Yo: Hola, ¿Qué tal?
Yo: Eso te quería decir. Es que a estas alturas de la vida. al estar tan espabilados y tan vividos, todo no parece tan fácil, porque con la edad todo se complica, hay que hacer mucha maniobra para enredarse con otra persona.
Yo: ¿Estás hablando conmigo?
Interlocutor: Bien. De todas formas, mañana me puedo levantar tarde.
Interlocutor: De faltarme, me falta muchas cosas, pero no por eso me voy a sentir infeliz, porque es más lo que tengo, que lo que me hace falta.
Interlocutor: ¿Cómo qué?
Interlocutor: Si, el teléfono, por ejemplo.
Interlocutor: Bueno, ¿qué quieres? Ve a descansar yo estoy bien así, que tengas una bella noche o día, no se que hora es allá.
Interlocutor: No amigo mío, completamente segura.
Yo: Quiero decirte, sino te importa, que tu mamá es muy linda, cuando os vi en la foto que pusiste en el muro.
Yo: Si que lo soy. Pero, sin tiros ni supersticiones, sin santos ni imágenes, sin todo el espectáculo, etcétera. La religión, es intentar poner orden en la vida de las personas.
Interlocutor: Así es, muchos la utilizan para manipular a las personas y eso no me gusta.
Interlocutor: Es que las religiones no deberían de existir, Jesús no vino a predicar ninguna religión.
Interlocutor: Si, pero todo eso lo puedes tener, sentir y hacer, sin necesidad de ser de alguna religión.
Yo: Por supuesto, que sí. Porque, la persona que es religiosa, significa ser honesto consigo mismo. Y, entonces, todo lo que hagas te darás cuenta si te hace daño a ti y a todos los demás; y, entonces lo descartas. La persona, religiosa no organizada, tiene más profundidad, porque está libre de los vicios y los placeres. Y, entonces tiene más autonomía para dedicarse a si mismo y a todos los demás. Por ejemplo, un hombre religioso, no se matará trabajando, ni con ningún propósito o deseo que lo enloquece, ni tampoco quiere fortunas, ni un sexo enloquecido, etcétera.
Interlocutor: Bueno yo opino que eso depende de tus sentimientos, de tu espíritu y tus pensamientos, no de una religión. Necesitar tener una filosofía de vida, no una religión.
Yo: Se dice religión, porque es el nombre que a las personas las hacen más puras, porque han profundizado muchísimo en todos los ámbitos de la vida, que es el vivir, han discurrido cómo funciona la mente, etcétera. Y, como tú sabes, las personas que se dedican a ganar dinero, al poder, a los vicios, al sexo, a la vida superficial del vestir y salir de fiesta, etcétera, no tiene nada que ofrecer, más que todo lo de siempre, división, desorden, confusión, conflicto, violencia y guerra.
Interlocutor: Bueno, en mi vocabulario, no existe la palabra religión, desde pequeña he sido bastante rebelde en ese aspecto.
Interlocutor: Siempre lo hago.
Interlocutor: Solamente les diría que practico una filosofía de vida y nada más, con mi vida no con la vida de los demás
Yo: Bueno, pues creo que esa es la misma explicación. Porque la filosofía, es la ciencia que busca y es amiga de la verdad. Y, para llegar a la verdad, has de pasar por la religión, en el sentido de hacer lo que nadie hace: renunciar a todo por amor.
Interlocutor: No siempre debes de renunciar, simplemente aceptar las cosas que no puedes cambiar.
Interlocutor: Bueno, renunciar es otra palabra que no me gusta.
Yo: Claro, de lo que se trata es de ser feliz. Si tú renuncias solamente, eso es dolor. Si lo entiendes, es gozo, alegría, satisfacción, comprensión de lo que es, de la realidad, de la vida. Y, eso se puede llevar a todos los ámbitos: familiar, laboral, sexual, de pareja, de viajar o no, de ser guapa o no, de ser viejo o joven, etcétera.
Interlocutor: Así es.
Yo: Eso qué quiere decir.
Interlocutor: Eso chaito, adiós, diminutivo de chao.
Yo: Pero, creo que hay algo más. Adiosito, para que lo entiendas.
Interlocutor: Tú crees.
Interlocutor: En ningún momento
Yo: Adiosito.
Interlocutor: Jajaja.
Interlocutor: No, el buen humor es alegría.
