Mes de Marzo
Escritos y publicaciones 03-03-2012
Para saber quién somos, hemos de empezar negativamente, renunciando al "yo sé", para que llegue el vacío. Y cuando llegue el vacío, entonces ya veremos.
Porque el sufrimiento psicológico, es tiempo, es la dualidad del antagonismo y la comparación. Por lo que, el pensamiento dice: "antes, en el pasado, estaba mejor que ahora, me encontraba bien y feliz". Pero cuando nos atenemos al ahora, sin huir ni querer cambiarlo, el sufrimiento cesa, ya no está.
"En ausencia de uno mismo (como cuerpo/mente)… "Yo soy" todos los demás…". Porque ahí, no hay nada más que la observación, sin opción ni evaluación alguna que diga éste es negro, yo soy blanco. Se ve el negro y el blanco pero sin expresarlo en el sentido en que pueda haber división alguna.
Para llegar a entender algo, que sería un acto de iluminación, en todos sitios y por cualquier medio puede suceder. Porque la iluminación y el entendimiento, que es amor, todo lo abarca, nada excluye.
Hagamos lo que hagamos para ir más allá del pasado, si hacemos lo adecuado, será el fin del pasado. Por tanto, el camino que escojamos, lo que hagamos para ello, no tiene ningún valor. Pues, el orden de los factores no altera el producto, que es el estar más allá del pasado.
Más allá del pensamiento, no hay nadie ni nada que se conozca con alguna referencia del pasado. Gracias, por tus publicaciones.
Cuando digo que te encuentro cambiada, quiero decir más mayor, tus rasgos de la cara son más secos y plastificados. Esto nos pasa a todos, pues la vida, y sus problemas -el estrés, etc.-, nos deja la huella en nosotros. Esto se ve claramente, cuando dejas de ver a una persona un largo tiempo, que es cuando se puede notar mediante el contraste.
Pero, en la vida todo aquel que no muere hemos que pasar por aquí, no hay ninguna salida ni huida posible. Solamente con la aceptación de lo que es, de la realidad, nos guste o no, es como podemos hacer lo mejor para nuestro cuerpo y nuestra mente.
La naturaleza no es determinante para ser entero y sin conflicto. Si uno no comprende lo que tiene a su alrededor, ya sea una hormiga, una mosca o mosquito, las abejas, la luz a todas horas, la suciedad del campo, su soledad, etc., será como los que viven en una gran ciudad.
Hay que recordar que los nativos pieles rojas, de lo que ahora son los EEUU, vivían como en la edad de piedra, integrados directamente en la naturaleza. Y su crueldad, violencia y guerra, siempre estuvo con ellos, ya sea entre las diferentes grupos o tribus; y luego con los rostros pálidos, el hombre blanco europeo y sus descendientes.
Por tanto, todo el problema está en uno. Si uno no entiende cómo funciona la vida, cómo funciona su pensamiento que está condicionado para resolver problemas, y por eso todo lo que ve lo convierte en un problema, haga lo que haga y viva donde viva siempre encontrará conflictos y problemas.
Sí, es inseguridad no poder soltar la mano de un gurú o maestro. Aunque eso no quiere decir que uno lo pueda leer, ver videos, investigar sobre lo que dijo, etc., como se hace con muchos otros maestros antiguos o contemporáneos.
Eso de si hay al menos cinco personas libres de todo condicionamiento, tiene su peligro -si no se comprende claramente- pues es como una meta, un objetivo a alcanzar, y por tanto deseo.
Un maestro cuando está vivo, tiene una llama que arde y él se encarga de ponerle leña para que siga ardiendo. Cuando desaparece, los que lo conocían sienten que algo falta -pero esto también tiene que comprenderse y no ser un obstáculo que nos condicione-. Los que son más jóvenes y no le conocieron cuando estaba en vida, no tienen ese problema, pues no notan esa falta de él. Pero, es verdad que todos los maestros, gurús, etc., cuando mueren todo lo suyo toma un punto de desaparición, motivado por ese brillo personal que ya no existe y que hay otros que aunque no son como él pueden tener la capacidad de atracción como lo tenía el maestro. Aunque sean menos desarrollados mentalmente que el maestro, sí que tienen el encanto del presente, del ahora, al usar hechos y palabras que son un nexo con ellos y los que los escuchan, leen, etc.
Lo que seguramente no puede suceder, es que su mensaje y enseñanza desaparezca. Como ha pasado con Buda, que sus palabras no tienen el mismo impacto que las que tenían las de JK. Aunque todo lo que decía Jiddu Krishnamurti, era una copia de lo que decía Buda, pero adaptado al siglo veinte, con palabras y descripciones que eran familiares y atrayentes para los que le escuchaban y leían.
Entender la mente, quiere decir cómo entender la física, la química o las matemáticas, ellas funcionan al margen de los intereses y deseos de cada cual. ¿Puede uno prescindir diciendo que no existe el calor ardiente del sol? Si no hace caso, su piel se quemará. ¿Puede uno ingerir comida con exceso y en cantidad, sin que la química de su aparato digestivo se resienta?
Por tanto, uno cosa es decir que la mente la podemos manejar y otra la realidad de su movimiento, pues la finalidad de ella es para sobrevivir, y para hacerlo con el menor dolor posible.
Eso es como cuando uno está en la montaña y se pregunta, ¿dónde está la montaña? Es decir el pensador es lo mismo que el pensamiento. Es la ilusión la que cree que existo como algo distinto del pensador y el pensamiento, cuando solamente existe el pensamiento.
Decir que la ira no existe, es otra ilusión. La ira existe, pero cuando vamos más allá de ella no la vemos como tal, pero está ahí y sus resultados. Y eso es aplicable a todo: la violencia, la crueldad, los celos, el miedo, el deseo, etc. Todo es generación de energía. Y cuando se genera la energía, ella tiene que salir y generar sus resultados. Que es lo que son los conflictos, los enfrenamientos, etc., por suave que se esa energía y sus resultados finos y ocultos, imperceptibles para nosotros.
El Tao, que es lo que abarca a toda la realidad, abarca también a la contradicción. Porque, la contradicción vista desde el infinito o lo eterno, no los es.
“Uno mismo, tanto como cualquiera en el universo entero, mereces tu amor y afecto”.
Para que eso sea posible y exactamente cierto, tendríamos que estar dispuestos a dar la vida por los demás. Y ninguno de los que estamos vivos viviríamos, porque nos habrían muerto los demás consciente o inconscientemente.
Está la naturaleza material, física, y la naturaleza psicológica. Y a ninguna de las dos se las puede derrotar.
Por eso, uno tiene que cuestionarlo todo, ya que todo puede estar falseado, ser incorrecto. A nosotros no nos gustan los hechos y por eso inventamos los no hechos. Pero los no hechos nos dejan donde siempre: en el conflicto de los opuestos, de la dualidad, del devenir.
Aunque la hoja tiene vida, no la podemos poner en el mismo plano y nivel que a una persona. Lo digo porque las metáforas, se pueden coger al pie de la letra. Y es por eso, que lo digo.
¿Quieres decir que la ira de JK no es la misma que la del jardinero o el tendero? Eso quiere decir, que todos somos básicamente iguales psicológicamente, ¿no? Hay que ir con cuidado con la idolatría y el cegarse por los personajes.
La parte de la naturaleza animal siempre está en nosotros. Por tanto, uno tiene que tener una vida sin corrupción ni inmoralidad, porque si no es entonces cuando la naturaleza animal se manifiesta en toda su plenitud.
Escritos y publicaciones 04-03-2012
Para que la energía de la ira se pueda convertir en no-ira, ha de desaparecer la división y el conflicto interno. Y eso, solamente se puede hacer no huyendo de la ira, sino observarla atentamente y así entenderla. Y si hay comprensión, que es inteligencia, la ira y su desorden que provoca cesan y desaparece.
Hay dos clases de energías:
Una es generadora de desorden y conflicto. Otra la que descarta ese conflicto y confusión.
Bienaventurados los pobres de espíritu porque ellos viven sin problemas intelectuales, etc.
Si uno quiere algo a cambio, habrá manipulación, forzamiento, negocio. Y ahí en esa tierra el amor como lo nuevo, no podrá florecer.
Es decir, hasta que uno se dé cuenta de que el pensador es el pensamiento, la conciencia plena, la unidad, de la no-división, no podrá ser. Es como no darse cuenta de que el "yo" y el super "yo" más grande, son lo mismo, ya se diga el atman, dios o Brahma.
Cuando uno genera orden, porque su acción es el orden, que es amor, este orden se expande. Y al revés, cuando uno engendra división, desorden, confusión y conflicto, de la misma manera también se expande.
Si tú, al salir a la calle, o en tu casa, eres amable y respetuosa con los que ves, ellos lo absorben quieran o no, y también quieran o no lo transmiten a los demás.
La duda tiene que desaparecer cuando vemos claramente algo. Y para ver claramente algo, hay que ser un tanto escéptico, dudar de lo que se ha dicho y se dice. Pero, cuando uno ver realmente algo, como una serpiente no duda el evitarla o no. Simplemente actúa. Y en esa acción, que es inteligencia, está el amor.
El mismo Jiddu Krishnamuirti, no tenía reglas, más bien se mostraba a veces contradictorio. Y cuando se lo señalaban, él contestaba: ¿Por qué tienen una imagen de mí? Yo no soy su imagen.
Decir que uno es diferente, “yo no soy así, con respecto a los demás”, etc., es no haber visto la realidad tal cual es. Pues, ya que estamos en un foro de JK, él decía hasta la saciedad: el observador es lo observado, el pensador es el pensamiento, etc. Los hipócritas dicen: "Nosotros somos diferentes", "Nuestra cultura es diferente". Y toda esa pretendida diferencia, se refiere a la creencia que es mejor, a que somos mejores, menos corruptos y brutales, pero proseguimos dentro del ámbito del conflicto que es la raíz de la corrupción. Cuando todo eso es vanidad, generadora de división y de todos sus problemas.
La crisis mundial es la manifestación de lo corruptos e inmorales que somos. La sociedad está corrompida en todos los ámbitos. Y, la sociedad es la que nosotros hemos construido. Si nosotros fuéramos amantes de la justicia, de la compasión, si descartáramos el conflicto y su esfuerzo, no tendríamos esta sociedad. Así que, cada uno es responsable por esta crisis que está devorando todo el mundo. No es la actual crisis económica, es la crisis de la absoluta falta de respeto a los demás, del desorden generador de anarquía, la absoluta indiferencia a la violencia y a la guerra, a los retos cotidianos que al desarrollarse y expandirse generan todo el caos y el desorden con que vivimos. Por eso, si es que no somos indolentes, uno tiene que hacer algo en su vida para no continuar en esta absurda manera de vivir, en que uno es tan insensible a la hora de solucionar los retos y problemas. Y eso es únicamente el trabajo de uno mismo.
El amor no se puede describir, solamente podemos descartar lo que no es amor. ¿Puede haber amor viviendo en conflicto, enfrentándonos con contiendas, con toda la brutalidad y la crueldad? ¿Puede haber amor en la absoluta indiferencia ante los que no tienen absolutamente nada, teniendo nosotros de sobra de todo? ¿Es amor el que tú y yo estemos divididos, cada uno mirando su pequeño problema que es su mezquina y pobre vida?
¿O el amor, es estar relacionado y unido a los seres humanos, a los pájaros y todos los animales, y querer hacer todo lo necesario para no hacerles daño?
Y eso solamente puede ser cuando dentro de nosotros no hay conflicto alguno. Así que podríamos decir que el amor, es la ausencia de la división interna que causa y genera al conflicto.
Todo conflicto está relacionado y tiene su raíz en la animalidad que tenemos dentro de nosotros. Por ello, los problemas, que son conflictos, entre el hombre y la mujer, tienen su raíz en la animalidad. ¿Y qué hacen los animales en su relación? Ellos, siempre tienen que obedecer a los más poderosos, que los dominan y someten. Entonces, cuando existe la relación entre una mujer y un hombre, si los dos no van más allá de su animalidad, vendrán las disputas, los conflictos, la violencia y la matanza.
La mujer, tiene el mismo papel que el de los perdedores, de los que no pueden vencer, y por eso es tan calculadora, sinuosa y sorprendente. Es como todos los que viven en la marginalidad, que no pueden enfrentarse directamente con el poder, pues serían derrotados y destruidos. Y por eso, adoptan la táctica oculta, sin abrirse enteramente, en desconfiar, etc.
Ese es su destino, como el de los pobres que tienen que asumir su inferioridad, y comprendiéndolo hasta la raíz, es donde se puede liberar de ese rol de animalidad. El hombre, también tiene el destino con su animalidad y tiene que hacer lo mismo que la mujer, comprenderse y saberse quién es. Y si es inteligente y sensible se dará cuenta de que lo que menos le conviene es el conflicto, la contienda, la crueldad y la violencia, que puede desembocar en matanza.
Es verdad que este mundo es como es y no se puede cambiar. Pero a lo que yo me refiero es que uno sí que puede cambiar radicalmente. Por eso, los que hablamos, escribimos, etc., hemos de hacer en nuestra vida cotidiana lo que queremos que hagan los demás en su manera de vivir. Es decir, no queremos corrupción ni inmoralidad, pues nosotros hemos de demostrarlo en cómo vivimos, en nuestras relaciones, ya sea con el dinero, con las personas, los vecinos, los amigos, y también con los que viven en la otra parte del mundo. Porque todo está unido. Y si tú amas de verdad, amarás a los de cerca y a los de lejos, a los que opinan como tú y a los que no opinan de igual manera, a los pobres y a los ricos, a los derechas e izquierdas, al creyente y al no-creyente, etc.
Porque si no es así, seríamos hipócritas y nos reconocerían como unos meros charlatanes, que nada de lo que dicen no tiene ni significado ni verdadero sentido alguno. Con afecto.
Por supuesto, Vicky, que el ego no tiene que estar activo para poder vernos tú y yo sin ninguna división ni conflicto. ¿De acuerdo? Ahora la siguiente pregunta es: ¿Por qué el ego está activo? ¿Qué es el ego, y qué es lo que lo genera? ¿Es el miedo, es la ignorancia e impotencia para ver y comprender realmente cómo funciona la vida?
El ego es el invento del pensamiento, que quiere proseguir infinitamente; y por eso, como ya tiene ese plan tiene miedo de no realizarlo, de que no se cumpla, y es cuando surge el miedo. Por tanto, el ego es miedo, es el devenir sin fin. Pero como eso no puede ser, es cuando se genera el conflicto entre lo que es y lo que me gustaría que fuera.
Así que para que el ego llegue a su fin, y cese en su actividad, hemos de comprender toda su estructura. Y para comprenderlo hemos de tener la misma intensidad en la observación, como si estuviéramos ante un precipicio donde tenemos la muerte delante de nosotros.
Escritos y publicaciones 06-03-2012
Para investigar hay que ir tentativamente, mirando y observando todo sin tener ningún prejuicio, ideas fijas, etc. Cuando tú dices que algo no es amor, tienes que estar ciertamente enterado, porque lo único que no es amor es el conflicto. Si no tenemos ningún conflicto interno hagamos lo que hagamos, será lo adecuado, el orden, que es amor. En el momento en que aparezca el conflicto, que es estar dividido internamente, aunque hagas toda clase de buenas obras, servicios sociales, repartas todos tus bienes y dinero, te sacrifiques por los demás dando parte de tu vida, o toda entera, eso no será amor. Porque, la división y el conflicto, sólo pueden generar más división y conflicto. Y aquí no puede haber amor. Si lo vemos, eso nos libera de toda tensión, responsabilidades, de deseos y ansiedades.
El apego existe porque no nos damos cuenta de lo peligroso que es. Fumar, beber alcohol, tomar drogas, ir excesivamente veloz por la carretera, la adicción al trabajo o a la comida, etc., todo eso es un peligro. El problema es: ¿Por qué no vemos el peligro por lo que es: algo que me desequilibra y altera, que pone en riesgo nuestras vidas? En el ver claramente algo, hay acción total y absoluta. Y eso quiere decir, descartar radicalmente todas las adicciones y sus peligros, tanto para uno mismo como para los demás. Pues un adicto no ve nada más que su adicción y satisfacerla.
La realidad es la que se: si no nos dan lo que nos toca, podemos salir, o aguantar y obedecer. Cada uno que haga lo que crea más oportuno para él. Los problemas que parecen más grandes y complicados, deben verse también en su aspecto más pequeño y sencillo. Todo lo demás es faramalla y palabrería, papeleo.
Cuando uno ve claramente como un hecho que el pensador es el pensamiento, que no hay división porque son los mismo, entonces todas las ilusiones desaparecen. Es como darse cuenta que es mentira cuando uno cree que un amigo o alguna otra persona habla con él mentalmente, aunque estén a kilómetros de distancia uno del otro, pues eso es todo una invención, una alucinación, un invento.
Para que una persona esté sana mentalmente, al igual que la sociedad en la que vive, no tiene que estar dividida ni fragmentada internamente. Esta fragmentación interna es la que al manifestarse externamente en nuestras vidas de relación con todo -la personas, la naturaleza, los objetos cotidianos que manejamos ya sea el coche, la ropa, la batería de cocina, etc.- genera los conflictos, la corrupción y la inmoralidad.
Ahora el problema es: ¿Quién curará a esa persona que vive dividida y en conflicto, ustedes los psiquiatras, los gurús y maestros, los sacerdotes, las religiones organizadas con su único salvador? Nadie la puede curar, porque el que pretende curarla también tiene la misma enfermedad de la división y el conflicto. Tal vez, cuando vemos que nosotros también tenemos la misma enfermedad del conflicto interno, podamos ayudar, señalar, sugerir y explicar, etc., la dirección por donde puede llegar la curación.
Pero por lo visto, eso no es así porque ustedes son nacionalistas, creen en su dios que dicen que es el verdadero, creen en un mesías único hijo de ese dios, tienen su jerga elitista que les hace vivir en la vanidad, y por eso están divididos, viven en conflicto. Ustedes que creen en dios firmemente, ¿cómo le van a explicar a una persona, y resolver ese problema de la existencia de ese dios, siendo que es el infinito, lo eterno, lo que no se puede explicar con palabras? Pongamos que ustedes vienen a mí y me dicen que les explique qué es dios, y yo empiezo a decirles que es el infinito, lo eterno, y entonces les digo que pueden estar toda la vida contando desde el uno hasta que se mueran pues como dios es el infinito nunca lograran parar y detenerse de contar. ¿Se dan cuenta de la estupidez de todo ello, de lo ridículo y superficial que es todo cuando hablan y mencionan a dios, aunque alardeen de teología, de que conocen a un pensador, autor u a otro, aunque repitan palabras en latín u otros idiomas? Cuando dios, o lo que se diga que sea, está más allá de toda idea y de todo lo que se ha dicho. Por eso, uno no tiene que ser tan tonto y hablar de dios.
Por tanto, aún seguimos sin saber qué haremos para poder ayudar a los alterados mentales -que somos todos los que vivimos-. Primero que nada, limpiar nuestra casa, que es nuestra vida que vivimos cada día, cada hora, cada instante. Y eso quiere decir, ver cómo actúa el pensamiento que es donde se genera la división y el conflicto. Y si uno llega hasta ahí y lo descubre, entonces todos sus problemas quedan resueltos. Y es entonces, cuando podemos informar, sugerir, explicar, ayudar a los demás, para que solamente ellos íntimamente en su interior vean lo que les hemos explicado. Y, para que todo ello pueda ser visto, es preciso y necesario que haya libertad total y absoluta en todas direcciones. De lo contrario uno no puede ver, y tendrá que depender del maestro, del gurú, del psicólogo o psiquiatra, de la religión, de los líderes políticos, etc. Y entonces ya estamos de vuelta con el mismo problema de la división, del enfrentamiento entre lo que uno dice y lo que dicen los demás, del caos y el anarquismo, de la absoluta falta de respeto, de la total ausencia de compasión y amor. Por eso, para ser buena persona, una persona virtuosa y con orden, no hace falta creer en ningún dios, ni si existe o no existe, porque especular es una cosa vana, una pérdida de tiempo. Por tanto, todo el problema está en la moralidad, en la no-corrupción, en la ausencia de conflicto. Y todo lo demás, nos llegará por añadidura, lo que necesitemos llegará de una manera o de otra.
Por eso, para que la vida no sea una repetición y una monotonía, un tedio, hemos de tener libertad total y absoluta para poder mirar, observar y descubrir en todas direcciones. Porque la vida cambia a cada instante y si no nos damos cuenta que estamos atascados, es cuando llega la degradación, la decadencia, el desorden y la confusión. Antesala todo ello de la anarquía y el caos que trae la violencia, con todo su dolor y amargura.
El problema no es el pensamiento, sino qué hacemos con los pensamientos. Pues el pensamiento no se puede controlar, reprimir o dirigir. Eso no es posible, porque engendra más conflicto y confusión en nuestra vida. Uno tiene que ver cómo nace un pensamiento y seguirlo hasta el final, todo su proceso. Y es entonces cuando hemos dejado que el pensamiento sea en su plenitud, en su totalidad, que él nos cuenta su historia y lo podemos comprender de primera mano, por nosotros mismos sin la intervención del gurú tal o el maestro elegido y que dice que sabe. Y esa comprensión es nuestra, y nadie nos la puede quitar, con toda la libertad que ello proporciona.
Si vemos fácil y sencillamente por nosotros mismos, como la fricción -que es la ansiedad, el deseo de más y más de lo que sea- es la causa de todas nuestras desventuras y desgracias, es cuando cesa y con ella todos sus problemas.
