Lo realmente importante son los hechos, Las palabras, lo que se dice, no son los hechos, no es lo que se describe.
Pero antes de aplicarlo a los países habría que aplicarlo a cada uno. Porque si uno está dividido de la persona con quien vive, con el vecino, con el compañero de trabajo, eso es lo que hace la sociedad. No estar dividido del otro es tremendamente difícil, porque queremos imponer nuestras ideas, nuestra manera de vivir. ¿Por qué decirnos españoles, argentinos, ingleses o alemanes? ¿Por qué esos nacionalismos tan brutales y crueles, con sus fronteras divisivas, económicas, raciales, políticas, militares, etc.?
Así que primero yo –limpiar mi casa- y luego, ¿qué queda por hacer? No hay que hacer nada más, salvo comunicarlo e informarlo.
Ni por un país, por ninguno, se puede perder la vida. Porque, un país es una abstracción, una idea, una gran mafia que domina a la mayoría que dice lo que tienen que hacer los demás. Dominan la justicia, actúan como quieren ante ella, el fiscal en vez de acusar defiende al delincuente que es de los suyos -un gran ladrón de guante blanco-. Tienen alianzas con la iglesia católica que le dan millones para poder proseguir como lo hacen, etc.
Por todo eso y por más, yo no tengo país ni nacionalidad que defender.
Etania. Antes he dicho: ‘¿qué queda por hacer? No hay que hacer nada más, salvo comunicarlo e informarlo’.
Eso. Informarlo, comunicarlo. Cada cual que haga lo que crea que tiene que hacer.
Yo puede no tener amistad contigo, ni quererte, etc. Pero, puedo aprobar que te independices de tu marido, tirano, cruel, que te oprime y esclaviza, que no te deja ser libre para que hagas lo que más te convenga.
Quien tiene el culo de paja, cree que todos se lo van a quemar. O, el que tiene mucho dinero, joyas, etc., en casa, o en el banco, siempre está mirando que no se lo quiten los ladrones. El peor problema es estar poseído, aferrado a algo, una idea religiosa, política, etc., pues eso domina nuestra mente, nos divide de la realidad, nos hace brutales y crueles.
Sí, esa puede ser una explicación. Pero, hay un péndulo que va de un extremo a otro, según vivamos. Es decir, si uno come mucho -que es un extremo- ha de parar, y va al otro extremo. Si uno trabaja mucho, tiene mucha actividad, se puede agotar y también tener que parar. Lo mismo sucede en todo lo que hacemos: dormir, el sexo, con el dinero, el hablar, o el no hablar, etc.
Ahora bien, buscar el equilibrio no resuelve nuestros problemas. Porque esa búsqueda del equilibrio se convierte en una búsqueda de la perfección –que no existe, ya que es un invento nuestro-. Por tanto, lo adecuado es actuar de manera que no haya conflicto entre lo que queremos y lo que es, la realidad. Porque, el conflicto nos genera confusión, desorden, malos resultados.
Así que, toda la cuestión está en ver el conflicto, como el gran peligro que es. Verlo como cuando ves la muerte, cuando nos asomamos desde lo alto de un gran edificio por la ventana. De manera que en el mismo acto de ver ese peligro, esté la acción de apartarse de él. Entonces, está operando la inteligencia, que es orden, que es amor.
Eso que se ha repetido, y repite tantas veces, es una ilusión. Pues, ese pretendido diálogo, plegarias, peticiones, etc., a los santos o a dios, es una ilusión, no existe. Es como si pretendiera hablar contigo ahora, cerrar el ordenador y empezar a hacerlo. Podría estar hablando horas y horas contigo, aunque esté a miles de kilómetros, pero todo eso sería una ilusión, un deliro, una alucinación.
Uno ha de comprender que está solo. Y es uno solo el que se tiene que resolver los problemas. Que pasa por comprender lo que es la vida, lo que es la realidad. Y no inventar otra realidad que más me gusta y satisface. Para ello, tienes que descubrir de qué manera funciona el pensamiento, de qué manera ha engendrado el ego, el ‘yo’, divisivo. Ya que esa división interna, es la causa y el origen de todos nuestros males y desastres.
El insomnio es el no poder dormir cuando deberíamos hacerlo. Puede ser debido a una excesiva ingesta de comida, puede ser a que no nos hemos gastado ese día. Y puede ser también, debido a un problema que nos perturba, que cuando surgió durante el día, no fue resuelto y nos genera ansiedad, desazón e insomnio.
Nadie está excluido del paradigma de la vida de atracción, del sentimiento de acercamiento a otro. Otra cosa es que uno quiera elegir a los que nos llegan. Y es entonces cuando tiene un problema, porque tiene una actitud racista, divisiva, que va a generar conflicto y desorden.
Todo llega de la nada y de la misma manera que llega, se puede ir, Pero, ¿qué problema hay si lo comprendemos, si vemos que la vida es así y no puede ser de otra manera? El mayor peligro que tenemos es vivir en la ilusión, en las fantasías, pues éstas nos dividen de los hechos, de la realidad. Y ahí estando divididos, es donde empiezan a generarse todos los problemas.
La alegría, la risa, el buen humor, etc., son adecuados siempre que no nos lleven a la vulgaridad y la superficialidad. Al estar siempre en ese ambiente banal, disoluto.
Cuando vemos claro algo, que lo necesitamos como el aire o la comida, entonces empieza la danza de la conspiración para conseguirlo. El que se consiga o no, es un misterio, que no depende de nosotros. Porque, si no nadie se moriría de hambre.
El cáncer y todas las enfermedades están latentes dentro de nosotros, en el cuerpo. El misterio es el que ha uno se le manifieste y a otros no.
La nostalgia es un recuerdo obsesivo, ¿no? Uno tiene nostalgia de los días que vivimos felices, ayer, hace una semana o meses, hace unos años. Pero, eso se acabó, ya no existe, está muerto. Averigua por qué es que no tenemos la energía suficiente vivir, para amar al presente, a lo que está sucediendo ahora.