Interlocutor: Bueno, yo opino que una situación no tiene que ser ridícula para que puedas reírte.
Interlocutor: Bueno, yo veo la risa como otra cosa.
Yo: Es como el sexo, si tú no lo haces con una persona en directo, ¿eso es sexo -eso que es mental-?, Pues, si. Pero, eso puede degenerar en un mal vicio, en una enfermedad-obsesiva si te se va de las manos, por tanto es mejor hacer sexo como debe de ser con un hombre tú y yo con una mujer. ¿Lo captas?
Yo: Nosotros nos tenemos que atener a lo que es, a la realidad. Cada cosa tiene su génesis, su raíz, su causa. Y, si no tiene todo eso, se convierte en locura. o anarquía, descontrol y caos, que es lo que está sucediendo. Por tanto, cada cosa está sujeta a su causa, a su motivo. Y, desde ese paradigma, la risa también tiene que tener lo que la provoca. Entonces, te pregunto: ¿Qué es lo que causa la risa, pero de verdad, sin querer esconder nada por doloroso que sea, ya que siempre es por una incapacidad-disfunción, un error, un absurdo?
Interlocutor: La risa, puede ser provocada por muchas cosas, también depende de la persona, yo considero que la risa es algo muy sano y necesario, claro está, la risa normal, porque no puedo irme riendo sin ningún motivo, a menos que me acuerde de algo que me agradó y me puse a sonreír
Yo: Sonreír, es una cosa. Pero, la risa-humor es otra, Tú no has visto los videos de la TV, que emiten diez o vente veces como se caen cuando resbalan, o tropiezan con un cubo de agua y caen al suelo y se mojan, eso provoca risa. Y, si reímos es porque nos descubrimos imperfectos, patéticos, ridículos, todo un ejecutivo, un catedrático, un hombre robusto y trabajador con su cuerpo, etcétera. Y, de ese daño que sufre, hacemos la risa-humor.
Yo: Pero, de qué te ríes, pues. Se sincero, no tengas ningún problema conmigo.
Interlocutor: No me sale de la nada, pero no necesariamente la risa tiene que se provocada por algo malo, también hay cosas muy buenas en este mundo Toni.
Yo: No se trata de algo malo, se trata de lo siguiente. Yo, que soy una persona como todas, veo que una persona chula y vanidosa, como todas también, se compra un vestido y lo pregona, dice que lo quiere estrenar tal día y que va a encandilar a todo el mundo y en especial a la mujeres. Y, el día previsto sale de casa, todo compuesto y chulo. Con su mala desgracia, que ha llovido y un coche pasa rápido y le salpica de agua sucia y oscurecida. Al ver todo el proceso hasta la salpicadura del agua, al conocer a esa persona -aunque esté a miles de km de donde vivo- es lo que provoca humor-risa. Porque, me digo: mira que la vida es curiosa, cuando más uno quiere una cosa, a veces le resulta lo contrario. Es una costumbre, cultura. pero es así.
Interlocutor: Bueno, será que me gusta más ver las cosas buenas de la vida, y el lado positivo de las cosas.
Yo: Bueno, a ver esto: mañana yo veo a una empleada, que me atendió en una oficina un asunto que otro funcionario no podía o no quería solucionar, porque decía que era imposible, y ella me lo solucionó. Cuando nos vemos por la calle, nos sonreímos en la distancia. Eso es más sano, pero también está mezclado con decir: mira aquel que no podía arreglarlo y entre tú y yo lo arreglamos.
Interlocutor: Bueno, yo le sonreiría en signo de agradecimiento y de amistad por lo que hizo, y el otro personaje, ya perdió importancia.
Yo: Sabes lo que te pasa, que no has visto que nosotros todavía somos como los animales, que nos vestimos, usamos máquinas, etcétera. Y, los animales, son territoriales, competitivos, crueles y violentos, porque están condicionados para subsistir. Y, nosotros hacemos lo mismo, por tanto todos somos competidores, somos como depredadores. Y, eso está dentro de nosotros, como si dijéramos en la sangre. Y, uno no lo puede erradicar, por tanto ha de pasar por ello. Pero, por eso que somos lo que decíamos antes filósofos, religiosos, “sabios”, hemos de pasar por esa violencia, crueldad, de la manera menos dañina posible. Y, por eso los ingleses, que están muy avanzados en algunas cosas, le dan tanta importancia al humor personal y directo. Cuando dicen: ¿no decías que te levantarías temprano, pues si ya son las diez?; y se ríen no solo del que se ha levantado tarde, también se ríe de él mismo, porque sabe que el también falla y fallará en alguna otra ocasión u oportunidad.
