Torni Segarra

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Hay muchas maneras de liberarnos en un momento dado de la energía que hemos acumulado por una emoción o sentimiento, por un daño o algún bien que hemos recibido. Una manera de que la energía que nos desborda fluya, es le llorar. Llorar es ir más allá de los conceptos y las normas sociales por unos instantes. Es un momento delicado en el que uno se siente completamente vulnerable, en el que hay gratitud, hay humildad, hay ese ser nada. Que es lo que es el amor.                                                                
 
Lo que se vivió ya no cuenta, porque es el pasado. Y el pasado ya está muerto. Y vivir del pasado, es vivir del humo. Cuando la vida para que tenga sentido ha de arder la llama del fuego.
 
Para Kathy Saénz, presentadora y actriz de televisión, modelo.
He leído tu reseña biográfica y he visto tus respuestas a las preguntas sobre ti, que han editado y publicado en Simpecado.com
Soy vegetariano unos treinta y tantos años. Y estoy de acuerdo contigo que para ser vegetariano, como en todo, han de confluir varias circunstancias a la vez. Pero para mí lo que más motivación me dio fue el no hacer daño a los animales.
 
Para que la belleza pueda ser, ha de haber ausencia de división entre nosotros y lo que vemos, y observamos, de manera que no haya conflicto. Entonces la belleza es lo sagrado, la meditación misma.
 
Siempre lo interno se impone a lo externo. Aunque hagan propaganda, bombardeen publicitariamente, hagan normas y leyes, para que hagamos algo, imponer algo –ya sea bueno o malo-, lo de dentro se manifestará de manera que todas esas imposiciones y propaganda no tendrán ningún efecto ni servirá para que obedezcamos.
 
Por supuesto, las ideas para poner orden, todas son buenas. Los malos somos los hombres que no las asumimos. Lo que quiere decir, que somos quiero y no puedo. Inventamos y legislamos una manera no corrupta para vivir, pero nosotros no dejamos de ser corruptos e inmorales. Por lo que todo es un sinsentido, como un juego de niños, pero manejando ejércitos y siendo capaces de destrozarnos en atroces guerras.
 
No tolerar y descartar radicalmente las agresiones y violaciones a las mujeres, que ocurren por todo el mundo –últimamente en  India las violan varios hombres a la vez, cinco uno detrás de otro, a la última, una fotógrafa de veintidós años, en Bombay, acompañada por un amigo al que ataron para reducirlo, hace una semana-, no basta. Hay que hacer las cosas de manera para que los hombres no puedan actuar de esa manera. Pues las autoridades no pueden generar las garantías de seguridad y no agresión ni violación a las mujeres. Así que no podemos confiar ni en las autoridades, ni en los que mandan.
Por tanto, es preciso que la vida de cada uno de nosotros tenga orden, estar atentos a todo cuanto ocurre dentro y fuera de nosotros, para que ese orden se manifieste en cada cosa que hagamos, ya sea en el vestir, en la manera de comportarnos, en los desplazamientos a ciertos sitios y el momento en que lo hacemos. La vida es algo que no tiene seguridad alguna, ella es la absoluta inseguridad. Así que la máxima seguridad posible, es la que puede llegar con esa manera de vivir en la que hemos descartado el desorden.
 
Para que una adicción desaparezca, ella misma ha de llegar a su fin. Nosotros solamente podemos ver lo que está sucediendo, lo que estamos viviendo. Pero para ayudar a que la adicción cese y desaparezca, hay que cambiar de relaciones con las personas que participan de la adicción.
Eso quiere decir que nos encontraremos completamente solos, sin con los que somos adictos, y las personas que se relacionan con esa adicción. Los drogadictos, si no cambian de amigos y ambientes, es muy difícil que se desenganchen, pues esos amigos –colegas, etc.- se siguen drogando y necesitan que los que estén con ellos se droguen también.
 
Creo que hay una comunicación no verbal, que nos dice a cada instante lo que realmente está pasando en los otros. El problema está en aclararnos nosotros qué es lo que queremos de los otros, de alguien. Y tanto como si nos interesa, como si no, hay que hacer algo al respecto. Y ese es el problema, qué solamente queremos la seguridad que el placer nos proporciona. Y eso nos bloquea, nos perturba y confunde. La acción no tiene ningún problema, pues en la acción total el pensamiento no puede operar, seguir a esa acción.
 
El amor lo incluye y abarca todo. Para que el amor pueda ser, solamente hay que estar libre de división y conflicto interno.
 
Si ayudamos, eso no quiere decir que tengamos amor. Porque la ayuda puede tener otros motivos que nada tienen que ver con el amor. Por tanto si hay amor, no habrá ningún problema, hagamos lo que hagamos.
 
Si estamos atentos a tolo lo que sucede, cualquier cambio en las personas los captamos y percibimos. Para eso, hemos de tener orden, que es atención total a eso que estamos haciendo, mirando, observando.
 
¿Puede haber arte cuándo hay negocio, deseo, esfuerzo? No lo puede haber. Pero los negociantes de siempre, sí que dicen que lo es. Y así ganan todos los que participan de todo el recorrido de lo que dicen que es arte: artistas, expositores, editores, vendedores, y los ignorantes que lo compran como si fuera verdadero arte.
 
Si no nos queremos, no nos respetamos, ¿cómo vamos a mar a los demás? Es así como vivimos desesperados, trabajando, yendo de un lugar a otro sin parar, queriendo vencer, ganar, triunfar. Y todo eso nos hace brutales y crueles. Por eso, el amar a otro pasa por poner orden en nuestras vidas.