Una cosa maravillosa es observar, cuando tratamos con una persona llamada loca, que en el momento en que no hay ninguna barrera que nos divida entre nosotros no hay ninguna peligrosidad ni problemas. Es cuando estamos divididos que aparece el miedo y el temor, los pensamientos como "esta persona está loca y yo no lo estoy", "voy a alejarme de esta persona porque tiene mal aspecto". Y todo ello, es el resultado de nuestra manera de vivir con sus prisas y ansiedades, con la absoluta falta de reflexión, observación y atención de todo lo que nos rodea y vemos. Y eso es así, porque nuestras vidas no tienen ni compasión ni amor, que es una vida de servicio a los demás, solamente queremos nuestra propia satisfacción egoísta para no ver la realidad que nos molesta y desagrada. Pero así, los problemas continúan y van en aumento en su proporción.
Cuando decimos que hemos de vaciar la mente, eso es lo más peligroso que pueda haber, porque nos da la máxima libertad. Pero en esa libertad, también la tienen los otros sean guerreros y asesinos, falsos santos e ignorantes, ricos explotadores, miserables y desgraciados que son los menos afortunados. Por eso, la libertad es el éxtasis en que a cada segundo nos jugamos la vida.
Siempre digo que prefiero que me mate una bala perdida por la calle a que haya policías. Todo un peligro, ¿verdad?
Escritos y publicaciones 07-03-2012
Algo que más une en la vida es la sexualidad, el acto sexual, el coito. Y la unión es el éxtasis. Pero esa misma unión también se puede conseguir con las drogas y toda clase de dependencias, que es casi todo lo que hacemos.
Por tanto si como dices convertimos el sexo en un sacramento, entonces ya lo hemos convertido en un problema. Porque, el éxtasis de la unión ha de ser en todo y con todos. Porque si nos quedamos en una idea o teoría, ya sea religiosa, revolucionaria, sexual o económica, ya estamos dentro del ámbito de la división y la desdicha que genera el conflicto.
Tanto el seguidor, como el que deja que le sigan, adulen y defiendan, etc., son igual de ignorantes, ya que se hacen dependientes. Pues, uno sin el otro no puede ser. Es como los delincuentes y la policía, el uno sin el otro no existirían. O los abogados y sus clientes. Los médicos y los enfermos.
Por tanto, toda causa tiene su vibración y energía que genera un efecto y así hasta el infinito. Al final, siempre queda: ¿qué es primero la causa o el efecto? Por eso, no podemos saber dónde está el principio de todo, pero sí que sabemos dónde está el final. Y, el final está cuando uno descarta y va más allá de todo lo que genera el pensamiento, que siempre es un fragmento de la totalidad.
En todos los sitios estamos más o menos igual. Hay muchos factores para que las personas que están viviendo como marginados, de la clase media hacia abajo, se muestren apáticos. Una de esas circunstancias es la abundancia de comida, de ropa, de toda clase de muebles y máquinas que los ricos y poderosos, lanzan a los basureros.
Creo que el problemas realmente grave es cuando se llega al extremo de pasar hambre y no tener con que vestirse. Entonces, en esos momentos sí que es muy fácil que las personas hagan la revuelta, la revolución, con tal de que la situación de angustia y hambre desaparezca.
Una de las cosas que hemos de tener presente es que el cambio siempre ha de ser a nivel individual. Porque, un cambio sin que respete la libertad de cada uno, no es cambio alguno en el sentido de algo que no tenga nada que ver con el viejo paradigma de esfuerzo y brutalidad, de la autoridad.
¿Por qué las personas no cambiamos? Están los que no se plantean estas cuestiones y por tanto son como los que van dentro del pelotón conformando una masa que sólo quiere vivir como le gusta y satisface. Pero, los que sí que vemos que el actual estado de cosas es causa de dolor y sufrimiento, de amargura e insatisfacción, ¿por qué no cambiamos? ¿Es por miedo a vernos expuestos a lo desconocido, a la soledad con respecto a la mayoría, a que vivimos diciendo que sí que queremos pero en realidad parece ser que no?
Lo que está claro es que cuando uno ve realmente un problema, éste queda resulto. Y si no se puede resolver, lo descarta igualmente olvidándose de él y ya no es un problema. Así que si uno sabe lo que quiere, ¿por qué no lo hace? Esto es cosa de cada uno. Aunque hay libertad para vivir como uno quiera: sea que cambie, no quiera o no pueda.
Los políticos son como todos los demás, todos nosotros, pero al tener tanto poder y estar tan expuestos a todos, se les ven más los resultados desafortunados. Por tanto los políticos, están divididos y todo lo que generan es división, cuyo escalón final es la violencia, en todas sus modalidades, la guerra. Pero, ¿puede un político que ha cambiado seguir ejerciendo su cargo y autoridad?
Donde hay esfuerzo hay conflicto. Y si hay conflicto ya estamos dentro del ámbito de la ilusión de que yo soy lo importante. Y, ¿por qué queremos ser lo importante, si somos lo mismo que los demás? Queremos ser lo importante porque creemos que así, al sentir el placer que eso proporciona, seremos felices y tendremos la vida asegurada.
El ego ya sea grande o pequeño, siempre es generador de problemas, como "tú tienes la culpa y yo no la tengo". Por eso, el ego y todas sus historias son un peligro que lleva al enfrentamiento y a la contienda. Y cuando vemos eso -si es que lo vemos de verdad- es cuando el ego desaparece porque lo descartamos como un veneno.
El darse cuenta de la manera cómo opera el pensamiento y sus inventos rompe todas las tramas, teorías e ideas que construye. Para ello, hay que tener total libertad para ver los procesos por lo que se rige el pensamiento, que siempre es lo viejo y conocido. Pero, nosotros no queremos morir al pasado, porque tenemos miedo a lo nuevo y desconocido. Pero sin encarar los retos entrando en el ámbito de lo nuevo y desconocido, el ego siempre será el que dirigirá nuestra manera estúpida de vivir, que tanto desorden y confusión genera.
Creo que nos olvidamos, que la solución para todos a la vez, desafortunadamente no es posible. Porque, siempre hay y habrá quienes no quieran la solución que unos dan, aunque digan y crean que es la correcta. Pues, los que no quieren también tienen su solución. Por lo que, aunque sea insistir, el verdadero problema es el de cada cual. Y en ello va implícito aquello de que uno tiene que vivir en sus asuntos diarios lo que decimos a los otros que es lo correcto.
La realidad es difícil de aceptar porque nos hemos acostumbrado a la mentira, diciendo que somos civilizados y buenas personas, que somos demócratas y justos, etc. Pero, la mentira es demasiado grande para ocultarla; y es entonces, donde nace la fricción entre los que quieren mantener y esconder la mentira y los que quieren airearla para que todos lo sepan y se enteren. Pero, si uno provoca fricción generará conflicto y contienda; y entonces estamos también dentro de esa mentira, aunque repitamos a todas horas que no.
Los problemas llegan cuando queremos cambiar la realidad y lo que nos parece que son los problemas. Pero cuando vemos claramente lo que es la realidad, y la comprendemos, entonces no hay ningún problema que resolver.
El problema no es la paz mundial, porque eso no es la verdadera cuestión. Lo que importa es: ¿Cuándo viviremos en paz tú y yo, y cada cual, dentro de cada uno de nosotros? Porque, si no resuelvo yo mi problema, que es la ausencia de paz, qué sentido tiene todo los demás, como decir que los otros deberían de resolver sus problemas, etc. Incluso ese “cuándo” sobra, porque la palabra “cuándo” implica un deseo, una dualidad y contradicción, un conflicto. Y la paz es la ausencia de conflicto.
Mientras haya fricción, habrá conflicto. Y donde hay conflicto no se puede ver con claridad, sea la conciencia, la realidad, o lo que estamos haciendo. Por eso cuando vemos toda la dualidad, como "yo" y "tú", usted o la mente, usted o las emociones, etc., como el peligro que es para la vida, la relación, para la paz, es cuando llega todo eso a su fin. Por eso, en el ver claramente hay acción total, hay orden, hay amor.
Lo que está claro es que el condicionamiento viene dado por los padres, la familia, el lugar donde uno nace, el momento histórico, etc.; y todo eso, es común para todos. Por eso, el trabajo de cada cual es descubrir cómo funciona el pensamiento. Y si lo vemos, si lo comprendemos, nos daremos cuenta como todo condicionamiento toca a su fin.
El primer paso es darse cuenta de que existimos. Luego está ver la manera de cómo encaramos la existencia, las relaciones con todo lo que nos rodea y existe. Y, finalmente ver la manera de ir más allá del conflicto interno que arrastramos desde toda la vida. Porque mientras haya conflicto, todo lo que digamos y hagamos nada tiene sentido ni significado verdadero alguno, aunque nos aplaudan, nos sigan, nos adulen, nos sigan con devoción, triunfemos y tengamos abundante dinero.
Una cosa es sentir físicamente, otra es el percibir y ver, y finalmente está el comprender. Y para comprender solamente uno tiene que ver cómo funciona el pensamiento. Y si uno descubre y comprende cómo funciona el pensamiento, también comprende cómo funciona y es la vida.
Escritos y publicaciones 09-03-2012
¿Por qué pedimos ayuda al Señor, a Dios, etc., cuando estamos en un apuro que creemos que no nos conviene, si ellos saben lo que a nosotros nos conviene y necesitamos para vivir? Porque, Dios es la totalidad de todo, lo que lo sabe todo, lo que todo lo penetra con su energía y su sabiduría.
No te escribo nada porque no quiero condicionarte y que tú seas libre de hacer lo que quieras; de entrar al blog o no y de leer lo que te guste. Eso es muy importante, porque si hay esfuerzo habrá brutalidad y crueldad; y por tanto, no habrá amor.
Aquí tienes el enlace de mi blog http://tsegarsigmailcom.blogspot.com
Si quieres puedes entrar también en mi cuenta de Twitter: Mussol
Si hacemos algo o no para ser quienes somos y hasta donde hemos llegado, todo puede parecer cierto, pero puede no parecerlo. Lo único cierto es que nosotros somos quienes somos y con eso tenemos que responder a los retos que nos llegan con la vida. ¿Qué importa si eso ha llegado por sí mismo o nosotros somos los provocadores de ese resultado? Y siguiendo con ese paradigma, también puede ser que uno tenga su importancia y transcendencia, como no tenga nada que ver y todo haya sido venido de no sabemos dónde, del más allá.
Querida Daniela, cuestiono esa jerga que no son hechos. Y nosotros hemos de atenernos a los hechos. Y, ¿qué es un hecho? Es lo real, lo que tiene su gracia y capacidad para dar vida y quitarla; es decir, la vida es lo real, lo que está de acuerdo con la naturaleza.
Todo lo demás, todo lo genera el pensamiento -ya sea esotérico, psicológico, verbal, tradicional, etc.- que puede que sea, pero puede que no lo sea. Por tanto, como la vida es tan importante e implacable, uno tiene que atenerse a los hechos. Y para decirlo gráficamente, un hecho es ver como la mano se quema cuando toca el fuero y uno la tiene que apartar.
Hablando de cuestionarlo todo para que llegue la verdad. ¿Cuántas personas mueren y morirán por causa de los recortes en los servicios públicos de sanidad, de las pensiones y de las ayudas económicas a los menos afortunados, de planificación familiar, de educación y cultura? Recortes que han sido provocados y causados por los corruptos. Por eso, no solo se mata mediante la violencia de las pistolas y las bombas, también se mata siendo un corrupto ladrón. La diferencia está en que estos corruptos insaciables ladrones, están en el poder o cerca de él. Por lo que, hay una tolerancia consciente o inconscientemente ante tanta crueldad y violencia, que es la corrupción y la ladronería de alto vuelo.
Si nos preocupamos por lo que dicen los demás, seremos los prisioneros de los pensamientos que les dedicamos a ellos. Pero, la cuestión es: ¿Alguien que no tiene una actitud ni corrupta ni inmoral con los demás, por qué estos tienen que generarnos problemas que nos preocupen y hemos de responder de ellos?
Me refería, Daniela, a la palabra que has usado "Turyam (cuarta dimensión)". Solamente me refería a eso, por lo que tu respuesta con lo otro, la ignorancia, el ego, el egoísmo, etc., estoy básicamente de acuerdo.
Ese ardor, pasión, afecto y amor que tienes por los fetos, que son proyectos de personas, te llena de gloria y de maravilla. Pero, que feo y despreciable que es que no levantes ni un dedo en contra de la guerra que ahora mismo está sucediendo en cualquier lugar -en Afganistán, etc.-, donde se asesinan niños, mujeres embarazadas, personas de todas las edades. Y esas personas son completamente formadas, sienten dolor, tienen sentimientos, etc.
Y, tampoco estás contra la guerra que se desarrolla dentro de ti, y por eso siempre estás en conflicto, cuando eres nacionalista, cuando eres católico-cristiano, cuando eres de izquierdas o de derechas, de centro, cuando defiendes una idea o teoría, que no es un hecho sino un montón de palabras.
Para que uno pueda entender cualquier cosa, la vida, tiene que haber libertad total y absoluta para poder ver en todas direcciones. Y tú pretendes dirigir por ley, que es tanto como decir a la fuerza, lo que tiene que hacer una mujer en algo tan capital y tan maravilloso -que se puede convertir en un horror, tanto para el hijo como para la madre- como es el tener un hijo o no.
Sabes que donde hay esfuerzo no hay amor. ¿Qué te parece si alguien te dijera que tienes que ser de la opción política, por la fuerza quieras o no, contraria a la que tú tienes tanto cariño y afecto, en la que tú has invertido tanta energía? Por eso, la libertad siempre es amor. Porque, si yo vivo contigo, y digo que te amo, ¿cómo puedo impedirte que tengas libertad para salir y entrar, leer lo que tú quieras, comer o no comer cualquier cosa, ponerte la ropa que más te guste? ¿Ves dónde estamos de verdad, no lo que dice el político, el periódico, la televisión, ya sea el Papa, Obama, Merkel o Rajoy, sino lo que nos afecta realmente de verdad directamente?
Por tanto, amor y libertad son lo mismo, cosa que los que mandan y sus gobiernos nunca admitirán, por eso se atreven a decir que esto es posible o no, según si criterio. Y fruto de esta manera de resolver los problemas, ya que la vida es una fábrica de problemas, es la sociedad tan violenta y cruel que hemos construido, donde se precisan cuarteles para entrenar y ejercitar a los jóvenes para que sean los más eficientes a la hora de asesinar y destruir a seres humanos igual que ellos.
Así que, si amas la vida, si tienes amor de verdad, tienes que defenderla toda, no solamente defender la que le conviene a un grupo religioso, económico, o por capricho. Y toda quiere decir, desde antes de que nazca el hijo atender a la madre a que coma adecuadamente, tenga una casa digna, viva en un ambiente de armonía con sus otros hijos y su marido, tenga un buen sueldo y no de miseria. Y todo eso, ¿tu proyecto político, tus ideas religiosas, lo promueven y lo hacen posible o todo ese dinero que dicen que no tienen se va a parar a los corruptos e inmorales políticos y los que tratan y hacen negocios con ellos?
Cuando uno tiene amor, no tiene problemas con las personas porque les da libertad para que vivan como mejor lo consideren. Pues sólo cuando uno tiene un interés personal, que es egoísmo, en nombre de una idea, ya sea religiosa o política, es cuando empieza a oprimir, a prohibir, a forzar, a usar la brutalidad, la crueldad y la violencia. Pero no nos olvidemos, todo eso va contra la vida, contra toda la vida, ya sea la visible o la invisible, la de personas o animales, todo lo que existe.
Es que ese es el verdadero problema: si yo te digo que seas limpia y ordenada, que seas puntual cuando quedamos, si te digo que tengas compasión por todo lo que tiene vida, que no destruyas comida ni derroches el dinero ni tu energía en banalidades, etc., pero yo no hago nada de lo que te digo, entonces todo es tan absurdo y sin sentido que parece una casa de locos. ¿Lo entiendes? Por eso, el principal problema eres tú, soy yo, es cada cual, y lo que hace con su vida, con su manera de vivir.
Y esta actitud tan indecente e hipócrita, de decir lo que hay que hacer pero ni asumirlo ni vivirlo en la vida cotidiana, es la que tienen los que dirigen esta sociedad corrupta e inmoral. Y por eso, es que a la vida de una persona le dan tan poco valor, pues las llevan a la guerra para que maten y los maten.
Sé que puedes decir: “Es que si no se defienden los mataran a ellos, a todos nosotros, pues nos atacan con bombas en atentados suicidas, o allá donde estén en otros países en las bases militares, etc.” Hay una manera de vivir, que si uno tiene orden -que es la ausencia de corrupción e inmoralidad- nadie querrá ni agredirlo ni molestarlo ni asesinarlo. Y ahí está el problema, pues para vivir así uno tiene que estar al margen de la sociedad, pues ésta es generadora de desorden ya que es corrupta e inmoral, tolera las desigualdades, la injusticia, la absoluta falta de compasión y amor.
Creo que lo complicamos todo con nuestras maneras peculiares de ver e interpretar la realidad, lo que sucede. Los psicólogos y psiquiatras, tienen sus maneras de hablar; los diferentes grupos religiosos, también tienen cada uno el suyo; los políticos, según su tendencia, dicen de una manera peculiar. ¿Pero nos damos cuenta que todas estas maneras peculiares de hablar, son excluyentes, divisivas, nos distraen en un mar de palabras y conceptos?
Tan fácil que es ver, que para que haya amor no tiene que haber división ni conflicto alguno, ni interno ni como consecuencia externo. Porque el amor, que es lo absoluto, lo total, el máximo orden posible, lo abarca todo: el consciente y el inconsciente, el norte y el sur, el este y el oeste cultural y religioso. Por tanto, si uno llega a la observación total y profunda de lo que ve en su vida cotidiana -no la vida en un monasterio o un ashram, en una cueva o bosque, en un convento- entonces la sencillez de la compasión que es amor se manifiesta natural y fácilmente.
Escritos y publicaciones 10-03-2012
Quiero decirte que conozco personas que nunca han comido carne; y una de ellas vivió 90 años. Yo mismo, hace unos treinta años que tampoco como carne. Aunque tengo que decirte, que el motivo para ello fue el de la compasión y el amor por los animales, al ver que podíamos vivir sin sacrificarlos. Y los beneficios que pudieran derivarse de ello vino a pesar de no buscarlos ni desearlos.
Por eso el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, sigue siendo la acción del pensamiento, del "yo". Pero, para que la acción correcta pueda ser ha de haber un descartar, un ir más allá de todo lo viejo y conocido.
Pero, mientras no veamos que lo viejo y conocido -el ego, el "yo"- es un peligro y un veneno, que genera la crueldad, la violencia y la guerra, no habrá la posibilidad de actuar en esa dirección para que llegue lo nuevo. Y lo nuevo es la llegada de la dicha del amor y su bienaventuranza.
Para verlo más claramente, en vez de poner "la sociedad", pongamos una persona, como tú o yo, como nosotros. Porque nosotros somos corruptos e inmorales como la sociedad, pero aunque a un nivel diferente, ya que la sociedad está formada por cada una de las personas que vivimos.
Por tanto, tú o yo, nosotros, ¿podemos cambiar esa manera corrupta de vivir? Si nosotros lo podemos, la sociedad también lo podría.
Pero aunque no queramos vernos y conocernos a nosotros mismos porque tenemos miedo, tarde o pronto llega un reto, una crisis que nos sacude y nos deja desnudos ante la realidad tal cual somos.
Por tanto, ¿por qué hemos de esperar a que nos golpee un reto para despertar? Eso mismo sucede con la muerte, que al no comprenderla cuando llega se produce una conmoción insoportable. Pero, si morimos a cada instante a todo cuanto sucede, que ya se ha convertido en pasado, es cuando comprendemos y vivimos lo que es la muerte. Y así la muerte se vuelve algo natural y ya no le tenemos miedo.
Cuando uno ve la realidad de lo que es la vida, y cómo funciona el pensamiento, es cuando sabe que todo tiene su curso, su función, su inicio y su final. Y por eso luchar, dividirse de todo eso que es la vida, es complicarlo todo aún más. Cuando lo vemos, es cuando llega la paz, que no es la paz de una institución, un organismo dedicado a buscar la paz, un gobierno, sino una gracia que le ha llegado a uno.
Por eso para salir de esa rueda que es la ilusión de que "yo" soy diferente de los demás, cuando en realidad todos formamos parte de la misma mente global, uno tiene que darse cuenta de la división y el conflicto en que vive. Pues, mientras esta división y conflicto no cesen, no llegará la dicha del amor.
Así que solamente, viendo que es vana esa creencia del "yo" diferenciado, que es una huida de la realidad verdadera, es cuando uno queda libre de la división y el conflicto.
Si uno no tiene nada, nada puede perder. Eso es tan bonito y necesario, tan sano para la mente y el espíritu, como tan cruel para el que no puede soltar todo lo mundano a que está aferrado.
Sí, el dolor físico es diferente del dolor mental. Pero, la mente puede hacer que el dolor físico tenga otra connotación y carácter si lo comprendemos y vamos más allá de él.
El condicionamiento y el pensamiento es lo mismo. Y el pensamiento es la memoria, que ha registrado todo lo que ha sucedido, lo que fuimos e hicimos. Por tanto, siempre que no estemos más allá del pensamiento, que es cuando hay atención total, las palabras seguirán condicionándonos y provocando en nosotros reacciones no deseadas por inadecuadas.
