Torni Segarra

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Yo: Hola, ¿Qué tal?
Interlocutor: Hola Toni, ¿Cómo estás?
Yo: Estoy bien. ¿Y tú?
Interlocutor: Bien gracias.
Yo: Tengo un problema con el ordenador: resulta que el gmail no funciona , pone "Bad Request. error 400” , está así desde ayer, tú sabes qué se puede hacer para reiniciar el servicio.
Interlocutor: Solamente, que escribas a servicio al cliente de gmail. Aunque sea desde otro computador, o puede ser un virus.
Yo: Cómo se lo digo, porque para que llegue al servicio de gmail tendré que acceder por algún sitio.
Interlocutor: Puedes acceder por medio de otro computador a gmail,com y escribes tu queja.
Yo: Gracias. ¿Ya has encontrado el amor?
Interlocutor: No, todavía no.
Yo: Y, no viene o tú a los que llegan no te convencen.
Interlocutor: Bueno, si llega, pero no convence.
Yo: Explícalo un poco, pues no lo entiendo lo que quieres decir.
Interlocutor: Si llega, pero no son personas que calcen en lo que quiero.
Yo: Eso te quería decir. Es que a estas alturas de la vida. al estar tan espabilados y tan vividos, todo no parece tan fácil, porque con la edad todo se complica, hay que hacer mucha maniobra para enredarse con otra persona.
Interlocutor: Si, porque lo que se busca, no es tan sencillo, y ya los sueños de la adolescencia ya no funcionan a esta edad.
Yo: Es que cuando eres joven de veinte años, somos muy inocentes e inexpertos. Y, todavía no hay perspectiva de lo que es la vida. ¿Qué quiere decir calcen?
Interlocutor: No sé, creo que lo que tienes en tu computadora es algún virus.
Yo: ¿Estás hablando conmigo?
Interlocutor: Claro, con quién sino.
Yo: Pues, estoy hablando contigo. Pero, ¿mirando la TV, o haciendo otra cosa? No sé, qué hora es ahí.
Interlocutor: Pues no, estoy solamente en el computador, y aquí son las 11:23 de la noche.
Yo: Buena hora, ¿cuando te vas a la cama?
Interlocutor: Cuando me de sueño.
Yo: Y, ¿cómo estás?
Interlocutor: Bien. De todas formas, mañana me puedo levantar tarde.
Yo: De verdad, bien. ¿O, lo dices retóricamente?
Interlocutor: De verdad.
Yo: ¿Nada te falta?
Interlocutor: De faltarme, me falta muchas cosas, pero no por eso me voy a sentir infeliz, porque es más lo que tengo, que lo que me hace falta.
Yo: ¿Puedo ayudarte en alguna cosa que te falta?
Interlocutor: ¿Cómo qué?
Yo: Tú lo sabrás. Tú no dices que te faltan muchas cosas…
Interlocutor: No creo que puedas ayudarme amigo mío. Basta con la amistad.
Yo: Sé que es muy difícil por Internet, pero estamos hablando ¿no?
Interlocutor: Claro que si, y estamos hablando muy bien.
Yo: Pero, así y todo por este medio hay quienes hacen hasta sexo.
Interlocutor: No lo dudo.
Yo: Tú, sabes eso. Estás enterada.
Interlocutor: En estos tiempos eso no es nada fuera de lo común, el Internet ha abierto muchísimas puertas.
Yo: Ya, pero antes de Internet, eso del sexo a distancia ya existía. Recuerda que todos los inventos, de alguna manera ya existían a su manera.
Interlocutor: Si, el teléfono, por ejemplo.
Yo: A si es.
Interlocutor: Bueno, ¿qué quieres? Ve a descansar yo estoy bien así, que tengas una bella noche o día, no se que hora es allá.
Yo: Ahora son las 7´43 am. Y, tengo todo el día por delante.
Interlocutor: Ahhhh, entonces que tengas un maravilloso y bello día.
Yo: ¿Seguro que no quieres nada?
Interlocutor: No amigo mío, completamente segura.
Yo: Bueno, buenas noches. Has sido muy amable con tu información sobre el gmail.
Interlocutor: Buenos días para ti, un abrazo…
Yo: Quiero decirte, sino te importa, que tu mamá es muy linda, cuando os vi en la foto que pusiste en el muro.
Interlocutor: No, Toni, esa no es mi mamá es una señora que me lleva como tres años edad, la foto de mi mamá la pondré uno de estos días y vas a ver que guapa es. Esa señora es una buena amiga.
