Torni Segarra

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1. ¿En una democracia se puede cerrar una televisión oficial, por el capricho y el deseo de los políticos de turno que mandan, dando un golpe de estado? Cuando a un país se le quita la libertad de expresión, es que la dictadura está ahí. Y ya todo ha empezado a la hora de reprimir, oprimir, masacrar.

 

2. Todo lo verdadero, pasa en el ahora. Decir que a cada uno le llegará según sus obras, es crueldad, es propio de venganzas. ¿Todo eso se puede asimilar a alguien tan importante y todopoderosos como lo dioses? ¿O es que los dioses son crueles, indiferentes, indolentes?

 

3. ¿Qué es lo que quieren los dictadores? Robar, mentir y falsear la realidad, para poder seguir robando. No les importan los métodos para ello, pues las leyes las pueden cambiar y alterar, para seguir robando, siendo corruptos. La crueldad no es un problema para ellos, pues su sensibilidad no va en el ADN de los dictadores.

 

4. ¿Para qué sirve una dictadura? Solamente sirven para imponer su orden, siempre con brutalidad, crueldad, y toda su indecencia y maldad, para seguir depredando, para no perder su estatus, sus abultadas cuentas bancarias, sus riquezas. ¿Es que los dictadores son diferentes a las otras personas? No, son iguales que todas las otras personas. Lo que pasa es que son adictos a su dictadura, brutal y cruel. Porque sin las mentiras y falsedades, sin su crueldad e indiferencia, sin su bestialidad, no pueden seguir robando, despilfarrando, ser corruptos, sin conseguir eso a lo que se han hecho adictos. Los dictadores, son enfermos mentales, pero no hay médicos que los puedan curar.

La cura la tienen en la espiritualidad, en un cambio psicológico, en la sencillez y la humildad, en dar ya sea por caridad o por el gozo de dar a los pobres y a los necesitados.

 

5. Todo lo que hacemos es para nuestro propio beneficio Por eso aunque sea así, hagamos las cosas de manera para que algo vaya también para los otros. Si uno quiere hacer un desplazamiento en su coche y ve que un vecino también va en esa misma dirección, ¿por qué no hacerlo juntos si él quiere? La ganancia que obtenemos es el gozo de ayudar a otro.

 

6. Si hay libertad, no nos preocupemos de lo que haga cada cual. La manzana madura no hay nadie ni nada que pueda sujetarla al árbol cuando le ha llegado la hora de que caiga al suelo.

 

7. Nosotros no podemos saber todo, porque no somos la totalidad, somos la parte de esa totalidad. Por tanto, sólo podemos decir que no sabemos todo. Incluso el decir que nunca hemos amado, como que sí que hemos amado, no lo podemos saber. Pues la mente es capaz de inventar cualquier cosa, como el ego, el ‘yo’, para generarse lo que necesita para sobrevivir, continuar con el devenir. Ya que el miedo al fin, a lo nuevo, es lo que más la altera y le causa dolor.

 

8. Mentir, o decir algo, que no sabemos si será cierto o no, como si fuera cierto, es lo que todos hacemos. Y si lo hacen todos, yo también lo tengo que hacer, porque todos somos en lo esencial básicamente iguales, tenemos miedo, somos vanidosos, engreídos, buscamos la seguridad, la felicidad. Y como no podemos conseguirlo empezamos por mentirnos a nosotros mismos. Y a la vez a los otros. Así que no tengamos ninguna duda, todos nos mienten, todos nos mentimos.

 

9. Tanto si decimos que siempre seremos fieles, como que no nos serán infieles, eso quiere decir ignorancia de cómo funcionamos. ¿Podemos ser realmente fieles nosotros, es decir completamente honestos, limpios, sin deseos y apetitos que nos hagan infieles?

Primero que nada nos hemos de conocer, ver cómo funciona y opera el pensamiento, para conocernos a nosotros. Y si me conozco yo, conozco al toda la humanidad, porque yo soy el resto de esa humanidad, que son todas las personas sin exclusión alguna.

 

10. Creo que la prueba definitiva es ver si podemos vivir nosotros eso que queremos que se implante en la sociedad, en toda la tierra. Porque primero que nada hemos de saber si ello es posible o no. Es como si alguien dice que hay que liberarse del miedo, pero él no está liberado, ni sabe si eso es posible o no. ¿Podemos vivir como queremos que vivan todos los demás, sin ser egoístas, compartiéndolo todo? Esa palabra compartir todo, lleva consigo el peligro. Pues eso quiere decir que no tengo mi esposa en exclusiva, ni mi casa de la que yo tengo solamente las llaves es mía, etc.

 

11. Tal vez, crear una escuela libre, gratuita, por tres años, debajo de un puente en Nueva Delhi, sólo puede suceder en India, donde la paciencia y su capacidad de improvisación pueden ser infinitas. Primero que las autoridades lo consientan, segundo que los niños y los maestros puedan soportar dar clase justo debajo de una moderna carretera.

 

12. ¿Podemos confiar con alguien, con los demás, ya sea la pareja, el esposo, el jefe y los compañeros de trabajo, la familia, los vecinos? Para poder saberlo, hemos de descubrirnos realmente tal cual somos, no como me gustaría verme, ser, sino cual es la manera cómo respondemos a los retos. Y eso lo podemos ver, cuando comprendemos, vemos claramente, la manera cómo funciona nuestro pensamiento. Porque, yo soy tú. Y tú eres yo. Tenemos el mismo condicionamiento: tenemos miedo, nos espanta la rutina y la repetición, nos agobia el pasado, el presente y el futuro, queremos lo nuevo creyendo que nos traerá más placer.

De manera que somos imprevisibles, dentro de lo previsibles: egoístas, astutos y todo lo demás, peligrosos capaces de hacernos daño para proseguir con la persecución del placer.

 

13. Si no tuviéramos miedo seríamos libres, nuevos, totales, sin división interna, sagrados. Y por eso, que seríamos nuevos, no podemos saber de qué seríamos capaces de hacer, tanto en lo que consideramos bueno, como malo.

 

14. Si todo está unido, todo es igual de importante pues uno crea a lo otro: la luz hace la oscuridad, la oscuridad hace la luz. Pues sin existir una la otra no podría ser. Con el bien y el mal sucede lo mismo: sin el bien no hay mal, y sin el mal no hay bien. Por lo que todo eso es fruto de nuestros pensamientos, que lo han observado en la realidad, en la naturaleza.

Pero, la pregunta persiste, si ha habido un creador todopoderoso –dios o los dioses-, ¿cómo han consentido que para poder vivir nos hayamos de comer, matar unos a otros, ya sean que lo hagan los animales, como nosotros, y nadie quiera dejarse comer, morir por los otros?