Cuando decimos: “Es que yo soy más limpio, correcto y adecuado, que aquel”, es cuando aparece la brecha entre lo externo y lo interno. Esta ilusión, es la que nos hace decir los europeos son más ordenados que los africanos; los asiáticos son más espirituales y religiosos que los americanos; mi hijo es más inteligente, guapo, etc., que el tuyo. Cuando entre el interior y exterior no hay ninguna diferencia ni división. Es el pensamiento, con su ego, el que ha inventado el “yo más” o el “tú menos”, “mi” idea contra la tuya.
Y toda esta división se ha trasladado a los países, a los bloques, a las diversas religiones, a los clanes familiares, étnicos, etc., lo que genera el mundo de conflicto, de violencia y de guerra.
Creo que para ver claramente que el interior es el exterior, y al revés, es que tanto el observador como lo observado son lo mismo. Es decir, psicológicamente todos somos iguales. Materialmente aparentemente somos diferentes a cierto nivel, pero las moléculas, los protones y neutrones, las células, etc., son para todos iguales. Y finalmente, la energía que todo lo penetra también es la misma para todos y parta todo.
La unidad, se puede explicar de muchas maneras, pero el resultado siempre será la unidad. Sé que es difícil comprender y vivir que todo está unido, pero yo considero que todo está unido por una energía que no podemos manejar.
Vicky, la división comenzó cuando nos convertimos en seres conscientes, ya que entonces es cuando empezamos a elegir entre las cosas y todo lo que existía: ir y venir, alterar lo que siempre se había considerado natural, dudar y finalmente actuar según nuestro criterio. Y todo eso que era un avance, se trocó porque la parte espiritual-psicológica no prosperó ni evolucionó como lo hizo en todo lo concerniente en el ámbito material, técnico, científico, etc.
Cuando el pensamiento, que es el "yo", se da cuenta que es un estorbo, entonces él cesa y desaparece. Porque la comprensión y la visión de que el pensamiento es un peligro, como un animal salvaje que nos puede aplastar y destruir, ese ver es la acción misma, donde nada más está la acción sin ningún obstáculo que interfiera. ¿Podemos vivir en esa radicalidad, en esa profundidad, en cada una de las cosas que hacemos, en cada reto que nos llega.
Vamos a aclararlo: si tienes una piedra en el zapato ese dolor no se puede eludir, hasta que no te la quitas. Pero, si tenemos el dolor producido por la pérdida de algo que consideramos importante, ahí sí que podemos ir más allá de ese dolor psicológico.
Y finalmente, cuando uno tiene un dolor físico producido por una enfermedad, si uno está con él hasta el punto de entenderlo, de ver toda su trayectoria, que obedece a las leyes por las que se rige la naturaleza y la vida, ese dolor tiene otra connotación que hace que también podamos ir más allá de él.
Por cierto, todas las monarquías son corruptas e inmorales, porque atentan contra la libertad y creen que el poder les viene por la gracia de dios. Y, si los políticos cuando están en el poder más de cuatro años están completamente sucios y quemados, ¿cómo estarán las monarquías que todas tienen un montón de años? Tú ya sabes lo que hay a la vista y lo que está escondido.
He leído tu artículo que habla de Irán e Israel. Y hay algo que está muy claro: cuando uno no quiere la guerra, sabe lo que hay que hacer para no hacerla. Todas las palabras para justificarla, invocando la defensa, los agravios del pasado y del presente, las razones culturales y religiosas, como políticas, etc., es no haber comprendido que la violencia y la destrucción que causa la guerra, no soluciona los problemas, sólo los perpetua.
Cualquier persona, más o menos despierta, sabe lo qué tiene que hacer para no generar ni provocar la guerra. Otra cosa es, el que no podamos desprendernos del condicionamiento que nos aboca a la guerra.
Escritos y publicaciones 13-03-2012
Cada cual sabe lo que es dentro de sí. Todos estamos condicionados de una manera o de otra por algo. La diferencia es que unos lo ven y pueden ir más allá de ese condicionamiento.
Sí, el mundo que uno ve es la memoria. Eso está claro. Ahora la cuestión es: ¿qué hemos de hacer con esa memoria para que no interfiera con el reto del presente? Porque, la memoria que es todo el pasado, todo lo que hemos sido durante un millón de años, actúa como una grabadora que reproduce el viejo paradigma de división y conflicto entre las personas, los animales y todo lo que existe.
Por tanto, ¿qué hemos de hacer los que tenemos la posibilidad para ver la realidad y la verdad de lo qué es la vida? ¿Iremos en busca de lo que hayan dicho en el pasado los maestros, iremos al último gurú para que no guíe y nos diga lo que hay que hacer? ¿O, nos encararemos sin huir con el problema para así verlo, comprenderlo en su totalidad y descartarlo?
El problema es que si negamos la existencia del cuerpo diciendo que es una manifestación de la conciencia, una imagen, una ola mental, como una ilusión, habrá que negar también todo el universo material que vemos cerca y lejos, que es infinito tanto en lo micro como en lo macro. ¿Nos damos cuenta dónde estamos cuando hablamos de estos temas de que sólo hay conciencia y todo lo demás es una ilusión?
Creo que negar todo el universo material, como negar la conciencia que dice que sólo existe ella, es negativo. Porque, esto nos genera división y conflicto entre los dos polos opuestos. Por tanto, el pensamiento-mente no tiene la capacidad de dilucidarlo ni tampoco de explicarlo con palabras. Porque la mente es capaz de inventar cualquier cosa y presentarlo como falso o como verdadero.
Hasta ese darse tiempo para observar tiene que desaparecer, porque uno -el "yo"- es el que dice que es lo que nos conviene.
Por eso, la acción ha de ser instantánea e inmediata, sin que medie el pensamiento. Pues en el ver algo claramente, hay acción total. Y en esa acción hay orden. Y el orden es amor.
Voy a repetirlo y aclararlo: Si tú tropiezas con una silla y te das un golpe fuerte, te haces daño y sientes dolor pongamos en la pierna. Y si el ese dolor persiste, puedes tomar un analgésico para que se calme y desaparezca.
Ahora te dicen que ha desaparecido tu coche y tú sientes también dolor. Pero ese dolor de perder algo querido, como es un coche, sí que puedes ir más allá de él, si estás espiritualmente preparado, en el sentido de que eres libre de los objetos que usamos y utilizamos, ya sea el reloj, la chaqueta, el ordenador o el coche.
Y también dije, que si el dolor físico no pudiera desaparecer, uno también puede ir más allá de ese dolor. Y así, ese dolor tendría una dimensión trascendente, que es participar de él amándolo, sin huir de él, etc.
Si no hay mente no hay pensamientos. ¿Y, qué hay? Solamente la observación pura de todo lo que acontece. Nada más.
Si imponemos el silencio, eso no es silencio en absoluto porque generamos división y conflicto. El silencio ha de llegar entre los que hablan, como un acuerdo tácito que está más allá de toda maniobra y deseo.
También te digo, que tanto la mujeres como los hombres podemos generar amor.
El amor no es esfuerzo ni complicaciones, ni sacrificios, porque cuando hay amor todo fluye y se facilita la acción. Al contrario cuando no hay amor, hay esfuerzo por la contradicción del querer y no poder, la contradicción del esfuerzo que implica crueldad.
Cuando uno tiene amor lo que hace es un fluir de lo desconocido a lo desconocido, por tanto al no haber pensamientos ni deseos contradictorios, la energía es en su totalidad.
Toda vida tiende a la máxima libertad posible, ya sean los animales, las plantas, las personas. Por eso, la autoridad es lo contrario del éxito en la relación y en la vida. Y por eso, los dictadores si no se mueren tienen los días contados en su mandato autoritario-dictatorial.
El premio Nobel de la Paz está al servicio del establishment, por lo que no tiene ningún valor ni sentido verdadero. Es la misma corrupción que está en todas las instituciones y organismos.
Y esto es así, porque la corrupción todos la llevamos dentro de nosotros. Pero hay quienes lo ven y reconocen, y así pueden ir más allá de la corrupción. Y hay a quienes la ven pero no les importa. Otros, por su insensibilidad, no la ven.
Cuando vemos el firmamento es cuando nos damos cuenta de lo poco que sabemos. Pues estamos viendo el infinito, que aunque lo podemos ver en todas las manifestaciones de la vida, ante la magnitud de un cielo estrellado es cuando se hace más impactante, sorprende y desconocido.
¿El cambio tiene que ser gradual, poco a poco, o tiene que ser instantáneo, ahora?
Si decimos que dentro de unas semanas, meses o años, me daré cuenta y cambiaré, estamos engañándonos, porque cuando llegue el plazo que nos hemos impuesto encontraremos otra excusa.
Además, puedo decirte cuando tú me pides que te ayude: "Lo siento pero no te quiero todavía, no tengo amor ahora, dame un tiempo unas semanas o meses y así podré amarte y ayudarte". Esto, ¿tiene algún sentido cuando hablamos de amor, de compasión por todo lo que existe?
No sé si podemos o no vaciar la mente de lo conocido, pero sí que podemos ir más allá de todo lo conocido. Si descartamos lo conocido lo que llegue será lo desconocido. Para ello, uno tiene que actuar negativamente: encarando los retos con lo desconocido, pues esta es la única manera de que el "yo", que es el pensamiento viejo y conocido, no pueda operar.
La seguridad es lo conocido, lo que ya hemos vivido alguna vez y por eso queremos que se repita. Y es al ajustarnos a es patrón de lo viejo y conocido, es por lo que exigimos que se repita. Por lo que, nos dividimos del presente, del ahora, que no tiene nada que ver con el pasado.
Por tanto, la máxima seguridad posible es vivir en absoluta inseguridad.
A ver si lo aclaramos: sólo existe la inseguridad, tanto física como psíquica. Pues uno puede caer al suelo y hacerse daño; o perder a un amigo y sentirse solo y angustiado. Por tanto, hagamos lo que hagamos siempre estaremos expuestos a esa inseguridad "per se". Por tanto el no aceptarla, es no aceptar a la realidad; y es entonces cuando nos dividimos y seguimos en la inseguridad. Pues, estar dividido y en conflicto interno agrava aún más esa peligrosidad que siempre lleva la vida.
Cuando uno ve claramente hay acción total. Y esa acción está más allá del pensamiento donde no puede intervenir. Es como cuando ves que algo va a caer e instantáneamente lo coges para que no caiga.
Cuando tenemos algún reto y actuamos en su totalidad, toda la energía está a nuestra disposición, pues hay una unión absoluta.
Pero si entre el ver y la acción hay un fragmento de tiempo, la unión absoluta no puede ser. Y entonces la energía no es en su totalidad. De ahí llega la división y el conflicto, el desorden y la confusión.
Una de las cosas más fascinantes de la mente es que puede inventar lo que a ella le conviene. Y la mente somos nosotros. Por eso, con tal de que lo que dice y hace uno aparezca como adecuado, la mente lo arreglará de manera para que sea aceptado por los demás. Cuando algunos dicen que el alcohol puede tener los mismos beneficios que las asanas -posturas- del yoga, tienen algo de verdad y de falso. Porque, el yoga físico -no mental- los resultados que persigue es relajar y aquietar el cuerpo y la mente. Y lo consigue, como el alcohol y las drogas, la repetición de palabras y sonidos, etc. Pero todo esto embota la mente, nos insensibiliza, nos narcotiza. Y una mente insensible y embota, todo lo que haga generará desorden y confusión, conflicto y contienda.
Escritos y publicaciones 16-03-2012
He leído tu entrevista en el diario… de hoy.
Y has hablado de todos, pero no has dicho nada de Guantánamo, de la invasión y guerra de Afganistán, y todos los Derechos Humanos que no se cumplen en EEUU ni Europa. Y, falsear, mentir y engañar a las personas, callando lo que sucede en Europa y EEUU, también es ir contra los Derechos Humanos. Y qué decir de la marioneta de la ONU, siempre al servicio de EEUU y Europa, con Israel. Tampoco has hablado de la invasión de Palestina por los israelitas.
Total me has defraudado. Eso quiere decir que estás a sueldo de los que mandan en el establishment. Y entonces te haces cómplice de todas sus violaciones, guerras y asesinatos; de la absoluta falta de justicia y de sus comportamientos corruptos e inmorales.
Cuando uno dice que una cosa es cierta, ya sean los libros llamados sagrados y su verdad, cuando uno dice que sabe, es que no sabe. Porque, la verdad, dios, o como lo queramos llamar, está más allá de nuestro entendimiento y capacidad. Por tanto, nosotros solamente estamos capacitados para observar, para deleitarnos con la creación que es la vida toda.
En última instancia la autoridad está relacionada directamente con uno, pues según nosotros nos comportemos así será el peso de la autoridad. Cuando un niño que está con nosotros se pone revoltoso y altera nuestro orden -y también el de él-, entonces está generando la autoridad.
Pero la autoridad si va acompañada con brutalidad y violencia, entonces las cosas cambian, aunque es el mismo paradigma de premio y castigo. Hay que tener una muy buena historia -destino, manera de vivir, etc.- para que no perdamos los nervios y los papeles y actuemos brutalmente y con crueldad aunque sea verbal.
Pero, de todas maneras la libertad total y absoluta es precisa para saber lo que es la vida y cómo funciona, para ver cómo funcionan nuestros pensamientos. De lo contrario, no podremos desprendernos de nuestro condicionamiento que nos hace que vivamos y actuemos como robots.
Pero para que la experiencia del sin "yo" pueda ser, ha de haber libertad total y absoluta en todas direcciones. Y es por eso, que es tan difícil de vivir. Porque eso quiere decir comprender a un asesino, comprender la guerra, comprender la maldad. Y sin total libertad para ver realmente cómo son las cosas, tanto las agradables como las que nos parecen repugnantes, no podremos comprender y por tanto ir más allá de los opuestos, de la dualidad, de los conflictos, que son todos los inventos del "yo".
¿Quién sabe quién está iluminado, hay una imagen o algo para que se pueda medir y contrastar? Me parece que si hay una imagen, etc., eso está muerto, y obedece a un patrón que siempre será viejo y repetitivo. Cuando la liberación, la iluminación, etc., es lo nuevo y lo que nunca ha sido tocado por la astuta mente y sus inventos como lo bueno y lo malo, lo que yo digo y lo que otro dice que se enfrentan, contradicen y generan conflicto.
¿Quién nos tiene que perdonar si somos nosotros los que hemos de hacer lo necesario para perdonarnos? Cuando tú invocas a alguien, ya sea un santo, una persona cualquiera, alguien a quien has ofendido, dios, etc., para que te perdone, ¿nos damos cuenta qué el que pide el perdón y el que lo tiene que dar es la misma persona? Porque, si tú haces daño a alguien y le repites y repites que te perdone, pero tú no los sientes ni comprendes en tu interior, con todo tu ser, ¿qué sentido tiene todo eso del perdón, etc.? En definitiva, hay que comprender, entender y ver claramente, que el pensamiento y el pensador, el que piensa, todos son lo mismo, aunque nosotros los hayamos dividido en fragmentos, etc. Por lo que todo es una ilusión, todo es ignorancia.
Volvemos otra vez a lo mismo: no hace falta conocer a la madre ni al padre, ni los libros llamados sagrados, etc., solamente nos tenemos que conocer realmente cómo somos. Y si nos conocemos, si sabemos leer el libro que hay dentro de cada cual, donde está todo lo que hemos sido y somos, entonces no hace falta repetir lo que han dicho otros, no hace falta ser un seguidor, ya sea de la madre o el padre, del maestro o una divinidad cualquiera.
Es una ilusión pensar que uno es diferente del pensamiento. El pensamiento, es el contenido de la memoria de todo lo que hemos sido durante millones de años. Y ese pensamiento, por su ignorancia y miedo ha inventado a los dioses, a los libros sagrados, a los maestros, a los liberados e iluminados, etc. Pero todo esto, nos hace que vivamos en división y fragmentados, pues para que la sensibilidad y la inteligencia puedan ser y operar, es preciso que haya una unión total tanto dentro de uno, como en el exterior, con todo lo que existe. Esto es preciso que sea así, porque todo lo que somos dentro, ha de salir afuera, al exterior, y plasmarse en cada acto de nuestras vidas. Entonces cuando decimos que nos acogemos a un dios, a un santo, etc., cuando confiamos en ellos y les entregamos nuestras vidas, es todo una ilusión. Y al estar identificados con una idea, un dios, una religión, una teoría política, nacionalista, etc., vivimos divididos, fragmentados y en el mayor de los peligros, que es como vivimos ahora.
La verdad no es lo que nos han dicho que es, ya sean los maestros, los libros, etc. La verdad está más allá de todo lo que hayan dicho, decimos o podamos decir. Por tanto, cuando uno dice lo que es la verdad, puede que sea también todo lo contrario.
El control es resistencia, por lo que causa conflicto entre el que quiere controlar y la cosa que controla. Y cuando hay conflicto, con su división, entonces todo el caos y la confusión prosiguen. Por tanto, cuando uno ve que todo control es más descontrol, es cuando cesa la división y llega el control. Así el control, no es nuestro control, sino el control resultante del "descontrol". Es decir, cuando desaparece el que quiere controlar, que es el controlador, es cuando llega el orden y el control, que no es ya el producto del deseo, del pensamiento, del "yo".
¿Por qué usar la palabra luchar con los pensamientos, si esa expresión denota violencia y guerra? Creo que sería más adecuado decir: ver, comprender, transcender, ir más allá, etc.
Los que menos se merecen ser amados porque han hecho algo desconcertante y espantoso, son igual que nosotros, pero en otro plano mental según su condicionamiento. Nosotros en sus mis circunstancias y condicionamientos, haríamos lo mismo. Porque, somos como robots y estamos programados para hacer lo que hacen todos los que vivimos: división, lucha, supervivencia, búsqueda de placer y huida del dolor. Desde ahí, según las circunstancias, podemos hacer lo que nunca pensaríamos que seríamos capaces de hacer. Por tanto, toda persona, haga lo que haga, es digna de compasión y amor, porque ella no es en última instancia la responsable.
Cuando uno mira para otro lado como no queriendo nada, tal vez, si es afortunado, esa dicha de la inteligencia y la sabiduría llegan a uno.
Cuando uno se da cuenta que el observador es lo observado, es cuando vive la unidad. Entonces, el "yo" y el "tú", el "nosotros" y el "ellos", se ve lo que realmente son: una ilusión.
La completa realización espiritual viene cuando nos damos cuenta que no se puede conseguir con las posesiones, porque nos aferrarnos a ellas. Y cuando nos aferramos a algo, sea material o espiritual, nos dividimos de manera que generamos tal conflicto que somos capaces de ser violentos y hacer la guerra.
Me temo que toda práctica, método o sadhana, nos deja en el mismo sitio de siempre. Pues, cuando uno ya tiene una idea de lo que quiere conseguir, lo consigue. Pero, eso que ha conseguido es lo mismo de siempre pero a otro nivel: división y conflicto, que genera el deseo de querer cambiar lo que es por lo que me gustaría que fuera. Por lo que, no habrá paz verdadera dentro de nosotros, sino embotamiento mental por la repetición y la ilusión.
Escritos y publicaciones 16-03-2012
T. Segarra: Esta mañana cuando hemos hablado lo que pretendía decirte era lo siguiente:
Cuando te decía que vivir sola sin nadie, si era lo que el destino te imponía ahí es lo correcto, el orden. Pero, si uno lo hace por placer, que es egoísmo, entonces si que hay desorden que nos puede llevar al caos.
Respecto de Jiddu Krishnamurti, lo que te decía era que la esencia de sus enseñanzas es la moralidad. Porque, para tener compasión y amor, es preciso que no haya inmoralidad. Y esa moralidad es a la vez religión. Porque, cuando uno vive intentando hacer el menor daño posible a los demás, y eso es moralidad, se está en la esencia de la religión, Y por eso, la raíz de JK, está en la religión y la moralidad.
Lo que pasa es que si JK hubiera hablado siempre de moral y de religión, muchas personas se aburrirían. Y entonces, usaba la psicología, que es filosofía, el sentido común y un lenguaje apropiado de manera que lo entendieran todos los que le escuchaban y leían. ¿Estás de acuerdo?
Hace unos años tuve relación con personas que habían leído a JK, en Valencia ciudad, y que habían formado un grupo de estudio, teníamos un lugar para reunirnos. Estuve en varias ocasiones con esas personas, hablaba con alguna de ellas fuera del grupo como amigo y colega en privado, pero no funcionaba, por lo que deje de asistir. Pero seguía hablando y contactando con la persona antes mencionada que estaba en la dirección. Pero, por la fuerza de los hechos no he sabido más de ellos.
En esos momentos no tenía tiempo para invertirlos en ellos ni en JK a ese nivel de reuniones y contactos. Por lo que he vivido siempre sin relacionarme con personas que habían leído o escuchado en directo a JK. Lo que hacía era hablar con todas las personas que me encontraba cada día como si fueran personas como las que leían a JK, les explicaba todas esas cosas tan nuevas y radicales, les hablaba de la compasión y del amor. Y exponerlo también en mis diez libres que he escrito.
Para mí no ha sido nunca ningún problema, pues siempre he ido con personas que no conocían a JK. Sí que he tenido contacto hablando con muchas personas interesadas en la India y su filosofía. Ya sea en Ibiza, donde viví tres años, o en otros sitios como centros espirituales o de yoga. Pero también te tengo que decir, que siempre he tenido contacto con toda clase de cristianos, con los que he hablado muchas horas con ellos en centros donde vivían en comunidad o en instituciones como conventos y asilos de ancianos desamparados.