Yo: ¿Tú eres religiosa?
Interlocutor: No, solamente creo en Dios y en mi. ¿Por qué?
Yo: Ya. Es que también te he visto el busto de una virgen en tu tablero de fotos.
Interlocutor: Si, son fotos que etiquetan, yo respeto profundamente la creencia de las demás personas y también creo en la virgen, pero lo que te quiero decir es que no soy fanática religiosa, estoy en contra de eso. ¿Y, tú eres religioso?
Yo: Si que lo soy. Pero, sin tiros ni supersticiones, sin santos ni imágenes, sin todo el espectáculo, etcétera. La religión, es intentar poner orden en la vida de las personas.
Interlocutor: Así es, muchos la utilizan para manipular a las personas y eso no me gusta.
Yo: Es decir, religión es: donde hay esfuerzo, no hay amor, porque si forzamos a alguien somos crueles y brutales con él.
Interlocutor: Es que las religiones no deberían de existir, Jesús no vino a predicar ninguna religión.
Yo: Claro, por eso. Es una estupidez, que tenga que decirte a ti o a quién sea, lo que tienes que hacer, porque de esa manera tú dependerás de mí. Cuando cada cual, tiene que ver todo lo que otro le tiene que decir, para así ser libre y él mismo ser su maestro.
Interlocutor: Yo te diría de las religiones que son un negocio, en eso se han convertido.
Yo: Pero siempre ha sido así. Porque, ellos nunca han pretendido educar, hacer la vida digna y feliz, a las personas. Han estado en complicidad con el poder civil y mundano, para hacer una coalición y mandar sobre las personas. Y, ahora proseguimos igual.
Interlocutor: Así es, siempre han manipulado la religión para ejercer poder sobre las personas, de cualquier tipo. En la edad media mataban en nombre de la religión; y, en algunos países siguen haciéndolo.
Yo: Y, entonces, en vez de hacer hombres con libertad -pues, la libertad es amor-, han creado a unas personas supersticiosas, adictas a los ritos, es decir personas dependiente y no-libres.
Interlocutor: Así es amigo mío, así es, por eso es que te digo que no soy religiosa.
Yo: Ser religiosa convencional, es absurdo. Pero, la esencia de la religión, es lo mejor: respeto, justicia, cariño, afecto, compasión y amor.
Interlocutor: Si, pero todo eso lo puedes tener, sentir y hacer, sin necesidad de ser de alguna religión.
Yo: Por supuesto, que sí. Porque, la persona que es religiosa, significa ser honesto consigo mismo. Y, entonces, todo lo que hagas te darás cuenta si te hace daño a ti y a todos los demás; y, entonces lo descartas. La persona, religiosa no organizada, tiene más profundidad, porque está libre de los vicios y los placeres. Y, entonces tiene más autonomía para dedicarse a si mismo y a todos los demás. Por ejemplo, un hombre religioso, no se matará trabajando, ni con ningún propósito o deseo que lo enloquece, ni tampoco quiere fortunas, ni un sexo enloquecido, etcétera.
Interlocutor: Bueno yo opino que eso depende de tus sentimientos, de tu espíritu y tus pensamientos, no de una religión. Necesitar tener una filosofía de vida, no una religión.
Yo: Se dice religión, porque es el nombre que a las personas las hacen más puras, porque han profundizado muchísimo en todos los ámbitos de la vida, que es el vivir, han discurrido cómo funciona la mente, etcétera. Y, como tú sabes, las personas que se dedican a ganar dinero, al poder, a los vicios, al sexo, a la vida superficial del vestir y salir de fiesta, etcétera, no tiene nada que ofrecer, más que todo lo de siempre, división, desorden, confusión, conflicto, violencia y guerra.
Interlocutor: Bueno, en mi vocabulario, no existe la palabra religión, desde pequeña he sido bastante rebelde en ese aspecto.
Yo: De acuerdo, puedes llamarlo liberación, realización, iluminación, la experiencia del ser en su totalidad, etcétera. ¿Lo entiendes?
Interlocutor: Eso está mejor.
Yo: Ponlo a tu manera.
Interlocutor: Siempre lo hago.
Yo: Quiero decirte, qué como lo dirías, si alguien te dijera: ¿Tú eres religiosa? Sino lo eres, entonces, ¿ cómo explicarías lo que tú pretendes hacer con tu vida y con la vida de los demás?
