Torni Segarra

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338. El amor para que sea no excluye nada, al revés todo lo une. Porque todo está íntimamente relacionado con todo. No existe ni puede existir la soledad materialmente; ni tampoco psicológicamente. Aunque pueda haber bloqueos mentales que nos hacen ver que estamos aislados.

 

339. Al decir una mentira unos sienten miedo por si son descubiertos, por el ridículo que ello supone. Pero lo que libera de la mentira, es el darse cuenta de lo que eso significa de irrespetuosidad hacia los demás; con todo el desorden que ello genera.

 

340. Las personas de alma bella, todo lo demás se hace bello: el cuerpo, la cara, las expresiones, movimientos, la voz, la mirada, las entradas y salidas. las idas y venidas. Porque el orden está en todo ello, forma parte de ello, son la misma cosa.

 

341. El destino es la suma de las decisiones que tomamos en la vida, y todo lo demás que han hecho antes de nosotros nuestros antepasados desde hace millones de años. Así que, todos somos muy viejos queramos o no. Pero en nuestras manos hay una oportunidad de que lo viejo, el pasado, no se interponga al presente.

 

342. Los silencios internos son como los remedios, las medicinas, tomadas debidamente nos ayudan a sanar nuestras dolencias, enfermedades. En realidad, todo lo que existe se puede converti8r en medicina o en veneno.

 

343. No pidamos al que lo sabe todo, pues eso es falta de respeto, causar na molestia. A los que hay solicitar, pedir, es a los que no lo saben todo.

 

344. Las emociones, los sentimientos, generan desorden, pues nos activan el fanatismo, lo ilusorio e irreal. Haciéndonos capaces de matar, hacer la guerra con sus asesinatos en masa, por una idea o teoría, a lo que llamamos lo mejor, ya sea política, religiosa, social, cultural, etc.

 

345. La verdad está en el mismo actuar, y en ver cómo actuamos. Ver quiere decir ser conscientes como lo somos del zapato pequeño, estrecho, que nos hace daño al pie.

 

346. A los dictadores y tiranos, a los que roban millones como si no lo hicieran, los que están con ellos les sonríen, les votan como si no fueran dictadores, tiranos, ladrones de los pobres y personas menos afortunadas.

 

347. A cada cual nos toca hacer alguna cosa, que unos ven como algo normal y otros lo ven como algo extraordinario.

Creo que cuando alguien hace algo, lo hace porque puede y quiere. Por lo que no hay nada de extraordinario. Los que cocinan la comida, lo hacen sin ningún problema, los que cuidan a personas que no se valen por sí mismas, a viejos, lo hacen porque tienen algo que les hace soportar las molestias que otros no podrían.

De igual manera los que dan dinero a los menos afortunados, lo hacen sin darle ningún valor o importancia, es como si se le diera a una persona ven los buenos días con amabilidad, respeto.

 

348. Todo lo que nos atrapa nos mata, destruye, tanto física como psíquicamente. Pero las drogas duras, son devastadoras del cuerpo y de los comportamientos sociales. Pues los que toman drogas duras, son como si condujeran un coche a quinientos kilómetros por hora de velocidad; donde la destrucción es preciso que sea más acusada. Pues los drogadictos, al consumir, se convierten en devoradores de todo; además de anular o quitarles recurrentemente la percepción del mal y del bien.

Por lo que lo tienen todo en contra de lo que son: su cuerpo, su personalidad, su trabajo y familia, amigos; pues esa vorágine destructiva abarca a todo, toda su vida, en todas sus facetas.

 

349. La amargura es una actitud más de la vida. Los que están amargados, como todos, se sienten muy solos. Y como nadie queremos estar solos, amargamos a los demás para así ya tener compañía en nuestra amargura.

¿No se han dado cuenta que cada cual saca fuera lo que tiene dentro? Los deportistas, los cazadores, los montañeros, los surferos, los adictos al sexo, al trabajo o no hacer nada, los religiosos, los políticos, los alegres o los tristes, etc., todos necesitamos transmitirlo hacia los demás. Es por culpa de no querer -o no poder- estar solos con eso que somos, que tenemos.

 

350. Al final siempre es lo mismo: los carcas, los fachas, tanto de derechas como de izquierdas, se buscan, dicen que se necesitan y se juntan como un matrimonio.

Y es que son tan fachas, tan carcas, los dos partidos, que son capaces de decir: ‘Antes morir que pecar’.

O sea, que según ellos la creencia, el fanatismo, es más importante, está por delante de la moralidad, del humanismo, que es hacer las cosas de manera para que haya más libertad y así más orden.

Luego cuando llega el desorden, la anarquía, la violencia, por los agravios, la injusticia, la falta de respeto, braman como los animales desconsolados, sin darse cuenta que ellos también son culpables del dolor que les ha llegado.

 

351. Son viejos, semidementes, decrépitos, gagás, fanáticos, que no les deberían de hacer ningún caso.

 

352. Pero se quedarán con los fachas, los carcas, los más ladrones y corruptos que ha habido hasta ahora. Y os seguirán robando; aunque diciendo que no lo hacen.

 

353. O sea, ¿qué además de entregarse a los más fachas, más corruptos, más carcas y ladrones, encima les das las gracias a los que han adoptado esa decisión? Ya sabes lo que va a veniros: más ladronería, más mentiras, más corrupción e inmoralidad. Y tú, también serás uno de los responsables. ¿Qué les dirás a tus hijos, sobrinos, nietos, a la nueva generación que está por llegar?

 

354. No hay que fiarse de nadie, pues todo -desde siempre- está corrompido. Por lo que hay que ser escéptico con todo lo que nos llega. Y ver cada cual, ¿dónde está lo falso? Porque si descartamos lo falso, lo que quede será lo verdadero.

 

355. El mejor tiempo es el que no lo percibimos, está ahí contando los segundos, las horas, los días, los meses y años, pero no nos molesta. Sólo existe cuando miramos el reloj para saber la hora que es. En todo lo demás. el pasado, el presente, el futuro, para el tiempo psicológico, espiritual, no sirve de nada, es un estorbo.