Torni Segarra

Seleccionar página

 1573. El cambio no es posible. Sólo es posible el cambio de calle, de empleo, de pareja; pero en lo psicológico, internamente, no hay posibilidad de cambiar. Sólo podemos ver este hecho e ir más allá de él; y eso genera el único cambio que podemos hacer.

 

 

1574. Además de evitar las palabras, hay que evitar los pensamientos; pues de los pensamientos nacen las palabras. Las palabras que duelen, son lo mismo que los pensamientos que nos dan miedo, estrés.

 

 

1575. Para pensar por sí mismo correctamente, uno tiene que saber ver la realidad tal cual es; ha de conocer cómo funciona el pensamiento, el ‘yo’, la mente. Y finalmente, si es afortunado, la inteligencia se manifestará como un regalo, como un hallazgo.

 

 

1576. El conocimiento llega cuando vemos toda la falsedad del ego, del ‘yo’. del pensamiento que les da vida. El conocimiento quiere decir, indagar cómo vamos a vivir sin confusión ni desorden, sin desdicha, De manera que comprendemos que cuando hay división y conflicto interno, es cuando hay desorden, desdicha.

 

 

1577. Las ideas, las creencias, tal vez no se pueden eliminar; sólo podemos ir más allá de ellas.

 

 

1578. La familia, los padres progenitores, no se eligen; los pensamientos, los sentimientos y las emociones, son comunes a todos; las posesiones se pueden heredar por los progenitores o familiares. En cuanto al amor, cuando más lo perseguimos menos lo vemos; al igual que la libertad, la compasión -ya que son lo mismo-. Y la vida, los que vivimos, lo hacemos porque la vida nos hace el regalo de dejarnos vivos.

 

 

1579. Reconocer que ‘no somos lo suficiente valientes y humildes para abrir nuestro corazón y entregarlo’, puede que ahí ya esté el amor.

 

 

1580. La inspiración, que es amor -ya que en la inspiración no hay división-, llega caprichosamente. Pues si se fuerzan las cosas, si media el esfuerzo con su brutalidad, crueldad, ni el amor ni la inspiración pueden ser.

 

 

1581. La entrega es una consecuencia del amor. No hay un entregarse para que llegue el amor.

 

 

1582. Si no somos vulnerables, si no nos entregamos a lo nuevo y desconocido, no puede haber amor. Los problemas, el miedo, son cosa del ‘yo’, del ego.

 

 

1583. El que dice que sabe, es que no sabe. Es la ignorancia la que habla. Nadie puede saber lo que nos deparará el futuro -salvo que moriremos-. 

 

 

1584. Todo eso es una diversión de jóvenes. Como hacen los animales jóvenes: que se pelean a modo de juego, se ponen unos encima de otros, parece que se muerden, pero no se hacen ningún daño; eso forma parte de su preparación para afrontar la vida y sus retos.

 

 

1585. Lo que le reafirmaría como el que tiene el poder, sería no hacerles ningún caso a los carcas, fachas, viejos. Todos los viejos carcas hacen lo mismo: se creen que lo nuevo es peligroso; y así al empeñarse cazurramente, se distraen de su aburrimiento y vuelven a tener protagonismo. Pero son viejos, acabados, medio dementes.