Interlocutor: Solamente les diría que practico una filosofía de vida y nada más, con mi vida no con la vida de los demás
Yo: Bueno, pues creo que esa es la misma explicación. Porque la filosofía, es la ciencia que busca y es amiga de la verdad. Y, para llegar a la verdad, has de pasar por la religión, en el sentido de hacer lo que nadie hace: renunciar a todo por amor.
Interlocutor: No siempre debes de renunciar, simplemente aceptar las cosas que no puedes cambiar.
Yo: Pero, para aceptar las cosas que pueden cambiar, tú has de renunciar a tus costumbres, a tus placeres, a tus privilegios que adquirimos por la edad y experiencia, etcétera.
Y, si no puedes cambiar, el renunciar es al revés, te has de amoldar y aceptar tal cual eres.
Interlocutor: Bueno, renunciar es otra palabra que no me gusta.
Yo: Es muy complicado, pero voy a ver si te lo explico. Si tú tienes un deseo de comprarte algo, pero ves que es absurdo comprarlo, si lo entiendes -puedes decir renunciar-, pero ese mismo entendimiento destruye la palabra renunciar. Es eso.
Interlocutor: Así es, transformo el pensamiento en algo más útil.
Yo: Claro, de lo que se trata es de ser feliz. Si tú renuncias solamente, eso es dolor. Si lo entiendes, es gozo, alegría, satisfacción, comprensión de lo que es, de la realidad, de la vida. Y, eso se puede llevar a todos los ámbitos: familiar, laboral, sexual, de pareja, de viajar o no, de ser guapa o no, de ser viejo o joven, etcétera.
Interlocutor: Así es.
Yo: ¿Acabamos o seguimos?
Interlocutor: Por mi no te atrases, si tienes algo que hacer.
Yo: No. Tengo todo el tiempo también, aquí también es sábado. Ahora, creo que deberías dormir. Eso también es religión, cuidarse.
Interlocutor:Si, dentro de unos minutos, me voy a dormir, por el momento, voy a responder algunos mensajes que me han enviado a mi buzón.
Yo: De acuerdo, buenas noches y que descanses bien.
Interlocutor: Gracias Toni, cuídate y que tengas un maravilloso día, un abrazote…
Yo: Igualmente.
Interlocutor: Chaito
Yo: Eso qué quiere decir.
Interlocutor: Eso chaito, adiós, diminutivo de chao.
Yo: Pero, creo que hay algo más. Adiosito, para que lo entiendas.
Interlocutor: Tú crees.
Yo: Siempre que alteramos la realidad, hay un componente de intriga, porque detrás hay un deseo oculto, que perturba. Si yo te digo, ya nos veremos y tú dices tal vez, puede que si puede que no, etcétera es un tanto perturbador. ¿No crees?
Interlocutor: Si, todo depende como lo digas y la situación en que te encuentres al decirlo.
Yo: Pero, sería mejor decir, si quieres que nos veamos, consultaré mi agenda de actividades y te lo comunicaré, ¿de acuerdo Toni?. Eso, creo que es más laico, menos confuso, más claro y limpio. Porque para ser feliz, no hay nada que nos tiene que perturbar, confundir.
Interlocutor: Si así es… Las cosas deben de decirse claramente…siempre
Yo: Todo claro, entonces, ¿nos vamos tranquilos, sanos y limpios?
Interlocutor: Así mismo. Adiosito, para que me entiendas.
Yo: Sin ironía, ni sarcasmo.
Interlocutor: En ningún momento
Yo: Adiosito.
Interlocutor: Jajaja.
Yo: Ya te he hecho reír. Eso es lo bueno de la relación.
Interlocutor: Claro que si, el buen humor en cualquier relación es magnífico.
Yo: El buen humor, es para definir lo absurdo que puede ser lo que decimos, lo que hacemos, lo que puede ser la vida.
Interlocutor: No, el buen humor es alegría.
Yo: Por eso, a pesar de ser tan ridículas las situaciones, pues nos reímos de ellas.
Interlocutor: Bueno, yo opino que una situación no tiene que ser ridícula para que puedas reírte.
Yo: Si tu hijo de dice: mamá yo quiero hacer un negocio de diez millones de euros o dólares, y el tiene dieciocho años, puede que te rías de lo gracioso y lo absurdo qué es. ¿No?
Interlocutor: Puede ser, pero lo que te quiero decir es que no "siempre" tiene que ser ridícula una situación para poder reír. Además el buen humor nace en la persona, no se fabrica.
