1. En lo desconocido la mente ni el pensamiento, ni el ego, e ‘yo’, pueden operar. Y todo eso es lo viejo que ya conocemos: nuestras luchas, peleas, insultos, todo el daño que nos hemos hecho. Así que, con el vacío de lo desconocido, toldo va bien, sin comparar ni cotejar.
Pero la realidad es que la mente, el pensamiento, el ‘yo’, están ahí, son un hecho, y hemos de vérnoslas con todo eso. Por lo que, hemos de ir más allá de todo eso, descartarlo.
2. Si siempre estás pensando en los zapatos, en la ropa y los vestidos, los amigos que tendrás, llegarán a ti, serán superficiales, personas banales, infantiles y egoístas.
3. Hay que ser muy insensible para torturar a un animal. En algunos sitios se hace al amparo de la ley, para que les voten a los políticos.
4. ¿Todo vale por el poder? El poder es una droga dura adictiva. Cuando se pierde el poder llega el mono. Por eso, cuesta tanto irse del poder.
5. Cuando un político dice: ‘No voy a pagar el coste de…’ No es él el que paga, sino los contribuyentes. Es su egoísmo e ignorancia.
6. ¿Cómo podemos influenciar para que no sean corruptos los políticos? Sólo podemos dejar de serlo nosotros. Todo lo demás, el orden llegará.
7. Lo falso es el pensamiento. Es decir, el que piensa y el que dice que piensa. Por tanto, si descartamos a ambos, sólo queda la percepción.
8. Sería interesante que cada uno pasara por la misma situación. No digas que te irías o plantarías cara, poniendo en peligro tu sueldo, pues no lo sabes. Ruega porque no venga la ocasión.
9. He leído tu entrevista en el diario La Vanguardia de Barcelona de ayer.
Gracias.
En Suiza puede que haya un orden, en cuanto a un sistema político y organizativo se refiere, pero el orden que llega con la ausencia de inmoralidad y corrupción, no está allí. Ser cómplice de los mayores corruptos, ladrones, y timadores del mundo, que van allí a esconder todo lo que han acumulado inmoralmente, no tiene nada de orden.
Los otros países –los poderosos- lo consienten porque ellos también participan de esa misma inmoralidad. Ya que juega a su favor. Pues a ellos no les molesta, porque forma parte del mismo establishment.
10. Lo que sucede, la realidad, no es como nosotros queremos que sea. Cuando cedemos, nos dejamos llevar hasta el final de lo que nos sucede, por dramático y feo que sea, sin huir de ello, sin querer cambiarlo, es cuando vemos la verdad, lo que es, de primera mano. Y entonces, llega la inteligencia, que es amor. Porque no hay división ni conflicto entre la realidad, lo que está sucediendo, y nosotros.
11. La tranquilidad desaparece cuando queremos lo que no puede ser. Pues hay lucha entre lo que queremos y lo que está sucediendo, que no me gusta, por lo que al forzar los hechos, se genera fricción y lucha, apareciendo la amargura de las peleas y conflictos.
12. Cuando nos toca llorar, ¿las lágrimas no tienen su belleza, no son un derrame de esa amargura o felicidad para que todo vuelva a la armonía?
13. El verdadero fracaso es no haber entendido nada de lo que nos está sucediendo, Por que eso quiere decir que todavía estamos confusos, perdidos, en desorden.
14. Sin comprensión, sin inteligencia, que hace que florezca el amor, los abrazos, los besos, las acciones afectuosas y de cariño, no tienen ningún valor, pues son un trámite, como un negocio, para conseguir un fin propuesto de antemano.
15. Definitivamente lo que nos define son los hechos, no las palabras, ni las sonrisas, toda esa superficialidad y banalidad. Los hechos son la expresión más genuina de quiénes somos, de lo que tenemos dentro, que no podemos controlar ni manejar. Porque siempre lo interno se manifiesta e impone a lo externo, en cada cosa que hacemos.
16. Cuando uno ha llegado al final de algo, esa llegada al final nos dará la solución y el orden. Pero no nos gusta llegar hasta el final, ya que tenemos miedo, tenemos prisa y queremos el cambio que nos conviene lo antes posible. Pero cada cosa tiene su orden y manera. Es como un gran incendio que no se puede extinguir, hasta que se queme lo que sea de quemar.
17. Si nos acostamos de manera que podamos estar en la cama lo que el cuerpo necesita. El cuerpo mismo nos dice que no quiere estar más en la cama. Y no podrá estar, porque la cama será como una hoguera que quema.
18. Mientras no haya comprensión de la realidad, de lo que está sucediendo, seremos feos y sin belleza. La comprensión, la inteligencia, es lo que hace que todo sea bello, lleno de armonía, de orden.
19. Estar, o ponerse en peligro por capricho, exhibicionismo para llamar la atención, eso demuestra que estamos confusos, alterados mentalmente, sin amor a la vida, a nuestra vida, a nuestro maravilloso y extraordinario cuerpo. Si tuviéramos amor, no consentiríamos que al cuerpo lo maltrataran, lo cuidaríamos con esmero, con respeto, dándole lo que él necesita para que pueda ser en su plenitud y armonía.