Interlocutor: Bueno Toni, tus razones tendrás para pensar así, pero por lo menos yo, trato de ver siempre el lado bueno de las cosas, y de las personas, y así soy feliz, me río y sonrío de las cosas bellas y tiernas de la vida, por ejemplo, escuchar a un niño reír a veces es contagioso y me río junto con él, y cosas así, prefiero ser así.
Yo: Pues, si no existe, lo que existe todo es malo, hasta que no vayas más allá de eso que todo es malo. ¿Y, cómo irás? Primero reconociéndolo, vale decir pasando por ello; y, luego yendo más allá de todo ello. Es decir, hacer una vida ordenada, sin confusión ni desorden, haciendo las cosas para que la contienda y la violencia no lleguen.
Interlocutor: No creo que sea egoísta, con mi actuar no le hago daño a nadie.
Yo: Cuidado. Todos, de una manera o de otra hacemos daño a alguien: cuando tú para comer hoy tengas que matar un pollo o una vaca -aunque lo haga el matarife por ti-, cuando haya personas con una vida miserable y de hambre, cuando necesitemos policías y el ejército, con su violencia y crueldad, etcétera. Todo eso, nosotros lo necesitamos para alimentarnos y defendernos de los pobres, que si no lo arrasarían todo y nos quedaríamos como desnudos. Y, todo eso es hacer daño a los más desafortunados. Y, volvemos a lo de antes: ¡ves como seguimos siendo animales!
Yo: No me puedo marchar, porque siempre me das más y más.
Interlocutor: Solamente me estaba despidiendo Toni……
Yo: Todo lo que es se acaba. Porque, una persona no puede depender de nadie. Porque, ¿una persona puede amar solamente a una?
Yo: Es más complicado. Una pareja, si no vive porque los dos lo necesitan para no estar solos y desamparados, se cansan el uno del otro, el gozo y la maravilla del sexo con la repetición se hace agrio y feo. Por tanto, mientras uno puede siempre quiere algo que no tiene. Y, ahí es donde empiezan los problemas entre las parejas. Porque, lo otro es sexo espontáneo, ir un día a tu casa y no volver hasta un mes o dos. Y, cuando llego te doy una noche de sexo completo y vuelvo a desaparecer hasta otro día, etcétera. Y, eso no es adecuado. O, tú aceptas eso.
Interlocutor: NO, Y NO ESTOY DE ACUERDO EN QUE TODO TERMINA, CUANDO HAY AMOR E INTERES POR MANTENER VIVA UNA RELACION, UNA PASION, SE LOGRA…TE LO DIGO PORQUE YA HE PASADO POR ESO. Mi matrimonio se terminó, no por falta de interés, ni falta de pasión, ni nada por el estilo, se terminó por otras cosas.
Yo: ¿Cuales fueron?
Interlocutor: Exceso de celos, por parte de mi esposo.
Interlocutor: Porque ya se haya aburrido no creo, en lo absoluto, sino que quería programarme hasta los suspiros, no quería que trabajara, no quería que siguiera en la universidad, no quería que tuviera amigos y no lo soporté.
Interlocutor: Esos son casos exagerados, que no son normales, cuando plantee el divorcio no me lo quiso dar, tuve que recurrir a una nueva ley que acababa de salir, que se llamaba Divorcio unilateral, y sólo así pude lograrlo.
Yo: Ves como no había nada de amor. Tienes que descubrir por qué el amor se acaba. Y, seguramente se acaba, porque seguimos siendo animales, queremos hacer lo que nos dé la gana. Y, para ir más allá de ello hay que verlo y comprenderlo. Y, hacer lo adecuado para que no nos sorprenda y nos haga sufrir. Estoy sufriendo por ti, ¡porque no dormirás hoy!
Yo: Acuérdate que estoy contigo, eh. No te olvides.
Interlocutor: Gracias Toni, un abrazo rico, hasta luego….
Yo: Qué te esté bien.
Interlocutor: Aquí son las 2:51 de la madrugada del sábado.
Interlocutor: No, me acostumbré, cuando estaba en la universidad, porque trabajaba también y encima de eso nació mi hijo cuando estaba en el último año de la carrera, así que lo de hoy no es nada.