Yo: No es ridícula, pero en el fondo lo es. Sino la risa es histérica, una enfermedad, como una locura, porque te reirías sin saber de qué te ríes. Es lo mismo que el comer, has de comer cuando tienes apetito, es la hora y el momento, etcétera.
Interlocutor: Bueno, yo veo la risa como otra cosa.
Yo: Es como el sexo, si tú no lo haces con una persona en directo, ¿eso es sexo -eso que es mental-?, Pues, si. Pero, eso puede degenerar en un mal vicio, en una enfermedad-obsesiva si te se va de las manos, por tanto es mejor hacer sexo como debe de ser con un hombre tú y yo con una mujer. ¿Lo captas?
Interlocutor: Sigo viendo la risa como otra cosa y no le veo la conexión con lo que acabas de decir.
Yo: Nosotros nos tenemos que atener a lo que es, a la realidad. Cada cosa tiene su génesis, su raíz, su causa. Y, si no tiene todo eso, se convierte en locura. o anarquía, descontrol y caos, que es lo que está sucediendo. Por tanto, cada cosa está sujeta a su causa, a su motivo. Y, desde ese paradigma, la risa también tiene que tener lo que la provoca. Entonces, te pregunto: ¿Qué es lo que causa la risa, pero de verdad, sin querer esconder nada por doloroso que sea, ya que siempre es por una incapacidad-disfunción, un error, un absurdo?
Interlocutor: La risa, puede ser provocada por muchas cosas, también depende de la persona, yo considero que la risa es algo muy sano y necesario, claro está, la risa normal, porque no puedo irme riendo sin ningún motivo, a menos que me acuerde de algo que me agradó y me puse a sonreír
Yo: Sonreír, es una cosa. Pero, la risa-humor es otra, Tú no has visto los videos de la TV, que emiten diez o vente veces como se caen cuando resbalan, o tropiezan con un cubo de agua y caen al suelo y se mojan, eso provoca risa. Y, si reímos es porque nos descubrimos imperfectos, patéticos, ridículos, todo un ejecutivo, un catedrático, un hombre robusto y trabajador con su cuerpo, etcétera. Y, de ese daño que sufre, hacemos la risa-humor.
Interlocutor: Bueno, a mi eso no me da risa.
Yo: ¿Tú, de qué te ríes?
Interlocutor: Yo no me río de la desgracia ajena.
Yo: Pero, de qué te ríes, pues. Se sincero, no tengas ningún problema conmigo.
Interlocutor: Cuando algo me causa gracias, un ejemplo, cuando repetiste lo que yo te habìa dicho" Adiosoto, para que me entiendas", me causo gracia y me sonreí. O, cuando miro un programa de chistes, pero nunca me causa gracia la desgracia de alguien.
Yo: Pues, cuando lo adiosito, eso te hizo gracia, porque tu inconsciente te decía, mira este europeíto, que todo cree que lo sabe y no sabe percibir ni descubrir lo que quiere decir adiosito.
Interlocutor: Estás completamente equivocado. Estamos en dos vías distintas.
Yo: Bueno, entonces te sale la risa y el humor de la nada.
Interlocutor: No me sale de la nada, pero no necesariamente la risa tiene que se provocada por algo malo, también hay cosas muy buenas en este mundo Toni.
Yo: No se trata de algo malo, se trata de lo siguiente. Yo, que soy una persona como todas, veo que una persona chula y vanidosa, como todas también, se compra un vestido y lo pregona, dice que lo quiere estrenar tal día y que va a encandilar a todo el mundo y en especial a la mujeres. Y, el día previsto sale de casa, todo compuesto y chulo. Con su mala desgracia, que ha llovido y un coche pasa rápido y le salpica de agua sucia y oscurecida. Al ver todo el proceso hasta la salpicadura del agua, al conocer a esa persona -aunque esté a miles de km de donde vivo- es lo que provoca humor-risa. Porque, me digo: mira que la vida es curiosa, cuando más uno quiere una cosa, a veces le resulta lo contrario. Es una costumbre, cultura. pero es así.
Interlocutor: Bueno, será que me gusta más ver las cosas buenas de la vida, y el lado positivo de las cosas.
