7571. Aunque queramos no podemos dejar de hacerla la guerra. Decir que sí que podemos, es un negocio para vender como cualquier otro. Los inocentes e incautos desafortunados compran y se venden a los pacifistas de salón.
7572. La ley que no podemos alterar –sí olvidarla sin hacerle caso- siempre estará ahí. Porque el universo es eterno.
7573. Tenemos que hablar, no. Hemos de actuar. Pues el mal cuando escuece, es tan rotundo y radical como la muerte.
7574. Quien tiene hambre piensa con tortas –pan-.
7575. Si nos gusta algo y lo necesitamos, ¿qué importa las condiciones para conseguirlo?
7576. Los papeles cuando se inventaron fue por una desconfianza, para obligar a otro a someterse, a cumplir lo estipulado. Pero como las personas somos ingobernables –somos egoístas- los papeles sólo sirven verdaderamente para los que tienen el poder y mandan.
7577. ¿Rozar, tocar, abrazar, no es todo lo mismo. Todo depende de nosotros y de la persona a la que se lo hacemos. Si nos gusta, nos atrae, tiene mucho sentido, nos llena de belleza. Pero si lo hacemos todo por unas normas de conducta, políticamente correcto, entonces es como un negocio.
7578. Me he inspirado en este párrafo de tu interesante y profunda publicación: ‘Falling … just falling. There is nothing to grasp onto’ -’Caer… simplemente caer. No hay nada a que aferrarse…’.
Gracias, Vivien, por tus escritos que siempre los encuentro sugerentes.
7579. Así de sencillo. O lo que es lo mismo: si morimos a lo viejo, que es el pasado, es cuando llega lo nuevo. Aunque no sepamos lo que es. Descartando llega lo que no se descarta: toda la vida sin exclusión que abarca lo nuevo. En verdad siempre está ahí lo nuevo, pero nosotros con el dolor lo hacemos viejo, pesado, desagradable.
7580. Todos los que nacen en Occidente, y viven, conocen de verdad lo que es el cristianismo. Pues, después de dos mil años de estar en el poder de la religión abarcándolo todo, es preciso que cada piedra esté contaminada -afectada- por él.
¿Qué es el marxismo, el comunismo? Su autor era europeo, y aunque era judío, estaba contaminado -afectado- por el cristianismo. Que no es más que el comunismo mezclado con supersticiones, alucinaciones y delirios.
Por tanto, todos los políticos de Occidente no pueden abstraerse de la moral cristina –sino, no podrían conseguir el poder, ya que sus posibles votantes también están contaminados, afectados, condicionados, por el cristianismo-. Y por eso, parece tan cruel e inmoral que los políticos -sobre todo la derecha- sean tan injustos, favorables a los ricos, explotando a los pobres, los menos afortunados.
La misma Iglesia Católica ha caído -como no podía ser de otra manera, pues son personas como todas, con sus carencias, miedos, debilidades- en el mismo sistema hipócrita, que nos corrompe, de no hacer lo que dice su precepto religioso: darlo todo, para no tener nada. Que es de la única forma en que se puede liberar a las personas de la injusticia, la miseria, la pobreza. Dignificando a quien lo vive, como al que lo recibe con un acto de compasión y amor.
7581. Las palabras, como todo en la vida aunque tienen su importancia, no son verdaderas, no pueden reflejar la realidad. Porque esa importancia que le damos a las palabras, de adelante de los retos, de los hechos que son atemporales no sirven. Pues, la realidad, la verdad, el que es, está más allá de las palabras.
Tú puedes decir: Me voy. Pero, en realidad no quieres marcharte. Y por tanto, no sabes realmente lo que quieres, ya que estás fragmentado y dividido internamente, confuso.
De modo que la comunicación no verbal es más interesante.
Así, que todos estamos atrapados por las palabras, les damos excesiva importancia. Más aún cuando están en un papel, un documento, y se convierten en norma, ley.
En realidad las palabras reflejan aquello que somos: miedosos, hipócrita, divididos internamente, corruptos, sin querer la libertad verdaderamente.
7582. El problema de toda adicción es tanto el consumo, como las personas con las que nos relacionamos. Cada cual busca a las personas con quien más se comunica en sus necesidades y problemas. Por lo que los adictos se relacionan entre ellos, ya que les proporcionan el poder consumir eso a lo que son adicto –da igual que sea el alcohol, las drogas, el sexo, robar y hacer maldades, la violencia, como una idea o teoría religiosa o política, etc.-.
7583. El comunicarse con una frase de una línea, es preciso que sea una vaguedad. Cuando la usamos sabemos que eso es como posarse un mosquito en la piel.
La pregunta es: ¿Por qué comunicarnos con una línea, y no lo hacemos con todas las líneas que necesitamos para comunicar eso que queremos que se sepa? Evidentemente es por la falta de saber redactar eso que queremos en un escrito de varias líneas. Por las prisas, la ansiedad, los neuróticos que somos. Como lo prueba también la jerga y los símbolos que se usan, que solamente los fanáticos de esos medios comprenden.
Prueba de todo ello, es que las personas superficiales comunican allí si se divorcian o se casan, si ya les ha nacido un hijo, si dimiten o no de un cargo, si hay una manifestación o un evento. Se insultan, amenazan, generan un bucle de palabras y frases que parece propio de una taberna.
Pero, se ha puesto de moda. Y las modas cuando llegan a los superficiales se convierten en una adicción, una plaga que todo lo devora.
El problema no es que escriban una línea de 140 dígitos. Si no que nos obliguen a hacerlo, prohibiendo a los que quieren escribir más.