1. Cuando intentamos convencer a alguien de que ha sido engañado, eso quiere decir que se tiene que efectuar una investigación, remover muchas cosas. Por lo que las personas que viven acomodadas, aunque sea en la pobreza, son incrédulas, no hacen caso. Pues las personas, si no hay un gran agravio tendemos al conservadurismo y la repetición.
2. Exigimos sinceridad, pero nos ofendemos cuando nos dicen la verdad. Pero la verdad no tiene otro camino que la verdad misma. Por lo que digamos la verdad o no, nuestra actitud personal, nuestra manera de vivir, es lo que va enseñar lo que es la verdad o no. La vedad está ahí para el que la pueda ver. Luego se puede explicar e informar, si es que los otros quieren saber, tienen esa llama que arde por saber.
3. Eso es lo más maravilloso del amor, que no se puede definir. Porque la definición nos limita. Cuando el amor es la libertad total y absoluta. Eso quiere decir, que hemos de ser vulnerables, sin miedo, que es cuando no tenemos límites.
4. Cuando tenemos una experiencia, desagradable o no, todo queda grabado, imprimido en el cerebro, la memoria. Pero, al pasar los días otras experiencias van haciendo que les prestemos atención. Cuando nos trasladamos a una nueva ciudad para vivir allí, las imágenes de lo que hemos dejado atrás siguen recurrentemente, y empezamos a comparar con lo nuevo que tenemos delante. Pero con el tiempo, lo que tenemos en el presente, se va imponiendo y todo el pasado queda vago, sin importancia real. Si no es que llega una gran crisis y no vemos otra solución mejor que volver atrás.
5. Las mujeres creen que son iguales a los hombres. Y eso es verdad si nos referimos en lo básico, en lo psicológico. Pero cuando las mujeres dicen que son iguales a los hombres en todos los ámbitos, incluyendo el físico, es cuando empiezan a soñar, a creer. Pero los sueños ni las creencias, son hechos, son la realidad.
Las mujeres físicamente tienen menos posibilidades, eso es algo que viene desde hace un millón de años. Pero ese no es un drama ni un perjuicio ni una manca de vida. Eso es la realidad de que hay cosas que no pueden hacer de la misma manera como lo hacen los hombres.
Pero las mujeres quieren ser en todo igual. Por lo que el desastre llega. Es como si uno que nace con una lesión en las piernas, quisiera correr como lo hace el que tiene las piernas adecuadamente para poder correr. El drama no es ser diferente. El drama es cómo vivimos con esa diferencia.
6. Los poetas se han atrevido a decir lo que quieren, lo que les da la gana, creyendo que así se acercan a la realidad de lo que son las cosas. Pero acercarse a la realidad no significa que se llegue a la realidad. Es como si dijéramos: ‘Me estoy acercando al amor.’ Cuando al amor no nos acercamos ni nos alejamos, sino que llega y se manifiesta sin tiempo, instantáneamente. Y de la misma manera tan instantánea e inexplicable se va.
7. Cuando alguien siempre lleva la ropa limpia, el día que lleva alguna mancha los que conviven con él se lo señalan, le exigen limpieza, ven lo fea que es. Pero si alguien lleva siempre manchas en su ropa, nadie le dice nada, ya que se han acostumbrado a esa manera y no les importa.
Psicológicamente sucede lo mismo. Cuando uno carga con más trabajo que los que hacen los que conviven con él, si disminuye o deja de hacerlo es visto como algo grave, se le exige que prosiga y acepte esa manera de trabajar, de la que tanto se benefician los demás.
Lo mismo podemos decir de la atención y los cuidados de las personas, que cuando se cosifica, se institucionaliza, todos creen que todo ha de seguir igual, cargando unas personas más que las otras en ese cometido.
8. Lo que se narra, se escribe, se dice, no es lo narrado ni lo descrito. Pues la realidad, lo que es, va naciendo y muriendo a cada instante. Y lo escrito, lo que se narra y dice, ya está todo muerto, porque es del pasado. Lo que sucede es que lo aceptamos porque de una manera o de otra nos hemos de comunicar.
9. Las dificultades han de venir y aceptarlas. Pero hemos de hacer las cosas de manera, que no haya más dificultades y sus problemas.
10. Los que aman no siempre son un trocito de cielo para los demás. Si tú amas a una persona que es enemiga de otra, con todos los beneficios que genera el amor, entonces ese pretendido cielo se convierte en un infierno. El amor es como la fragancia de las flores, que se esparce para que el que pueda las disfrute.
11. Somos de tal manera que esa bendición que decimos que son los hijos, los volvemos en nuestros enemigos. Porque cuando son pequeños los manejamos y somos sus responsables, pero cuando se hacen grandes se vuelven autónomos e independientes, libres. Por lo que ya no hacen ningún caso a los padres, que se van haciendo viejos, torpes, tercos, autoritarios. Y como eso, es insoportable consentírselos llegan las disputas y peleas, los conflictos y todas las maldades que eso trae consigo.
12. Si dios hizo las princesas, es un dios racista, desigualitario, injusto. O todas somos princesas o ninguna lo es. Por eso, las personas se aprovechan de esa palabra dios para conseguir consolidar eso que quieren.
Hace un tiempo, un dictador brutal, cruel, asesino, en todas las monedas puso su efigie y su nombre con la leyenda: ‘Por la gracia de dios.’
13. El problema surge cuando uno de los contrarios no acepta el juego y el papel de su oponente que dicen que le va a equilibrar.
14. Una mujer inteligente besa sin enamorarse. Pero en el momento del beso, es preciso que haya amor. Aunque sea en unos pocos instantes. Porque el amor es estar más allá del tiempo y el espacio. Por lo que al aparecer el sexo en acción, es cuando vamos más allá de todo lo que nos divide y nos pone en conflicto.