Torni Segarra

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7242. A pesar de esa gran verdad -‘Cuando te des cuenta que lo que haces a otro, te lo haces a ti mismo, habrás entendido la Gran Verdad’-, somos tan poca cosa que seguimos actuando como si fuéramos especiales, únicos, diferentes de los demás. Por lo que creemos que merecemos que nos traten con exclusividad. Por lo que, seguimos siendo divisivos, egoístas.
 
7243. ¿Nos hemos dado cuenta que cuando hacemos algo que realmente nos interesa, el esfuerzo no existe? Es cuando vivimos confundidos, con deseos contradictorios, estresados, que el esfuerzo está ahí.
 
7244. Hagamos lo que hagamos, al margen de nuestros deseos, hay un tiempo para todo: conseguir algo y perderlo, ser feliz, ser triste, estar enfermo, estar sano. Tiempo para vivir, tiempo para morir.
 
7245. Los deseos de todo lo mundano, que nos encadenan, se generan por la ignorancia. Cuanto más son nuestros deseos, con su acción y la confusión que provocan, más indefensos estamos ante los que dicen que saben, que también son ignorantes: viven en la ilusión, en confusión.
 
7246. Alucinar, ¿no nos hace inventar otra realidad que no es? Pero eso no es el problema. Cuando surge el problema es cuando la mente se descontrola y nos volvemos psicóticos, con sus brotes de ver lo que no hay, lo que no es.
La mente tiene la capacidad de ver, de inventar cualquier cosa que ella cree necesitar. Por eso,  cuando más alterada está más inventos, más alucinaciones necesita.
 
7247. Si somos enteros, completos, ¿por qué nos tiene que importar que alguien desaparezca, sea indiferente con nosotros? Es mejor. Porque cuando alguien desaparece, él genera orden. Y como consecuencia nosotros también tenemos orden con respecto de esa personan que se ha ido.
 
7248. De ninguna persona se puede fiar. Pues ante un reto arrollador, pavoroso, nadie sabemos cómo podríamos responder.
 
7249. Fingir es natural, es lo que todos hacemos. El problema es cuando fingimos para robar, invadir un país, para provocar una guerra, matar en masa.
 
7250. ‘Nadie encuentra su camino sin haberse perdido varias veces.’
Y nadie que encuentra su camino, deja de perderlo. Pues lo que tenemos se ha de perder de una manera u otra.
 
7251. He sabido de ti al ver una información sobre la llegada de unos inmigrantes a una playa, donde permanecieron allí a pleno sol siete horas sin ser atendidos. Y luego trasladados en la caja de un camión de basura.
Todas esas circunstancias nos dejan en el sitio que estamos, aunque creamos que no: subdesarrollados. De Europa, europeos, nada. O muy poco.
Eso quiere decir, que no vivimos con atención con lo que llevamos entre manos. Tú como Delegada del gobierno central, deberías de estar atenta a todo lo que suceda o pueda suceder porque todo va afectar a las personas.
Siempre puede suceder algo imprevisto, pero si todo lo que está relacionado con  los recursos humanos está preparado, activo, atento, eso nuevo que llega va a tener el menor efecto para que haga daño. Todo es cuestión de disfrutar de lo que hacemos, de gozar con ello. Y de esa manera surge el afecto y el cariño por todo lo que hacemos, surge la atención, el orden, la compasión y el amor.
 
7252. Ayer leí tu escrito, ‘Un estado de abogados’, en…
Gracias.

Y estoy de acuerdo contigo. La ley dado un momento no vale, es un impedimento y un obstáculo para que se manifieste el orden. Pero esa píldora es muy amarga de tragar para los carcas conservadores, mezquinos, burócratas, que se aferran a la ley para no perder los privilegios. Ya que ellos -que son siempre los que tienen el poder, quienes mandan- han inventado las leyes para favorecerlos, para sacar ganancias, ventajas, beneficios, para perpetuarse en el poder. Siempre a costa de los demás. que sufren los rigores de los fanáticos, que hacen de la ley un dogma inquisitorial.

 
7253. Ayer te vi justamente cuando te pusiste furioso contra unas personas que solamente quieren la libertad y la independencia.
Seguramente, si eso pasará en otro país los verías con simpatía y cariño. Pero, claro en tu país, esa medicina que damos a los demás -que amen a la libertad, que los que mandan y reprimen no sean dictadores ni tiranos-, eso ya nos gusta.
Para usar tus maneras de explicar la realidad, que hay que ser muy despierto para captarlo, a ver si lo ves: La culpa siempre la tienen los mayores, los padres, etc., que son los que mandan. Si los niños, los jóvenes, se desmandan, ¿no es por muestra culpa, por la mala manera de gestionar la relación con ellos? Y por supuesto, que mejor manera de llevarlos por el orden, o hacia el orden, que nuestros ejemplos, nuestras maneras de vivir.
Si quieres, se lo puedes explicar a tus colegas, que parecen corderitos, bobalicones, charlatanes.
Con afecto y cariño.