Torni Segarra

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juicio, entonces, sin duda, la mente entra en una cualidad completamente diferente y la violencia cesa.

 

Ves Ana, cuando respondes de esa manera que lo has hecho, es cuando veo que toda la bondad que tienes es todo infantil para con tus amigas; y, enloquecedora para con tu amigo Rafael.
Tan difícil, es ser seria -no de cara larga y mal genio-, ser más profunda a la hora de atenerse a lo real, a lo que es la vida. Atengámonos a ese hecho: tú tienes un hijito y se pone a escribir en un cuaderno y gasta el papel, la tinta y su energía escribiendo de una manera que es como un juego que solo sirve para sus cuatro amiguitos, para que los demás no nos enteremos. ¿Qué le dirías a tu hijito, que ves que todavía no tiene una percepción desarrollada según lo deseado para poder desenvolverse en la vida y poder subsistir de su trabajo o actividad, de manera que tú le puedes ayudar? Ana, no te fuerzo, esa es mi percepción; si tú, sí que sientes y entiendes que lo hago. No me contestes. De acuerdo.

 

Pero, ser un niño es algo natural para quien le toca ser. Pero, creo que es adecuado que un niño tenga una instrucción adecuada para tener cierta dignidad e independencia, para enfrentarse a la vida, es decir a de ser educado, conocer las convenciones sociales, a de saber escribir y leer adecuadamente, en fin a de tener una enseñanza legal básica para poder coger un empleo. Y, todo esto te irrita tanto, no veo el motivo de tu berrinche. Y, por eso, percibo que estáis un poco idas con esa manera de hablar, de ver las cosas, de manera que os aisláis. ¿Tú en tu trabajo hablas a tus compañeros como lo haces a tus amigas? Y, ¿tus amigas hablan a sus compañeros igual como te hablan a ti? Y, entonces sucede que os vais encerrando en vosotros mismos, porque a los otros o se espantan o les da risa y os dicen que estáis locas, que sois brujas o cualquier otra barbaridad. ¿A ti te gusta esa dinámica? Tienes toda la libertad para seguir como quieras, pero el destino, o la ocasión, o como quiera que se diga, nos ha unido y mientras tanto yo no puedo dejar de ver lo que veo, como si no lo viera. Creo, que lo entiendes. Y, por eso que tienes toda la libertad, te repito otra vez, si no quieres no contestes.

 

Entonces, ¿qué necesitas de mí?

 

Yo siento una atracción muy fuerte por ti, como se decía antes unas vibraciones eléctricas bastante fuertes. Pero, eso es una ráfaga de ondas mentales, o algo que no puedo controlar. Por tanto, mientras tú mantengas la relación conmigo, no tengo porqué preguntarme, acabar, acelerar. Solamente, observo, te observo y me observo. Hay algo extraordinario, pues sí que lo hay. Tú eres bastante especial. Pero, repito esto no tiene ninguna importancia, porque son palabras y vibraciones eléctricas.

 

Ana, el último mensaje veo que no lo has recibido, seguramente no hice clic en responder. Te decía, que si tienes algo que contarme, por fuerte que sea, me lo cuentas sin ningún problema. Veo que ocultas algo de tú persona, no hay fotos tuyas, no hay fecha de nacimiento ni si trabajas o no, ni dónde lo haces. Así que si quieres contar, yo estoy también para recibir lo que te suceda o no.

 

Ves como la comunicación existe. Ahora, si quieres cuéntame lo que me tendrías que contar.

 

No trabajas. Yo ya no lo hago para los demás.

 

Cuál especie es. Creo que has entrado en una órbita como si estuvieras en la cama tirada o en un sofá. Sólo eres percepción y por eso no quieres ni hablar, tanto que tienes ahí guardado como yo.