Conversación en chat:
*Hola María. Gracias por tu identificación. Si quieres, puedes preguntar lo que necesites.
No sé qué medio es el mejor para comunicarnos. Mi correo electrónico es este: [email protected]
Con afecto.
*Por el móvil resultaría muy caro comunicarnos. Podemos hacerlo por aquí -hangouts- o por correo electrónico. ¿Qué es el Guaxa?
*Sí que trabajo. ¿Puede alguien vivir sin trabajar, sin hacer algo para poder subsistir?
De acuerdo, María. Pues creo que lo más adecuado es seguir por este medio. Así que empieza a escribir lo que quieres decirme, o contarme, para que lo investiguemos.
*Y que cuentas en lo que escribes. ¿Es narración, novela, ensayo, filosofía, psicología, o medicina, o sobre de la vida? No puedes enviar un texto, porque no tienes ordenador. ¿Cómo podría leer algo tuyo?
*¿Por qué no lo usas?
*Podríamos enviarme un texto tuyo.
*Si los tienes archivados –en el ordenador-, lo copias y lo pegas.
Y yo los recibiré por la dirección de correo o por aquí mismo.
*¿En qué pueblo vives, María?
*¿Por qué no tienes internet?
*¿Y para qué lo quieres y lo compraste?
*Si quieres puedes describirme en qué consiste tu trabajo.
*¿Qué edad tienen tus hijos?
*¿Qué quiere decir coger las riendas de tu vida? ¿Es que vivías oprimida, maltratada, infravalorada?
*Y, ¿cómo lo llevas si tus hijos viven lejos de ti? ¿Estás sola, vives sola?
*Pero si están lejos, ¿cómo te alimentas de la falta de afecto en la relación familiar e íntima?
*Sí, tengo una hija de unos veinticinco años que vive en Estados Unidos. Ahora vivo con mi madre que tiene ochenta y nueve.
*Yo mismo y ella me cuida a mí. Todavía es independiente, aunque sus tres hijas vienen de tanto en tanto a ayudar.
*Todos los que viven en un mismo sitio se cuidan y se destruyen a la vez.
*Sesenta y cuatro. Escribo y ayudo en lo que puedo, sobretodo poniendo orden.
No has entendido, he dicho que los que viven juntos en un mismo sitio se aman y se odian.
*Las diferencias si no se solucionan generan división y conflicto. Y el conflicto significa lucha, disputas, agresividad, malos tratos, desorden.
*María, no creo en las supersticiones, sólo me atengo al presente, a lo real. Todas las ideas y teorías religiosas, políticas, de lo que sean, no sirven nada más que para dividirnos.
*¿Cómo llevas el sexo?
*¿No tienes ni necesidad, ni ganas, ni deseo?
*¿Miedo de qué?
*Sí, unos siete años.
*Sí, eso de vivir en pareja es muy serio. Puede generar muchos problemas.
¿Qué estás haciendo ahora en el trabajo? ¿Te estoy molestando en el cuidado de la anciana?
*Hasta otra. Si quieres escribe lo que creas interesante y lo vemos. ¿Vale, María?
Un día después:
*Buenas tardes, María. ¿Cómo vas?
*Si quieres, puedes decirme tu apellido. Te lo pido por si tienes página en Facebook o Google+ y así podré saber más cosas tuyas, más información. Gracias.
Doce horas después:
*A nombre de María…, no sale nada tuyo. Hay una mujer de Bogotá que se llama igual que tú en Facebook. En Google+, tampoco tienes cuenta.
Si no tienes página de Facebook ni de Google+, ¿cómo has sabido mi fecha de nacimiento? Pues sólo pueden ver mi página los que sí que están en Facebook o Google+.
Todos tenemos problemas. Tú tienes los tuyos, y cada cual los suyos. Nadie se escapa. Esa anciana ciega, enferma, que cuidas, también tiene sus problemas, al igual que un tierno niño, joven o alguien de mediana edad.
Si no dominas Internet, si no sabes expresarte escribiendo correctamente, no te preocupes. Tú haz lo que tengas que hacer, a tu manera y saber. Eso sí, intentando ser lo más comprensiva en tus expresiones e informaciones.
No te creas que seas especial tanto en lo positivo, como en lo negativo. Pues todos pasamos por lo mismo: problemas, alegrías, tristezas, soledad, deseos de algo nuevo, de una persona o algo que nos dé eso que no tenemos y queremos: la felicidad, la ausencia de problemas, la ausencia de soledad.
*¿Qué cuentas, si es que puedes contar algo a estas horas -5’14 horas, madrugada-? ¿Duermes o estás de turno en el trabajo con la anciana?
*No. Es mi manera de trabajar. A estas horas hay mucho silencio y quietud, nadie llama por teléfono ni nos interfieren en lo que hacemos. Después cuando todo empieza, todo cambia. Y ya todo tiene otra dimensión, pues el silencio y la quietud desaparecen con las personas y sus deseos y necesidades.
*¿Y a qué horas te acostaste? ¿No tienes sueño? ¿Duermes a gusto?
*¿Y qué tal la película, el personaje?
*La soledad sólo se sabe lo que es cuando se está en ella. Por eso, cuando nos encontramos solos, es como cuando estamos hambrientos, necesitamos comer, es decir relacionarnos con quien sea. En tu casa con esa señora tan mayor y enferma.
*Eva Perón, era la esposa de un fascista, amigo de los nazis que habían huido de la represión de los vencedores en Alemania. Por lo que ella, aunque era inclinada a ayudar a los pobres, vivía de manera que los generaba. Ya que vivía en los lujos, caprichos, etc., como lo hacen los ricos.
*¿La casa donde vives es grande, confortable?
*Pero, ¿entonces dónde está el problema, necesitas a un hombre que te ame, te de sexo, te quiera, etc.?
