1. Rafa. En el plano astral todo es igual que en el normal. Porque el plano astral es un estado, aunque diferente, donde si no hay la base mental no podría ser. Y la mente, su pensamiento, está condicionada. Por eso alguien en el astral sólo puede experimentar lo que le ha condicionado.
El que vive en un determinado lugar, con sus gentes, costumbres y culturas, con todo su pasado que ha vivido, le va llegar todo eso. Es decir un cristiano, verá todo lo relacionado con el cristianismo, sus santos, su único salvador, etc. Y un hindú verá, todo lo relacionado con el hinduismo.
Si nos relacionamos con alguien en el astral, todo es más complicado y peligroso. Porque te aíslas, te divides de los demás que viven contigo en el plano normal –son pocos los que te escucharían si contaras tus experiencias-. Y al estar en esa situación, es cuando esos amigos, o quienes sean, se pueden desmadrar. Y como ellos no son reales, no duermen ni comen ni se cansan, no responden como los humanos, son ingobernables. Y es cuando llega la patología, la neurosis, los brotes psicóticos.
Por eso, el que desafortunadamente tiene esos poderes psíquicos los tiene que descartar radicalmente.
2. César, creo que no acabas de ver, que aunque encaremos la vida, ya sea en el ámbito macro como en el micro, y todo es lo mismo, nosotros y los resultados de lo que hacemos y provocamos no es el mismo. Porque en los asientos tapizados hay ácaros que no los vemos y aplastamos al sentarnos, al limpiarlos a golpes o con la aspiradora. Pero siendo igual a todo lo que tiene vida, al formar parte de la vida, no hacemos lo mismo que hacemos con las personas.
Así que las respuestas a los animales, a los insectos, a las bacterias, no pueden ser las mismas que las que hacemos con los que nosotros convivimos.
3. Hay un relato que aclara la que es la compasión. Una mujer fue a un centro de acogida de Teresa de Calcuta en India. Allí había camas alrededor de las paredes y por el medio, vacías y con personas. La mujer americana o europea, se dirigió a Teresa de Calcuta y le dijo: ‘Hay un niño de quince años que tiene una infección, si llamamos a un taxi y lo llevamos a un hospital, se salvará.’ Teresa de Calcuta le dijo: ‘No lo haré. Porque si lo hago con ese niño, tengo que hacerlo con todos los demás enfermos.’ El niño murió.
Y, eso mismo es lo que hacen las autoridades indias con los moribundos que hay por las calles, que si lo hacen con unos lo han de hacer con todos.
Por eso, la compasión –que es amor- no está sujeta a ley alguna ni norma ni patrón. Sólo es compasión y amor porque sí. Y ese sí, quiere decir que es en todas direcciones.
4. Si decimos que hagamos lo que hagamos con una mujer –que es una persona como todas- acabaremos perdiendo, entonces estamos atascados, bloqueados. Perder y ganar son lo mismo: la dominación del otro. Pero si no quiero ganar ni perder, ¿qué es lo que pasa? Entonces todo tiene otro sentido, la energía no va en una única dirección. Para que a sí, llegue la empatía, el fin del deseo, la compasión y el amor.
5. El mito de que las mujeres se vengan mejor, en silencio, tiene algo de verdad. Y es que las mujeres, al ser menos fuertes físicamente, a la hora de batallar y hacer la guerra abierta con los hombres tienen las de perder. Por eso, ellas usan la táctica del no enfrentamiento directo, sino el de la astucia, el mental, el psicológico, que también lleva a la violencia física.
Pero al final, el que tiene más fuerza, al igual como sucede entre los países, entre un grupo de personas contra otro, el más poderoso y capaz se impone sobre el otro.
6. Por supuesto, sin fe no habría dios. Porque los dioses –dios- son una creencia. Y la creencia para que sea, no admite el cuestionamiento ni la investigación. Porque es imposible, ya que conduce a la especulación que no tiene fin.
7. Yevakte. Insistes en ir por una única dirección, cuando las posibilidades en las direcciones son infinitas. Tanto para negarlas como afirmarlas. Por eso, tan negativo es rechazar una dirección como imponerla.
8. Rafa. En el ámbito psicológico, el guía y el guiado son lo mismo. Por lo que no hay guía posible. Sólo hay señales e informaciones indicadoras de dirección, pero es cada cual solo el que se tiene que encarar a la vida y lo que nos llega.
9. César. Respecto de los ácaros, los insectos pequeños que no son visibles, todos tienen vida como las personas. Pero no se puede matar a las personas de la misma manera como matamos, eliminamos a los ácaros, insectos, bacterias, etc.
Respecto del astral, etc., me refería a todo lo esotérico. Porque todo lo mental está fuera de algo que lo sujete, como sucede con el cuerpo que está sujeto por la fuerza de gravedad y está preso tocando la tierra.
10. Si nos amasemos de verdad, amaríamos también a todos los demás. Pregunta: ¿Puede alguien que se ama y ama a los demás, no recibir ningún daño, ni crueldad ni violencia?
11. Si decidimos que vamos a ser felices, pase lo que pase, ¿es eso posible, o depende de las circunstancias, los retos que nos llegan? Ser feliz no quiere decir que no pasemos por el sufrimiento y el dolor. Si no que vamos más allá de ese dolor, no haciendo un problema de eso que nos ha llegado, que nos molesta, nos amarga, nos causa tristeza y sufrimiento.
12. Lo que deseamos no quiere decir que eso pueda ser o vaya a ocurrir. Aunque el amor todo lo puede, tiene infinitas soluciones, es caprichoso e incomprensible. Está sujeto a las leyes por las que se rige la vida, de la misma manera como lo está la naturaleza y el universo.
Y esa ley es, que operan por igual lo que nosotros consideramos el mal y el bien. Es decir, el universo es indiferente tanto al bien como al mal. Necesita a los dos para que pueda funcionar la vida como la conocemos.