La persona mala, por supuesto que es feliz. Y por eso, hace daño. Pero, por eso el bien y el mal no es como parece serlo. Pongamos la violencia: unos la pueden ejercer –las autoridades, los policías, los militares- pero todos los demás no. Y el que la ejecute es considerado malo. Eso mismo pasa con la pena de muerte: nadie puede matar, y si lo hace será ejecutado. Pero la autoridad que ejecuta al que mata, sí que puede matar.
¿Es esto moral, tiene sentido cuando de lo que se trata es de preservar la vida?
Sólo existe la armonía de la unidad de todo lo que existe. Solamente hace falta verlo y vivirlo. Para eso, es preciso estar más allá de conceptos, de ideas y teorías.
Uno siempre ha de estar más allá de todo lo que nos trae la vida, sea agradable o no. Si no la vanidad o la tristeza y desesperación, nos arrastrarán al desorden y la confusión.
Todo el cuerpo en sí es importante, pues forma una unidad para que pueda funcionar, donde todo tiene su utilidad. Su excelencia, es que todo el cuerpo sea como una máquina que todo funciona perfectamente. Aunque esa unidad, sea posible aunque tenga algo deteriorado. Y esa unidad, sea como sea, es amor.
Dudar hasta un cierto nivel, nos hace sencillos, vulnerables, sin dogmatismo ni fanatismo que nos dividen y nos ponen en conflicto con los demás. Ahora bien, cuando alguien tiene claro algo, como cuando tocamos algo caliente que quema con la mano y hay que quitarla, entonces ahí no hay duda alguna, ¿verdad? ¿Podemos ver todo con la misma intensidad de manera que ese ver sea la acción sin tiempo, que es la duda?
La gratitud es lo esencial en la vida: gratitud por seguir estando vivos tanto tiempo, gratitud por la salud, por saber leer y escribir, saber administrar mi vida, por no participar en guerras y su macabra violencia. Gratitud por no estar perturbado mental y no participar en cualquier barbaridad. Gratitud por poder percibir la belleza de leer y escribir, de ver un árbol, un pájaro, una nube, un flor, la belleza del funcionamiento de las máquinas.
Si lanzamos piedras a quien sea, puede que él nos las lance también. Y la peor pérdida de tiempo, es hacer la guerra con su crueldad y violencia.
El éxito está en comprender que la vida es como es, así como o viene. Y que uno tiene que vivir lo que la vida nos traiga. En todo momento, si lo sabemos ver, tiene algo de belleza. Belleza que es darle en sentido que todo tiene, por absurdo, cruel, y enloquecedor que nos parezca.
Hagamos lo que hagamos, al final va a llegar el desastre, que es la vejez y su deterioro. Lo perfecto no existe es un invento del pensamiento, por tanto tampoco existe lo imperfecto. Lo perfecto sería tener siempre la atención despierta de manera que pudiéramos descartar todo lo negativo. Y así tendríamos orden psicológico, espiritual, social, etc. Pero el desastre físico no se puede eludir. Mira lo que les sucede a los árboles viejos, a los animales, a todos los viejos que has conocido, pues por ahí también hemos de pasar.
“Hay que tratar ser el mejor, pero no creerse el mejor”.
¿Es eso posible? El mismo hecho de tratar implica un deseo de conseguir algo. Y en todo deseo está el germen de la corrupción, que es hacer daño a los otros.
Todo eso de que la felicidad es una elección mental, es verdad. Ahora falta vivirlo en cada acto e instante de la vida.
Si no hay dios, ¿por qué lo nombras y mencionas? Si decimos que no hay dios, eso no es. Si decimos que sí que lo hay, eso no es. Sólo queda el silencio y la admiración de todo lo que existe, nos parezca importante como si nos parece insignificante.
Si piensas lo que vas a decir, va a ser lo viejo y lo repetitivo. Pues del pensamiento psicológico, sólo llega la repetición del pasado. Ya que él, y lo viejo y repetitivo, también lo son.
Queramos o no todo tiene un final. ¿Para qué precipitarlo o retardarlo? Si algo nos quema seguro que lo soltamos. Si no nos quema lo soportamos. Pero, nos gusta el auto compadecernos, hablar superficialmente de cosas que nos pasan a todos.
Lo pequeño y lo grande son lo mismo. Pero la ignorancia pone el énfasis en lo grande. ¿Quién es más importante la pierna o el brazo? ¿Quién es más importante, en un equipo de fútbol, el que marca los goles, o el portero que hace lo que puede para que no se los metan?
No podemos saber lo que podríamos llegar a ser, porque si lo supiéramos tendríamos otro motivo para enfrentarnos, pelear, ser violentos y hacer la guerra. Por eso, es hay que vivir en el ahora, en el vacío, en la nada.
Si vemos qué es el vivir en esclavitud, como vemos cuando cogemos algo que nos quema la mano, entonces es muy fácil. Pues el hecho de ver es la misma acción. Ahora, la cuestión está en vivir la vida de esa manera, a esa intensidad.
Las respuestas a las preguntas y dudas, están mediatizadas por aquel que las hace. Si uno tiene miedo porque ha hecho algo inadecuado, cuando hay preguntas y dudas él las traducirá a sus hechos inadecuados. Así a cada cual le sucede lo mismo, el que engaña a otro, todas sus dudas y problemas estarán contaminados por los sentimientos de culpabilidad, por los sentimientos de peligro en relación a esos engaños.