Torni Segarra

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6825. Tener una actitud, o hacer algo, en contra de su propia voluntad, ¿tiene eso sentido? Si lo hace es porque lo quiere y lo puede hacer. Otra cosa es cómo ha llegado hasta ahí: ¿le han lavado el cerebro, condicionándolo, haciéndole que actúe como un robot, una máquina para matar? Entonces el problema es darse cuenta para descartar todo eso que lo hace un asesino.
¿Puede eso  ser? Si cedimos que sí, como si decimos que no, eso no tiene sentido ni es lo verdadero. Porque solamente se puede saber por cada cual que se ve confrontado en una de esas dramáticas situaciones.
 
6826. ¿Nos damos cuenta que cuánto más enamorados decimos estar de una sola persona, es cuándo más temerosos, con miedo, y desvalidos estamos de la vida?
 
6827. Si no hay amor, no hay nada que tenga valor, ni tenga sentido ni significado verdadero.
 
6828. La viabilidad de algo está determinada por la necesidad, la urgencia. Si alguien ve que la casa del vecino se está quemando, hasta que vengan los bomberos tendré que hacer algo, ¿no?
La caridad tiene la misma necesidad y urgencia. Y esa caridad lleva en sí su propio orden. Que afecta a quien la hace y a quien la recibe.
 
6829. Sólo sé que no se nada. Y todo intento de entrar en lo atemporal, la eternidad, el infinito, se convierte en una especulación, un entretenimiento.
 
6830. Banalizar el dolor de los demás, haciendo risas y humor, ¿no es eso una continuación de la misma crueldad, del dolor que sufrieron? No se trata de dramatizar sólo un drama. Pues todos los dramas son igual de crueles e inhumanos.
 
6831. En tanto que admiran, obedecen, son sumisos a los Estados Unidos, ¿por qué ellos no ven que allí en muchos estados es legal la marihuana para usos terapéuticos y consumo en pequeñas cantidades? Son 21 los estados en los que se permite la marihuana.
 
6832. El verdadero jurista es aquel que, conociendo la ley de los hombres siempre imperfecta, va más allá de ella. Aunque los superficiales, los banales egoístas, digan que eso es ilegal.
Pues, la justicia, como su nombre lo señala, está para igualar, sacar agravios, sufrimientos, dolor.
 
6833. Lo importante no es el buscador. Lo importante es lo que hacemos en nuestras vidas.
Pues al hacer algo es cuando realmente nos vemos, nos conocemos de primera mano.
 
6834. ¿Creemos que podemos matar el pensamiento? Eso es ignorancia, superstición. El pensamiento, el ‘yo’, es él mismo el que se tiene que ver como lo que realmente es: un obstáculo, un impedimento. Y así, cesar sencilla y naturalmente en su actividad.
 
6835. La conciencia es inmutable, está más allá de las pasiones, emociones, condicionamientos.
Ahora falta que esa conciencia se pueda manifestar en todo su esplendor el mayor tiempo posible en nuestras vidas.
 
6836. Si todo es salida y vuelta. ¿Qué sucede si aceleramos ese proceso de manera que se confunden la salida y la entrada? ¿Dónde quedaría la muerte, y dónde la vida que se manifiesta encarnándose, en la materia? ¿Podemos explicarlo en palabras, o éstas son inadecuadas para describirlo?
 
6837. Ahí están: nacidos para matar y que los maten. Así de sencillo para ellos. Y tan dramático para nosotros. Pero ellos no lo saben. Y por eso que nosotros lo sabemos todo parece absurdo. Sólo nos queda  creer en el orden, que vemos, que todo lo hace funcionar.
 
6838. El amor, como la muerte, llega como un ladrón. Sabemos que están ahí, pero no sabemos cuándo llegarán.
 
6839. Estamos obligados tanto a amar como a odiar a las personas, a nosotros mismos, a todo lo que existe. Pues el pensamiento forma parte de un club, que es la mente global, que nos obliga a programar todo lo que ella es: el bien y el mal, el odio y el amor, la paz y la guerra, la felicidad y el sufrimiento.
 
6840. Señor, el pensamiento, la mente, es ingobernable. Y todo intento por controlarlo, dominarlo, nos deja en la misma división, confusión, desorden de siempre. Que es como ahora, y siempre vivimos.
Pero si no lo reprimo, no huyo del pensamiento, lo desagradable, la oscuridad, etc., al dejar de estar dividido, en conflicto, todo deja paso a la atención total, absoluta, donde nada molesta, todo lo del pensamiento, del ‘yo’, cesa.