Torni Segarra

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4518. He leído tu escrito de hoy, ‘Dios en la era Trump’.

Gracias.

Partes de un error, ponerte junto a los creyentes que hablan de dios como si hubieran estado hablando con él. Creo que lo mejor, es no tocar ni hablar de dios. Porque, nadie sabe nada de él. Pues, el infinito, la eternidad, el absoluto, lo total, no se puede tratar por una mente parcial.

Por eso que crees en dios, que dices que él lo ordena todo, absolutamente todo; que él lo permite todo. También dices que dios respeta la libertad de los hombres.

¿Tenemos los hombres libertad, somos libres para actuar? Y, ya volvemos al mismo punto de dios: a veces sí, pero a veces no. Una persona que nace en un mal ambiente familiar, donde el padre es un borracho, maltratador, violento, que roba y miente, que su madre tiene un comportamiento sexual desordenado, donde no hay mucho que comer, ni higiene.

¿Crees que un niño así educado, puede revertir su destino por su voluntad, libertad?

Pues, de ser así, que se pudieran revertir los destinos, el mundo sería una balsa de aceite, donde no habría miseria ni pobreza. Pero, esto no es el caso. El mundo está confundido, con desorden, desde hace un millón de años. Y, esto también será la responsabilidad de dios, ¿no?

Y todo esto nos lleva a la pregunta: ¿Si dios es tan poderoso, que todo lo puede, porque ha hecho este mundo tan malvado; y porque no resuelve las miserias, las guerras, las angustias, el hambre y sus millones de personas que mueren por la debilidad y la falta de alimentos?

 

 

 

4519. Cada sueño es una prolongación de lo que sucede durante el día. De manera que, si tengo ganas de una pareja, muchas ganas, soñaré sobre ese tema.

Para no soñar nada, uno tiene que acabar de una manera total -entenderlo, comprenderlo, para así descartarlo- todo lo que lleve entra manos en su vida de cada día, en su vida cotidiana.

Aunque, mientras estén ahí los sueños nocturnos, no les hagamos ningún caso, como si no hubieran existido.

 

 

 

4520. La cuestión, Susie, es que todos tienen que respetar nuestro caos, nuestro desorden, que para nosotros es orden.

Es decir, los tiranos quieren que se les respeto su caos, su desorden. Pero, paradójicamente, ellos, los tiranos, no quieren respetar nuestro caos, desorden.

Y de ahí, llegan los conflictos, los enfrentamientos, la violencia, las masacres de las guerras.

Por eso, los que más tienen, han de ser más de pelea, más guerreros, pues tienen mucho que defender. Por eso, insisto otra vez: ‘Persona limpia, es persona quieta, de paz, bondadosa’.

 

 

 

4521. Si tú crees que es mejor. el poner la venda antes que la herida, esa es tu opción.

Creo que es mejor, ver y observar qué es lo que hacen los que parecen los más bárbaros. Y cuando, digamos están maduros, entonces al tener toda la razón, por la defensa precisa para que no nos destruyan, es cuando aparece, llega, la energía del orden.

Aunque esto, tampoco se puede imponer a los otros, que son más impetuosos, más rápidos en la acción de atacar para defenderse, porque generaría una energía negativa, incompleta para poder vencer el que nos ataca y quiere destruir.

Y por eso, parece ser que tú tienes mucha prisa. Pero, hay que saber, que el vencedor no acaba en el momento de la victoria; pues ha de continuar con su guerra, aunque en otra dimensión; pues de lo contrario, esos que han sido vencidos se recuperarían y volverían para vencer a los que les han vencido.

Y eso son las dictaduras, un miedo atroz, que se convierte en pánico, a que los vencidos se recuperen y les estropee el negocio que es su dictadura.

De ahí, que es mejor no provocarla, ni hacer la guerra, pues no se genera su karma. 

 

 

 

4522. Hay unos que siempre quieren ganar. Pero, eso sí que es anticultura de la vida. Y por eso, que siempre quieren ganar, es por lo que generan maldades.

 

 

 

4523. Lo que cuenta son los hechos y no la palabrería. Cuando uno trata siempre de justificar lo que hace o no hace, es porque lo que lleva entre manos no es verdadero. Y como lo sabemos, hemos de blanquearlo con palabras, atacando a todos aquellos que nos lo dicen e informan.