Al igual que he tenido relación con muchas personas hindúes -devotas de gurús hindúes- donde se reunían para cantar y hacer el puja. Donde uno estaba solo con ellos, salvo algunos días en que alguien me acompañaba o aparecía por allí. Uno intentaba que dejaran las supersticiones y los ritos como ponerse el tila de ceniza en la frente, que según decían el gurú la había sacado de la nada en un prodigio o milagro. También les decía en asamblea que no creyeran que la India era un lugar perfecto -pues ellos así lo creían en su mayoría-, ya que allí se morían de hambre, se mataban y asesinaban como en todas partes. A lo que ellos respondían con un silencio malhumorado. Pero lo que más nos unía eran los cantos con instrumentos hindúes -bongos, platillos, un tambor cilíndrico que se ponían entre las piernas cruzadas, y las manos de todos los que participaban en los cantos espirituales. Algunas veces alguien traía comida, preparada por un devoto, que al final, después de bendecida por los cantos y plegarias se repartían, que uno nunca comía. Algunas veces, uno solía llevar unos paquetes de almendras recubiertas de caramelo blanco -peladillas-, que los dejaba en el lugar adecuado de las ofrendas para repartirlas. Los cantos hindúes son de los más desgarradores que he oído y cantado, pero con un sentimiento de renunciamiento y negación, y a la vez de alegría seria pero feliz, que a uno lo llevaban a la India y a toda su espiritualidad.
No quiere decir esto que esos hindúes eran de otro mundo, pues había de todo entre ellos: pobres y humildes, ricos y comerciantes, modernos y de estilo antiguo, bebedores de alcohol y enganchados a éste, niños, jóvenes, mayores y viejos. Pero, todos tenían en común que eran devotos, muchos de ellos fanáticos, de un gurú que estaba en la India de donde no podía salir, según la antigua ley hindú que dice que ningún hindú ha de salir nunca de la India. Y que hiciera lo que hiciera, tontería o no, todo se lo aceptaban y consentían. Eran creyentes de sus milagros que hacía con asiduidad. Muchos viajaban cada año a uno de sus centros espirituales para pasar allí unos días.
Allí, en ese centro, no podía nombrar a JK por educación y prudencia. Pero, desde hace unos treinta y años, todo lo que dijo JK y todo lo que uno dice viene a ser lo mismo. Porque, la verdad siempre está ahí, es eterna, y sólo uno la tiene que ver y comprender. Después ella sale en cada gesto, palabra o acción.
Interlocutor: Gracias Toni por este mensaje tan largo.
Lo he leído con completa atención. Prefiero la traducción al Inglés es lo más adecuado para mí. Yo así lo puedo entender.
Acerca de mí: yo no soy una gran escritora y en general yo uso mucho las palabras (a veces lo hago en el teléfono!).
Ya he olvidado mi pasado feliz y es bueno vivir en el ahora, para mí.
Creo que es muy importante conocerse a uno mismo y estar quieto, tranquilo y silencioso. La gente está diciendo cosas de mí, pero esto no me ayuda mucho. Uno tiene que aprender por su cuenta y de "independiente".
¡Hasta la próxima, Toni!
T. Segarra: ¿No necesitas contarme nada tuyo? ¿Qué es lo que dice la gente de ti que no te ayuda? ¿Qué es lo que escribes?
Yo también he olvidado el pasado, pero cuando la ocasión lo requiere él sale, llega, solamente para informar. Ya sabes que si no hay libertad la vida no tiene sentido y no podemos gozarla.
Interlocutor: Yo no he obligado a olvidar el pasado, Toni, él se ha ido con facilidad, eso no tiene mucha importancia. Si me hubiera obligado a olvidar, en eso no puede haber libertad, y como usted ha dicho, sin la libertad la vida no tiene ningún valor.
T. Segarra: Cuando dices que el pasado se ha ido con facilidad, ¿quiere decir qué tienes una especie de amnesia en la que no puedes recordar nada? ¿O, es que tú no quieres volverlo a ver?
De todas maneras, cuando tú me dijiste ayer que algunas personas hablan mal de ti, ese pasado está de alguna manera queriendo salir y manifestarse. Por lo que, si no lo dejas salir es un acto de represión. A no ser que si lo sacarás, representara un peligro para ti o para alguna otra persona.
Interlocutor: Hola Toni. Yo no tengo una especie de amnesia, incluso no hay ningún deseo de no ver las cosas de nuevo, sólo se soltó de su importancia y también me he olvidado de ellos más o menos. Creo que estoy haciendo lo que escribiste sobre: Ć¢ā¬ā¹Ć¢ā¬ā¹dejo que se alejen. No creo que dejarles que se vayan puede ser visto como un acto de represión! ¿O es qué no te entiendo muy bien? De cualquier manera: ¡Esto se siente más ligero!
T. Segarra: A lo que me refiero es que tú has dicho que:
“La gente está diciendo cosas de mí, pero esto no me ayuda mucho”. Y lo que te preguntaba era si esas personas te querían hacer algún daño, si lo que decían eran habladurías.
De todas maneras, el que tú no tengas la necesidad de expresarlo con palabras, quiere decir que no es nada importante, que no te altera ni desequilibra.
De todas maneras, lo nuevo no tiene nada que ver con lo que hemos planificado, programado. Pues la vida para que sea verdadera, ha de ser como una hoja en blanco en la que aún está todo por escribir. Y, así la vida siempre es fresca y nueva, que es donde ha de nacer la compasión y el amor.
Si cuestionamos el pacifismo, entendido como la no participación en las guerras, ¿entonces dónde queda la enseñanza de Jesús? Porque, ser cristiano es tener como referencia la caridad, la compasión, el amor. Si los católicos están contra el aborto, y lo que atente a la vida, la guerra es la más destructiva y asesina.
Por cierto, llamar a alguien cobarde es no tener caridad, es no comprender a las personas. Yo les podría decir que son cobardes porque no cambian ni descartan su manera corrupta e inmoral de vivir, que genera división y conflicto, violencia y guerra. Por eso, si uno llama cobarde a alguien en ese momento se convierte en guerrero, que es obligar a alguien a que haga algo, lo pueda o no.
Los que justifican y ven necesarias las guerras, diciendo que es un mal necesario para que otro mal no venga, hay que decir que la raíz principal, la causa siempre es una injusticia, un agravio. Por eso, una persona con compasión y amor-que no es injusto ni hace agravios- ¿puede provocar, generar o participar en las guerras? Es decir, los que dicen que quieren la paz y el fin de las guerras, primero tienen que cambiar su manera de vivir, han de cambiar internamente, para no ser una causa de conflicto, de contienda y de guerra.
La guerra no está solamente en el campo de batalla, la guerra está y nace dentro de nosotros cuando nos dividimos al decirnos musulmanes, judíos, budistas, cristianos, socialistas o capitalistas, creyentes o no creyentes, cuando nuestro nacionalismo nos condiciona de manera que queremos arrasar a otro nacionalismo. Y esa división es la que genera el conflicto y la guerra. Por lo que una persona religiosa, la que no quiere hacer daño a nadie ni a nada, no hará nada para que genere la guerra ni participará en ella.
Por lo que, todas las guerras habidas y por haber son lo peor que nos puede pasar. Decir que existe la paz de los cobardes, es como una arenga al asesinato. Porque, cualquier persona tiene una guerra doméstica, ya sea con su compañera de trabajo, con su jefe, con la persona con quien convive, con la autoridad, con su hijo o amigo y, si no ve lo negativo de proseguir en ese conflicto, puede llegar a la violencia y a la muerte. Y así mismo son las guerras con sus bombardeos y asesinatos en masa. Por tanto, la guerra se puede cuestionar, comprender, entender y descartar radicalmente.
Escritos y publicaciones 16-03-2012
"Quien mira afuera, sueña… quien mira hacia adentro, despierta".
Si seguimos haciendo la división entre fuera y dentro, entonces no hay despertar en absoluto. Tanto lo interno como lo externo son lo mismo, cuando vemos la realidad y la verdad.
La ciencia, lo material tiene su lugar, pero no nos resuelve los problemas. Porque la ciencia es fija, no nos puede llevar más allá del dolor y el sufrimiento. ¿La pregunta es, podemos ir más allá de lo material? ¿Podemos ir más allá de los dolores físicos, de la enfermedad, de las malas noticias, de la edad ya sea avanzada o no, ir más allá de la crisis continua y de siempre, o las recurrentes? ¿Puede uno no ser condicionado por nada e ir más allá de todo eso, estando libre de la angustia, la tristeza, la depresión?
Buscar la perfección, es pasar la vida buscándola hasta que llega la muerte y sigo sin encontrarla. Porque la perfección no existe, es subjetiva. La perfección es ver la realidad que es incambiable y vivir con ella, sea la que sea. Eso no quiere decir, que no haya algo que sí se pueda cambiar, pero entonces eso es cosa de cada uno. Y el resultado final ha de ser ver que lo perfecto no existe.
"Un cubo de hielo se preguntó cómo puedo ser tan frío siempre. El cubo de hielo se respondió: mi pasado es el agua y mi futuro es también el agua. Por lo que, es mejor para vivir estar fresco, frío y tranquilo en la actualidad, dejando todas las preocupaciones de futuro y el pasado".
¿Cómo podemos ajustarlo esto a la vida de nosotros las personas? El cubo no sufre y las personas sí. Todo el problema de la vida es porque experimentamos sufrimiento y dolor. Por lo que, la adaptación a las personas sería: Si antes de nacer éramos la eternidad y después de morir también lo seremos, vivamos en el presente y olvidemos el pasado y el futuro.
Una tiene que saber que todo lo que llega se puede ir. Pero, cuando algo se va, esa ausencia, ese vacío, ese sitio se tiene que volver a llenar. Solamente, hemos de gozar de ese momento, que parece arrebatador, para que tenga sentido todo lo que hacemos y nos sucede.
¿Nos damos cuenta que el mido es algo natural en nosotros? Porque el miedo es una reacción para ponernos a salvo ante un fuego, ante el frío que nos puede helar, ante un animal peligroso o salvaje, etc. Por tanto, ese miedo es adecuado. Pero, el miedo donde es un estorbo es en el ámbito psicológico, pues el miedo siempre es el pasado. Cuando uno tiene una mala experiencia con otro, ya sea con el marido o la esposa, con un compañero de trabajo, con alguien que convive con nosotros, esa experiencia que es el pasado se interpone con el presente y nos dividimos. Pero, lo más maravilloso es que si estamos completamente atentos a todo lo que ocurre, el pasado no podrá llegar y dividirnos de lo que estamos viviendo, ya sea una relación, un paseo, viendo un amanecer o atardecer, escribiendo o cocinando.
Y esto es así porque la atención total, es el orden. Y ese orden es compasión y es amor.
Para que el pensamiento de cada uno se disuelva, uno no tiene que estar dividido internamente. Nosotros creemos que somos diferentes de lo que pensamos, del pensamiento. Y esta creencia es la causante de la fragmentación interna. Así que, no hay ninguna diferencia entre el pensador, yo, y el pensamiento.
Si somos capaces de ver y comprenderlo, entonces usted no discute ni se enfada ni quiere destrozarlo todo. Porque, nos hemos dado cuenta que todo está unido. Que uno es como los demás, pero actuando a un nivel diferente por las circunstancias que la vida le ha dado y le da. Los hindúes tienen una religión diferente de los musulmanes, pero en esencia son igual de supersticiosos, se aferran a sus creencias, ritos y plegarias. Y lo mismo sucede a los cristianos, ya sean católicos o protestantes. Por lo que todos estamos clavados en esta tierra, que es el estar aferrados, el depender de lo que dicen los demás, ya sea un imán, un gurú, o un sacerdote. Por tanto, no creamos que somos especiales, que somos mejores, pues somos todos lo mismo: un pensamiento fragmentado y dividido, que es el que genera los conflictos, el odio, la brutalidad, la crueldad y la violencia.
Lo perfecto no existe es una comparación. Así que mientras exista la referencia para comparar, eso no será lo perfecto. Si no hay comparación ni contraste, lo perfecto es. Que, por supuesto no lo podemos nombrar como perfecto.
Alguien sin miedo psicológico sería una persona libre. Pues, al no tener miedo no tendría conflictos ni problemas con las personas. No podría tener conflictos con el negro ni con el blanco, ni con el americano o europeo, ni con hombre o mujer. Ya que el miedo es el producto de una imagen. Imágenes que están depositadas en nuestra memoria, desde hace un millón de años, que es nuestro condicionamiento. Nosotros cuando nos llega un reto cualquiera, enseguida buscamos en el archivo para ver de tranquilizarnos por si ya tenemos referencias que nos ayuden a encararnos con ese reto. Pero esas referencias están muertas, no nos sirven, ya que son del pasado. Y es este pasado, al ser tiempo -pues lo tenemos que escudriñar para que nos diga cómo solucionar el reto que tenemos delante-, el que nos divide del presente, del ahora.
En la relación, para que no hay conflicto, hemos de vivirla en el ahora, si huir ni reprimir, sino viendo cómo se desenlaza hasta el final. Y esto fortalece el cerebro y la mente. Porque uno ve cada problema desde el principio hasta el final. Y cuando se termina no queda nada por hacer, nada pendiente para volver empezar.
El amor es como la flor que siempre florece. Y está más allá de lo todo lo que digamos, o no digamos, de él.
Tú también das respuestas, Tulku.
El problema no es si damos respuestas o si no las damos, lo importante es que las respuestas sean las adecuadas, las que generan orden, que es compasión y amor.
Pero ese desconcierto, María, es una onda mental, un incidente, que no tiene ninguna importancia cuando vemos todo el proceso de lo que está sucediendo. Es como las olas que llegan a la playa y se estallan en la arena y vuelven en un movimiento que no tiene fin.
El problema es cuando nos quedamos en un proceso, en una imagen, y no podemos salir de él. Eso quiere decir que hay una crisis profunda a la que hay que afrontar con mucha paciencia y verle todo el recorrido. Eso, si es que somos afortunados y podemos pasar por ello solos, con todo el tiempo necesario.
Y cuando uno ha desentrañado toda la trama del miedo, la muerte no tiene ninguna importancia. Porque, ella no está ahora aquí. El día y la hora que llegue ya veremos qué pasa. Pero hablar de la muerte forma parte de la especulación. Porque la muerte nadie la conoce, porque nunca hemos muerto, y los que se han muerto no han vuelto para contarlo. Sólo sabemos, que la muerte es el fin de todo lo que somos, nuestro "yo", todos los recuerdos. Por eso, la muerte uno tiene que estar viviéndola a todas horas, no en el último momento, negando y dejándose de aferrarse a los muebles, los libros, a las cosas materiales, a todo lo que uno tiene.
"Lo más difícil para el ego librarse, es el ego que piensa que está iluminado".
Eso es lo mismo como si alguien dijera que lo sabe todo. Y entonces cree que no necesita aprender.
Todo lo que se ha dicho es cierto: la mentira es corrupción. Pero, ¿alguien puede vivir sin corrupción, sin decir alguna mentira, aunque sea espontánea e insignificante?
Las palabras son energía que lleva la energía de quien las pronuncia. Pero, las palabras nunca serán lo que se describe. Por tanto, un sabio, maestro o vidente, lo que diga si el que lo recibe no tiene su mente preparada para que germine en ella, no tendrá ningún sentido verdadero. Serán como las palabras de los charlatanes y embaucadores.
Escritos y publicaciones 18-03-2012
El pensamiento es útil cuando se trata de preservar el cuerpo de un peligro, ya sea un frío o un calor excesivo, un peligroso acantilado donde podemos caer y morir. Pero, en lo concerniente a lo psicológico, espiritual, el pensamiento es un obstáculo. Pues el pensamiento, que contiene todo el depósito de la memoria, es tiempo como pasado que a través del presente construye el futuro. Y, ese pasado siempre es tiempo, que es por donde va la experiencia, que se antepone a lo que observamos. Y así, la observación que es relación, no es en su totalidad.
Por eso, para que la relación sea entera y completa uno tiene que estar vacío de todo lo conocido, como si soy hindú o europeo, musulmán o budista, de izquierda o de derechas, negro o blanco. Y desde esa conciencia vacía es donde puede florecer la compasión y el amor al no ser nada.
Carmen, la dualidad en lo físico existe como alto y bajo, como cerca y lejos, como hembra y macho, como agua y tierra, negro y blanco. Pero, en el ámbito espiritual, en lo psicológico, ¿puede haber dualidad alguna? La dualidad es división, antagonismo, donde hay enfrentamiento que causa los conflictos y todo el desorden en nuestras vidas.
Una tiene una casa, pero ve otra que la encuentra más bonita, dice que le gustaría tener una igual que esa. Y entonces, todo el proceso del deseo se pone en acción. ¿Por qué no podemos ver la belleza que está en todo y en todos? Es porque no tenemos belleza dentro de nosotros que la buscamos fuera. Pero esa búsqueda no tiene fin, convirtiendo la belleza en una persecución llena de desdicha y amargura. Cuando si sabemos mirar y ver, vemos la belleza en una matita de hierba al borde del camino, al lado de una piedra por donde ha crecido, vemos de repente, quedando sorprendidos y embelesados, la luna que sube o está encima de nosotros.
Así que si uno ve que no hay dualidad en lo psicológico, entonces los problemas se desactivan y desaparecen. Porque uno es quien es, sin compararse con nadie. Y entonces la ausencia de división y conflicto, da paso a la belleza que es la esencia de toda la virtud y el amor.
¿Cómo saldremos de esa dualidad, por medio de la desintegración del mí mismo o de lo que llamamos personalidad? Y, ¿qué es esa desintegración, qué quiere decir esa palabra? Y, en todo esto parece que está involucrado el tiempo, porque eso lo vemos como algo en el futuro. Por tanto, la desintegración no es adecuada porque esto genera división, que es tiempo psicológico, en muchos fragmentos. Y lo que necesitamos es unión sin ningún fragmento, necesitamos la totalidad. Pero, la totalidad nos exige que seamos muy atentos, muy diligentes, muy serios y profundos, porque la mente tiende a la desintegración, al desorden. Y esa unión, que es amor, sólo puede llegar cuando en un instante, ahora, uno ve todo la trama del pensamiento, y su invento que es el "yo", y lo descarta radicalmente.
No se trata de en su mayor parte. Tiene que ser una integridad total, entera. ¿Puede ser eso, ser totalmente no-corruptos, sin mentir? Evidentemente no lo podemos ser, porque todas las mentes están relacionadas unas con otras y se condicionan sin darse cuenta. Por lo que el hombre es quiero y no puedo.
Vamos a decirlo claramente: ¿se puede vivir sin decir ninguna mentira consciente o inconscientemente? La respuesta ha de ser clara: sí o no.
Esto es como preguntar si alguien puede vivir sin hacer daño alguno. No se puede,
porque vivir es destruir siempre algo: cuando comemos, cuando paseamos por el parque o el campo, cuando ganamos en un juego o en un negocio.
Creo que te has precipitado al opinar, Luz. En cualquier tema, opinión, idea o teoría, para descubrir su falsedad se tiene que mirar desde fuera de los prejuicios y condicionamientos que tenemos. Para así, ir tentativamente y encarar ese reto.
Ahora bien, puede que en un instante hayas visto que eso que has leído es, como tú dices, una falsedad y ahí se termina toda investigación. Y, entonces eso es tuyo y nadie te lo puede arrebatar. Pero, a la hora de hablarlo con otros, y vivirlo, lo tendrás que demostrar con palabras y con hechos.
Cuando uno caza a un animal y se lo come, eso tiene sentido. Pero matar animales por placer y diversión, entonces la cosa cambia. Los cazadores tienen el encanto del entorno natural, pero cuando ven algo que se pone a tiro se convierten en asesinos.
Un famoso escritor que era cazador, un amigo dijo de él: "Le gustaba tanto matar, que si su madre hubiera pasado volando le hubiera disparado un tiro".
Hay algo que creo que estarás de acuerdo: hay infinitas maneras y posibilidades de negar la guerra -la violencia, la brutalidad, la crueldad, etc.-; pero hay también infinitas maneras y posibilidades de aprobar y afirmar la guerra. Por tanto, cada uno que haga lo que quiera, que haga lo que tenga que hacer.
Porque, si yo te impongo mi criterio empezará el conflicto y la contienda, después la violencia y la matanza de la guerra. Y, si tú me impones tu criterio, seguramente pasará lo mismo: habrá división y conflicto, violencia y guerra.
Es un poco como el fuego, cuando empieza se puede apagar y sofocar con facilidad, pero cuando se expande y engrandece no hay nada que lo puede controlar ni apagar. En el caso de los conflictos, la violencia y la guerra, sucede lo mismo: sólo el que vence lo hace porque el otro ya se le ha extinguido su fuerza, su odio y sed de destruir al que cree que es su enemigo. Y aunque pierda tiene el mismo paradigma del vencedor: ganar como sea y a costa de lo que sea.
Por eso, cuando dicen que un bando es muy asesino, también deberían referirse al de ellos que hacen lo mismo. Y si no lo hacen es porque no pueden, alguien más poderoso se lo impide, o el miedo y la vergüenza por sus prejuicios o la moral. Por eso, los nazis y otros hicieron lo que quisieron, porque no tenían miedo a nadie en el mundo, ni a su propia moral. Pues, ellos habían inventado y adoptado una nueva moral y paradigma. Pero, básicamente son lo mismo que los otros, ya sean perdedores o vencedores.
