Un momento, Juan, cuando estamos inatentos el ‘yo’ vaga y opera el pensamiento con sus parloteos e imágenes, confusión, desorden. Pero cuando nos damos cuenta que estamos inatentos es cuando volvemos a estar atentos.
Eso es, Magdalena, cuando uno ve claramente algo, actúa, no piensa ni tiene nada que vea como un obstáculo. Si uno ve que es adecuado levantarse a una hora determinada, ¿por qué va a suponer un fastidio, un conflicto, el tener que levantarse de la cama, con la parte que no quiere. Eso quiere decir que vivimos en la confusión, diciendo una cosa, pensando otra, y haciendo todo lo contrario.
Por eso, toda la cuestión está en ver claramente lo que tengo entre manos, que son los retos que la vida nos lanza a cada instante.
Filosofía es lo que busca la verdad. ¿Por cierto, para qué tanto investigar, cavar, hurgar, si mientras no estemos en orden el caos va a seguir? Tanto que sabemos, tanta comida que tenemos, pero todavía se siguen muriendo de hambre cada día, a cada momento, ahora mismo. ¿Para qué quiero vivir quinientos o dos mil años, si vivo dividido, fragmentado, en conflicto, en desorden, en amargura, vale decir haciendo daño, siendo cruel, indiferente?
Sí, Cristina, he leído después de que tú me lo has sugerido tu escrito exquisito sobre el maltrato a las personas mayores. Gracias.
En mis alrededor de diez años de hacer visitas semanales -los días festivos- a un asilo de ancianos desamparados, donde los ancianos se maltrataban de diferentes maneras: los homosexuales acosaban y tenían relaciones con otros, los celos de unos con otros donde se golpeaban con los bastones de apoyo para caminar o con una gran bofetada. Todo eso delante de mí y en un lugar común como era el salón de estar o en el patio. Eso era en la sección de los hombres.
Las mujeres, que estaban aparte, eran muy celosas, se tenían mucho odio, se despreciaban sin ningún complejo ni vergüenza.
Y es que en toda relación siempre hay problemas, entre los cuidadores y los que necesitan los cuidados. Porque, el problema del que ofrece la ayuda a otro cada día, es que ya no es plenamente consciente de lo vulnerable que es el dependiente, en este caso las personas de la tercera edad. Porque son como amigos que se lo dicen todo en la cara, se conocen todas las debilidades y sus recursos. Y eso hace que se diluyen los roles de cada uno. Hasta que el más poderoso recuerda cual es el estatus quo.
Bueno, Cristina, con las prisas, se me ha olvidado decirte que si quieres puedes cuestionar lo que digo, hacer un comentario al respecto. O de lo que tú quieras. Gracias otra vez, por tu amabilidad.
Tiene que ver que los científicos que viven fragmentados, amargados y confusos, mediatizan sus trabajos, sus análisis e inventos con eso que realmente son. Se supone que un científico, como vosotros los presentáis, es alguien extraordinario pero sigue siendo indolente, cruel y asesino, cuando accede a investigar y colabora con las autoridades para fabricar todo lo que fabrican para matar en masa. ¿Un hombre en orden, no corrupto haría las barbaridades que hace la ciencia, en todos los ámbitos?
Por tanto, primero el orden. Y ese orden genera más orden. Cuando ahora es al revés: quieren que lo externo cambie lo interno. Pero siempre lo interno se impone a lo externo, ya sea que lo diga la ley, la autoridad, la costumbre. Por lo que todo son palabras, ideas, teorías muertas ya que no son aplicables de una manera verdadera, humana, limpia, sin residuos confusos.
Lo definitivo, lo que queda, es percibir, darse cuenta, sin hacer nada.
¿Tú te sientes aludido, Javier? Porque la verdad nada más tiene que un camino. Y si ese camino pasa por describirla, ¿qué motivos hay para tener miedo, imponer una censura? Primer, principio: si no hay libertad, ¿qué es lo que puede salir de ahí sino sólo un negocio egoísta e insensible? Pues, si no hay libertad, hay dependencia con su explotación, esclavitud y dominio. Y todo eso, es lo que genera el desorden, la desunión, los conflictos, los celos, la vanidad, las envidias. ¿Qué puede salir de un equipo científico con unas personas con esas características?
Todos los científicos que trabajan para laboratorios investigando en química, en armamentos, con animales, etc., que sólo quieren complacer al dueño que los contrata, todo lo que inventen y hagan va a ser desordenado, confuso, causante de dolor y sufrimiento. ¿Crees qué los gobiernos, sin los científicos investigadores, ya sean en armamento, en el comportamiento humano, en la química, ellos mismos podrían obtener esas armas?
Lo que sucede es que hay personas que están condicionadas para trabajar, sin cuestionar, sin inquirir profundamente, quedándose en lo superficial, arañando la cara externa de los problemas.
Cuidado, Enric, no es probable que yo sea uno de esos que trabajen como robots para un todopoderoso, insensible y cruel.
Aprovechando la ocasión, en relación con la insensibilidad de los científicos, en este país donde vivimos los veterinarios, los biólogos, los zoólogos, nunca han cuestionado ni proclamado a los cuatro vientos, con conferencias, escritos, trabajos de divulgación, sobre lo negativo e inadecuado, por cruel, de la tortura y asesinato violento de los toros por placer y diversión. ¿Es qué los científicos son insensibles al dolor de los demás, de los animales, cuando ellos participan del entramado legal de tan macabra y violenta costumbre de torturar a los toros, para que ella sea posible?
Siempre vamos a molestar a alguien, tan solo con nuestra presencia, o tan siquiera nombrarnos. Pero, es adecuado generar los menos problemas. Porque la vida en sí ya es un problema. Los problemas son para resolverlos, no para hacer un juego con ellos, un ejercicio de vanidad, de capricho. Pues, entonces, todo se complica aún más.
Sí, Juan Carlos, cultivar la mente es tan peligroso porque nos estamos auto programando. Y cuando uno entra en una dinámica y camino, puede que le ocurra eso de: Te perderás por el camino que no tiene nunca retorno.