He leído tu entrevista de ayer. Gracias por las informaciones y comentarios.
¿Si todo es una ilusión, un delirio, una alucinación, por qué hablar de dios, de los santos, etc.? En cuanto a dios, es mejor no hablar pues sólo los tontos hablan de él. En cuanto a los santos, ¿quién puede ser santo si tiene que salvaguardar su vida, su cuerpo, tiene que darle lo necesario para que sobreviva? Pues, vivir es matar, de lo contrario nos matan, que es lo mismo que morirnos de hambre, de frío o de calor.
He leído tu columna, ‘¿Un castillo de cristal?’, en el diario…
Gracias por las informaciones y comentarios.
El Espacio individual, como seres humanos, siempre ha existido. Por lo tanto, ahora en Internet también tiene que ser. Hace unos años, el ámbito privativo era la habitación y lo que había allí. Así, que todo es una puesta a punto de lo que hay. Y eso siempre es lo mismo para todo: los coches, las herramientas, etc.
Gracias, Pep. No hace falta que te diga nada. Porque, ya sabemos de qué va la historia. Y aún hay más. Pero ahora como toca a los intocables, todo acabará como siempre: lo pagarán ochos, nueves y cartas que no juegan.
¿Te acuerdas cuando jugábamos al póker, arriba en la Sociedad Recreativa La Agricultura -casino-, cuando teníamos de veinte a treinta años?
Si hay amor no hay esfuerzo. Carga a gusto no pesa. El esfuerzo aparece cuando no hay comprensión de la realidad, de lo que está sucediendo. Pues, cuando vemos claramente algo, entonces la acción es orden, sin división ni conflicto alguno.
Todo lo hagamos, tiene su repercusión en los demás, y en nosotros mismos, ya sea favorable o no. Así que, todo lo que recibimos ha de ser con un coste -y también todo lo que damos-. Pero todo esto que parece tan complicado, termina cuando uno va más allá de la mente, y sus infinitos problemas, y se atiene a lo que hay: la realidad, el momento en que estamos viviendo. O dicho de otra manera: cuando el amor es, está, el karma –las con consecuencias de lo que hacemos- desaparece.
¿Dónde hay esfuerzo puede haber amor? Cuando alguien fuerza las circunstancias, eso que quiere obligar e imponer a los demás, puede llegar a él.
El amor es lo infinito en posibilidades, lo que todo lo abarca. Y por eso, el amor es inexplicable, incomprensible. Pues, el amor abarca a toda la vida, es la vida misma. Y la vida, a veces desgarradora y cruel, parece sin sentido e indescifrable, incapaz de ser comprendida por los desvalidos seres humanos.
Tanto da odiar, como ser indiferente, porque las dos actitudes hacen daño y nos hacen inhumanos
La educación es el arma más poderosa para cambiar a un ser humano, Y un ser humano se sabe quién es, no por lo que dice sino por lo que hace, cómo vive. Hablar y decir que se trabaja contra la pobreza y vivir como los ricos, con vanidad y exhibicionismo, con corrupción, eso es la ignorancia y superficialidad.
Vive completamente, sin división ni conflicto, el momento y lo que venga. Todo lo demás ya no es cuenta nuestra, porque la inteligencia está operando, manifestándose en lo que hacemos y sus resultados.
El enamoramiento es una ilusión. Pero, su resultado es la unión, aunque sea momentánea de dos personas o más, de lo que estamos haciendo.
Lo importante es lo que tenemos. Si tenemos compasión y amor, todo lo demás ya nada importa.
Lo que se dice y describe, no es lo real, lo descrito. Por eso, cuando hablamos del futuro, de las promesas, ¿quién sabe lo que sucederá, si las podremos cumplir o no?
¿Podemos no ser influenciados por las circunstancias de la vida: por los eventos, por la salud y la enfermedad, por nada en absoluto? Sino siempre estar más allá de eso que nos llega, ya sea la alegría con su algarabía, o la tristeza con su dolor.
A veces uno está encima de la montaña y se pregunta: ¿Dónde está la montaña?
Ese señor, ¿quién es? Eso es una invención, por el miedo y la impotencia ante la vida y sus sufrimientos y dolores, por el terrible temor que sentimos por el fin de todo, la muerte. Pero, estamos solos. Sólo tenemos la posibilidad de amar a toda la vida y a todos los demás. Y eso se demuestra con la manera cómo vivimos, cómo nos relacionamos y comportamos con los demás.
Ante la realidad, lo que es, uno sólo puede vivir plenamente con ello. Y si es así, llegará la dicha del fin de la división y el conflicto.
No has contestado a mi comentario. Sin embargo has respondido como un funcionario que quiere vender su ‘espiritualidad’ o lo que sea que venda.