Por eso, una persona a la pregunta: ¿Qué hubiera pasado si los nazis hubieran ganado? Contestó: "No hubiera pasado nada, hubiera sido otro imperio" Es decir, hubieran presentado la historia de todo lo que sucedió e hicieron de manera que fuera aceptable, como lo hacen todos los vencedores, por crueles y asesinos que sean.
Por eso, todo el problema es de cada cual. Mi problema es lo que yo hago con mi vida, y tú lo que haces con tu vida. Escudarse y justificarse en los demás, en la autoridad, en la religión organizada, en las opiniones de los demás, es algo tan banal y superficial que no soluciona los problemas, nuestro problema. Porque, todo lo que te diga yo, tú lo tienes que saber porque somos básicamente iguales psicológicamente. Entonces si yo te digo o cuento una mentira o falsedad, tú lo tienes que saber. Y si es en verdad algo negativo, descartarlo radicalmente. Todo lo demás, lo que hagan los otros no tiene importancia, porque nosotros no podemos hacer nada para detenerlos ni cambiarlos. Sólo tenemos una manera para influir en la sociedad, en el mundo, y es la manera cómo vivimos. Con afecto y con cariño.
La oración es verdadera cuando uno se da cuenta que el que ora y la oración es lo mismo. Es decir, no hay nadie a quien orar. Y entonces esa oración se ha convertido en innecesaria.
Si decimos: "La religión no es el ritual. No tiene nada que ver con las iglesias, templos y mezquitas." Eso va contra la religión, pues eso es exclusión, división, generador de conflicto. O sea, que la religión es todo, lo engloba todo. Por eso, cada uno que haga lo que crea que es adecuado. Y decirlo e informarlo, si uno quiere, también forma parte de la religión.
La mente tiene la capacidad de inventar toda clase de imágenes, sonidos, olores, situaciones, etc. Y todo esto si no es descartado radicalmente, la verdad que va más allá de la división y del conflicto no puede ser. Pues, esos inventos nada tienen que ve con la vida cotidiana y su relación con las personas, la naturaleza y la realidad.
Y esto es así, porque sin una buena relación con las personas que nos rodean y convivimos, nada tiene sentido.
Vaciar la mente quiere decir, poder ver cada movimiento de ella sin reprimirlo ni alentarlo, sin tocarlos, ver como nacen, se desarrollan y se desvanecen. Y eso es la meditación, el vacío de la mente. Eso no quiere decir que la mente esté siempre en blanco, sin conciencia alguna, sino vivir con eso que ella es.
Escritos y publicaciones 17-03-2012
La inteligencia aunque use el pensamiento, no tiene nada que ver con él. Pues la inteligencia es lo nuevo, lo que está más allá de todo lo que el pensamiento pude decir y aportar. Porque el pensamiento es la conciencia, que es depositaria de todo lo que hemos sido desde hace millones de años. Y todo lo que hemos sido durante tanto tiempo, es el condicionamiento animal para poder sobrevivir y reproducirse, etc. Y lo nuevo, que es la inteligencia, sólo puede llegar cuando morimos a lo viejo.
Antes de ayer te vi por TV. en un noticiario cuando protestabas en nombre de Amnistía Internacional -AI-, por lo que está sucediendo en Siria. Lo que está sucediendo allí, en Siria: toda clase de brutalidades y crueldades, con sus matanzas, su anarquía, revueltas y destrucción en todos los ámbitos, es lo mismo que ha sucedido muchas veces en otros sitios; y más recientemente en Túnez, Egipto, Libia, Marruecos, Yemen, Baharéin, Jordania, etc., cada uno con sus matanzas y masacres también. Te lo digo porque, pese a lo dramático de las muertes y la destrucción, el dolor y el sufrimiento, provocados por todos los bandos enfrentados, si nos ponemos a favor de uno de los bandos entonces ya somos parte. Y la parte se convierte y pasa de víctima a verdugo en un instante; por lo que, en vez de poner orden, paz y el fin de la violencia, nos convertimos en contendientes provocadores de lo que queremos acabar y resolver.
Todo lo que digamos sobre la llegada de un Buda o algún otro líder espiritual, no tiene mucho sentido porque nadie sabe lo que realmente tiene que suceder.
Pero hay ciertos rasgos que parecen necesarios para que llegue un nuevo maestro: un ambiente familiar de limpieza y espiritualidad, un clamor para que llegue porque hace falta, y otras circunstancias que tienen que coincidir que nadie puede controlar ni dirigir.
Cuando un maestro llega dice que pasarán muchos años para que vuelva a aparecer una persona como él. Esto es debido a que la frescura de su mensaje hasta que no se desgaste no habrá necesidad de otro para que las personas lo reclamen y hagan lo necesario para ayudar a que llegue el nuevo maestro.
Voy a hacer una pregunta: ¿Por qué le dais voz al que no puede hablar? Al dar voz al que no existe para hablar, creáis al "tú" y al "yo". Y entonces entramos en el ámbito de la dualidad, de la división. Y la división siempre engendra conflicto. Por tanto, todo lo que genera el pensamiento-mente, ha de generar conflicto con su sufrimiento y dolor.
Porque, solamente existe el observar total y profundamente, sin división alguna posible, donde el parloteo de la mente cesa y no queda nada más que ese observar.
Todo lo que vemos es una consecuencia y resonancia de la esencia. Todo lo macro y lo micro, lo feo y lo agradable, el frío y la calor, la tranquilidad y las catástrofes, etc., son la esencia misma que se manifiesta infinitamente en todo lo que existe. Nosotros como no comprendemos, hemos hecho de la existencia algo feo y desagradable, algo dañino y violento. Pues al no comprender queremos inventar otra realidad que más nos gusta y satisface, dividiéndonos así de la realidad, del presente, del ahora.
El éxito, la solución está en la ausencia de la división interna. Si no hay división no hay "yo" y todos sus inventos, como el nacionalismo, mujer y hombre, feo y bonito. Por cierto, ¿se pude decir que un árbol es feo, una nube, una estrella? No las vemos feas porque no nos dividimos de ellas.
Cuando uno está encima de la montaña a veces pregunta, ¿dónde está la montaña? Por eso, cuando uno es violento, hace la guerra por todas partes, se le mueren las personas por las calles por no tener seguridad social, ajusticia con la pena de muerte y dice a los demás que son violentos, peligrosos, terroristas, etc., es que no se entera dónde está. Lo tiene encima pero no lo ve. Posiblemente sí que lo ve, pero su afán de mando, de autoridad, su estructura y su planificación de vida la tiene asentada en la violencia y la guerra. Mientras no cambiemos el paradigma, de división y conflicto necesitaremos las armas, la violencia y la guerra. De esta consecuencia de este paradigma nadie se escapa, aunque digamos que somos pacíficos, que estamos por la paz, la civilización, la modernidad, la religión, los Derechos Humanos.
Pero si Dios está más allá de todo lo que digamos. Si hablamos de Dios, como nosotros somos mezquinos y tan poca cosa, lo convertimos y ponemos a él en el mismo plano donde estamos, que es el de la división y conflicto, el de la ignorancia y el miedo.
Por eso se dice: cada vez que pronuncies la palabra Dios, o hables de él, lávate la boca porque ya la tienes sucia.
La trampa es: Si decimos "yo soy", generamos y fabricamos el "yo no soy". Porque todo lo que es tiene su contraparte. El día y la noche, la oscuridad y la luz, la vida y la muerte, la sequedad y el agua, el placer y el dolor, el hambre y la saciedad, la tristeza y la alegría, el miedo y la valentía, etc. Por tanto, en el no ser, en la nada, es donde todo desaparece. Y es entonces cuando no hay dualidad, antagonismo ni conflicto.
En la huida que es fruto del "yo" hay miedo y se perpetúa este miedo. Pero cuando hay huida sin el "yo" no hay miedo.
El deseo es dañino tanto para uno, como para los demás. Pues el deseo nos hace brutales y crueles, con tal de conseguir lo que deseamos.
Si yo soy el mundo. Y el mundo es yo. Entonces cada cosa que hagamos tiene una gran transcendencia, es cabal y definitivo. Por tanto, todo lo que sucede en el mundo es lo que nos sucede a nosotros en nuestras vidas cotidianas. Por eso, en vez de quejarnos de los dirigentes, políticos, falsos maestros y embaucadores, uno tiene que atenerse a cómo vive.
Cuando uno descubre que el que ora o pide a Dios, es todo un invento, descubre que eso es lo mismo que ver y comprender que el pensador, el que piensa, es el pensamiento. Y el pensamiento no puede ir más allá de su condicionamiento. Y el pensamiento es todo el depósito de la memoria de todo lo que hemos sido durante varios millones de años. Es decir, yo soy todo ese inmenso pasado y también el lugar de nacimiento, mi familia y su religión, lo que me han enseñado en la escuela, en el instituto, la universidad, la época histórica que me ha tocado vivir, etc. Y todo eso, no nos va a traer nada nuevo; sino que, hasta que no nos liberemos de todo ese condicionamiento, que nos genera división y conflicto, todo lo que digamos y hagamos será más de lo mismo, una ilusión.
Así que lo realmente significativo e importante, es cómo vivo yo mi vida cotidiana: ¿tengo un comportamiento corrupto, soy inmoral que es vivir dividido de los demás y de toda la naturaleza?
Y para vivir así, uno no tiene que tener nada de ideas ni teorías que nos dividan. Entonces, uno no aborda la cuestión de si Dios existe o no. Porque, nuestras mentes convencionales no lo pueden comprender ni entender, pues algo que sería un atributo de Dios, sería que es infinito, eterno. Y, ¿quién puede comprender y describir el infinito o lo eterno?
Cuando vemos y descubrimos que el observador es lo observado, es cuando todo toma transcendencia. Entonces, uno sabe que participar de lo convencional, ya sean servicios sociales yendo y viniendo de arriba abajo por la ciudad, trabajar para traer la paz, etc., no tiene nada de significado verdadero. Entonces, no va con su deseo a hacer nada, sino que todo eso viene como una necesidad a pesar de uno. Porque sabe que todo el trabajo, que son los problemas es él mismo y cómo vive su vida diaria, a cada instante.
No se trata de que no hagamos nada, sino que lo que hagamos tiene que generar orden. Y ese orden solamente puede llegar si nosotros tenemos ese orden dentro de nosotros.
El problema ahora es describir qué es el orden -si es que el orden, que es amor, se puede describir-.
Por eso, cada uno ha de saber cuál es su manera que genera el orden. Porque mi orden puede que no sea para Arlene u otras personas. Así que, mi orden es mío y nadie me lo puede quitar.
Aunque el orden también incluye lo que estamos haciendo: investigar, inquirir, mirar, observar atentamente.
Es algo así, como vivir totalmente mezclado con toda clase de personas sin reprimirlas ni alentarlas, sin tener problemas con ellas, sino ver como vienen, están lo que tienen que estar y se van.
Escritos y publicaciones 18-03-2012
Pero, ¿cómo sé qué ese orden que me ofreces es verdadero? Entiendes la pregunta, que nos lleva a lo desconocido. Y en lo desconocido, es donde puede aparecer el amor, que es el más elevado orden que pueda existir.
La vida se puede vivir como un robot, o como una persona que se da cuenta de su condicionamiento. Y hace lo posible para ir más allá de ese condicionamiento, que es nuestra herencia del pasado animal. Entonces, si eres sensible, verás que cuando actúas sin descartar el condicionamiento, generas división y desorden. Y este desorden, es el que hace que llevemos la vida que vivimos cada día, a cada momento: conflictos, contiendas, nacionalismos, las tendencias políticas y religiosas, etc.
Por tanto, para que la vida tenga sentido y significado verdadero, no la banalidad y la superficialidad en que vivimos, es preciso descartar todo lo viejo, repetitivo y conocido. Y es entonces, cuando llega el orden, que es amor.
Todos decimos: queremos que todo cambie. Pero hay que vivirlo. Y cambio quiere decir la posibilidad de perder. Y eso no das miedo, paraliza.
Cuando no hay miedo hay amor. Eso es muy peligroso. Porque el amor es lo que hace que no veamos el peligro. Y eso es orden, haga lo que haga.
Si vives seguro, serás vulgar y superficial. La ignorancia es muy atrevida, tanto que justifica la inmoralidad, la corrupción, la crueldad.
La inseguridad es la máxima seguridad posible, pues nos despierta la sensibilidad. Uno que es sensible no quiere hacer daño alguno a nadie.
El sentimentalismo es lo que hace que los hinchas arrasen en una cancha de fútbol, el que un país sea llorado hasta que aparezca el odio contra otro. El amor, al no tener ni país, ni nada para agarrarse, no tiene enemigos ni se enamora de nadie. El amor solamente quiere el respeto y el fin de los problemas. Y por eso, el amor es lo más moderno y revolucionario.
Después de descartarlo todo, lo que queda es la nada. Pero la nada no sabemos qué es, porque si no, no sería la nada. Si le ponemos palabras a esa nada, será como tú dices: un pasatiempo.
Precisamente, Gopi, hace unas horas estábamos hablando de eso pero bajo otro enfoque, donde hemos llegado a la verdad, al amor, que es orden. Pero, después hemos dicho que mi orden puede que para ti y para otros no lo sea. Y entonces hemos preguntado: ¿qué es el orden? Y el orden es amor.
Por tanto, ¿tú sabes si lo que decía Jiddu Krishnamurti era el orden y el amor? Si lo sabes eso es tuyo y nadie te lo puede arrebatar. Ahora bien, los otros que no lo ven como tú, tienen su derecho a cuestionar lo que tú dices con respecto a la joya de la verdad, del orden y del amor. De lo contrario, si nos impusiéramos diciendo que lo nuestro es lo cierto y adecuado y no lo que dicen los otros, entraríamos en el error, en el desorden y no habría amor.
Si hay competición hay brutalidad y crueldad. Porque la competitividad es para ganar. Y para ganar todo sirve: la mentira, la corrupción, la inmoralidad, la guerra.
Sí, sí, entiendo. Pero eso que dices de que: “uno no es una cosa entre las cosas”, eso no es un hecho. Proyectamos ese hecho pero vivimos en no-hechos, que es una ilusión que nos gusta y nos alivia un poco.
No hay mayor enemigo que uno mismo, esto es en lo que atañe a lo psicológico. En lo físico están las catástrofes, el frío y el calor excesivo, el hambre, etc. Pero, es uno mismo el que va a la propia autodestrucción. Puede que parezca que tenga muy poco margen de maniobra para salir y cambiar lo que no es conveniente ni adecuado, que lo está destruyendo, pero si quiere salir ya tiene casi todo de su parte. Finalmente, sólo falta que la suerte se decante favorablemente.
Para decir que Dios escucha, sabe esto y aquello, etc. hay que ponerlo al mismo nivel que los seres humanos. Y me temo que esto no se puede hacer.
Por tanto el problema es, ¿por qué jugar con Dios, el Padre, o las palabras que lo designan, si no sé puede saber realmente quién es Él, de dónde procede, quién lo ha hecho, cuál es su origen? Por eso, es de tontos hablar de Dios.
Decir que: "la experiencia humana es una ilusión", tiene algo de verdad y también de falsedad -que es también otra ilusión-. Uno puede imaginar que es eterno con la reencarnación, aunque eso no es un hecho. Pero, si uno se corta un dedo y sale sangre abundante, tiene que hacer algo al respecto, no puede decir que lo que está sucediendo y viendo es una ilusión.
Darse cuenta de sí mismo, es el ver que el que piensa y el pensamiento son lo mismo, que no hay división interna alguna ente lo que observamos y nosotros. Si llegamos hasta ahí, todo adquiere otra dimensión donde la contienda y el enfrentamiento son una anomalía molesta que nos causa dolor y sufrimiento sin fin. Y, ¿por qué esa división? Por ser estúpidos y fanáticos, mezquinos, que no queremos perder nada de a lo que estamos aferrados y esclavizados. De ahí tanto cretinismo y sufrimiento.
Vicky, puede que haya una traducción errónea, pues desorden y amor no puede ser. Quiero insistir, todo el problema es uno. ¿Qué importa que tú me digas: "mira tengo una joya que te llevará a la felicidad y al fin del sufrimiento", si yo no lo capto ni lo puedo vivir? Por tanto, todo el problema es de uno. Porque es solamente uno el que ve el desorden. Y se da cuenta que si hay desorden no puede haber amor.
La vida es un misterio. Y como misterio que es no lo podemos aclarar, pues dejaría de ser un misterio. Prueba de ello, es que nadie puede explicar qué es el infinito, pues éste no tiene fin. Y, ese paradigma del infinito esta en todo lo que existe, tanto en dirección micro como en lo macro.
Por tanto, sí que podemos gozar de ver el vuelo de un avión, el gruñido de una animal que tiene miedo, la suavidad de una tierna flor, pero sabiendo que antes y detrás de eso, existe algo insondable. Y en esto también está implicada la muerte, esa cosa tan extraña y necesaria, que también participa del paradigma del infinito. Es decir que nada tiene un fin, solamente externamente algo cambia, pero básicamente todo tiene el mismo patrón.
Cuando uno ve un pájaro que muere u otro animal, pregunta: ¿dónde habrá ido eso que era? Y eso mismo nos pasa a las personas. Tantísimos millones de millones, infinitos millones de personas que han muerto, ¿dónde están? ¿Somos cómo los animales? Todo lo que perece y muere está en la nada. Después de la nada nadie sabe nada.
¿Cuándo se dice volver, después de morir, se refiere a la energía que todo lo penetra, sin tu ego ni el "yo"? Porque nadie sabe dónde va a parar esa energía. Nosotros somos un almacén de recuerdos depositados en la memoria. O sea, que la conciencia es memoria. Entonces, si no hay memoria no hay recuerdos ni pasado ni futuro para contrastar con lo que ya ha sido. Y esto es la nada, que es donde todos iremos a parar tarde o temprano.
Todo no está bien. Solamente está bien lo que no se puede cambiar.
Para ver la crisis, la brutalidad del sufrimiento, o lo que sea que es preciso responder, se necesita sensibilidad. Ser sensible al hambre y al dolor. Hace unos días dijo un periodista alemán que había visto morir en la calle a los sin techo en una gran ciudad de California, pues no tenían seguridad social.
Por eso, ¿puede una persona que lo tiene todo cubierto, que vive en la seguridad que le da el dinero y las propiedades, su posición social, que su vida es burguesa, etc., ser sensible al dolor ya sea del pobre o del rico, del animal que sufre encerrado o es explotado?
Escritos y publicaciones 20-03-2012
Luego el egoísmo desenfrenado es el que impera. Y de ahí todo lo que digamos y hagamos, nada tendrá sentido ni ningún valor verdadero, pues será una repetición del paradigma del "yo" y sus acciones. Con lo que, ¿qué ha de hacer una persona sensible que ve todo el recorrido que tiene una acción, una manera de vivir? ¿Dedicarse a hablar y hablar, a pensar en lo que podría ser o en lo que no podría ser, dedicarse a ayudar y dejarse la piel en ello? Cada uno de los que nos leemos unos a otro en este grupo sabemos lo que tenemos que hacer.
Uno tiene que ser el maestro y el alumno. Esto sólo puede ser cuando uno comprende que toda autoridad engendra división y antagonismo. Por tanto, la disciplina es el mismo acto de comprender uno mimo.
Para que llegue el amor, uno tiene que descartar lo que no es amor. ¿Es amor la división y el conflicto, el antagonismo ente "tú” y “yo", el antagonismo entre "mi" país y "tú" país, "mi" religión y la "tuya" con sus santos y dioses, etc.?
El amor no tiene problemas psicológicos. Pues cuando el amor es, no hay división ni conflicto entre lo que uno ve y él mismo.
Por eso, lo que hacemos en realidad es lo que somos internamente. Por eso, la sociedad corrupta y cruel, es lo que somos en verdad nosotros.
Si la casa está ardiendo, ¿por qué queremos apagarla, puede que también sea una ilusión -y desde luego que lo es-? Porque, ¿cuándo casa no ha estado en llamas? ¡Nunca! Pues, el hombre siempre ha sido un pirómano para sí mismo y para todos los demás.
La crisis es psicológica. Porque lo que somos dentro ha de salir al exterior en cada acto de nuestras vidas. Por tanto, mientras no solucionemos la división y el conflicto interno, todo seguirá igual como siempre. Pero para ir más allá de ese conflicto interno, hemos de descartar toda idea y teoría, ya sea política, religiosa, económica, etc.
Por eso, cuando nos quejamos de que los dirigentes son inmorales y corruptos, es porque nosotros también lo somos. Porque, ¿quién acepta y elige para que los dirigentes políticos tengan el poder? Somos nosotros los que los votamos, les obedecemos, los reverenciamos y les damos la autoridad.
Por tanto, uno si quiere un cambio radical, donde no haya ni división ni conflicto, tiene que estar al margen de todo este sistema inmoral y corrupto.
Así que, si vemos que alguien tiene una actitud deshonesta, no hay que acusarlo, sino que primero tenemos nosotros que estar libres de deshonestidad. Por cierto que las religiones organizadas, todas nos dividen, fragmentan y generan conflictos, porque todas tienen sus libros llamados sagrados, tienen a sus santos y sus dioses, sus jerarquías eclesiásticas o de otra índole. ¿Estamos dispuestos a descartar a nuestro dios, ya sea el musulmán, el hindú, el judío, el cristiano, etc.? Todos dicen que su dios es el auténtico; y todo eso, nos divide y nos fragmenta, generando desorden y confusión, que al final provoca los conflictos, las contiendas y la violencia.
