Torni Segarra

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2513. Es que la verdad. lo adecuado, lo ha de abarcar todo, la quietud y el movimiento, el silencio y su ausencia. De lo contrario volveríamos a los conflictos, etc., el desorden.

 

 

2514. Para que surja efecto una huelga de hambre, las autoridades han de sentir vergüenza, sentirse conmovidas, estar a disgusto ante esa situación, ante una persona que no come desde hace días y se debilita cada vez más.

¿Podría surtir algún efecto de una huelga de hambre que se le hiciere a un régimen como el nazi, o el comunista estaliniano? Tal vez, ellos dirían: si se muere, uno menos.

Por lo que, en esos régimenes, sería absurda tal estrategia como protesta. Pues, ha de haber una cierta conmoción, sentirse acusado y culpable por el desgraciado que no quiere comer y está dispuesto a llegar hasta el final, la muerte.

El mismo hecho de creer que las autoridades, ante las que se protesta, van a escuchar sus quejas, demandas y sus planes de hacer una huelga de hambre, ya indica que la autoridad tiene o ha de tener esa disposición humanista, compasiva, para aceptar el trato, la protesta.

 

 

2515. Por lo menos hay buenas intenciones, se habla claro y directo, como debe ser con asuntos tan apremiantes, urgentes, como los inmigrantes, las reducciones y recortes en todo el ámbito asistencial, social.

Dinero hay de sobra por todas partes, lo que falta es la sensibilidad para percibir el sufrimiento y el dolor de los menos afortunados. Pues sin esa percepción, si no nos genera una conmoción ante la realidad de la desigualdad y explotación, ante la indiferencia del que tiene de todo que vive junto al que no tiene nada, no habrá un cambio del actual paradigma de la diferencia entre ricos y pobres.

Tenemos que darnos cuenta, ver claramente qué es ese sufrimiento y dolor, que lleva consigo la pobreza y la miseria, no huir ni reprimirlo para que así lo podamos ver claramente, directamente en su totalidad. Pues, en el ver claramente algo ahí está la acción que es orden.

 

 

2516. Todas las madres son iguales: hicieron lo posible y nos crearon, nos parieron; y la mayoría cuidado y educado en la manera de sus posibilidades. Lo malo y lo bueno en este mundo, es que todo lo que es, llegado un momento, termina; si no fuera así la vida no podría ser. Así que sin muerte no hay vida: la muerte lo arregla todo para que vuelva a haber vida; y, la vida lo arregla todo para que la muerte esté siempre ahí para actuar, hacer su trabajo. Y esto es la belleza, la grandiosidad de la vida.

 

Pero para ver esta belleza y todo su extraordinario proceder, uno ha de comprender que la muerte no llega en un instante, sino que siempre está ahí con nosotros, de manera que cuando llega acabando a lo que le toca acabar, a quien le toca acabar, no nos sorprenda y nos lleve al dolor y la miseria humana por la pérdida de un ser tan importante como puede ser los padres, parientes, amigos, conocidos.

 

 

2517. Parece ser que, de lo que nos suceda en la vida, es una consecuencia de ella. Por lo que, una enfermedad que se desarrolla en la tierra, a los hombres, ha de llevar la trama de la vida en la tierra. Por eso, las enfermedades mentales de la única manera adecuada de tratarlas, es tratar a los enfermos como si no lo estuvieran.

Tuve unos amigos, que vivían en casas viejas con jardín, etc., que los ricos no querían y las alquilaban. Algunos de esos amigos trabajan en un hospital psiquiátrico cercano, pionero en los tratamientos, donde los enfermos tenían la libertad de salir si lo deseaban -algunos morían atropellados por los coches que pasaban por la carretera justo al lado del edificio, que tenían que cruzar para a ir a un bar de enfrente, o porque les gustaba caminar por la orilla de la carretera-.

El hospital era una ciudad auténtica, tenía hotel, plaza mayor, ayuntamiento, cine, largas calles con sus aceras, los pabellones que se auto gestionaban a la hora de hacerse la comida, etc.

Al principio de ir a casa de mis amigos, un día me sorprendió ver a alguien que no conocía, pero que estaba allí tranquilamente. Estuvimos como una o dos horas, con él y su aspecto extraño, original, sin hablar en ningún momento. Era un enfermo del psiquiátrico que había ido allí a pasar la tarde.

Y es eso, lo que quería decir al principio: que la mejor terapia para los enfermos mentales es estar y convivir con los demás. Pero para ello, hay que tener esa flexibilidad, que es compasión y amor.

 

 

2518. Hay una contradicción evidente, dices que ‘No se puede tolerar que haya ciudadanos autóctonos viviendo en la miseria mientras a los inmigrantes y refugiados se les colma de derechos sin producir ningún beneficio para el país de acogida’.

¿Por qué se consiente que haya ciudadanos autóctonos viviendo en la miseria, cuando hay dinero en abundancia en todos los países europeos?

La pregunta es: ¿Qué se hace con el dinero que hay de sobra? El dinero, de una manera o de otra, se tiene que gastar; así que, o se gasta en cosas necesarias, vitales, o se gasta en diversiones, caprichos, entretenimientos de ricos ociosos, o se roba.

 

 

2519. Cuando uno llora, dependiendo o al margen de la intensidad y amargura, empieza por poco, como si un gran embalse se agrietara el muro de contención del agua por donde empieza a salir. Y entonces, en esos instantes uno llora sólo por lo que lo causa, el último problema, humillación, tristeza; pero si la amargura y el lloro persiste, entonces hay una inundación de imágenes mentales, de recuerdos de todo lo que nos ha pasado. Donde nos vemos tan poca cosa como somos, tan desgraciados por todo el dolor que hemos sufrido.

Y, como en el pantano, a medida que se vacía, los recuerdos del dolor, de los miserables que somos, vuelve otra vez ese algo que lo perdona todo y vuelve a darle sentido a la vida.