Torni Segarra

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Todo cambio ha de ser ahora, pues cuando sea será ahora. El tiempo psicológico es una ilusión. Uno dice: dame tiempo para poder comprender y amarte, dame unos días, unas horas o semanas, pero cuando llega el momento en que vence el plazo todavía no estamos preparados para el cambio. Por eso el cambio siempre es ahora, en este preciso momento. Y eso mismo sucede con el sufrimiento, con el dolor, psicológico. Uno por eso, ha de mirar el hecho de la falsedad del tiempo, como un peligro que es, un veneno, en el que va mi vida en ello, verlo con toda mi energía y mis nervios. Entonces, esa visión tan radical y rotunda es la que genera el cambio. De manera que en el mismo ver va implícita la acción.
 
Todos somos seres humanos en este suelo que pisamos. Por tanto, decir que tenemos amigos o no, ¿eso qué significa? ¿Qué queremos atrapar a alguien, que decimos que es nuestro amigo, obligar a que vengan a nosotros, por un deseo de satisfacción, de seguridad?
 
Dios no está ahí fuera, está dentro de nosotros porque lo hemos inventado, para poder soportar el miedo y el temor al futuro, al pasado y al presente.
 
A todos nos puede pasar cualquier cosa. Lo que le pase a uno y a otro no, ese es el misterio que no podemos entender. Por ejemplo, que uno resbale y caiga al suelo y no le pasa nada. Y sin embargo otro de la misma edad, sano, etc., resbala cae al suelo y se fractura un hueso, o incluso llegarle la muerte. Lo mismo pasa con los accidentes de tráfico. Hay quien da vueltas en su coche por los suelos varias veces y no le pasa nada, sólo el susto y la sorpresa. Y a otro lo deja mal herido o lo mata. También es un misterio el que uno enferme, grave o no, y unos se curen y otros mueran siendo jóvenes. 
Y en todos los ámbitos de la vida sucede lo mismo: unos superan todo y otros no. 
 
Como ya sabemos, lo que dice el documental, en realidad es el efecto de lo que nos provoca el miedo y el placer. En el documental se habla de dirigir a las masas, lo que hace mover a las personas, cuando ya están alimentadas, etc. -pues una persona hambrienta sólo quiere comer y no hará, ni podrá hacer nada hasta que no coma-. Cada época algunos cambian los nombres para describir el mismo hecho de vivir, de comportarse. Mientras tengamos miedo, sin comprenderlo, allí estará el pensamiento, el ‘yo’. Y así, es como seguiremos siendo la masa de robots.
 
Los sueños -no lo que experimentamos al dormir-, las ilusiones, las proyecciones, todo eso es tan infantil y superficial. Además todo lo que deseamos lo vamos a conseguir, pero eso ya no es fresco, no es nuevo, no tiene un verdadero significado, porque todo el fruto del pensamiento. 
 
Cuando lo realmente interesante, lo verdadero, lo nuevo, que nada tiene que ver con lo viejo, es lo que no ha sido manoseado por el pensamiento.
 
Amemos a todos. Porque todo somos desvalidos, merecedores de compasión y amor.
 
A dios no se le puede pedir nada. En realidad te lo estás pidiendo tú misma. Eso es una ilusión.             
 
Sólo hay que descartar lo negativo. Porque si descartamos lo negativo lo que quede será lo positivo.
 
O, la perdición. Porque todo, dependiendo lo que hagamos con ello, puede ser benéfico o catastrófico.
 
No. Lo mejor para todos, es el amor. Y el amor no es de nadie, es de todos. Porque si te agarras a alguien, el amor no puede ser.
 
Estar poseído por alguien es bastante cómodo, nos da seguridad. El problema llega cuando nos damos cuenta que vivimos esclavizados.
 
Lo inevitable es tan bello, como lo que se puede evitar. Sólo hay que comprenderlo, comprender la vida, cómo funciona, cuáles son sus maneras.
 
Vivamos con amor. Hay que decirlo, pero hacerlo posible. ¿Es eso una realidad, es posible vivir con amor?
 
Lo único que cura es comprender la vida y sus compases. Verlo como cuando vemos un gato o un perro, un árbol, que nacen, crecen, llegan a su esplendor, envejece y perecen. Y ese paradigma es para todo lo que existe.
 
Cuando uno dice que sabe, es que no sabe. Porque todo no se puede saber. Ya que somos la parte. Y la parte no puede abarcar el todo.
 
El inteligente comprende y entiende la realidad de la vida, entiende cómo funcionan las personas, sus mentes. Y sabe que todo lo que sucede tiene su orden y armonía, aunque nos parezca cruel y sin sentido. Y aunque no tenga ninguna explicación, eso también se tiene que entender que es así. Pues, todo no lo podemos comprender, ya que al no ser el todo no podemos entrar dentro de él. Así que nos conformamos, como las hormigas, a no comprender, a ser la parte de ese todo inabarcable.
 
Lo que la mente no puede hacer es salir de su paradigma -idea que tiene- sobre la vida y el vivir: el bien y el mal, el pensamiento condicionado del tiempo psicológico, como pasado, presente y futuro. Y mientras no vayamos más allá de ese viejo paradigma, seguiremos como siempre: divididos, enfrentados, en conflicto, violentos y guerreros.