Vosotros los cristianos, católicos, estáis dispuestos a descartar a vuestro Padre, vuestro Señor y su único hijo Jesús, a vuestro Papa y sus riquezas Vaticanas, sus palacios tanto de invierno como de verano, etc. Si no lo descartamos, seremos tan corruptos e inmorales como los altos cargos financieros, los dirigentes políticos, que no tienen sensibilidad, con su indolencia ante el sufrimiento y el dolor de los seres humanos.
Por tanto, la solución global no es posible, porque cada uno tiene su capacidad, su tiempo y su destino. Nadie puede obligar a otro a que haga lo que no quiere ni entiende, eso iría contra la dignidad humana. Y al final se convertiría en otra dictadura atroz, ya sea de derecha, de izquierda o de una teocracia. Así que, el único y verdadero problema, el reto al que nos tenemos que enfrentar es a nuestra manera de vivir la vida, y ver lo que hacemos en cada acto, a cada instante, para descartar radicalmente lo que es negativo, divisivo y causante de confusión y conflicto.
Vamos a ver Arlene, si uno es muy viejo, pobre o miserable de solemnidad, ¿cómo puede cambiar eso? Si uno es un asesino, un terrorista, cómo lo podemos cambiar, él no nos escuchará; y si lo hiciera diría: "No me cuente sus ideas y su historia, déjeme en paz con mi vida y mi manera de ser”.
Y todo eso, son las llamas del incendio. Y por eso, es tan importante atenerse a su vida, que es nuestro problema, que es la división y el conflicto interno, que mientras no estemos libres de él todo lo que hagamos será más división y conflicto.
Por tanto, averigüemos si es posible estar libres de fragmentación.
Muchas veces pienso que el Dalai Lama es un ignorante, no para los negocios. Sí para lo psicológico y espiritual.
Cuando uno sabe quién es realmente, no puede tener problemas. Los problemas llegan cuando estamos confundidos y generamos desorden.
Pongamos que un niño quiere ser mayor y desatiende su destino de infante, todo lo que haga será generar desorden y conflictos, pues se está dividiendo de lo que es. Y eso mismo puede sucederle a una persona muy vieja que quiera hacer lo que hacen lo jóvenes. Y con ese paradigma, de no huir, si encaramos los retos, como mujer, como hombre, como culto o inculto, como especialista en informática o un simple peón de carpintería, como pobre o rico, como negro o blanco, indio o europeo, etc., no tendremos ningún problema. Porque, no nos dividimos de lo que es, nos guste o nos disguste. Sino que, nos fundimos y unimos con nuestra realidad, lo que es.
Hay algunos ignorantes que lo parecen pero que no lo son. Ellos saben quiénes son y donde están. Pero el mono, que les da la abstinencia de los beneficios de actuar como ignorantes, es el escollo para ir más allá de su ignorancia.
Cuestiono a todos los gurús, santos, maestros, líderes espirituales, etc., sean de occidente o de oriente. Porque, santo que respira ni lo es, ni lo puede ser.
El problema está en que todo eso se tiene que vivir. Primero captarlo y etenderlo claramente. Y si es así, esa comprensión es la acción. Y por tanto, ahí no puede operar ni el "yo" ni el tiempo psicológico que es su invento.
Descartar no es estar en contra de alguien. Cuando hablamos de descartar estamos refiriéndonos a no estar aferrado a ninguna persona, por santa que digan que sea, repetir lo que ella dice sin haberlo asumido dentro de la vida de uno, etc.
He leído tus opiniones en el artículo sobre los antioxidantes, en el suplemento del diario…, de 17-3-12.
Te digo algo:
1. Lo más sano es comer de todo. Si puede ser cosecha del tiempo.
2. El vino es una droga. Y todas las drogas son malas por todos los cuatro costados.
3. Experimentar con animales mediatiza el resultado por su crueldad, que da insensibilidad, la cual afecta a todos los ámbitos.
4. ¿Por qué esa manía en querer alargar la vida, como si eso fuera a resolver todos nuestros problemas? Y como sabemos, no los resuelve de ninguna de las maneras, sólo complica aún más nuestras existencias. Todo sería diferente si llegaran los remedios sin buscarlos como locos, sin implicar a los inocentes y vulnerables animales y haciendo inmensas cantidades de dinero en gasto.
El que pierde gana. Y el que gana pierde.
La mente no se puede controlar ni domesticar. Porque, en todo control y domesticación, hay deseo y hay esfuerzo, generando división y conflicto. Lo que dejan a la mente en la misma situación de desorden y confusión.
Escritos y publicaciones 21-03-2012
La diferencia que podemos hacer es descartar lo negativo, para que llegue así lo adecuado y correcto. Lo negativo es el desorden, que genera división y conflicto.
El buscador lo tiene muy fácil, sin necesidad de libros ni maestros, ni grandes especulaciones psicológicas, sólo tiene que ver dónde está lo negativo y descartarlo radicalmente. Y, en el mismo acto de ver, se produce la acción sin división alguna entre yo y el reto, la respuesta, lo que hago.
Si uno no quiere nada, entonces ha descartado el devenir. Solamente tiene el flujo que da la vida.
La causa genera el efecto. Y a su vez, el efecto provoca otra causa. Y así hasta el infinito. Seguir con esto, es especular, un juego de palabras.
La mente no es capaz de ver la realidad en toda su totalidad. Si tu haces un hoyo para plantar un árbol, en ese trozo de tierra hay una conmoción con todo lo que vive allí: lombrices, larvas, hormigas, etc., ¿cómo pueden ellos saber por qué sucede todo eso?
El cerebro es una grabadora que nunca cesa en su trabajo. Lo que le sucede al cerebro es lo mismo que le sucede al estómago: si le damos malas visiones, malas emociones, si no nos atenemos a la realidad y a lo verdadero, se altera y se deteriora.
Vanesa, Jiddu Krishnamurti ha escrito y publicado mucho y si uno tiene la posibilidad de conocerle a fondo, se da cuenta que parece contradictorio. Pero no lo es, al igual que nosotros tampoco lo somos, porque la totalidad de la realidad abarca que digas que te gusta lo amargo y al cabo de un momento o unos días digas lo contrario.
JK, cuando le decían lo que tú dices ahora, que te parece impositivo con "el debe", "debe ser", etc., y por tanto contradictorio, decía: ¿por qué tienen una imagen de mí? Yo no soy esa imagen.
El pensamiento puede pensar todo lo que quiera, pero no puede descubrir lo que sucederá en el futuro. Es la ilusión, que es ignorancia y miedo, la que se devanea inventando lo que cree que podría ser. Por lo que vivimos una vida de tortura y martirio.
El problema es que a Dios no se le puede llamar ni Él escuchar. Porque, a Dios no hace falta que le hablen ni le digan nada, porque Él lo sabe todo.
Por lo que, todo es una ilusión, una alucinación y delirio, creyendo que hay una división entre "yo", que pido y llamo, y el generador de todo esto que es el mismo "yo", es decir mi mente. Si nos damos cuenta que el pensador es lo mismo que el pensamiento, que el "yo" es lo mismo que el macro y súper "Yo", entonces toda esa ilusión desaparece.
Cuando uno se da cuenta de que el observador es lo observado, entonces es cuando el velo de la ilusión queda despejado.
Lo diré de otra manera, cuando el pensador se da cuenta que es lo mismo que el pensamiento, toda división entre "tú" y "yo", el "nosotros" y el "ellos", cesa.
Lo que no se hace bien, queda no-concluido. Por eso, todo error es algo que siempre se tiene que repetir. No así la cosa hecha adecuadamente, que al consumirse toda la energía en el proceso de la acción, todo queda acabado y sin dejar ningún residuo ni malos resultados.
Y por eso, el fin del karma es cuando llega el amor, que todo lo destruye y purifica.
Mientras no nos deshagamos del conflicto, que es lo que genera la división, no habrá manera de realizarse. Así cuando uno está más allá de la división, es cuando está realmente conectado con la vida.
Cuando uno tiene una avalancha de ira, de enojo, no hay manera de detenerla, ni por la introspección ni por nada. Solamente uno no tiene que huir de ese momento, de ese estado que nos resulta indeseable. Porque, al no huir se genera la unión con esa ira y entonces cesa y desaparece.
En el caso de que en una tormenta dentro del mar encrespado, uno piense cómo se salvará o lo vea como un monstruo, etc., eso no tiene ninguna importancia. Lo importante, es no huir del reto. Porque en toda huida, hay división y hay conflicto, lo que lo agrava todo.
Respecto al hábito de pensar, hay que aclarar que el pensamiento solamente tiene utilidad en el ámbito técnico y científico, en las tareas domésticas como cocinar o enseñarse un idioma, etc. Pero, en el ámbito psicológico y espiritual el pensamiento es un obstáculo y un impedimento.
Hay algo perturbador: hay infinitas posibilidades para decir que no sé, pero también hay infinitas posibilidades para decir, en un momento dado, yo sé. Y lo más perturbador todavía es que eso les pasa a todos, lo digan o lo escondan.
Por tanto, todo puede ser como no puede ser. Así que cada cual que haga lo que tenga que hacer.
El ego probablemente sea el primer síntoma de la locura de la especie humana. Y como todas las enfermedades, uno lo tiene que amar. Para así comprenderlo a todas horas.
Todas las prácticas espirituales son una especie de brujería consentida y blanqueada por la falsa piedad y la beatería.
Cuando uno está en trance, no hace falta escuchar. Porque solamente en ese estado sólo se puede amar.
El que sabe, sabe que todo es inconsistente, cambiante y sorprendente. Por tanto, el que hace algo que decía que no se podía hacer, el sorprendido es el que lo observa, no el que cambia y recambia pues el tiene sus necesidades fundamentales, ya sean biológicas o espirituales.
No se trata de decir o no decir. Una persona que ama, ¿por qué tiene que querer huir? Pues en la huida todo lo que llega es más de lo que se huye. No has visto que no se puede huir del ego, del "yo", es como querer deshacerse de la sombra que uno proyecta.
Si decimos que la vida es una enfermedad, es una tontería. Así mismo, si decimos que la vida es una maravilla deliciosa, también es otra tontería.
Hay que nadar a favor de la corriente, pero sabiendo que hay una corriente para salir.
¿El amor puede tener algún contrario? No. Porque el amor integra a lo que decimos que es lo contrario.
Si viviéramos mirando el infinito o la eternidad, comprenderíamos y entenderíamos lo que sucede.
No se trata de crecer, porque eso implica tiempo, un método, una práctica, etc.; y todo eso, se convierte en una trampa de la que nunca se sale. Se trata de ser sensible al dolor y al sufrimiento, a la belleza y la dicha del vivir. ¿Cómo llega esa sensibilidad necesaria para percibir dónde está lo negativo y descartarlo radicalmente? Uno tiene que verlo, descubrirlo por sí mismo.
Mejorar psicológica y espiritualmente no es posible. Pero, no es lo mismo cazar un pato para comer, que asesinar a cien.
La ausencia de pensamiento, quiere decir que éste puede ser mecánico y no mecánico. Porque el amor, que siempre es lo nuevo, todo lo abarca e integra.
Escritos y publicaciones 22-03-2012
Tus palabras denotan que tienes ya tu camino. Pero la vida no está hecha para ir ni por caminos ni por senderos, ni tan siquiera esto que te digo yo. Porque, si decimos y mostramos nuestro sendero parece como si quisiéramos obligar a que nos sigan. Y algo de lo más degradante que hay, es ser seguidor de alguien por sabio o santo que sea. Porque santo que respira no vale nada.
Para que la vida no sea un negocio, uno tiene que estar dispuesto a ser un mártir, dispuesto a que lo torturen y lo maten. Siendo con todo ello feliz, porque comprende y entiende que es de la única manera que no tendrá ni conflictos ni problemas con sus torturadores.
Ahora bien, ¿es eso posible o es otra idea o teoría? Solamente lo tenemos que descubrir nosotros, cada cual.
Ese mismo deseo de querer escuchar y ver como si fuera la primera vez, es un impedimento para que lo nuevo pueda suceder. Porque, lo nuevo es la ausencia de conflicto entre lo que queremos y lo que es, la realidad.
La guerra solamente la podemos ver dentro de nosotros y ver qué podemos hacer con ella. Pues la guerra es el conflicto interno en expansión en todos los ámbitos. El problema consiste en que hay personas que por su falta de sensibilidad, y las situaciones personales, no ven todo lo cruel y destructivo que es la guerra. Por lo que consideran la guerra, como algo necesario y justo para la defensa. Por lo que la guerra es cosa de cada uno.
¿Puede uno sentir amor sin estar en trance? Trance quiere decir que todo sale bien, sin ningún problema para hablar, escribir, cocinar, relacionarse con personas próximas o extrañas. Trance es estar más allá de todo. Y el amor también es estar más allá de todo lo aparente, lo oculto o lo manifiesto.
Ayer leí tu entrevista en el diario…
Y cuestiono eso que dices de que la violencia de unos es diferente a la de otros -que siempre son los que mandan-. La violencia no sale de la pared, siempre tiene un motivo, que nos puede gustar y convenir o no. Es muy superficial, culpar solamente al que ejecuta la violencia sin que el que la recibe no haga nada verdadero para que no prosiga la violencia. Por ejemplo, cuando los indignados, o cualquier otro grupo, protesta por las calles, etc., y la policía descarga su brutalidad, su crueldad y su violencia contra ellos, no solamente la culpa es de ellos, los policías. Pues antes están los corruptos políticos que dirigen y mandan a la policía. Y estos corruptos políticos son elegidos por los ciudadanos en las elecciones. Por tanto los que protestan, primero lo que tienen que hacer es no votar a esos políticos corruptos e inmorales. Y después, hacer lo que ellos creen que deberían hacer las autoridades que mandan. Y eso en todas las violencias, las que nos disgustan y las que nos gustan, como la guerra de Afganistán, con sus bombardeos contra las personas, sus casas, etc.
Por mucho que no queramos identificarnos con el cuerpo, pasar de él, eso no es posible. Porque el cuerpo tiene sus necesidades, que han de ser atendidas. De lo contrario todo se complica aún más.
Podemos ir más allá del cuerpo y sus requerimientos infinitos, pero atendiéndolo en lo básico para que funcione lo mejor posible, de la misma manera que lo haríamos con una máquina, un ordenador, un coche, etc.
Brian. Si quieres y puedes describir qué hay que hacer para que la vida no sea un negocio, hazlo. Gracias.
Cuando vemos que el que piensa es lo mismo que el pensamiento, es cuando vamos más allá del conflicto entre los opuestos, de la dualidad, entre el "yo" y el "tú", el "nosotros" y el "ellos".
Todo lo que digamos sobre si "El estado del ser es permanente, el cuerpo y el mundo no lo son", no nos sirve de consuelo pues la nada está ahí esperándonos.
Si el ser humano, en la actualidad, no se distrajera creando problemas y pretendiendo resolverlos, no sabría vivir, se aburriría y desesperaría. Porque de la necesidad ha pasado al juego y al entretenimiento, que es placer. Todas las revoluciones psicológicas y espirituales, consisten en informar sobre el absurdo de inventar los problemas y lo inadecuado de las soluciones a esos problemas.
La solución al dolor y a los problemas parece que es el desapego. Pero nos daremos cuenta que eso del desapego no es posible. ¿Qué hacer entonces? Ir más allá de los apegos.
Si Epicuro se hubiera conocido realmente cómo era, hubiera sabido de qué manera hubieran sido las respuestas de las personas. Pues el observador es lo observado.
Brian. Vives también en la ilusión cuando dices que estoy loco. Eso es una ilusión. Lo real y verdadero es decir: Estamos todos locos.
Sea lo que sea, lo cierto es que la división, que es conflicto, es lo que genera la guerra. Y el conflicto puede ser infinito, es decir con todo lo que es la vida.
Por tanto, ¿cómo me desharé de ese conflicto? Solamente, viendo todo el peligro y el veneno que es el conflicto y sus resultados, que si lo tomo va mi vida en ello, que puedo ir más allá de esa división y lo que provoca que es la guerra.
Hay que tener presente, que los que ahora nos creemos muy pacíficos, contrarios a la guerra, si ese monstruoso reto que es la guerra nos toca de lleno habría que ver qué sucedería con esa no-violencia y no a la guerra. Por tanto, uno tiene que atenerse a lo que tiene entre manos: sus divisiones y sus conflictos más o menos domésticos.
Lo nuevo solamente puede ser cuando no hay división interna entre el observador y lo observado. Si tú al leer este escrito, entra algo ajeno que se interpone en lo que estás leyendo, la maravilla de lo nuevo no puede ser. Y es en esta observación total, sin interrupción alguna por nada, donde florece el amor. O sea, que lo nuevo y el amor, es lo mismo.
Ahora bien, también puede que llegue algo que es ajeno a lo que estamos haciendo, como puede ser el oír una música del vecindario, oír algún ruido o hablar a alguien, etc., y entonces todo eso que se inmiscuye con lo que estamos haciendo queda absorbido en la atención con lo que estamos haciendo. Y eso sólo es posible cuando no hay ni resistencia ni conflicto con lo que nos llega, ya sea que nos guste o nos disguste. Así, de esta manera, la observación con atención profunda lo abarca todo. Y este estado de atención profunda es la meditación. Que es ver sin elección alguna, todos los procesos de la mente.
Siempre es el mismo problema, Tulku: todos tenemos un camino, ya sea grande o pequeñito. Al igual que todos tenemos "yo", violencia, etc., que es una forma de corrupción e inmoralidad.
Lo que pasa es que algunos todo eso -el ego, el "yo", la inmoralidad, etc.- lo tenemos más acusado.
"No se puede hacer nada con el sufrimiento", sí eso es verdad, Chaitanya. Pero, podemos ir más allá del sufrimiento. ¿Cómo podemos ir más allá de eso tan extraordinario que es el sufrimiento, el dolor? Si vemos el dolor sin huir de él, entonces uno puede tener un contacto directo con él, con el sufrimiento. Y de esta manera ir más allá del sufrimiento y el dolor. Ya sea el sufrimiento que provoca la pérdida de alguien querido, el cambio de edad, una enfermedad del cuerpo, cualquier evento que la vida nos da, etc.
Escritos y publicaciones 23-03-2012
Cuando vemos que la atención y la inatención están dentro del ámbito de la corriente que es la vida. Entonces, la división entre estar atento o inatento, cesa y desparece. Y de esas manera, es cuando estamos verdaderamente atentos.
La enseñanza de Jiddu Krishnamurti, parecen muy sencillas, pero a veces no lo son. El problema de la relación, es que uno tiene que estar en comunión, la total unión con lo que vemos u observamos, ya sea una persona, la naturaleza, o un objeto cualquiera.
Estar en comunión no quiere decir que uno está de acuerdo con lo que dice el otro. Incluso estando de acuerdo en un momento dado, al instante siguiente puede decir y hacer todo lo contrario.
Por eso, parecemos contradictorios -que en realidad lo somos-. Pero esta contradicción es precisa para no entrar en conflicto con la raíz de nuestro ser, que son los impulsos que no podemos controlar.
Cierta vez, JK estaba presenciando un combate de boxeo por TV y todos los que estaban con él empezaron a gritar dándole ánimos a un contendiente, a lo JK se unió voceando y alentando para que golpeara fuerte ese mismo boxeador.
Al día siguiente un devoto seguidor de JK, le echó en cara su comportamiento inhumano y cruel, etc. A lo que JK le respondió, que porqué tenían una imagen de él. Si él no era el de la imagen.
Esa es la solución: no identificarse con nada.
En la ausencia del "yo", no hay problemas ni conflictos que nos molestan, ni parloteos de la mente.
La verdadera relación, que incluye la comprensión, es amor. Y el amor se tiene o no se tiene. Aunque eso no quiere decir, que sea preciso comprender a los demás, pues el amor está más allá de la comprensión, de los antagonismos, de las diferencias culturales o raciales, como políticas o religiosas.
Cuando digo “camino o sendero” me refiero al del gurú, al maestro, al líder espiritual o político, al que quiere escribir, al método o la práctica ya sea espiritual o del gimnasio, al que quiere casarse, estudiar una carrera, fundar un ashram con toda su esclavitud, el que quiere vivir solo en el campo o se dedica a viajar por todo el mundo, etc. Todos por insignificantes que sean tenemos nuestro camino, ya seamos conscientes o no de ello.
Y el sendero es como el "yo": todos lo tenemos. Y, ¿qué hemos de hacer con el "yo" que inventa los senderos y los caminos, etc.? Verlo, comprenderlo e ir más allá de él. No podemos salir del ámbito del "yo", pero sí trascenderlo.
Pero el resultado de no elegir, es la aceptación de la realidad, lo que es. Y todo eso es la tierra donde nace el amor. Hagamos lo que hagamos lo que nos tiene que interesar es lo que queda, el resultado. Si el resultado es que permanecemos en conflicto, entonces nada tiene sentido. ¿Lo ves? Por eso cuando hacemos algo con amor, lo que hagamos será lo adecuado, lo correcto.
Todo eso que dices está muy bien, Shw: que todo el universo está vacío. Pero eso no nos exime que vivamos en esta tierra encantadora, donde se muere de hambre, donde hay tanta crueldad, violencia y guerra. Por lo que, nosotros también somos responsables de toda esa estúpida manera de vivir donde todo lo bonito y maravilloso se puede convertir en una mirada fea e inhumana.
