7158. ¿Un equipo con sede en el Reino Unido pasó los últimos cuatro años, la búsqueda de pacientes con paro cardíaco a analizar sus experiencias durante su paro cardíaco, después volvieron a la vida. La conclusión del equipo fue: casi el 40 por ciento de los sobrevivientes recordó que tiene algún tipo de "conciencia" durante el tiempo que habían sido declarados clínicamente muertos.’
Señores, seamos serios, un paro cardiaco no es la muerte. Porque después de estar inconscientes, vuelven a estar conscientes. La muerte es el fin, la nada. Donde no hay manera de poder volver.
Está claro que el miedo a esa nada, que es la muerte, les hace ser supersticiosos, repetitivos. Pues nadie sabe de primera mano que es la muerte, morir, porque no ha pasado por eso. Así que lo único que tienen son informaciones que repiten como un loro.
7159. No lo compliquemos. ¿Cada cual qué grado de dependencia tiene con respecto a lo que sea? ¿Hay alguien que no tenga su dependencia aunque sea a menor escala? Y por eso, el problema no es ser dependiente, sino qué hacemos con esa dependencia. Señores eso es como la violencia, que no se puede erradicar de nosotros, hemos de vivir con ella sin hacer un problema de ella. Porque los problemas generan e incrementan la violencia.
7160. Evidentemente, cada uno hace lo que puede. Pero cuando no tenemos deseos, entonces lo nuevo, lo que nadie ha tocado, llega, está ahí.
7161. Si todas las sensaciones las vivimos completamente, con toda nuestra energía, con los nervios despiertos y activos, con toda la sangre moviéndose, fluyendo, no podremos quedarnos con ninguna sensación.
Es porque no tenemos esa energía –ya que somos mezquinos, poca cosa- que queremos las sensaciones que nos agradan, las fáciles que ya conocemos. Pero la verdadera sensación es cuando abordamos la vida con lo nuevo, lo desconocido, lo que está más allá de nuestro condicionamiento que nos hace vivir en la rutina de lo conocido.
7162. ‘La resistencia sirve para una tarea muy importante: mantener la ilusión del "yo" intacta.’
Pero surge un problema, Vivien, cuando decimos que algo es sólo en una sola dirección. Porque, no querer tener resistencia, crea su propia resistencia. Y eso no tiene nada de verdadero, porque nos genera conflicto.
La resistencia es un deseo contrapuesto a otro. Pero nosotros sólo queremos deshacernos de una resistencia, no de todas. Y eso pasa con todo: rechazo la violencia de los otros, la de mis contrarios, pero no rechazo mi violencia, la de los míos. Y eso mismo hacemos con el ‘yo’, el ego, de los demás: rechazarlo, criticarlo, hablar mal de él.
Pero no nos damos cuenta de nuestro ego, nuestro ‘yo’. Y por eso el mundo está completamente en desorden: rechazo el nacionalismo de los otros, de los demás, pero el nuestro lo consideramos adecuado, lo justificamos. Al igual con las religiones, con sus supersticiones, sus gurús y salvadores: lo nuestro lo consideramos verdadero y le damos una importancia transcendente, pero ol de los demás decimos que es falso, negativo, rechazable por perturbador y extravagante.
7163. ‘¿Por qué, Jiddu Krishnamurti no puede ser un gurú, o un dios? ¿Y por qué sus enseñanzas no pueden ser otra religión?’
El que alguien sea un gurú y que sus enseñanzas se conviertan en una religión, eso depende de que uno lo quiera o no. Es uno, con su comportamiento, el que genera e inventa los gurús, las religiones.
Por lo que la pregunta es: ¿Por qué necesitamos a los gurús, a las religiones? Eso mismo sucede con las drogas, el alcohol, el tabaco, etc., si no lo necesitamos no nos dan ningún problema. El problema es cuando dependemos de alguien o de algo, y nos hacemos adictos, de sea lo que sea.
7164. La religión es peligrosa cuando se organiza y se convierte en una institución. Pues entonces genera división con las otras religiones, con sus seguidores.
Pero hay algo más peligroso aún en las religiones: sus supersticiones, su parte esotérica donde todo puede ser, ya que la mente puede crear todo lo que le conviene y cree necesitar. Por lo que esa facilidad en creer e inventar, pasa a la vida cotidiana y nos hacemos fanáticos, dictadores, tiranos. Ahí está la Inquisición –una especie de teocracia-, que era una dictadura atroz contra los que no entraban dentro de sus dogmas. Dogmas que inventaban a los demonios, los ángeles, los santos, el infierno. Inventaba una moral absurda, porque hacía a las personas como robots, corderos temerosos y obedientes de esa dictadura moral, cruel y asesina.
Si dios existe o no, eso no lo podemos saber. Porque se puede tanto negar como afirmar infinitamente que dios no existe, como que sí que existe. Y, todo se convierte en un entretenimiento, un negocio, un pasatiempo, una especulación. Por eso, sólo los tontos hablan de dios.
7165. Ha llamado la atención, que no dijeras nada sobre los logros que hicieron posible que Albert Einstein participara del descubrimiento de la energía nuclear. Y la elaboración de la bomba atómica, que se lanzó por primera vez sobre Hiroshima y Nagasaki.
Él dijo que los Estados Unidos le engañaron, ya que Einstein no quería participar en un invento para asesinar en masa a las personas. Pero cuando se negó, ya no había marcha atrás, pues estaba ya casi todo montado.
Por lo que eso demuestras, que por mucho que sepa uno, nunca sabe bastante.