Torni Segarra

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Que un sentimiento hacia otra persona no se va a apagar nunca, ¿es eso posible, es real y verdadero, o es una ilusión, otra ilusión más? No lo estamos negando, sino cuestionando. En la vida la única certeza es, que todos hemos de morir, todo lo demás está al capricho de lo posible y lo imposible.
 
¿Cómo vamos a saber qué va a ser lo que hemos de hacer en el futuro? Si ya tenemos la certeza de lo que hemos de hacer, de lo que vamos a hacer, ¿es eso lo real y verdadero? Lo nuevo, que es amor, no sabemos lo que es. Y por eso, el amor es lo más peligroso, porque no tiene patrón ni medida, sólo es la acción.
 
Para Tulku Lobsang, lama tantrayana.
Ayer leí tu entrevista en el diario… Gracias.
Y hay algo que no mencionaste, respecto del desgaste de energía en la actividad sexual desordenada. Pues cuando tenemos relaciones sexuales, la energía de la persona que comparte con nosotros el sexo, pasa a nosotros. Por lo que, si esa persona tiene desorden y confusión en su vida, todo eso pasa a nosotros. Eso mismo, sucede también en cualquier relación con las personas. Aunque con el sexo, como es tan íntimo e intenso, la trasmisión de la energía entre las parejas es también más intensa. Es decir, en toda relación hay una transferencia de la energía de unos a otros, ya sea la energía positiva, como la negativa. Este mismo escrito, que te envío, es la respuesta a tu energía –tu entrevista- que me has enviado, y como consecuencia yo también te envío la mía. Aunque más profundamente, todos estamos relacionados con todos, respondiendo a todos los estímulos energéticos que recibimos, respondiendo a los retos, o a nivel no verbal.
Respecto de la iluminación, que dices que quieres conseguir, ¿cómo vas a saber si estás iluminado o no? ¿Quién te lo tiene que decir? ¿Hay alguien que lo pueda decir, confirmar, asegurar, certificar, verbalmente o en un papel, como si fuera un título universitario? Y esa misma persona, ya sea un lama, alguien llamado santo, un gurú o maestro, ¿cómo sabemos si está iluminado o no, quiénes lo van a asegurar, corroborar, confirmar? ¿Entiendes de qué estamos hablando? Estamos hablando de hechos, de la realidad, de lo que sucede. Y no inventando otra realidad que me interesa y me satisface, no inventando no hechos.
Cada idea, o teoría, por sagrada y beneficiosa que nos parezca, es negativa, ya que nos divide de la realidad, de la verdad, que está más allá de lo que queramos o no. La verdad, no es un plan establecido, ni una estrategia a seguir. Pues, la verdad está más allá de todas las palabras, de todo lo viejo, conocido, lo repetitivo. Por eso la verdad, no es ni tuya ni mía, ni de nadie. La verdad, que es amor, está al margen de lo queramos o no. Y solamente, con el vaciado de la mente de todo lo conocido, que esa verdad, que es amor, puede ser.
 
Los que estamos vivos, pase lo que nos pase, si somos para la vida todo lo vamos a soportar. Y si no somos para la vida, esa misma vida hará lo que sea necesario para que muramos, para matarnos. Estamos muy bien informados, pues lo vemos cada día lo que sucede con las personas que conocemos: unas mueren y nosotros seguimos viviendo.
 
La falta de independencia, si ésta es reprimida, va contra la dignidad humana, contra la verdad de la vida. La verdad de la vida, es la libertad. Y todo lo que vaya contra la libertad, ha de generar desorden, confusión y conflicto. Es decir, dolor y sufrimiento, amargura y lloros.
 
Solamente los que son al margen de la sociedad, porque no pueden vivir dentro de ella, y los que cierran los ojos a la realidad, por indiferencia, indolencia, insensibilidad, hacen como si los problemas de pobreza, de falta de recursos y asistencia sanitaria, educación, en becas y ayudas a los estudiantes, no existieran. Pues, sus vidas y su manera de vivir, siguen siendo derrochadoras y despilfarradoras, caprichosas e indecentes, corruptas.
 
Amar es pedir disculpas. Y no exigir disculpas.
 
Para Daniel Alonso, magistrado, director de la Oficina Antifraude de Cataluña.
Ayer te vi en el programa ‘Al rojo vivo’, de Lasexta, TV. Gracias por tus palabras e informaciones.
Y respecto de tus palabras sobre el derecho de decidir, cuando dices que todo el mundo puede decidir, pero colectivamente no lo pueden. Esto, ¿qué sentido tiene?
Yo te digo a ti que puedes ser libre, pero no lo puedes ser con tu mujer y los hijos, con tus amigos, vecinos, con los de tu pueblo, ciudad, etc. ¿Te das cuenta dónde estamos? ¿Estamos ante el nacionalismo centralista fascista español, como lo son el francés o el de los EE.UU.? Tan difícil es decirle a tu hijo claramente: no quiero que seas libre nunca, así que no me pidas libertad.
Esta maraña burocrática, donde las palabras solamente tienen el valor del que manda, es la raíz de la corrupción que hay por todas partes. Hacer creer a la gente que uno porque nació en una familia poderosa -como en las monarquías-, ya es especial y tiene más derecho que otros, esto es una dictadura blanqueada por las palabras de los políticos, de los jueces, etc.
Y los problemas no se resuelven diciendo mentiras, diciendo blanco cuando es negro, diciendo libertad e igualdad, cuando hay una dictadura de los más poderosos, corruptos y inmortales, que la ley no puede con ellos, porque la justicia, los jueces, también son corruptos.
 
Si hay algún interés de la clase que sea, entonces todo se convierte como un negocio, donde lo importante es ganar, sacar más beneficios. Quedando todo –la relación- sometido a ese deseo de ganar. Y esa actitud de querer sacar ganancias y beneficios, es lo que nos hace brutales y crueles. Por lo que, ¿puede haber amistad si yo soy brutal y cruel contigo?
 
Siento decirte, Ana María, que eso es un error, pues nadie sabe toda la verdad absoluta de algo que se supone que ha sucedido, menos aún si es nuestra verdad que no ha sido contrastada. Los celos y las envidias, nos generan la sed de venganza. Y cuando uno está obsesionado con la venganza, puede inventar, falsear, la realidad que más le conviene para ejecutar esa venganza que le quema las entrañas.
 
Cuando una persona llora es algo muy íntimo y personal. Y puede que no sea conveniente explicar a los otros los motivos de esos lloros. ¿Podemos airear, contar a los demás todo lo que nos ocurre?