Pero Libiana, es muy fácil: cuando se dice que uno no elige la acción que va hacer, descarta el "yo". Y si no hay "yo", ¿quién elige la acción de lo que se tiene que hacer? Por supuesto, tú, y tú "yo", si has descartado el “yo”, no elige. ¿Quién elige entonces? Los cristianos dirían el Espíritu Santo, los musulmanes dirían que es Alá, los hindúes dirían que es Brahma, los judíos Jehová, etc.
Y los que no pertenecen a ninguna religión organizada, dicen que el que actúa, cuando no hay "yo" que opere, es la nada, el vacío, el orden, la verdad, lo que está más allá de las palabras, lo eterno, la totalidad, etc.
Para que la respuesta sea la esencia del saber, tenemos que ir más allá de todo lo que hemos sido, todo el pasado, para estar más allá del "yo". Y éste no pueda operar con sus inventos, con respecto al futuro o con el aferrarse al pasado.
El hombre no tiene un lugar donde reclinar su cabeza.
Es porque vivimos en conflicto -que es una impureza- que todo lo que generamos lo transformamos en corrupción e inmoralidad. Es decir, los hombres somos impuros. Pero, un lo tiene que ver, si puede ir más allá de es impureza. Yo digo que sí que se puede: descartando la división y el conflicto interno.
Hay que decir que somos muy amados. Es cierto, de lo contrario lo pasaríamos aún peor. Pero, no has que ver que también tenemos la parte de sufrimiento y dolor.
Todos participamos del bien y del mal. Primero, hay que reconocerlo y entenderlo. Y luego, esa misma comprensión nos llevará a ir más allá de la dualidad de la bondad y la arrogancia.
La mente humana sí que puede ir más allá de todo lo conocido, ya sea de dolor o de placer. Lo que no podemos saber es qué llegará cuando vamos más allá.
He leído tu entrevista en el diario… de 23-3-12.
Y te pregunto: Para qué os sirve ser tan triunfadores, si no podéis vivir sin estar armados hasta los dientes, con muros inmorales y crueles; si no podéis vivir si no es estando siempre en estado de guerra; si no podéis vivir sin la ayuda de EEUU y Europa, que lo hacen para que seáis el gendarme de la región para vigilar a los árabes. El progreso no solamente es material, sino que se tiene que fundamentar en una buena relación con las personas con quien convivimos.
No te has preguntado por qué tienes tantos problemas con tus vecinos. ¿O es qué crees que sólo tus vecinos son los malos y tus enemigos?
El problema es que estáis divididos de los demás y por eso veis en todos posibles enemigos. Ahora bien, para no estar dividido uno tiene que renunciar a su nacionalismo, a su raza, a su religión, a su pequeña cultura particular que se enfrenta a otra cultura y al resto del mundo.
Tú país sin la ayuda en todos los ámbitos de EEUU y de Europa, no sería nada, tal vez no existiría. Pero estar defendido por el jefe, trae malas consecuencias. Pues los jefes son los que más odio generan. Y si uno es amigo del jefe, ya sabes lo que le puede ocurrir: todos le odian, tanto por ser amigo del jefe, como por atraer toda la ira que a un mandón no se le pueda dar y la recibe el segundón, el apadrinado.
Por tanto, ¿puedes descartar tu nacionalismo, tu religión, tu cultura, todo lo que te divide de los demás? Porque si no puedes, de qué te sirve ser tan astuto e inventivo, si no tienes paz ni sensibilidad al dolor de los demás.
La paradoja es que tus abuelos sufrieron de la misma manera que vosotros hacéis sufrir a vuestros vecinos. Pero la sensibilidad tiene un enemigo: la riqueza y el poder.
En cuanto que Abraham hablaba con dios, etc., y que los judíos también hablan con dios, todo eso es una ilusión. Porque, el que dice que habla con dios no se da cuenta que es él mismo el que inventa a su dios. Porque, el pensador y el pensamiento son la misma cosa, el observador y lo que se observa es lo mismo. Porque todo está unido. Y cuando decimos: yo soy diferente de tú, nos estamos dividiendo, estamos generando conflicto y de ahí la violencia y la guerra.
Muchas gracias por sus cuidadas palabras. Lo que no es muy corriente, debido entre otras cosas a la velocidad a la cual nos hemos entregado, que no es más que una falta de sensibilidad.
Escritos y publicaciones 23-03-2012
Cuando vemos que la atención y la inatención están dentro del ámbito de la corriente que es la vida. Entonces, la división entre estar atento o inatento, cesa y desparece. Y de esa manera, es cuando estamos verdaderamente atentos.
Las enseñanzas de Jiddu Krishnamurti, parecen muy sencillas, pero a veces no lo son. El problema de la relación, es que uno tiene que estar en comunión, la total unión con lo que vemos u observamos, ya sea una persona, la naturaleza, o un objeto cualquiera.
Estar en comunión no quiere decir que uno está de acuerdo con lo que dice el otro. Incluso estando de acuerdo en un momento dado, al instante siguiente puede decir y hacer todo lo contrario.
Por eso, parecemos contradictorios -que en realidad lo somos-. Pero esta contradicción es precisa para no entrar en conflicto con la raíz de nuestro ser, que son los impulsos que no podemos controlar.
Cierta vez, JK estaba presenciando un combate de boxeo por TV y todos los que estaban con él empezaron a gritar dándole ánimos a un contendiente, a lo JK se unió voceando y alentando para que golpeara fuerte ese mismo boxeador.
Al día siguiente un devoto seguidor de JK, le echó en cara su comportamiento inhumano y cruel, etc. A lo que JK le respondió, que por qué tenían una imagen de él. Si él no era el de la imagen.
Esa es la solución: no identificarse con nada.
En la ausencia del "yo", no hay problemas ni conflictos que nos molestan, ni parloteos de la mente.
La verdadera relación, que incluye la comprensión, es amor. Y el amor se tiene o no se tiene. Aunque eso no quiere decir, que sea preciso comprender a los demás, pues el amor está más allá de la comprensión, de los antagonismos, de las diferencias culturales o raciales, como políticas o religiosas.
Cuando digo “camino o sendero” me refiero al del gurú, al maestro, al líder espiritual o político, al que quiere escribir, al método o la práctica ya sea espiritual o del gimnasio, al que quiere casarse, estudiar una carrera, fundar un ashram con toda su esclavitud, el que quiere vivir solo en el campo o se dedica a viajar por todo el mundo, etc. Todos por insignificantes que sean tenemos nuestro camino, ya seamos conscientes o no de ello.
Y el sendero es como el "yo": todos lo tenemos. Y, ¿qué hemos de hacer con el "yo" que inventa los senderos y los caminos, etc.? Verlo, comprenderlo e ir más allá de él. No podemos salir del ámbito del "yo", pero sí trascenderlo.
Pero el resultado de no elegir, es la aceptación de la realidad, lo que es. Y todo eso es la tierra donde nace el amor. Hagamos lo que hagamos lo que nos tiene que interesar es lo que queda, el resultado. Si el resultado es que permanecemos en conflicto, entonces nada tiene sentido. ¿Lo ves? Por eso cuando hacemos algo con amor, lo que hagamos será lo adecuado, lo correcto.
Todo eso que dices está muy bien, Shw: que todo el universo está vacío. Pero eso no nos exime el que vivamos en esta tierra encantadora, donde se muere de hambre, donde hay tanta crueldad, violencia y guerra. Por lo que, nosotros también somos responsables de toda esa estúpida manera de vivir donde todo lo bonito y maravilloso se puede convertir en una mirada fea e inhumana.
Pero Libiana, es muy fácil: cuando se dice que uno no elige la acción que va hacer, descarta el "yo". Y si no hay "yo", ¿quién elige la acción de lo que se tiene que hacer? Por supuesto, tú, y tú "yo", si has descartado el “yo”, no elige. ¿Quién elige entonces? Los cristianos dirían el Espíritu Santo, los musulmanes dirían que es Alá, los hindúes dirían que es Brahma, los judíos Jehová, etc.
Y los que no pertenecen a ninguna religión organizada, dicen que el que actúa, cuando no hay "yo" que opere, es la nada, el vacío, el orden, la verdad, lo que está más allá de las palabras, lo eterno, la totalidad, etc.
Para que la respuesta sea la esencia del saber, tenemos que ir más allá de todo lo que hemos sido, todo el pasado, para estar más allá del "yo". Y éste no pueda operar con sus inventos, con respecto al futuro o con el aferrarse al pasado.
El hombre no tiene un lugar donde reclinar su cabeza.
Es porque vivimos en conflicto -que es una impureza- que todo lo que generamos lo transformamos en corrupción e inmoralidad. Es decir, los hombres somos impuros. Pero, un lo
tiene que ver, si puede ir más allá de es impureza. Yo digo que sí que se puede: descartando la división y el conflicto interno.
Hay que decir que somos muy amados. Es cierto, de lo contrario lo pasaríamos aún peor. Pero, no has que ver que también tenemos la parte de sufrimiento y dolor.
Todos participamos del bien y del mal. Primero, hay que reconocerlo y entenderlo. Y luego, esa misma comprensión nos llevará a ir más allá de la dualidad de la bondad y la arrogancia.
La mente humana sí que puede ir más allá de todo lo conocido, ya sea de dolor o de placer. Lo que no podemos saber es qué llegará cuando vamos más allá.
He leído tu entrevista en el diario… de 23-3-12.
Y te pregunto: Para qué os sirve ser tan triunfadores, si no podéis vivir sin estar armados hasta los dientes, con muros inmorales y crueles; si no podéis vivir si no es estando siempre en estado de guerra; si no podéis vivir sin la ayuda de EEUU y Europa, que lo hacen para que seáis el gendarme de la región para vigilar a los árabes. El progreso no solamente es material, sino que se tiene que fundamentar en una buena relación con las personas con quien convivimos.
No te has preguntado por qué tienes tantos problemas con tus vecinos. ¿O es qué crees que sólo tus vecinos son los malos y tus enemigos?
El problema es que estáis divididos de los demás y por eso veis en todos posibles enemigos. Ahora bien, para no estar dividido uno tiene que renunciar a su nacionalismo, a su raza, a su religión, a su pequeña cultura particular que se enfrenta a otra cultura y al resto del mundo.
Tú país sin la ayuda en todos los ámbitos de EEUU y de Europa, no sería nada, tal vez no existiría. Pero estar defendido por el jefe, trae malas consecuencias. Pues los jefes son los que más odio generan. Y si uno es amigo del jefe, ya sabes lo que le puede ocurrir: todos le odian, tanto por ser amigo del jefe, como por atraer toda la ira que a un mandón no se le pueda dar y la recibe el segundón, el apadrinado.
Por tanto, ¿puedes descartar tu nacionalismo, tu religión, tu cultura, todo lo que te divide de los demás? Porque si no puedes, de qué te sirve ser tan astuto e inventivo, si no tienes paz ni sensibilidad al dolor de los demás.
La paradoja es que tus abuelos sufrieron de la misma manera que vosotros hacéis sufrir a vuestros vecinos. Pero la sensibilidad tiene un enemigo: la riqueza y el poder.
En cuanto que Abraham hablaba con dios, etc., y que los judíos también hablan con dios, todo eso es una ilusión. Porque, el que dice que habla con dios no se da cuenta que es él mismo el que inventa a su dios. Porque, el pensador y el pensamiento son la misma cosa, el observador y lo que se observa es lo mismo. Porque todo está unido. Y cuando decimos: yo soy diferente de tú, nos estamos dividiendo, estamos generando conflicto y de ahí la violencia y la guerra.
Muchas gracias por sus cuidadas palabras. Lo que no es muy corriente, debido entre otras cosas a la velocidad a la cual nos hemos entregado, que no es más que una falta de sensibilidad.
Escritos y publicaciones 25-03-2012
Pregunta: Con permiso, Toni, el hombre lleva siglos atribuyendo todas las penurias de su existencia a eso que llamamos "yo", y parece haber llegado a la conclusión que si lo elimina opera (eso que tú llamas) la nada, el vacío, el orden, etc. ¿En realidad piensas que esto funciona así?
Respuesta: Mientras no lo vivamos no podemos saber si algo puede ser o no. Eso es incuestionable. Entonces tu problema es que no lo sabes y preguntas si eso puede ser posible. El hecho que preguntemos quiere decir que tenemos un “yo” que dice que no sabe. Porque uno no sabe en relación con alguien que dice o dicen que sabe. Entonces, si permaneces sin preguntar para que te respondan a tu pregunta de si es posible una acción sin el “yo”, donde aparece el vacío, el orden, la nada, tal vez llegues a descubrirlo.
Ahora bien, ¿por qué uno no lo ve? No lo vemos porque hemos sido condicionados por el ambiente y la cultura donde hemos nacido y crecido, donde vivimos. Por tanto, el mismo hecho de ver todo ese condicionamiento como el impedimento que es para que el “yo” llegue a su fin, es el que hace que uno vaya más allá del condicionamiento y de toda la trama del “yo”.
Tal vez, el “yo” no puede desaparecer para siempre, porque nuestra mente que parece individual no lo es. Nuestra mente -que parece personal- es en realidad toda la mente global. Y mientras el paradigma de división y conflicto, que genera al “yo”, no cambie seguiremos participando de todo eso. Por eso, cuando estamos inatentos a lo que pasa, a lo que hacemos, es cuando vuelve a aparecer el “yo” con su confusión y su conflicto. Por eso, cuando me doy cuenta que estoy inatento -en desorden, dividido, en conflicto- es cuando vuelvo a estar atento.
Libania, ¿puedes verlo? Pues, si lo ves la dicha estará en ti.
La verdad, puede parecernos y ser cruel. Por tanto, esa crueldad nos puede hacer daño. Y las consecuencias de ese daño, suelen ser agresividad, malas maneras, crueldad, etc. Es posible, cuando uno ve algo que nos hace daño descartarlo radicalmente. O ver si esa posibilidad es posible. De lo contrario, el desorden y sus resultados, desagradable y crueles, seguirán o irán en aumento.
Me pregunto: ¿por qué este foro dedicado a Jiddu Krishnamurti, tiene que añadirse "y la crisis mundial"? Pues las enseñanzas de JK sirven para todos los momentos de la vida, haya crisis o no. Y esto es así, porque la vida en realidad es una crisis continuada, que se sucede a sí misma.
Por tanto, ¿no creen que el nombre de "y la crisis mundial" lo puede complicar todo más. Pues, según parece ser el problema con Tulku es que es budista. Bueno y qué si lo es. Toda la enseñanza de JK es una copia de lo que dijo Buda, adaptada al lenguaje del momento en que vivió, un lenguaje cosmopolita y moderno para que todo el mundo lo pudiera comprender con facilidad.
Por tanto, en un grupo de JK, caben todos los que quieren hablar sobre la verdad y su búsqueda, sea de la religión que sea o de las peculiaridades espirituales que sean.
Cuando el "yo" desaparece, lo que se hace es el orden donde no hay una dirección intencionada.
No he dicho que JK, tomó las enseñanzas del budismo. He dicho que lo que decía JK es lo que decía Buda.
Vamos a intentar aclararlo de una vez. Lutero todo lo que decía era lo que dijo Jesucristo, porque nació y se educó en un país, región o lugar cristiano. Luego lo que dijo Lutrero no era el cristianismo-católico, etc., pero todo lo que decía estaba enraizado con las palabras de Jesús de Nazareth. Pues a JK, le pasó lo mismo, nació en un país donde las ideas religiosas de su familia eran la de los antiguos bramanes, los Vedas, los Upanishads, etc., que es donde bebió y comió Buda. Por tanto, la cultura base de JK, fue la misma que la de Buda. Pero, el mérito de JK fue adaptarla de manera que fuera aceptable para el siglo XX. Aunque en el fondo todo lo que decía JK era antiquísimo. Porque la verdad, las verdades son eternas.
Quiero insistir en que el nombre del foro "Krishnamurti y la crisis mundial" es un nombre que genera confusión. Pues, si nos fijamos nos daremos cuenta que gran parte de los comentarios desde el principio tienen una connotación política con todos los problemas, de mundanalidad-temporalidad, que ello implica.
Las enseñanzas de JK, aunque pueden tocar la política, sus crisis, etc., tiene que ir más allá de esta visión política. Pues, uno siempre tiene que ir más allá de todo lo que nos llega, de todo lo que genera el pensamiento, si es que quiere vivir al margen de la corrupción y la inmoralidad. Y la verdad es vivir una vida ausenta de conflicto.
Cuando uno se identifica con sus amigos, parientes y familiares, viene el grupo, luego el clan, y al final se convierte en una mafia.
Pero todo eso nos divide, nos pone enfrentados con los que no son de los "nuestros". Y esa manera de vivir, con tanta insensibilidad y egoísmo, es la que ha generado esta sociedad tan corrupta y cruel. Podrán decir que se agrupan y juntan para hacer el bien, para ser más fuertes
en una empresa o negocio, etc., pero el resultado es el mismo: el desinterés y la indolencia con los que no son de nuestro clan, lo que nos hace brutales y crueles.
No hay gurú ni maestro, sólo una coincidencia entre dos personas que se entienden, Si no se entendieran, no pasaría nada. Y entonces la relación entre el gurú, el maestro, y otra persona no existiría.
Tus palabras son bonitas al decir que dios nos protege, etc., pero al final todos pasaremos por los inconvenientes de los dolores físicos a que hubiera lugar por el deterioro y la desintegración.
El calmado, el inteligente, es indiferente a ganar o perder. Por lo que no hay suspicacia a la posible reacción de los perdedores.
Los corazones conectados es una ¿suposición o una certeza? La vida, y la sociedad que hemos construido entre todos, nos demuestran que los corazones, no están conectados. O todo lo conectados que deberían estar para cambiar este paradigma de separación y conflicto.
Cuando uno tiene un objetivo, eso que quiere le genera deseo. Y el deseo es el origen de todos nuestros males. Incluso el mismo deseo de no tener deseos, nos genera ese deseo que nos lleva a la confusión. Por tanto, viendo y comprendiendo que todo deseo es un peligro, un veneno mortal, cesa y desaparece.
Volvemos otra vez al deseo. El mismo deseo de ayudar y salvar a los demás de las miserias y necesidades humanas, nos deja en la misma miseria a todos. Pues, el deseo es lo que genera todas nuestras miserias. La salvación de los demás, pasa por un mismo. Si uno no está libre de miseria -división y conflicto, crueldad y brutalidad, insensibilidad e indolencia-, nada más podrá dar a los demás eso mismo que uno tiene, Por lo que todo se convierte en un sinsentido, un círculo cerrado en el que todo el paradigma de miseria y lo que la provoca se autoalimenta.
¿Puede una sola mente cambiar el viejo, y el actual, paradigma de indiferencia por lo que sucede a los demás? Y ¿puede uno liberarse del viejo paradigma de insensibilidad e indolencia hacia los demás, sin que le afecte el comportamiento de los demás que no lo han hecho, ni se han liberado?
El amor, Libania, es lo más peligroso con lo que podemos encontrarnos, pero aun así hemos de vivir con él. También podríamos decir, que la vida es lo más peligroso que hay, pero hemos de vivirla. Así que cuando uno decide vivir de una manera que requiere un gran peligro, como tomar drogas, encabezar revueltas y revoluciones convencionales -no las psicológicas e internas-, etc., se expone a perderlo todo, incluso ir a prisión o la vida.
Pero, la pregunta es: ¿Una persona que aun viendo lo que le puede venir, por su comportamiento, decide llegar hasta el final, puede vivir y estar siempre más allá de las consecuencias de sus actos, sean las que sean? Porque si no es así, entonces nada tiene sentido y todo se convierte en una trampa de dolor y sufrimiento.
Escritos y publicaciones 27-03-2012
He leído tu escrito de hoy en el diario.., “Crear esclavitud”.
Gracias por tus palabras y la voluntad de ayudar para que los más desafortunados no lo sean más.
Si viviéramos en amor, ¿haríamos algún daño? Sí, pero el amor es tan desconcertante y total, que no lo veríamos como daño.
“Todo lo que uno da a los demás, uno se da a sí mismo”.
Si uno da su vida por los demás, ¿se la da a sí mismo? Puede perderla. Y lo que venga después no sabemos lo que será.
Nosotros no podemos comprender todo. Porque somos una parte del todo. Es decir, la mente conceptual y superficial no puede ir a lo que está más allá de ella.
A Jiddu Krishnamurti, ni a nadie se le puede comprender. Solamente te has de comprender tú, para comprender a los demás.
He leído tu escrito-columna de ayer, “Creatividad y educación”, 25-3-12.
El cambio no es preciso solamente en épocas de crisis. El cambio es continuado de instante a instante. Por eso, para que llegue lo nuevo uno tiene que morir a lo viejo y repetitivo. Y, esta manera de encarar la realidad, el establishment solamente la quiere cuando va a su favor. Por lo que, ese paradigma, como todo, es usado para negociar y sacar beneficios en todos los ámbitos.
Por eso todos los ismos son divisivos, ya sea el feminismo, el machismo, etc. Y todos estos ismos: comunismo, cristianismo, socialismo, budismo o hinduismo, capitalismo, es el sueño en el que estamos dormidos. ¿Por qué no despertamos de ese sueño embriagador que nos embota las mentes? Porque vamos detrás del placer, que es la seguridad y lo repetitivo. Pero ese sueño es ignorancia, porque ese placer es también dolor. Para que no haya dolor no ha de haber placer. Así que, todo lo que genera placer, que es a lo que estamos aferrados, lo hemos de ver como un animal salvaje que puede destrozarnos, para que podamos ir más allá de todo a lo que estamos atascados y atrapados. Mientras no veamos que nuestras vidas corren un gran y grave peligro, no tendremos la energía necesaria para poder descartar radicalmente ese sueño narcotizante que tanto placer nos proporciona.