Yo: Bueno, a ver esto: mañana yo veo a una empleada, que me atendió en una oficina un asunto que otro funcionario no podía o no quería solucionar, porque decía que era imposible, y ella me lo solucionó. Cuando nos vemos por la calle, nos sonreímos en la distancia. Eso es más sano, pero también está mezclado con decir: mira aquel que no podía arreglarlo y entre tú y yo lo arreglamos.
Interlocutor: Bueno, yo le sonreiría en signo de agradecimiento y de amistad por lo que hizo, y el otro personaje, ya perdió importancia.
Yo: Sabes lo que te pasa, que no has visto que nosotros todavía somos como los animales, que nos vestimos, usamos máquinas, etcétera. Y, los animales, son territoriales, competitivos, crueles y violentos, porque están condicionados para subsistir. Y, nosotros hacemos lo mismo, por tanto todos somos competidores, somos como depredadores. Y, eso está dentro de nosotros, como si dijéramos en la sangre. Y, uno no lo puede erradicar, por tanto ha de pasar por ello. Pero, por eso que somos lo que decíamos antes filósofos, religiosos, “sabios”, hemos de pasar por esa violencia, crueldad, de la manera menos dañina posible. Y, por eso los ingleses, que están muy avanzados en algunas cosas, le dan tanta importancia al humor personal y directo. Cuando dicen: ¿no decías que te levantarías temprano, pues si ya son las diez?; y se ríen no solo del que se ha levantado tarde, también se ríe de él mismo, porque sabe que el también falla y fallará en alguna otra ocasión u oportunidad.
Interlocutor: Bueno Toni, tus razones tendrás para pensar así, pero por lo menos yo, trato de ver siempre el lado bueno de las cosas, y de las personas, y así soy feliz, me río y sonrío de las cosas bellas y tiernas de la vida, por ejemplo, escuchar a un niño reír a veces es contagioso y me río junto con él, y cosas así, prefiero ser así.
Yo: Eso es verdad. Pero no estábamos hablando últimamente de sonrisas de niños y de "felicidad absoluta". Estábamos viendo como actúa una persona adulta y completa, con todas sus contradicciones, sus aciertos y sus errores.
Interlocutor: La felicidad absoluta no existe.
Yo: Pues, si no existe, lo que existe todo es malo, hasta que no vayas más allá de eso que todo es malo. ¿Y, cómo irás? Primero reconociéndolo, vale decir pasando por ello; y, luego yendo más allá de todo ello. Es decir, hacer una vida ordenada, sin confusión ni desorden, haciendo las cosas para que la contienda y la violencia no lleguen.
Interlocutor: Lo único que se, es que soy feliz así como soy y no pienso cambiar. Lo que las demás personas hagan es problema de ellos.
Yo: Eso es un poco egoísta. A no ser que ya estés en orden, que no generes agravios y desorden en los demás.
Interlocutor: No creo que sea egoísta, con mi actuar no le hago daño a nadie.
Yo: Cuidado. Todos, de una manera o de otra hacemos daño a alguien: cuando tú para comer hoy tengas que matar un pollo o una vaca -aunque lo haga el matarife por ti-, cuando haya personas con una vida miserable y de hambre, cuando necesitemos policías y el ejército, con su violencia y crueldad, etcétera. Todo eso, nosotros lo necesitamos para alimentarnos y defendernos de los pobres, que si no lo arrasarían todo y nos quedaríamos como desnudos. Y, todo eso es hacer daño a los más desafortunados. Y, volvemos a lo de antes: ¡ves como seguimos siendo animales!
Interlocutor: Bueno, al decir que no le hago daño a nadie quería decir que no soy como las personas amargadas que solamente viven viendo el mal en todas partes y procurando como amargarle la vida a los demás, trato de ayudar cuando puedo, sin interferir en la vida de lo demás.
Yo: Ya, Eso es cierto. Pero, si tú no sabes o alguien no te informa o dice, que tienes una mancha en tu vestido, no podrás hacer nada para quitarte esa mancha. Eso, es todo. Estás cansada.¿ Acabamos?
Interlocutor: SI, ME VOY A DORMIR, SOLAMENTE VOY A MANDARLE UN REGALO A UNA AMIGA QUE ESTÀ DE CUMPLEAÑOS
Yo: Te deseo que lo pases de la mejor manera posible. Estoy contigo, ya lo sabes.
Interlocutor: Gracias Toni, que pases un bello día.
Yo: Adiós.
Interlocutor Adiosito, para que me entiendas
Yo: No me puedo marchar, porque siempre me das más y más.
