Torni Segarra

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804. Los seres humanos siempre sabemos en qué situación vamos a estar: o ganadores o perdedores. Ese es el dilema, ese es el problema: para vivir, sobrevivir, es preciso hacer algún daño a los demás.

 

 

 

805. El problema cuando investigamos, es que nos atascamos cuando nos damos cuenta de que todo es infinito. Y, nos encontramos con el dilema -seguir o detenernos- de que, podemos ver que hay infinitas posibilidades de que lo que digamos, se pueda negar como afirmar infinitamente. Y, entonces, es cuando perdemos, nos liberamos, de la ansiedad, del estrés.

 

 

 

806. Cuando a uno le toca perder, el poder o la influencia que ha tenido, porque aparecen unos que les cuestionan ese poder que siempre ha tenido, nos ponemos como locos, desconcertados, llenos de miedo por lo que hemos hecho y hacemos. Y culpar solamente a los demás, a los que vemos como nuestros enemigos, ese es el camino del error.

La solución: cambiar, asumir que ahora hay otros actores que van a ser implacables ante los corruptos, los conservadores, carcas. Al menos una temporada, ya sea larga o corta.

Porque, el problema no tiene solución: todos queremos ganar, pocos no les importa perder si es preciso para que haya paz, y no enfrentamiento, conflicto, crueldad, violencia, guerra.

 

 

 

807. Lo soy unas decenas de años, Olena. Pero, a las plantas y los insectos que hay en ellas, también les hacemos daño.

 

 

 

808. Eso quiere decir, que el mal y bien, son las dos caras de la misma moneda. Y, que nosotros poco podemos hacer: solamente vivir lo que nos toca, sin generar aún más problemas. Pues los problemas, la compasión, el amor, no pueden ir juntos.

 

 

 

809. Todo es muy complicado, y fácil a la vez. Pero hay que vivir con lo que hay.

 

 

 

810. Si nombramos a Maya, nos quedaremos atrapados a esa palabra y el significado que le damos.

Porque, sólo ha de quedar la consciencia y su percepción, sin nadie que perciba.

Pero, el problema está en que esa percepción, sin que no haya nadie perciba, sólo llega en momentos, como en regalo, y se va caprichosamente.

Por lo que, la pregunta es: ¿Puede estar siempre esa percepción sin el percibidor, sin que desaparezca nunca hasta la muerte?

 

 

 

811. ¿No te das cuenta que, si dependes de un dios, y de los que dicen que lo interpretan, es cuando prosiguen los problemas? ¿Por qué, no hablamos de comportamiento, de la psicología humana?

Por supuesto que cuando hay desorden, anarquía, tiene que suceder algo que reinstaure ese orden preciso para que haya menos problemas. Pues, la vida es: destrucción, amor y construcción.

Pues, las religiones, son el intento de poner orden en la vida de las personas. Y, el desorden, se genera por la división interna que todos llevamos dentro de nosotros, que, al salir a fuera, al exteriorizarse, generamos esta sociedad, está manera de vivir, tan corrupta, tan inmoral, tan indiferente al dolor de los demás.

 

 

 

812. Dios no habla, ni ordena. Somos nosotros que, al inventar ese dios, que creemos que nos conviene -ya que tenemos miedo al vacío, a la nada-, los que hablamos diciendo que son mensajes de él. Pues de dios, no se puede hablar de él, ya que es algo que si existe es lo desconocido.

Es como si una hormiga, quiera hablar con otras, de las necesidades de los hombres, el por qué las destruimos cuando removemos la tierra para construir un edificio, cultivar la tierra, regar las plantas. ¿Verdad qué eso es ridículo, pues las hormigas no saben nada de nosotros?

Ahora bien, los que quieren vivir en lo irreal, en las mentiras, las falsedades, las ilusiones, no hay problema, pueden proseguir con esa manera de vivir. Ya que, la libertad es compasión, es amor.