1. ¿Qué sentido tiene especular, cuando se tiene hambre y miseria? Nosotros afortunadamente no tenemos hambre ni miseria, al contrario enfermamos por comer en exceso, por demasiadas comodidades. Pero, sí que hay quienes tienen hambre y miseria, y mueren por ello. Eso sería tanto como vivir en una misma casa, donde nosotros vivimos como locos, comiendo y destruyendo los alimentos, rompiéndolo todo y hubiera otras personas viviendo con nosotros sí que se enferman por la miseria y el hambre que sufren.
¿Por qué no respondemos a ese reto tan macabro, de ver lo que está sucediendo y no hacemos nada?
2. “Los valores humanos forman parte de la madurez racional de la Humanidad”.
Pues, parece ser que esos valores humanos, o los derechos humanos, tienen poca eficiencia. Porque, básicamente seguimos igual que hace doscientos mil años. Hemos avanzado mucho materialmente, pero no hemos avanzado en el ámbito humanitario, espiritual, psicológico. Lo que nos aboca al desastre, a la destrucción sin freno, al no entender esa destrucción lo que significa en el presente y en el futuro.
3. El camino medio, por pregonado que sea por algunos orientales, no deja de ser una idea o teoría. ¿Se puede forzar a alguien, o a nosotros mismos, para encontrar un pretendido camino o comportamiento medio, sin que haya conflicto? El problema, siempre es el conflicto, que es división. Pues si hay conflicto la energía no puede llegar en su totalidad. Y si la energía no llega en su totalidad, la intendencia, que es amor, no puede operar.
4. El orden mundial, lo dicta la naturaleza. Pero, el desorden y la confusión también desencadenan fuerzas que antes de desencadenarse no éramos conscientes de ellas. Y al revés también, el amor es lo nuevo lo que jamás la mente astuta ha tocado ni pensado.
5. Pero eso que queremos conseguir para todos, ¿no creen que antes lo hemos de hacer posible nosotros en nuestras vidas, en la vida cotidiana, en cada acto, en cada reto que nos llega? Porque, si no será más de lo mismo que hay ahora: hipocresía, falsedad, mentiras, engaños, etc. O, aquello de: Haz lo que yo digo, pero no hagas lo que yo hago.
6. Decir: ‘Yo no respeto las creencias de los demás’. Eso no es adecuado. Porque, a nosotros no respetarán tampoco nuestras creencias. ¿Qué es una creencia sino creer en algo, defenderlo, divulgarlo e intentar vivir de acuerdo con ello? Y eso es lo que todos hacemos. Cada cosa que hacemos está condicionando a los demás, que es lo que hacen las creencias: nuestra manera de vestir, de comer, de relacionarnos, lo que decimos, lo que queremos, nuestras, opiniones, las aficiones, nuestro condicionamiento, etc., todo eso se convierten en creencias.
Y en todo eso no hay ningún problema. El problema llega cuando queremos imponer a los demás nuestras creencias, nuestra manera de vivir, generando conflicto y todo lo que le sigue: enfrentamiento, crueldad+, violencia.
7. ¿No crees que te has subido demasiado pronto a la cima de la montaña, Jahaziel? Tú y yo, somos diferentes -lo que quiere decir que tenemos diferentes creencias-, ¿tenemos algún conflicto entre los dos?
Para poder investigar seriamente, no hay que empezar ni por lo macro ni por lo micro –ni por arriba ni por abajo-, sino ver todo el panorama.
8. “Tu cuerpo es el paraíso perdido del que nunca jamás ningún Dios podrá expulsarme”.
Todo es ignorancia, y mentira, fruto der una borrachera sexual y banal.
9. “El hombre ilustrado se ha convertido en un enigma, bisexuado, neutro, con el instrumental de un crítico literario”.
Pero, ¿una mujer moderna, cosmopolita podría soportar sólo un pene, si no fuera acompañado con sensibilidad, educación, afecto y cariño? Los machos al cien por cien –totales-, son rudos, maleducados, tan sorprendentes como cualquier delincuente, que pude golpearlas y maltratarlas. ¿Es eso lo que quieren las mujeres?
10. Para Carole Tarantelli, víctima y rehabilitadora de terroristas. Colaboradora de la Sociedad Española de Psicoanálisis. He leído tu entrevista en el diario…, de ayer. Gracias por las informaciones y comentarios.
Los terroristas son lo mismo que su sociedad, la sociedad donde viven, pero cada uno actúa de una manera. El terrorista que actúa dentro de su país, actúa en el campo contrario, equivocado según los que son contrarios al terrorismo. Pero, cuando los estados soberanos bombardean ciudades fuera de su país, en otros países lejanos al suyo, eso que también es terrorismo, es visto como preciso, justo, adecuado, para que funcione todo como siempre, bien según ellos. Pues, el terrorismo es lo que causa y genera terror -asesinatos, muertes, etc., por sus actividades, sean quienes sean-.
La pregunta es: ¿si un país, él mismo por su manera de vivir, no generara las guerras, tampoco produciría lo necesario para que se originaran los terroristas. Porque, ese país sería justo, equitativo, respetuoso con los derechos de los demás, no serían ni un dictador tirano, ni corrupto ni ladrón. Si no que ellos en sí generarían orden en cada cosa que hacen. Cosa que ahora es justo todo lo contrario. Y por eso, es que el terrorismo sigue y prosigue cada vez desde un lado diferente, pero nunca se acaba.
Por eso, es que cuando uno entra en conflicto con otro, no hay entendimiento posible, porque los dos se creen que tienen la razón de su parte.
Cuando la guerra de Vietnam proseguía con sus masacres, todas las semanas se reunían las delegaciones de Vietnam del Norte, la de Vietnam del Sur y la de los EE.UU., para ver si llegaban a un acuerdo para finalizar la guerra. Pero cada día que se reunían era un fracaso. Y nunca lograron un acuerdo hasta la derrota definitiva de uno de los bandos enfrentados. Porque, todos los bandos enfrentados creen estar en posesión de la verdad. De otra manera, si no se creyeran que estén en posesión de la verdad no lucharían. Y eso mismo es lo que sucede ahora: EE.UU, Europa, la OTAN, en todas las guerras que participan -Afganistán, etc.-, lo hacen porque ellos creen que tienen la razón de su parte. Äl igual que los otros, también creen que se defienden de la invasión, porque creen que eso es una humillación que les da la razón para seguir luchando de la manera que sea, de la manera que puedan. Y de ahí, es por lo que el terrorismo musulmán tiene como objetivo a todos los que a él le atacan. Eso es tan evidente y lógico que cae por su peso.
Todo ese drama es tan viejo como la humanidad, aunque cada vez tiene unas modalidades diferentes, en diferentes ámbitos y escenarios. Ahora bien, Carole, una cosa es describirlo y otra cosa es pasarlo, como te ocurrió a ti en primera persona al ser asesinado tu amigo, marido y compañero.