Interlocutor: Solamente me estaba despidiendo Toni……
Yo: OK nos vemos. Sino nos vemos en el chat. Si quieres me escribes un mensaje o un e-mail de lo que quieras.
Interlocutor: Está bien Toni, hasta pronto….chaito….
Yo: Hasta pronto.
Interlocutor: Hasta pronto, un abrazo… Toni…¿estás ahí?
Yo: Todo lo que es se acaba. Porque, una persona no puede depender de nadie. Porque, ¿una persona puede amar solamente a una?
Interlocutor: Bueno, ese ya es otro tema, además no necesariamente tienes que depender de alguien, y los sentimientos no se acaban sin motivos.
Yo: Es más complicado. Una pareja, si no vive porque los dos lo necesitan para no estar solos y desamparados, se cansan el uno del otro, el gozo y la maravilla del sexo con la repetición se hace agrio y feo. Por tanto, mientras uno puede siempre quiere algo que no tiene. Y, ahí es donde empiezan los problemas entre las parejas. Porque, lo otro es sexo espontáneo, ir un día a tu casa y no volver hasta un mes o dos. Y, cuando llego te doy una noche de sexo completo y vuelvo a desaparecer hasta otro día, etcétera. Y, eso no es adecuado. O, tú aceptas eso.
Interlocutor: NO, Y NO ESTOY DE ACUERDO EN QUE TODO TERMINA, CUANDO HAY AMOR E INTERES POR MANTENER VIVA UNA RELACION, UNA PASION, SE LOGRA…TE LO DIGO PORQUE YA HE PASADO POR ESO. Mi matrimonio se terminó, no por falta de interés, ni falta de pasión, ni nada por el estilo, se terminó por otras cosas.
Yo: ¿Cuales fueron?
Interlocutor: Exceso de celos, por parte de mi esposo.
Yo: ¿Por qué, eran ciertos o infundados?
Interlocutor: Completamente infundados. Mira, soy una persona muy fiel y sincera.
Yo: Y, ¿por qué se los infundaba? Porqué ya se había aburrido, por exceso o por defecto.
Interlocutor: Porque ya se haya aburrido no creo, en lo absoluto, sino que quería programarme hasta los suspiros, no quería que trabajara, no quería que siguiera en la universidad, no quería que tuviera amigos y no lo soporté.
Yo: Si él te hubiera querido de verdad, te hubiera dado libertad total y absoluta en todas direcciones. Ves como vamos llegando otra vez al ridículo y al absurdo.
Interlocutor: Esos son casos exagerados, que no son normales, cuando plantee el divorcio no me lo quiso dar, tuve que recurrir a una nueva ley que acababa de salir, que se llamaba Divorcio unilateral, y sólo así pude lograrlo.
Yo: Ves como no había nada de amor. Tienes que descubrir por qué el amor se acaba. Y, seguramente se acaba, porque seguimos siendo animales, queremos hacer lo que nos dé la gana. Y, para ir más allá de ello hay que verlo y comprenderlo. Y, hacer lo adecuado para que no nos sorprenda y nos haga sufrir. Estoy sufriendo por ti, ¡porque no dormirás hoy!
Interlocutor: Pues no sufras más, porque ya me voy. Que pases una vez más un lindo día.
Yo: Acuérdate que estoy contigo, eh. No te olvides.
Interlocutor: Gracias Toni, un abrazo rico, hasta luego….
Yo: No te consideres que estás sola, yo si puedo te ayudo y acompaño.
Interlocutor: Yo se, amigo mío, gracias…
Yo: Qué te esté bien.
Interlocutor: Igual para ti, un abrazote rico a través de la distancia… Pero, ¿qué hora es?
Interlocutor: Aquí son las 2:51 de la madrugada del sábado.
Yo: ¿Te hará daño tanto trasnochar?
Interlocutor: No, me acostumbré, cuando estaba en la universidad, porque trabajaba también y encima de eso nació mi hijo cuando estaba en el último año de la carrera, así que lo de hoy no es nada.
Yo: Entonces, mañana, ¿a qué hora te levantarás?
Interlocutor: Hoy me voy a dormir y me levanto dentro de unas 5 horas
Yo: No es mucho en la cama.
Interlocutor: Cinco horas de sueño, creo que es razonable
Yo: De acuerdo, como tú lo lleves a tu mejor aire.
Interlocutor: Así es mi amigo. Y, como ya te di varios abrazos de despedida, ahora te mando un beso, que tengas un bello día, hasta luego. Adiosito………………….