*Porque a lo mejor eso no puede ser. Es decir, no lo sabemos. Por lo que no nos hemos de hacer ilusiones. No negarlo ni rechazarlo. Pero sabiendo que todo lo que deseamos, puede o no llegar.
¿Quién es Eduardo?
*Eso sí que es extraño, ¿no?
*Porque no irá bien.
Bueno, te das cuenta que ya está clareando el día. Y pronto todo empezará. Los cantos de los pájaros, la luz, los movimientos todavía lentos y silenciosos de las personas. Y toda la maravilla de la tierra y la vida, con toda la miseria también, volverán en todo su esplendor.
*María, tenemos que terminar por ahora. Pues voy a hacer algunas cosas para que todo funcione adecuadamente. Te deseo lo mejor para este día que comienza. Sólo quiero añadir, que eres maravillosa. Mo te olvides de eso.
Un día después:
*Hola, María. O sea que tienes una cuenta en Google+?
Pues la he buscado. Y de tres que aparecen con tus mismos nombres, no sé cuál pueda ser. Solamente hay una que tiene una foto sola y que tiene un seguidor. Pero no hay nada más: ni dónde viven ni nada de nada.
*María. Si puedes pon la información correcta, las pistas claras, para poder disfrutar de tu página y de todo lo tuyo.
No tengas prisa. Y piensa bien cómo lo harás para que lo pueda encontrar y ver. Has de tener la necesidad, como una urgencia, de hacer las cosas adecuadamente para facilitar las cosas a los demás. Porque al tener ese amor por los otros, y también por nosotros, no queremos estropearlo ni perderlo.
Por eso el amor sin afecto, sin cariño, sin atención por el otro, por los demás, es una mentira y una falsedad, es un burdo negocio.
*¿Cómo puedes saber mi edad si no entras en mis paginas? Y para entrar en mis páginas, tú también tienes que tener una. Para entrar en mi página de Facebook, tú también has de tener una. Y lo mismo sucede con Google.
Y si dices que no tienes ni estás en Facebook ni Google, ¿cómo te has enterado de mis datos?
*¿Cómo te va la tarde?
*¿Puedes hablar o estás todo el tiempo trabajando? Pues si estás trabajando no te molesto.
*Di lo que más quieras decir, desahógate, ahora que puedes.
*Pero si yo uso el Whats App, saldrá demasiado caro.
Además yo no tengo teléfono móvil. Sólo tengo el fijo.
*Pues habla, dime lo que quieras, por loco que sea.
*Pues claro.
*¿Tienes un perro? ¿Qué raza es?
*¿Qué es un yaco -mamífero carnívoro parecido a la nutria que habita en América del Sur-? Y ¿quién es mariquilla?
*¿Qué es samoyedo? ¿El perro es uno de tus hijos? ¿Qué estás diciendo?
*Pero pareces que estás borracha o drogada. Porque dices cosas absurdas.
*Perro propio de las regiones boreales, de complexión fuerte y pelo abundante, generalmente blanco. El samoyedo es un perro de tiro.
*¿Y por qué hablas como si estuvieras loca?
*¿Por qué hablas de esa manera?
Pareces muy rara. ¿La mujer que cuidas no te lo dice?
*María. Lo siento pero voy a cerrar el ordenador. Escribe lo que quieras pero que sea claro y se pueda comprender. Si no, no tiene sentido el hablar. Pues tengo que descubrir lo que hay detrás de las palabras. Que aunque eso es preciso, hay que escribirlas claramente como toca, como debe ser.
Es verdad que las palabras en sí, tienen poco valor. Pero aun así tienen su sentido para poder comunicarnos. Si yo te digo, mañana nos veremos a tal hora para desayunar y no aparezco, no voy, ¿eso qué sentido tiene?
Decir una cosa y hacer otra, puede pasar alguna vez. Pero siempre haciendo lo contrario de lo que decimos, eso no es adecuado. Porque no hay motivo para hablar, ya que sabemos que lo que digamos no tiene un valor real.
*Creo que sería lo adecuado hablar cuando no estés cuidando a la mujer que está ciega. Así que, ya dirás cuándo podría ser. Y quedar de acuerdo si podemos coincidir. O si descubrimos alguna otra posibilidad.
Ten serenidad e inteligencia para comprender todo lo que va saliendo. Y recuerda, eres maravillosa. Aunque tú ya lo sabes aun así te lo quiero decir.
Después de once horas:
*Hola María. ¿Has encontrado el momento para poder hablar sin que estés trabajando? Creo que eso es lo más importante.
Así que cuando encontremos la manera sin que no afecte a nadie, es cuándo podremos tener todo el tiempo para escribir con más claridad y sin ninguna prisa. Si no puede ser, si no tienes tiempo para hablar fuera del trabajo, creo que es mejor que dejemos de hablar por el chat.
O hacerlo con escritos, tipo carta, más largos. De manera que no estemos en directo. Si no que sea una respuesta al escrito del otro. Y así podemos decir lo que tengamos que decir, con más tiempo, ya que no estamos esperándonos para contestar en ese momento.
Ya lo decidirás. Y si quieres dejar de comunicarnos, de acuerdo. No hay ningún problema.
*De acuerdo, todo es igualmente importante. Por eso, habremos de encontrar el tiempo si es que queremos comunicarnos.
Y por eso, es que te decía que lo mejor será que nos escribamos textos largos, como si fuera una carta.
¿Tú cómo lo ves?
Porque si no es así, siempre estamos pendientes esperando por si nos escribimos. Creo que ganaremos en autonomía y libertad.
Ahora bien, ¿tú puedes escribir un texto largo, una carta, en tu teléfono móvil?
Si no es así, habrá que descubrir, qué se puede o no se puede hacer.