Torni Segarra

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1. El amor no se puede organizar. Podemos hacerlo con la amistad, los amigos del trabajo, podemos organizarnos las vacaciones, el vivir juntos una temporada o toda la vida. El amor es tan rápido, tan sin tiempo, que no lo pueden afectar las reglas, las leyes, las normas, el sentido del orden, ni la moral. Pues el amor siempre es lo nuevo, lo que nadie ni nada lo puede tocar.
 
2. Sergio. Eso que dices es absurdo y no tiene sentido. Quererse largar, es del verbo ir, marcharse. Y para accionar ese verbo, solamente ha de salir la voluntad y el cuerpo. Todo lo demás, son palabras, excusas, mezquindades.
Eso es tan simple como el amor. O uno ama, o no ama.
 
3. Aurora. El que entiende lo grande, también entiende lo pequeño -y al revés-, porque todo está unido y relacionado entre sí. Si empiezas por lo grande y le das toda la importancia todo se bloquea. Al igual que si empezamos por lo pequeño y le damos todo el valor e importancia, también todo queda bloqueado.
 
4 Si Jnana –inteligencia- no es un estado, lo que no es, es las nada. Y de la nada no podemos hablar, sólo mencionarla como mencionamos a dios.
 
5. Querer controlarlo todo es cosa del pensamiento. Que es el que inventa sin parar con tal de tener alguna esperanza para conseguir eso que nos dará la seguridad. Pero como la seguridad no existe en absoluto todo es un juego de la ignorancia, que nos hace girar dentro de un círculo cerrado.
 
6. A los hombres no se le puede cambiar. Ha de cambiar uno mismo cuando ve la necesidad de cambiar. Esa necesidad de cambiar llega cuando somos sensibles y nos damos cuenta del sufrimiento y daño que provocamos.
 
6. Huyendo no se ganan las batallas. Eso es solamente una huida, porque el problema del que huimos sigue estando ahí dentro de nosotros. Y si huimos eso quiere decir que ni comprendemos ni sabemos realmente lo que es ese problema. Pues en el ver claramente algo, ver todo el vasto panorama del problema, es comprenderlo e ir más allá de él.
 
9. Todos querremos ser hermosos, tener belleza en nuestras vidas. Pero eso no sale de la pared. Para tener belleza, ser con hermosura, hemos de estar más allá de los conflictos, de los enfrentamientos y las divisiones.  Ver el deseo en toda su trayectoria, que siempre quiere algo más, haciéndonos ansiosos, estresados, peleones, dispuestos a destrozarnos.
 
10.  Cada vez que pasa un instante nos estamos envejeciendo, no son los otros y los que nos dan o no, es la implacable vida y sus maneras.
 
11. La libertad siempre va a molestar a alguien. Al igual que ver a otros felices también nos molesta. Aunque la libertad nos da la suficiente energía para seguir con ella.
Pero la libertad no es hacer lo que queramos, lo que nos dé la gana. Al contrario, la libertad es ver lo negativo allá dónde está y descartarlo, sin opción alguna. Es decir, uno es libre para no optar. Porque en la opción siempre está la subjetividad, el ego, el ‘yo’, operando.
 
12. La decepción, la frustración, nos enseña porque nos muestra realmente cómo somos. Como somos vanidosos, engreídos, creemos que somos autosuficientes. Pero  cuando llega algo que nos muestra que eso no es la realidad, es cuando empezamos a saber, a darnos cuenta que nosotros somos poca cosa.
 
13. ¿La autonomía, la independencia, son posibles? Siempre dependeremos de algo, de alguien. Porque somos dependientes, vivir es dependencia de la comida, de la ropa, de los que conviven con nosotros y nos ayudan a sobrevivir.  Ya sea de los que hacen y nos venden los alimentos, los que fabrican las máquinas, la ropa, ya sea de los que se dedican a cualquier trabajo. Y ellos, a su vez, dependen de nosotros para poder proseguir con sus actividades, sus vidas.
 
14. Las mentiras generan confusión, pero no pueden con la verdad. La verdad es el orden, nos guste o no. Pero como el orden es el que es, al no gustarnos, es cuando inventamos las mentiras. Aunque el orden siempre está ahí, inalterable, implacable.
 
15. El tiempo psicológico es un invento. No el tiempo cronológico que me dice a la hora que ha de salir el avión o el metro. El tiempo psicológico lo inventamos, cuando estamos desconsolados, estamos tristes, o enfermos, resfriados. Pues es entonces cuando el pensamiento mira al pasado que conoce y se alivia al decir que en el futuro volveré a ser otra vez alegre y libre del resfriado o cualquier otra enfermedad, otro problema.
 
16. Lo que viene siempre es lo mejor, si es que queremos estar vivos, no morir. Porque sin lo nuevo, la vida no puede ser. La vida siempre está en movimiento, fluyendo sin parar.
¿Podemos detener una guerra que nos genera horror, nos destroza todo lo bueno de la vida? ¿Podemos detener el frío riguroso invernal o el calor sofocante y abrasador? No lo podemos. Lo que quiere decir que mientras estemos vivos, nosotros estamos al desamparo de las incidencias de la vida.
 
17. Perdonar solamente puede ser cuando vivimos total y completamente lo que nos hacen y no nos gusta. Es decir, cuando tenemos un reto que nos molesta no huir de él, sino vivirlo siendo parte de eso como si fuera solamente nuestro.
Si me insultan y estoy completamente atento a ese insulto, a todo lo que lo ha hecho posible, es cuando no recibo ningún daño, y por lo tanto, no hay nada que perdonar. Para ello no ha de haber distracción del hecho, de manera que no haya división alguna entre el hecho, el insulto, y yo.