Torni Segarra

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102. Todo relato, toda historia por buena que nos parezca, bien descrita, con su lógica, su bondad, sus buenas palabras, tanto se puede negar como afirmar infinitamente. Por lo que sólo queda la especulación que tampoco tiene fin. Es decir, todo es un entretenimiento, una distracción, algo que nos consuela en este valle de lágrimas. Mientras, nuestras acciones carecen de compasión y de amor por las personas.

Si tuviéramos esa llama del amor, fuéramos compasivos, no necesitaríamos creencias, relatos alucinantes, únicos salvadores, maestros. Porque el amor nos provee de la inteligencia que ve dónde está lo negativo.

 

 

103. Dios no necesita perdonar a nadie. Porque quién perdona es porque ha sido ofendido, ha sido maltratado, se le ha hecho algún daño. Pero creer que a todo un dios todopoderoso se le puede hacer daño. es tan ridículo e infantil como si un niño quisiera conducir un avión.

Nos gusta hablar de dios, repetir lo que dicen sus altavoces, sus intérpretes, pero eso no es posible. Porque dios es lo total y nosotros somos la parte. ¿Cómo puede la parte abarcar a la totalidad?

 

 

104. Crees que por ser de izquierda no se puede ser facha. Ser facha es ser un fanático, atrapado en sus ideas y teorías mentales, aunque se crea que son buenas: pues los más asesinos tienen la cabeza llena de, según ellos, buenas ideas; hasta el extremo de matar de todas las maneras imaginables para imponerlas. Ya que ese fanatismo, que es el ego, el ‘yo’ operando, va a generar eso que la izquierda ha de eludir: hacer daño a los demás. Y, ¿cómo siendo un fanático, cazurro, terco, puedo no hacer daño a los demás?

Pareces muy fino, para la manera como te expresas, ¿desde cuándo describir la realidad es negativo? ¿A qué tienes medio? ¿De qué tienes miedo? A una persona libre no le afectan las palabras, feminista, machista, misógeno, homófobo, fascista, comunista, nacionalista, homosexual, ateo o beato, nazi, etc. Lo que realmente le importa es su comportamiento, su manera de vivir, cómo vive su vida cotidiana, pues las palabras ante los hechos no tienen ningún valor. El verdadero hecho ha de ser generar el menos desorden, lo que quiere decir provocar el menos sufrimiento y dolor a las personas.

 

 

105. ‘Si los cobardes que deciden las guerras tuvieran que ir a pelearlas, viviríamos todos en paz’.

No, eso no es verdad. Pues, es como decir que si no hubiera armas no podríamos hacer la guerra; porque la haríamos con los puños o a mordiscos. Pues, la guerra ya sea imperceptible, ya sea en todo se esplendor macabro y cruel, siempre está ahí, está dentro de nosotros.

 

 

106. Empezar por ser sincero, humilde, reconocer lo que somos, la realidad y la verdad de lo que está sucediendo, es hacer las cosas de manera que la inteligencia participe de la vida. Y entonces, como la inteligencia es amor, todos los problemas quedan resueltos.

 

 

107. ‘Mas no lo maté con armas, le di una muerte peor: ¡lo besé tan dulcemente que le partí el corazón!’.

Cuidado que cuando se mata a alguien, uno mismo también se está matando. Porque todo está unido, todos formamos una unidad. Aunque, según parece de tus palabras, lo mataste dulcemente sin haberlo planificado, sino accidentalmente. Y eso te libera en parte del acto de matar.

 

 

108. La pregunta es: ¿Cómo aplacas, lo que nos está aplacando? Porque el diagnóstico de la enfermedad no significa su curación.

 

 

109. El que sigue a otro, por sabio y bueno que sea, está perdido pues se convierte en una máquina que repite todo lo que le dice el que sabe. Y entonces, su vida está seca, es estéril, pues no crea nada nuevo. Si no que repite y repite sin parar eso que le han dicho que es bueno, lo mejor, lo único y verdadero. Hay religiones que se atreven a decir: ‘Fuera de nuestra religión no hay salvación’. Por lo que eso, es la negación de la religión: la libertad, el amor. lo fácil y difícil, lo suave y lo arduo.

 

 

110. Lo curioso es que no nos damos cuenta de que eso que la mujer pide de su marido, éste también pide lo mismo de ella. Y, es que no nos damos cuenta que siempre estamos divididos, y por tanto lo que hacemos, lo hacemos divididos. ¿No podemos ir más allá de esa división, que va a generar enfrentamiento, brutalidad, crueldad?

 

 

111. La mente si está llena de pensamientos positivos, como si no, será una mente torpe, obstruida, generadora de desorden. Pues, es el orden, es el vacío, la nada, de donde puede llegar lo nuevo.

 

 

112. Un remedio para tener las noches tranquilas y poder descansar, es acabar con los problemas con los que hemos bregado durante el día, de manera que no quede nada por resolver. Y entonces, esa ausencia de problemas es lo que se manifestará durante la noche.

Así que, una vida de orden, de ausencia de confusión y anarquía, es el remedio para que las noches sean un motivo de gozo y alegría.

 

Respecto de que se nos permita ver un nuevo día, eso nadie lo sabe. Ni esos a los que tú tienes tanta fe en que te concedan tus peticiones. De manera que como vives en la confusión, que genera desorden, eso va a llegar a la noche en forma de temor, miedo, etc. Pues al creer que algo te se tiene que conceder, estás siempre pendiente de que si te se conceda o no; pero si no esperas nada, nada te va a perturbar por si llega o no.