Torni Segarra

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más fuerte que lo que nos digan. Por eso, todo el que predica tiene que contar con eso. Además, ¿alguien qué tenga compasión puede hacer o participar en una revolución sanguinaria? Eso es el absurdo de las ideas y teorías. También JK dijo, que los cristianos y los comunistas eran iguales: decían y querían lo mismo, pero la realidad no va por ahí. Y, eso mismo les pasa también a los que hablan de la no-violencia. Una cosa es lo que es; y otra, lo que me gustaría que fuera. Por tanto, como no puede ser, al forzarlo y desearlo con tanta furia y emoción, es cuando aparecen la brutalidad y la crueldad, las revueltas y las revoluciones sanguinarias. Los europeos, cuando colonizaron todo el mundo impusieron el cristianismo; y, claro, al eso ser artificial para los colonizados no lo querían, por lo que tuvieron que imponerlo a base de brutalidad, crueldad, violencia y muerte. Y, los comunistas hicieron lo mismo por todo el mundo también.

 

Creo que no lo has captado. Todo lo que te hace depender, es negativo, porque te esclaviza. Ya sea la familia, el país, los sentimentalismos y las emociones, los abrazos y los besos si dependes de ellos para sentirte bien, el sexo, la gula, la obsesión por comer o beber. Sin darnos cuenta, todos somos dependientes, vivimos atados, condicionados por esa dependencia. Y, eso apego, es egoísmo, el "mi". Por eso, donde hay dependencia, de la clase que sea, no hay libertad, sino esclavitud.

 

La felicidad está, en ver cómo funcionan nuestras mentes, ver toda su estructura, y ver cómo funciona la naturaleza y la vida.

 

La inocencia, si es o no es, no se pregunta a nadie. Eso, solamente lo sabes tú.

 

Eso es, María Dolores, la violencia y la guerra, están dentro de todos nosotros. Lo que sucede, es que somos muy astutos, pues nuestra violencia la consideramos adecuada, la justificamos, decimos que es en defensa propia, que está dentro de la ley. Pero, la violencia del otro nos parece abominable, cruel y desproporcionada, tiránica y dictatorial, ilegal y por tanto queremos denunciarla. Por eso, siempre hemos de mirar dentro de nosotros, porque si nosotros decimos que queremos la paz y que no haya violencia, primero tendremos que tener eso en nosotros, en nuestra vida, en las relaciones con las personas. Porque, en realidad el único problema somos tú y yo, y cada cual. Y, mientras nuestro problema no esté resuelto, todo lo que hagamos generará y provocará más de lo mismo: división, contienda, crueldad y violencia, y al final de todo la carnicería de la guerra.

 

Si tú quieres amar, tienes que estar dispuesto a perder, o dejar eso que amas, sin amargura ni tristeza ni depresión. Porque, si nos agarramos y nos aferramos a algo, nos dividimos y fragmentamos de lo otro, de los demás. Esto, hay muchos que no lo pueden concebir, pero si queremos amar de verdad, hay que vivirlo. Por eso, lo que decimos no es cosa de broma, lo que decía JK, es muy serio y arduo, que muchos no quieren ni pueden verlo y entenderlo.

 

El hecho es, si una persona que vive en el orden, no-divisiva, entre en un sitio, este sitio entra también en orden. No hay más misterio ni no hay nada que hacer, más que poner nuestras vidas en orden.

 

Creo, que para tener una buena mente, o tener tranquilidad y paz interior, es preciso que tengamos una vida de no corrupción, de no inmoralidad. Pues, todo lo que vivimos, más aún si es negativo, se queda depositado en la memoria. Y, si vivimos haciendo cosas inadecuadas y no favorables, eso tiene que salir recurrentemente al pensamiento, causándonos desasosiego, miedos, tristezas. Y, por tanto, por mucho que uno haga lo posible para aquietar su mente, es muy difícil que así lo sea.
Solamente un ejemplo, si soy un ladrón mentiroso, donde vaya siempre tendré un cierto temor y