Torni Segarra

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720. Ayer leí tu escrito, ‘Ese referéndum no ocurrirá’. Gracias.

Ha llamado la atención que te refrieras a los que quieren la libertad, que es amor, como nacionalistas. Pero, sin embargo, a los que se oponen a esa libertad, que son nacionalistas también, no se los digas.

Y eso es porque, tú sabes que todo nacionalismo, al igual que las sectas, tiene para algunos, mala fama; por aquello del nacionalismo alemán nazi. Pero igual nacionalismo es el español. el inglés, el ruso, el francés, como el vasco, el estadounidense, el catalán.

Y por eso, esa especie de racismo que haces contra algunos nacionalismos que te irritan, es lo que los genera. Porque ensalzas a unos, pero desprecias, humillas, infravaloras, a otros; y eso es de carcas, fachas. Por lo que la reacción está servida: más nacionalismo del que desprecias, acusas de racista, separatista, etc.

O sea que, apunta bien que te estás disparando a los pies.

 

721. Es el pensamiento que rememora lo que pasó, que le gustó, lo que genera los problemas; pues, queremos que se repita eso. De manera que nos dividimos de lo que está ocurriendo en el presente, ahora.

 

722. ‘Todo lo que ustedes saben, yo también lo sé, en nada me aventajan ustedes’. Porque yo soy tú; y tú eres yo. Cuando se entiende esto hasta la raíz, es cuando uno es un verdadero revolucionario: todos somos iguales psicológicamente.

 

723. El pensamiento, que es el ‘yo’, tiene miedo, está inseguro, por eso todo lo toca, lo quiere manosear, alterar de manera para sacar un beneficio -placer-, pero al dividirse de la realidad de lo que está sucediendo ahora, todo lo corrompe.

 

724. Y cuando no me levanto, estoy enfermo, ¿la culpa de quién es de dios? Porque si es un dios para todo lo bueno, también deberá ser para todo lo malo, ¿no?

 

725. Si fuéramos nosotros mismos, si hiciéramos lo que nos da la gana, nos llevarían a un psiquiátrico o a una prisión. Aunque allí seguiríamos diciendo, la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo.

Los que matan a las personas porque les molestan para conseguir lo que quieren, creen que es una bendición, una limpieza, que hay que hacer.

 

726. Inteligente es quien haga lo que haga, sabe que está en orden; porque no está ni dividido.

 

727. Con eso que le has dicho, ya estás haciéndolo como no quieres que sea.

 

728. ¿Por qué nos tenemos que rendir? ¿Por qué tenemos que renunciar a lo adecuado, al orden? ¿Por qué tenemos que dejar de ir hacia delante? Si estamos cansados, agotados, hay que reponerse; si tenemos miedo hemos de comprender cómo se genera éste, ver su manera de actuar y porqué.

La cuestión está en ver lo falso y negativo, el desorden, y descartarlo.

 

729. La nada es lo que trae el amor. Porque en esa nada, no somos nacionalistas; no tenemos religión organizada; no tenemos ideas políticas; no estamos ni identificados ni atrapados por nadie. Es decir, somos llenos de libertad, que es lo que es el amor.

 

730. La esperanza no es de dios, los dioses, porque no hay manera de poder saber si ese dios que tanto alabas -que, por cierto, también es terriblemente cruel cuando consiente las desgracias, los terremotos, las hambrunas que torturan y matan, las inundaciones, los bombardeos encima de los edificios de las ciudades donde asesinan a niños, a enfermos, a ancianos, a los más indefensos-. es verdadero o no.

Por eso, la única esperanza es no tener ninguna. Estar libre de ideas y teorías religiosas supersticiosas; libre de lo que se dice que dijeron este o aquel astuto y artero profeta o santurrón. Y descubrir por uno mismo, mediante el discernimiento que llega cuando descartamos lo negativo, lo falso, lo que nos genera desorden.

 

731. ¡Qué poco conocen a los dioses! Ellos no necesitan que les den las gracias de nada; porque ellos no existen, son una invención suya, por ignorancia, miedo a la vida, a la muerte, al hacer, al no hacer. Pues se han convertido en inválidos, y en su dolor claman, alucinan y crean lo que les alivia. Pero cada vez están más atrapados, son idólatras, supersticiosos, y todo eso les genera división interna -que, aunque vayan a comulgar va a seguir ahí en ustedes por los siglos y los siglos-.

La religión es la unión de la persona con todo lo que existe, con todo el universo. Y para eso, es preciso ser libre, estar libre de lo que se dijo hace mil años, ayer o hace unos instantes. De lo contrario están muertos, porque viven del pasado que no sirve de nada, porque está muerto.

 

732. La raíz del ansia de poder está en nosotros porque hemos de vivir, sobrevivir, y para ello hay que comer, luego buscar una hembra y reproducirnos. Y como todos también han de hacer lo mismo, se genera una competición por los alimentos, la pareja: la mejor fruta de los mejores árboles, protegidos de los depredadores, la mejor pareja; competición por los mejores lugares de caza y sus presas.

Es decir, mientras no veamos la tontería de la competitividad, con sus agresiones, violencias, muertes, guerras, seguirá saliendo todo lo heredado, todo lo que fuimos en los últimos quinientos mil años, que es lo que llamamos el subconsciente. Por cierto, sólo existe la mente consciente ya que es la única que nos sirve; pues, el subconsciente está muerto ya que es el pasado.