de esto, algunos dicen: ‘Y, ¿qué pasa con los demás, que no lo ven, se van a quedar atrás? Si uno ha comprendido el deseo, que es el devenir, comprenderá que uno sólo puede solucionar su problema psicológico. Pues, nadie puede forzar a los otros para que hagan lo que no ven, o no quieren hacer. Porque estaríamos de vuelta en el viejo sistema y paradigma de esfuerzo, contradicción y conflicto. Lo que nos llevaría a la violencia y a la guerra.
 
Mahadeva, te envío este texto por si te interesa. La amistad es bonita siempre que sea con libertad.