4218. Pero el problema, Antonio, está en que ese estado donde el observador y lo observado son lo mismo, es sólo de unos momentos. Son sólo chispas, humo, no es la llama.
Pues, después de esa dicha de la no división, da paso a la amargura del conflicto, de la división. Por lo que, la pregunta es: ¿Puede ese ‘yo’, ese pensamiento -que es tiempo- que es capaz de anularse así mismo, ese conflicto, cesar definitivamente? Y, no sólo unos momentos.
Porque, al ser influenciados por las emociones, por los resultados de nuestras acciones, que nos parecen favorables, agradables, confortables, todo vuelve al conflicto. Ya que todo eso puede ser subjetivo, fragmentado, fruto de nuestro condicionamiento.
4219. La división, llega porque hemos inventado la moralidad -lo que está mal y lo que está bien-. Sin división seríamos enteros, totales, libres, sin miedo.
¿Puede eso ser? Cada cual, lo ha de descubrir.
4220. ¿Hablar asertivamente, puede traer la verdad? Sólo podemos decir, que puede que sí o puede que no.
4221. Todo lo que digamos, todo lo que queramos hacer para ayudar a la humanidad, si no tenemos una buena relación con las personas que convivimos, con los que viven por todo el mundo, sean quienes sean.
¿Tendrá sentido y significado verdadero, lo que hacemos, nuestra actividad filantrópica, caritativa, informativa, enfocada para que haya orden en el mundo?
¿Pues, el orden no ha de estar dentro de nosotros, para que afecte al resto de la humanidad? ¿O esto, es otra treta de la astuta mente, del ‘yo’, una ilusión más?
4222. La palabra nunca. ¿tiene algún sentido verdadero, cuando hablamos de la posibilidad de que llegue algo que ahora no es?
4223. La democracia, se puede cuestionar, pero no, el no aceptar el resultado de las votaciones. Todo lo demás, los que no están de acuerdo con los resultados, son dictadores, tiranos; que maquinan, conspiran contra la democracia.
Ya que, les molesta la igualdad, el fin de las clases, las castas, de que todos seamos iguales.
4224. ¿De la manera cómo vivimos, con las prisas, la ansiedad, el estrés, podemos estar atentos a todo lo que observamos? Estar totalmente atento, eso quiere decir que el tiempo psicológico no opera en nosotros.
Entonces, uno tiene todo el tiempo para mirar, observar, atender a todo lo que vemos, llevamos entre manos. Podemos escuchar los ruidos, los gritos de las personas, podemos ver a los pájaros y sus tareas diarias.
Pero, para que todo eso suceda, uno ha de comprender que tiene que morir, ceder, renunciar, a su manera de vivir de más y más. Que es el deseo egoísta, es el ‘yo’ en acción. Para que, venga lo nuevo hay que morir a lo viejo y repetitivo.
Y para ello, hay que tener una inmensa energía -ser afortunados, sensibles-, para descartar lo falso, lo divisivo. Sólo así, podremos gozar de la vida, gozar de los árboles, de las máquinas, de los edificios, de los coches y aviones, del metro o autobús.
4225. Creo que es más fácil. En esta vida, si la observamos detenidamente, profundamente, descubrimos que todos estamos contra todos. Pues, es la naturaleza la que nos obliga a vivir, para primero comer, etc. De manera, que como a los que nos comemos, ellos no quieren que se los coman. Ahí está, desde donde nace la competencia.
Eso mismo, les pasa a las jóvenes mujeres y hombres, que se casan, los padres lloran, se sienten mal, porque sus hijos, y su ayuda, van a desaparecer.
Pero, los hijos, obedeciendo al mandato de la naturaleza, no les hacen caso y se van a vivir dejándolos solos y ‘desamparados’ hacia la vejez.
4226. Una sociedad, corrupta, inmoral, sistémicamente ladrona, una sociedad de clases, de castas, ¿cómo puede tener la sensibilidad por las mujeres, que consiente que las maltraten, violen sexualmente?
¿Cómo puede dejar de ser indiferente ante los abusos, la injusticia de las mujeres? ¿Cómo puede tener un ordenamiento jurídico injusto, carca, anacrónico, retrogrado, para juzgar las violaciones, crueles, no deseadas?
Nos creemos avanzados, modernos, pero somos carcas, fachas, repugnantemente tolerantes, somos vagos porque no queremos avanzar realmente. Pues, tenemos miedo a lo nuevo, a lo que no sabemos lo que es, porque eso significa la posibilidad de tener que perder las ventajas.
Miedo a tener que ceder, perder los privilegios, crueles, brutales, de personas subdesarrolladas mentalmente.
Mientras, no seamos conscientes, del ego, del ‘yo’, del egoísmo, de cómo opera, funciona, seguiremos como si fuéramos caníbales. Mataremos rápidamente o por medio de maltratos, bullying -tanto físico, como psicológico-.
4227. Creo que el ‘esfuerzo’ está en que, para comprender la realidad de lo que está sucediendo, hay que permanecer todo el tiempo con el problema, sin huir de él, sin querer reprimirlo ni tocarlo.
De esa manera, el problema se manifiesta en su totalidad, y nos cuenta su misterio, su secreto. Y entonces, sí que, en ese momento, se produce el cambio.