Lo que se describe nos es lo descrito. ¿Puede la mente de uno salirse de la influencia de la mente global, no participar de ella? Por eso una cosa es lo que nos gustaría ser y otra lo que es, la realidad ya sea que nos guste o nos disguste.
Ahora viene el Gita, Krishna, etc., y dicen que no existe la dualidad de ‘me gusta y me disgusta’. Pero eso no es un hecho, ¿verdad? Porque, siempre está ahí el ‘yo’. ¿Puede este ‘yo’, desaparecer para siempre? No lo puede a no ser que seamos descerebrados o dementes.
Uno lo que hace es vivir con ese ‘yo’, como vive con el cuerpo, con el frío o el calor, pero yendo más allá de ese ‘yo’ y todo lo que genera. Mírelo atentamente, no lo acepte o lo descarte, entre en ello, sino no habrá libertad en su vida.
“Después de la libertad viene el desierto. En el desierto, no hay nada".
Hay una trampa en lo que tú dices, Teodoro. Pues nadie sabe lo que llega si no está ahí para verlo y experimentarlo.
Diga quien lo diga -los libros llamados sagrados y sus dioses, santos, sabios y profetas-, si no pasamos por eso nunca sabremos si es real o falso. Uno no se pude fiar de nadie ni de nada, pues cada cual tira para sí, porque somos egoístas.
"Uno siempre tiene la libertad de no identificarse con el cuerpo y no ser afectado por el placer y el dolor asociados con sus actividades".
¿Es cierto, qué estamos más allá del cuerpo o es una ilusión, que me gustaría que fuera? Si a uno lo torturan, le queman el cuerpo, puede no sentir dolor. Los cristianos dicen que Jesús en verdad no sufrió en su tortura y asesinato en la cruz. ¿Eso es un hecho? Para que sea un hecho, uno ha de ser demente, o estar completamente drogado, o un loco que no siente dolor –pero los locos no pueden convivir relacionándose con las personas-.
Aunque nunca te contesto lo que escribes -no lo leo pero le doy una ojeada al título y las letras grandes- porque tu línea es superficial, hoy, que no hay diarios, he repasado el de ayer, he visto tu columna y he decidido escribirte algo.
¿Cuántos muertos han generado y van a provocar los recortes en servicios sociales en sanidad, en pensiones, al retrasar la edad de jubilación, veinte mil, un millón, dos, tres? Porque no solamente matan las balas y las bombas, mata el hambre, la falta de higiene, la pobreza y la miseria, mata la depresión por sentirse marginado, ninguneado, ver que hay personas -por ejemplo, tú una de ellas- que tienen de todo, lo usan inadecuadamente, y otro no tiene nada. Y esos millones de muertos no se contabilizan, pues son silenciosos, los matamos sin hacer ruido. No sé si tienes algún contacto directo con esos desesperados, pero realmente es dramático, donde todo lo negativo concurre en ellos. Porque, nos hemos acostumbrado a las cifras de los millones de parados, aparte de los que no están inscritos y contabilizados, pero no son un número, una cifra, son seres humanos como tú, como todos.
Ahora les podrías decir, escribir a esos nacionalistas fanáticos, como tú, para explicárselos Deberían hacer funerales, airear esas muertes, asesinatos, lenta o rápidamente. ¿Lo harás? No lo harás porque estás demasiado condicionado por tu nacionalismo, que te ciega de manera que eres capaz de matar a otros, por tu manera de vivir. Y, si lo dijeras, ¿qué harías si no sabes hacer otra cosa que ensalzar tu nacionalismo decadente y cruel, como todos los son, pues perderías tu empleo de escritor colaborador? O sea, que estás atrapado. ¨Tan atrapado como esos que tanto odias. Por eso, por estar tan atrapado, por tu condicionamiento nacionalista, es por lo que también estás en peligro. Pues, el mayor peligro es estar dividido internamente, pues esa división va exteriorizarse en cada acto de nuestras vidas.
Por eso, es preciso darse cuenta de dónde estamos, de nuestro condicionamiento como europeo o africano, asiático o americano, como cristiano o judío, musulmán o hindú. Y mientras no comprendamos nuestro condicionamiento y vayamos más allá de él, seguiremos matando, asesinando, mediante las balas, los recortes, los robos y los atracos de los ricos y poderosos, de los políticos, seguiremos matando como en el frente del campo de batalla con las bombas, las mentiras y falsedades, la corrupción.
Señora Adelina, según he visto en la página de la portada donde hay las noticias, también las del mundo, no han dicho nada de los proyectiles que ayer cayeron en la universidad de Damasco, causando unos doce muertos entre los estudiantes, y además la gente herida.
¿A qué se debe eso, son racistas, son filo terrorista? ¿No tienen vergüenza de ser tan sectarios y partidistas? Dicen que quieren la democracia pero actuáis como dictadores, montado una mafia de los míos se lo consiento todo, pero a los demás nada. Todo una pena. Todos sois igual: falsos e hipócritas. Con afecto y con cariño.
Obama tiene un problema: quiere acabar con las armas que tienen los civiles, pero él no quiere acabar con las suyas –las de los guardaespaldas, policías, el ejército, etc.-. Además, que no quiere acabar con las suyas, inventa más. Ahora han inventado los bombarderos silenciosos, no tripulados –dron-, que pueden matar en cualquier lado, desde un despacho de un cuartel, como si estuvieran jugando con un ordenador. Y cuando lo creen oportuno aprietan un botón y la bomba o el proyectil es lanzado contra el objetivo, sea una persona, una casa, un edificio, etc.
Pero los norteamericanos no son los europeos: ellos sienten la libertad de una manera más radical, total, no quieren que nadie les diga cómo tienen que vivir, ni tan siquiera su gobierno.
El problema no son los libros sagrados. El problema son los que creen en ellos y se hacen fanáticos seguidores, sin discernir si eso es adecuado o no, por lo que pueden hasta generar conflictos y matar. Como vemos con los judíos y su tierra prometida, que dicen que llega hasta Irak -el Gran Israel-.
En cuanto al vacío, Teo, si tú sabes eso para qué es, entonces ya lo tienes entendido y comprendido. O para usar una expresión vulgar: contigo pan y cebolla. Es decir, cuando alguien está enamorado de la vida, ¿dónde están los problemas? No los vemos, como el enamorado no ve ningún problema con respecto a su amada.
Cuando el dinero entra en la sangre -el egoísmo, el ego, el ‘yo-, ya todo se justifica, entra el miedo de no ganar más, por lo que uno se hace guerrero.
Hay que ver de qué manera funciona el pensamiento, sus necesidades y lo que no lo son, su condicionamiento. Porque, el ser un humano sin egoísmo, sin el ‘yo’, experimenta mucho dolor y sufrimiento. Pues es ese dolor el que va a traer la inteligencia.
¿Puede alguien triunfar sin venderse, sin ser sumiso y colaborador con al establishment. Por eso, triunfar es lo más vulgar y pervertido, corrupto.