En el ámbito espiritual y psicológico la práctica, también es una ilusión. Porque, ¿puede alguien practicar para hacerse una persona que tiene amor? ¿Comprenden la pregunta? Si tú me pides algo que necesitas, ¿no tendré que dártelo en ese momento? ¿Qué sentido tiene decir: ahora no puedo darte lo que me pides, dame un tiempo, unos días, unas semanas, meses, o años, para que practique cómo amar, y así podré ayudarte? Por eso, el amor es siempre en el ahora, es como un rayo y el trueno a la vez.
La práctica solamente es adecuada en el ámbito científico-técnico, en las tareas domésticas, etc. Pues uno necesita tiempo para enseñarse un idioma, saber cocinar, manejar un ordenador, montar un motor. Pero en el ámbito religioso-espiritual-psicológico, el amor tiene que ser siempre como es el firmamento con sus estrellas, la luna, el sol.
Las creencias no nos pueden solucionar los problemas. ¿Las creencias qué son en realidad? Yo creo que soy muy inteligente, buena persona, creo que mi religión es la mejor, creo que un grupo o partido político va a solucionar los problemas? Pero esas creencias no van a solucionar los problemas, porque se enfrentan a las creencias de los otros que también dicen lo mismo. Por tanto, la creencia siempre es del pasado, siempre está sustentada por otra creencia que hace de referencia para contrastarla y afirmarla. Lo que quiere decir que todo es una ilusión.
Cuando actuamos con toda nuestra energía, con todo nuestro ser, solamente hay acción, Y esta acción está mas allá de lo que nosotros podamos creer.
¿Dónde hay una afirmación categórica puede haber amor? ¿Puede haber amor si yo digo que esto que escribo es incuestionable, que es lo perfecto, lo adecuado, lo más sublime y bueno para toda la humanidad y la vida?
El amor es como el infinito, es el infinito: cualquier cosa que digamos o hagamos, puede tener infinitas posibilidades de ser afirmada o negada. Por tanto, el amor siempre está más allá de toda idea, concepto o valoración. Pues el amor es de instante a instante, donde todo cambia. Y esto es así, porque todo se genera dentro de nosotros. Y según cada cual lo ve de una manera diferente.
Por tanto, cada cual tiene que descubrir qué es el amor; y qué es lo que se antepone para que pueda ser.
Creo que se ha hecho un problema donde no lo tendría que haber.
Si a uno no le conviene una persona, nada más tiene que dejar de ir donde ella está. La pregunta es: ¿por qué si uno no quiere saber nada de una persona va a su casa y se relaciona con ella? Es decir, todo eso de las malas relaciones y sus consecuencias es la miseria humana.
Y para eso está este grupo: para tratar de la miseria humana. ¿Dónde va un doctor-médico si no es a donde está el enfermo?
La brecha entre la idea y la acción, es la huida de lo que es, de la realidad. Es decir de la muerte. Pues morir, es ir a lo desconocido. Pero tememos a lo desconocido, que siempre es lo nuevo. Y ese temor es el que hace que nos dividamos y nos pongamos en conflicto con nuestro reto, ya sea renunciar a algo insignificante o valioso. Pero sin un morir a eso conocido, que es mi nacionalismo, mi religión, mis prejuicios, mi “yo”, la vida no tiene sentido ni significado alguno, pues todo será una repetición de lo viejo y conocido: la división, el conflicto, el enfrentamiento, la violencia.
Pero, si uno es capaz de desentrañar e ir más allá de su miseria humana, no tendrá conflictos con las personas, sino una buena relación. Y si uno no está libre de conflicto, entonces el ir arriba y abajo haciendo servicios sociales, actividad política sublime o espectacular, etc., no tiene ningún sentido.
Cuando uno va a hacer un trámite ante un notario o abogado, tiene que atenerse a lo que se dice y se escribe en el papel, de lo contrario habría toda clase de problemas. Pero, en el ámbito psicológico, en las relaciones cotidianas, todos decimos cosas que son contradictorias y parecen absurdas. Pongamos que uno le dice a otra persona que le interesa hacer algo en común con ella, pero descubre a los pocos días que esa persona tiene algo que no es de fiar. Entonces, prescinde de ella y ya está. La persona que ha sido descartada, podrá decir que eso es no tener palabra, ser contradictorio, etc. Pero, eso no tiene ningún valor verdadero alguno.
La realidad toda, es inabarcable. Y nosotros no podemos tener ideas y teorías con respecto a nada, de lo contrario seremos incompletos, divididos y en conflicto.
La nada quiere decir que uno no tiene ni país ni religión ni opción política, ni ideas, etc., que es todo fruto del "yo". Pero, la nada es vivir con todo eso, y pasar por todo eso, yendo más allá de todo eso, quedándose vacío, en la nada.
La paz ha de ser interna. Pero sólo con decirlo eso no va a llegar. ¿Qué hacer para que la paz esté dentro de nosotros? Pues, esa paz se manifestará en todo lo que hagamos y afectará a la mente global.
Así que la paz, no tiene que ser el resultado de un esfuerzo. Pues todo esfuerzo, que hace que se incremente el deseo de conseguir, nos hace brutales y crueles. Por tanto, cuando comprendemos que la paz llega cuando ha florecido la sensibilidad, la educación para vivir en este mundo caótico, es cuando nos convertimos en pacíficos. Y, ¿una persona pacífica puede tener actos corruptos e inmorales? Esa comprensión, de que la vida para que llegue la paz, ha de ser vivida con total ausencia del "yo", que es la corrupción en acción, es la que nos quita la angustia, el estrés y los deseos que nos generan inmoralidad.
Escritos y publicaciones 29-03-2012
“Cuando usted ve por primera vez, una gran risa surge en ti: la risa de toda la ridiculez de su miseria, la risa de toda la locura de sus problemas, la risa sobre lo absurdo de todo su sufrimiento".
Sí, eso es cierto. Pero uno, tiene que ir más allá de todo eso. Y eso puede ser, cuando vemos todo como una unidad, que no tiene principio ni fin; cuando vemos que no podemos llegar ni ver las causas de todo eso.
Cuando uno pide y ora, consigue es que pide. Por tanto, eso que llega siempre es lo viejo y conocido. Para que venga lo nuevo, uno tiene que vaciarse de todo deseo de seguridad -toda petición es búsqueda de seguridad-, que ya sea convertido en una proyección. Por es, es que el deseo, por bien intencionado que esté, siempre causa daño. Los cristianos dicen: niégate a ti mismo y te salvarás. Pues eso, uno se tiene que negar todo deseo, para que llegue lo nuevo. Porque, ¿quién sabe lo que necesitamos?
He visto algunos videos iguales o parecidos a este y las respuestas también son las mismas. ¿Puede ser qué los entrevistadores, el ambiente de la entrevista -operadores de cámaras, técnicos de sonido, director, etc.- condicionen a los niños tan sugestionables y les hagan decir lo que no sienten?
Cuando uno dice que sabe, es que no sabe. Porque para saber hay que saberlo todo. Y saberlo todo la mente humana no lo puede saber. Solamente podemos decir: sólo sé que no sé todo, que no sé nada.
Si decimos que no hay libertad, el libre albedrío, entonces todo es una fatalidad. Y ahí se acaba todo. Cuando sabemos que uno puede decir no; o puede decir sí.
Lo que tiene sentido es lo que nos libera; lo que nos libera del dolor y el sufrimiento. Y liberarse del dolor y el sufrimiento, quiere decir que nada de lo que ocurre u ocurra va a ser algo que no podamos ir más allá de ello. Es decir podemos perder algo que consideramos muy valioso, podemos tener una enfermedad, salirnos todo torcido, pero siempre uno puede estar más allá de todas esas situaciones.
Todos los deseos son iguales de nocivos y peligrosos, ya sea el de posesiones materiales, como el de espirituales con sus libros y superstición, como por hacer buenas obras sociales. Pues el deseo de todo eso, tiene que cesar. Y sólo quedar el vivir adecuadamente, que es lo que es la iluminación.
Al margen de los motivos que se ha aducido para la expulsión de Tulku, porque no nos preguntamos: ¿Por qué si Tulku era tan dañino y malo para el foro, tenía tanta audiencia? Y, si nadie le hubiera hecho caso, al no contestarle sus comentarios, él solo se hubiera dado cuenta de que era un error publicar en el grupo de Jiddu Krishnamurti.
El sentido común, es el actual paradigma que tenemos y toleramos para poder sobrevivir, aunque este tenga animalidad.
¿Por qué te molesta tanto la palabra religión? Sabes, Wim, que JK decía que en todo esto que hacemos al final tiene que acabar en la religión. Porque la religión -no organizada- es una manera de vivir en libertad, en meditación en cada instante viendo todo el proceso del pensamiento y la mente.
Volvamos a la pregunta, Rain: ¿Si uno es tan malo -como dicen que es Tulku- por qué tantas personas lo leían y le hacían caso? ¿Podría ser que hubiera muchos celos, por lo original y la abundancia de energía que tenía, y como era ingobernable la mayoría lo quería humillar y por eso estuvieron de acuerdo con su expulsión? Cuando lo fácil hubiera sido dejarlo en paz y no hacerle ningún caso y así hubiera cesado en sus actitudes.
Vamos a ver si entendemos de una vez esa cuestión de la libertad. Una persona la encierran en la cárcel para varios años. ¿Puede ser libre encerrada en la cárcel? Pues, sí que puede ser libre, como si estuviera viviendo en su casa.
Ahora te reto, Vanesa, para que prosigas tú y así ver de verdad que entiendes tú por libertad.
En cuanto al libre albedrío, existe cuando tú eres capaz de cuestionar lo que yo digo. O cuestionar a los crueles, a los ricos y despilfarradores, a los que todo lo quieren arreglar y solucionar con violencia y guerra. ¿Me equivoco, o nos estamos comunicando? Recuerda que para que dos personas se puedan comunicar han de mirar en la misma dirección.
El mismo hecho de ver y comprender que este mundo no se puede cambiar, es algo que te libera del conflicto de querer cambiarlo y no poderse hacer. Por tanto, si tú vives sin conflicto entonces tú ya has hecho la revolución, que es vivir no generando más confusión y más desorden. Primero que nada hemos de ver cómo funciona la vida; y ver también, de qué manera funciona nuestro pensamiento. Si llegamos hasta ahí, veremos que lo que nosotros queremos puede que sea una ilusión. Y si vemos lo que es falso y lo descartamos lo que queda es lo verdadero, la realidad nos guste o no.
¿Por qué hay entre la observación del reto y su respuesta un fragmento de tiempo donde provoca la inatención? Es esta inatención la que genera el parloteo mental. Y es por eso que creemos que la practica nos dará la atención necesaria para afrontar los retos. Pero, toda práctica embota la mente, resta sensibilidad porque no tiene libertad para mirar en todas direcciones. Toda práctica es concentración. Y la concentración siempre es en un fragmento, por lo que no podemos responder a la totalidad. Y la totalidad, es amor, es la esencia de la religión.
¿Puede un ateo que no quiere saber nada de la religión, etc., mirar en la misma dirección que uno que si que quiere la religión ya sea organizada o no?
Respecto a todo lo que has dicho, ni tú ni yo tenemos salida. Porque, hay algo que se llama el infinito. Es decir, todo lo que digamos puede ser infinitamente negado o aceptado. Así que, eso es el escollo que no podemos franquear. Por tanto, si es que queremos tener compasión y amor, cada uno que viva y que haga lo que tenga que hacer. ¿Lo captas, Vanesa? Creo que si se capta, uno vive en paz, sin generar problemas.
La religión no son ritos ni supersticiones, es una manera de vivir en que uno tiene el más alto orden. Y eso sólo puede llegar con total libertad para mirar y ver en todas direcciones, Pues, si no hay libertad para observar e indagar, uno se convierte en un seguidor de segunda mano, en un repetidor. Y un repetidor no puede tener todo la energía necesaria para afrontar los retos de la vida en toda su plenitud.
Uno tiene que cuestionar todo lo que le llega, tanto externamente como lo que le genera el pensamiento-mente. Pero hay algo que uno no puede cuestionar, y eso son los hechos. Es decir, cuando alguien habla de la paz, de la compasión, el amor, etc., no tiene que ser egoísta, ni acumular propiedades ni riquezas, ni hacer negocios crueles y brutales, etc. Y, es entonces, cuando podemos empezar a hablar si uno es un fraude, un charlatán que todo lo que dice no tiene ningún sentido.
Pero si una persona llega al grupo y atrae a sus miembros y se los lleva, no pasa nada, Porque esos que se van no sirven para este grupo, Porque las enseñanzas no pueden ser transmitidas a la fuerza, como tragarse una pastilla. Pues, donde hay esfuerzo, no hay amor. Porque el esfuerzo nos hace brutales y crueles,
Si nos aferramos al grupo, lo que haremos será otra organización, Y entonces esta organización se convertirá más importante que la verdad, que las personas, que la vida.
Si una persona siente un gran dolor por la pérdida de su esposo o amiga, porque le cortan un brazo o pierde la vista, porque ve que no puede salir de su insuficiencia y precariedad, etc., si no huye de todo ello, si lo ve y lo mira, si lo comprende como algo que se ha vuelto inevitable, ¿por qué le tiene que causar dolor y sufrimiento? Es porque miramos y no vemos, porque estamos condicionados, que tenemos la idea de lo que tiene que ser. Y lo que tiene que ser, lo que me gustaría que fuera, no es un hecho. Pues, el hecho es la realidad, nos guste o nos disguste, lo que es.
Escritos y publicaciones 30-03-2012
El "yo" es el invento del pensamiento. Y el pensamiento es el depósito de la memoria de todo lo que hemos sido durante millones de años. Por tanto, la memoria, el pensamiento y el "yo", es nuestro condicionamiento.
Por tanto, ¿hemos de analizar una por una todas las capas y todas las etapas, de la memoria, o en un solo momento podemos percibir todo ese entramado que es el pasado? Y el pasado no nos va a solucionar los problemas. Así que, uno tiene que descartar todo el pasado, para que venga lo nuevo, la dicha y el amor. Porque, el tiempo psicológico como el ayer, hoy o mañana, también forma parte de ese condicionamiento.
El sacrificio llega cuando uno no comprende. Pero, si comprendemos y vemos algo claramente, ¿puede haber sacrifico alguno? Pues, en el ver algo directamente genera la acción inmediata donde nada se interfiere en esa acción.
En verdad la historia de la vida de nosotros, los hombres, es la de la repetición. Todos los seres vivos a base de repetir las situaciones ineludibles: comer, dormir, cazar, buscar la pareja para reproducirse, ponerse a salvo de los peligros, solucionar los problemas y conflictos, obtienen de esta manera una especialización. Así pasa también con el lenguaje, las costumbres, la cultura, etc.
Pero, esa repetición que tantos frutos y beneficios nos ha dado en el ámbito científico-técnico, en lo material, es un impedimento en lo concerniente a lo espiritual, en lo psicológico. Pues, moral y espiritualmente, en lo psicológico, somos lo mismo que hace medio millón de años, Somos competidores, somos agresivos, vivimos divididos y en conflicto. Por tanto, todos los avances que han habido en lo que respecta a lo material, en la ciencia, no han sido acompañados en el ámbito de la espiritualidad, de la moralidad, de la religión.
Por tanto, viendo todo este panorama, tan desequilibrado y confuso, ¿qué haremos para que no nos arrastre el ambiente de corrupción e inmoralidad, de confusión y desorden? Porque el problema no nos lo van a solucionar las autoridades políticas, religiosas, espirituales, ni los gurús ni psicólogos ni psiquiatras. Solamente uno tiene que encararse con ese reto, que es su existencia y su manera de vivirla, e ir más allá de ella para que toda esta desdicha de vivir dividido y en conflicto no nos destruya y nos lleve al abismo de la confusión y el desorden.
Uno de los problemas que más nos destruyen es tener una imagen. Cuando somos capaces de ir más allá de la imagen, la que uno se ha inventado o la que tienen los demás de nosotros que nos influye y presiona, es cuando uno puede saber lo que es la libertad. Pero, la libertad tiene sus maneras y sus efectos. Una de las maneras de la libertad es el orden que genera. No es el orden que nos pueda interesar, sino el máximo orden posible. Y ese orden, lleva consigo también la máxima seguridad posible. Por eso, cuando tenemos esa libertad, parecemos como verdaderas personas llenas de vitalidad, de integridad, de la dicha que da el participar de la vida en su totalidad.
Lo más importante en la vida es tener unas buenas relaciones con la personas. Por tanto, ante el conflicto que le presentaba UG Krishnamurti contra Jiddu Krishnamurti, tiene una fácil solución: todo lo que decimos que creemos que es verdadero, puede ser negado o afirmado infinitamente. Por tanto, nunca llegaremos a un acuerdo favorable para todos.
Así que, cuando se llegan a estas situaciones lo más adecuado es que cada uno haga lo que tenga que hacer. Fin de los problemas, los conflictos y las malas relaciones.
Todo eso que has explicado está muy bien, y es verdad. Pero todo eso, ¿cómo repercute en nuestras vidas cotidianas, en la vida del hogar, en el trabajo, con las personas que nos relacionamos? Porque todo lo que digamos ha de tener una aplicación en nuestras vidas y en la vida de los demás. Y eso se demuestra en una buena relación. Si no hay una buena relación todo lo que digamos no tiene ningún sentido.
Si comprendemos y aceptamos que todo está unido, la comunicación no verbal es un hecho. Sería como oír en el silencio, como si estuviéramos sordos.
Aunque hayamos estado dentro del infierno con su drama, aunque lo hayamos perdido todo internamente, todo puede volver a comenzar prístinamente. Aunque todo esto que vuelve a llegar, con una manera de vivir de limpieza y no corrupción, se ha de manifestar en cada situación y reto que nos llega. Pues el amor es un tesoro, que ni nadie ni nada lo puede ocultar.
El problema está en el diseño de la vida. Y nosotros los hombres lo hemos complicado. Pues todos los seres vivos tienen que vivir luchando para alimentarse y poder sobrevivir. Los animales que ahora nos parecen tan naturales y armónicos con su medio, si estuvieran en nuestra situación harían lo mismo que hacemos nosotros: luchar para sobrevivir a toda costa.
Decir: "Que el cuerpo es un aspecto hueco y vacío como todas las otras apariciones -lo material-". Tiene algo de peligro: el que uno a base de repetirlo se lo crea. Y aunque esto es como un oxímoron, donde todo puede ser y nada puede ser a la vez, lo que está claro es que si no atendemos al cuerpo y a todo lo material, las complicaciones y los problemas aumentan y nos desbordan.
El problema no es decir que el mundo todo es una apariencia, una ilusión. El problema es vivirlo. Y mientras no lo vivamos, que es tanto como transcender todo lo material, el sufrimiento y el dolor seguirán con su tortura.
Hay algunos drogadictos que también dicen que todo es una ilusión -salvo el tomar la droga, claro-, pero las consecuencias para ellos y para los demás son el desorden y la amargura.
Cuando una persona está drogada, realiza el estado de unión con todo, es la totalidad. Y en ese estado no hay ningún problema. Pero, los problemas aparecen cuando el efecto de la droga desaparece; y entonces toda la maravilla de la unidad, de unión con la divinidad, se convierte en sufrimiento.
De la misma manera, ciertas personas por medio de la meditación-concentración, de la soledad, de diferentes actividades de negación y sacrificios, ejercicios corporales, etc., también pueden sentir el estado de unión con la totalidad. Pero, ante un reto perturbador que las golpea, toda la unidad desaparece.
Por eso, es la comprensión de todo el proceso del pensamiento, el ver y comprender cuál es el funcionamiento de la vida, lo que nos hace que nos unamos a la totalidad, sin falsas ayudas, ya sean espirituales, psicológicas o de ingesta de narcóticos.
Tú, Wim, yo o algún otro descartamos la lucha cuando ya tenemos lo necesario para subsistir, pero la inmensa mayoría siempre necesita más y más de todo. Y ahí es cuando vuelve a aparecer el animal, aunque lo nombremos tan elegantemente como el ego, el "yo". Por eso, todo el problema es psicológico, de sensibilidad y de percepción, para ver todo esto e intentar hacer algo al respecto.
Estoy de acuerdo contigo, Daniel, que lo que no es un hecho no sirve para investigar. Como la captación de insinuaciones en el silencio ensimismado. Solamente puede servir para la exploración y la introspección personal.
Pero ahora la cuestión es meditar. Porque, ¿cómo meditamos? ¿Tenemos tiempo y la posibilidad para ver lo que sucede dentro de nosotros, en el pensamiento cuando este actúa sin parar? Entonces, el mismo ver la agitación del pensamiento y nuestra manera de vivir con sus deseos incesantes, es la misma meditación.
Si no hay fusión entre lo que vemos y nosotros, aparecen los males, como el cuerpo separado, los pensamientos contrapuestos, las divisiones. Nosotros estamos condicionados para vivir divididos, de ahí las diferentes tribus, los clanes familiares o de otra índole. Pero, todo esto que se generó pensando que era favorable, resultó ser perjudicial. Es como un equipo de fútbol o de otro deporte, que parece unido, pero en realidad entre ellos están separados, divididos y en conflicto. Porque, cada uno de nosotros llevamos la división y la fragmentación. Todo ello, a causa del miedo que es una ilusión, falta de inteligencia, de compasión y amor.