1. Y eso, esa liberación del mal, ¿cuándo tiene que ser? Porque describir el mal es relativamente fácil, describir las soluciones también es fácil, pero vivirlas en cada momento, en cada reto, eso ya es otra cosa.
Por tanto, si no vemos todo lo implicado que está en este problema que es la vida, que es el vivir, por muchos preceptos, descripciones y soluciones, no servirán de nada. Nosotros somos, lo que somos dentro. Es decir, el pensamiento es lo que nos hace ser corruptos, malvados. Pues el pensamiento, que todos tenemos y no nos podemos liberar de él, es el depósito, la herencia de nuestro pasado animal, donde todo está gravado, registrado. Y esa herencia, los recuerdos, la traemos al presente interponiéndose con el ahora, por lo que nos dividimos de la totalidad. Y al dividirnos de la totalidad, la energía necesaria para resolver los problemas, no llega en su totalidad. Por lo que actuamos negativamente, teniendo miedo. Y al tener miedo, me asusto, me defiendo y ataco. Y aquí estamos después de tantos miles y miles de años de repetir las soluciones: divididos, enfrentados, crueles y violentos.
2. Chris, ¿qué es el nirvana? ¿Alguien lo puede describir? Pues si nadie sabe lo que es, ¿cómo podemos decir que hemos llegado a él, o él se nos mostrará? ¿Hay alguien que pueda certificar en un documento que tú u otro, estáis en el nirvana? Y, ¿quién le dio la autoridad a él para certificar que alguien está en nirvana o no? Por lo que todo parece tan infantil como un juego de niños.
3. Gouravira, ¿tú pones la otra mejilla, para que te vuelvan a golpear? Vamos a ponerlo más claramente para que lo veas, lo veamos todos. Si tú de noche cuando estás durmiendo en tu casa con tu mujer, oyes un ruido. Te levantas para ver qué pasa y te encuentras con dos personas que están robando. ¿cuál será tu actitud, los tratarás bien, les invitarás a comer, les darás lo que te pidan? Luego de eso, aparecen tu esposa y tu joven hija para ver qué sucede, y los dos hombres dicen que son muy bonitas y que quieren hacer el amor -sexo- con ellas. ¿Qué harías ante esa situación tan dramática y cruel? ¿Nos damos cuenta de qué estamos hablando? No estamos hablando de lo que dicen que alguien dijo, sino de hechos, de nuestros hechos.
Por tanto, uno tiene que ser un tanto escéptico con todo lo que nos llega, nos dicen o leemos.
4. “Tengo tanta autoridad como el papa el problema es que no tengo tanta gente que así lo crea”.
Eso que le pasa a Carlin, les pasa a todos.
5. Nos demos cuenta o no, el mundo es un gallinero. Y como en todo gallinero impera la ley del gallinero: el más fuerte domina a todos los demás. Hasta que llega el ‘dueño’ del gallinero -la ley-, e impone su ley: los problemas, el paso de los años, la enfermedad, la vejez, la muerte.
6. Creo que esa semana santa cristiana para un hindú enraizado en el hinduismo, un budista, un jainista, etc., no sería posible. Porque el cristiano quiere convertir, bautizar, a todas las personas, va desde fuera hacia dentro, y eso es lo que genera el karma -la acción- y sus complicaciones -las reacciones a toda acción-. Por eso, los orientales quieren primero liberarse ellos -ir de dentro hacia fuera-. Y una vez liberados, ya nada más hay que hacer: ni transmitirlo ni explicarlo, solamente vivir la vida hasta la muerte como una persona vulgar y corriente. Y ahí hay pocas reacciones con sus problemas y conflictos, como les pasa a los cristianos y le pasó a Jesús, que se peleó con todos: con sus compañeros que querían la violencia, que él rechazó y les abandonó, con el Sanedrín, con el Imperio Romano, etc. Para acabar torturado y asesinado en la cruz.
La actitud oriental al vivir y experimentar la unidad con el cosmos, con la realidad y la verdad, con la totalidad, entiende que todos van a participar de esa liberación que él tiene sin tener que hacer nada. Aunque esta actitud choque con la neurosis occidental de hacer y hacer, de convertir, de explicar, informar. Con todas las complicaciones que ello genera.
Pero cada uno tiene un palpito vital y uno no puede hacer algo que le genere conflicto interno. Pues para liberarse de ese conflicto, tal vez, ha de vivir todo ese recorrido conflictivo hasta que llegue a comprenderlo e ir más allá de él.
Hay un ejemplo que va aclarar lo que estamos hablando: si alguien echa comida a los pájaros, gorriones, etc., como solamente se benefician los que se lo comen, está dándoles un poder extra al estar sobrealimentados. Por tanto, serán más implacables con los otros pájaros que no tienen acceso a la comida.
Ahora alguien puede decir, pero como todo está unido, ese beneficio extra a los pájaros va también a afectar a los otros, porque habrá más comida para todos. Por lo que es entrar en la rueda de la acción y reacción. Por eso, lo que menos problemas generan es vivir austeramente, vivir en lo poco.
7. El único recurso que tenemos para desacondicionarnos es la percepción, percibir que lo que uno está haciendo es motivo de daño a los otros, a todo lo que nos rodea. El problema es tener esa percepción, esa sensibilidad ante el dolor. No hay receta alguna para ser sensible. Tal vez, con introspección, con el contacto con la naturaleza, con la realidad de lo que es la vida toda: la parte de alegría y felicidad, y la parte de dolor y amargura.
De esa manera, con esa sensibilidad, uno con una sola mirada percibe todo lo negativo y lo descarta radicalmente. De manera que el ver y el actuar sean un mismo movimiento, una misma acción.
8. Tenemos una prisión básica: la percepción, la consciencia, que nos hace relacionarnos con el mundo material y psicológico. Luego está una sub prisión que es el cuerpo, pero que sin la percepción no sería una prisión, también está la prisión que es la tierra. Pero, hay un momento en que si uno no huye, ni quiere cambiar esa prisión, que ésta desaparece. Está ahí siempre, pero no nos molesta, como pasa con la tierra que la mayoría no la ve como una prisión.
9. Chanchito. Primero, hay que saber qué es la religión. Rápidamente, religión es lo mismo que la compasión y el amor. Si todo lo que se dice, hacemos, creemos, no es compasión y amor. Todo es una mentira egoísta. Que por otra parte es algo natural en el hombre, pero lo tenemos que asumir, no decir que somos buenos, no corruptos, cuando somos inmorales y crueles,
10. Wade. Esas palabras como liberación, nirvana, samadhi, dios, el paraíso, etc., están cargadas de buenas y malas intenciones. Se han convertido en banales, superficiales, folclóricas. Son explotadas para atraer a los incautos, manejarlos.
Creo que es más adecuado descartar cuando le damos demasiada importancia. ¿Por qué no usar palabras laicas, limpias, que nadie puede manejar?