Torni Segarra

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310. El necesitar siempre más y más de lo que sea, no es un rasgo particular de alguien en concreto; pues todos somos básicamente iguales psicológicamente. Creer que una persona, un país, una cultura, tiene más necesidades que otros es una ilusión.

Lo que sucede es que, por ejemplo, los ricos como gastan tanto también necesitan recoger más que los pobres que gastan menos. Eso mismo pasa en los países ricos, Europa, Estados Unidos, etc., donde devoran de todo, cuando lo comparamos con los países pobres africanos, asiáticos, latinoamericanos, que gastan y devoran menos. Entre otras cosas, porque tienen menos posibilidades; aunque si fueran como nosotros también harían lo mismo: arrasarlo todo hasta que no quede nada. Esa es nuestra programación, nuestro condicionamiento, nuestra manera de vivir, nuestro destino.

 

 

311. Por otra parte, el no estar satisfecho con la realidad, con lo que sucede en el mundo, en principio, hasta cierto punto, es sano ya que la sociedad, el mundo, el poder, el establishment, es corrupto, inmoral, indiferente a la maldad que genera.

Pero, creer que todo se puede cambiar a gusto de un grupo, de unas ideas, teorías, ya sean religiosas o políticas, también es una ilusión, que genera el mismo desorden que queremos descartar, erradicar. Por lo que sólo queda, la manera de vivir de cada cual, cómo gestionamos lo que tenemos, el dinero, las propiedades, nuestras capacidades.

 

 

312. Desde que el hombre va por la tierra siempre ha hecho lo mismo: intentar vivir, y para ello comer y obedecer los mandatos de su cuerpo -reproducirse, responder al frío, al calor, etc.-. Ahora, después de millones de años hacemos lo mismo. La novedad es que cambian las herramientas para poder sobrevivir el máximo tiempo.

Pero en el ámbito psicológico, en el moral, seguimos igual que siempre: primero yo y luego los demás; porque no queremos morir, queremos vivir, seguir viviendo. Y como todos hacemos lo mismo, es porque llega el enfrentamiento, la violencia, la guerra. Y, hemos descubierto lo dañina y malvada que es la guerra, Por lo que, hemos de vivir de manera que esa criminal y asesina guerra, no sea. Ese el verdadero trabajo de la vida para un ser humano serio, no vulgar ni superficial.

 

 

313. Cuanto más subdesarrollados mentales, es cuando más insultos se lanzan al que creen que es su enemigo. Cuando el enemigo en realidad somos dos: el que insulta y el que provoca. Sin uno de los dos no hay ni insultos ni problemas.

 

 

314. ¿Y si no es así, que no se cumplen ni realizan mis sueños -que son vulgares deseos-? No pasa nada. Los creyentes -en un orden que no es de nadie- dicen: haga frío o haga calor, todo está bien, todo es una bendición.

 

 

315. ¿Cómplices? ¿O, armonía? Es decir, que no se molestan el uno al otro. Esto es, el amor.

 

 

316. A veces el no hacer nada es tan transcendente como hacer. Hay una ignorancia que cree que todo se puede resolver. Y por eso, vive como un mono enloquecido sin parar.

 

 

317. Solamente podemos saber de qué somos capaces, si lo vivimos, experimentamos en nuestra propia vida.

 

 

318. Ese es el mimo dilema de: ver, darse cuenta que el observador, el pensador, es lo mismo que lo observado, que el pensamiento, sin división alguna. Darse cuenta como el hecho que es, para que así cese en esa misma percepción la división. Es decir, el ver y la acción son la misma cosa, suceden al mismo tiempo.

 

 

319. Si somos severos crueles con las víctimas, al enjuiciarlas, de la vida, que no pueden seguir, entonces ya estamos siendo como ellos. Pues no vemos, pues no sabemos, todo el drama que por la fuerza de los hechos le ha llevado a ‘sucumbir’. Lo que es, lo que sucede, la realidad, está más allá de nuestra posible interpretación, pues puede que sea subjetiva, condicionada.

Siempre nos falta compasión y amor. Y por eso, es que siempre hay desorden, maldad.

 

 

320. Mucha suerte. O, una mentirijilla muy bien montada.

 

 

321. Caterina, ayer recibí una carta de "la Caixa" (Caixabanc, SA), que iba a tu nombre. Y piden una fotocopia del documento de identidad tuyo, ya que el gobierno quiere controlar las cuentas que hay en el país -España-.

De todas maneras, te doy los datos de la entidad bancaria -"la Caixa" (Caixabanc, SA)-, el teléfono, domicilio, etc.:

OFICINA 07704

JAVEA

Av. Alicante, 6

03730 JAVEA/XABIA

Tel. 965790166

Fax 966462029

 

Y precisamente ayer, una prima hermana de la abuelita, monja domínica, de clausura, Elvira Palacios, de 86 años, después de felicitarle por el día de su santo, habló conmigo y me preguntó por ti, por los niños. No sé si te acuerdas, pues me parece que fuimos a su convento dos veces a verla -una vez seguro-.

Yo tengo una relación bastante estrecha con ella, pues antes de nacer tú, cuando tenía unos treinta años, iba a verla. Un día le llevé un librito de Gautama Buda, y pasábamos un tiempo solos los dos hablando en la sala de visitas, donde ella, a pesar del enrejado ponía los dedos de las manos para que nos tocáramos.

Cuando fuimos tu madre, tú y yo, las rejas tenían una gran abertura para poder besarse y tocarse. Pero cuando éramos pequeños, que íbamos cada año una o dos veces a verlas -pues allí había otra monja hermana suya; pues eran tres hermanas que se hicieron monjas de la misma orden domínica contemplativas de clausura; dos han muerto; todas entraron a los conventos alrededor de los veinte años, su madre no quería, pero ellas sí- había una doble reja, distanciadas unos cincuenta centímetros, con cuadros pequeños.

Ella ha venido hace unos diez años varias veces a casa de la abuelita a comer, cuando tuvo que ir al notario para legalizar, hacerse cargo de la herencia de su madre y hermana -la tía Tonica-. Que, aunque ellas -las monjas- tienen tres votos: obediencia, castidad, pobreza, quiso lo que le tocó en la herencia.

Recuerdos para todos.