Torni Segarra

Seleccionar página

824. Ser católico y demócrata parece que no es posible, pues el Vaticano no acepta a las mujeres en igualdad con los hombres a la hora de efectuar el magisterio, la consagración, la confesión, la misa.

825. Habar de lo que ha de suceder después de la muerte, ¿no te parece un atrevimiento? ¿Por qué dices lo que sucederá, si tú no lo has vivido? Así parecemos loritos repitiendo lo que han dicho los otros sin importarnos el ridículo que hagamos. Cuando alguien dice que sabe, es que no sabe, ya sea negando como afirmando.

826. Antes que nada habría que saber qué es dios. Para poder saber lo que él quiere.

827. A más versatilidad más audiencia y comprensión. Pues en la variedad, dentro de las posibilidades, está lo que llamamos el cariño y el afecto. El amor es otra cosa, ya que no tiene medida.

828. El señor dios no necesita que lo adoren, eso sería una vulgaridad vana para él. Pues al no ser mundano, todo lo mundano ni la afecta ni lo necesita.

829. El amor es lo nuevo, lo que nadie ha tocado. Así que toda mirada al futuro para escudriñarlo, no es amor. Es la ignorancia, que es miedo, la que hace que inventemos todas las tonterías adivinatorias con sus actos folclóricos, espirituales, pseudo religiosos.

830. Dices: ‘La vida no es blanco o negro, es gris, y dentro de ese gris, existe la sabiduría.’ Pero tus palabras dicen que no quieren el gris ni la sabiduría, pues te agarras a tu dios que has inventado. Cuando tú sabes que no se puede demostrar que ese dios tuyo exista o no. Y lo mismo haces con la reencarnación. Por lo que vives con los no hechos. Pero en la vida solamente importan los hechos.

831. Si es que somos serios, profundos, nos daremos cuenta que cada vez que le decimos a alguien ‘Te amo’, lo hacemos por miedo a perder a esa persona. ¿El amar es posible las veinticuatro horas del día? Eso es tan infantil, tan superficial, tan absurdo, que no tiene ningún sentido real. Pero nos gusta inventar palabras y cosas que no son hechos: el amor, la santidad, dios, la belleza absoluta en una persona que decimos que es especial. Por lo que todo es miedo e ignorancia.
Cada cual tiene que ver que no es posible ser como nosotros queremos, y si nosotros no podemos ser eso que creemos lo bueno, la belleza, el amor, los otros tampoco pueden.

832. Si decimos: ‘Las mentes liberadas del apego a las riquezas, tierras y familiares, y las divisiones de la casta, la más pura o similares.’ ¿Cómo nos podemos liberar si creemos en el dios que hemos inventado, ya sea Shiva, Brahma, el Señor de los cristianos, en Jehová, a los que estamos aferrados, dependientes de las palabras que hemos puesto en sus bocas? La vida es un hecho, el cuerpo también lo es, pero nosotros queremos depender de no hechos, los inventamos y estamos a gusto con ellos. Pero el resultado es la división, el conflicto, la brutalidad, la violencia. Pero ese hecho no lo queremos ver, pues vivimos como adictos a las ideas y teorías que son nuestros inventos, que nada tienen que ver con la realidad, la verdad, de que no sabemos nada.
Lo único que podemos saber es que la división, y su conflicto que genera, nos provoca el dolor.

833. ¿Por qué queremos imponer nuestras maneras de ver las cosas, nuestra religión y su jerga, nuestras ideas políticas, etc.? De esa manera, ¿nos damos cuenta que no habrá comprensión entre nosotros, pue uno es musulmán, otro hindú, budista o cristiano, comunista o capitalista, cada uno estirando de la cuerda para sí?
La liberación lo es de todo lo que la mente ha inventado, toda la mundanalidad, que son los no hechos. Y el hecho es que la división y lo que genera es nuestro único y verdadero problema al que nos hemos de encarar.

834. Es al revés, pues la mujer siempre es la oprimida, la perdedora ante la fuerza física y la brutalidad de los hombres. Por lo que en sí, como no quiere ni acepta ese papel de víctima, genera la revuelta, la insumisión, la desobediencia. El hombre es como aquel que ya lo tiene todo hecho. Solamente tiene que estar al tanto de que su postura de vencedor prosiga siéndolo.
Y ese mismo paradigma es el que sucede entre los países poderosos –que serían los hombres- y los países que no son poderosos –las mujeres-. Por lo que los países poderosos defienden eso que son porque creen que es lo mejor, y los países menos poderosos se quejan y quieren ser como los poderosos. Por lo que los no poderosos siempre están reclamando de manera que esas reclamaciones les conduzcan a vivir como los poderosos, con su riqueza, abundancia de todo, el despilfarro, la absoluta superficialidad, la vanidad, el exhibicionismo. Y toda esa manera de vivir si no es con la brutalidad, la crueldad, la injusticia, la violencia, no es posible. O sea que lo que querremos, los que vivimos oprimidos, es hacer lo que hacen los que nos oprimen. Por lo que nos hacemos dictadores opresores y crueles.

835. ‘Usted no pertenece a nadie y nadie le pertenece a usted. Algún día usted de repente tiene que dejar todo en este mundo, así que la convivencia de dios ahora.’
Si vivimos de esa manera sin dependencia alguna, quiere decir que somos libres. Y si somos libres, ¿para qué complicarlo todo mencionando, dependiendo de ese dios que nos hemos inventado? Eso quiere decir que no comprendemos lo que es la dependencia ni la no dependencia, la libertad. Por lo que nada tiene sentido, todo son palabras nada más.

836. ¿Por qué lo complicamos todo si el amor lo abarca todo: la amistad, el cariño, el afecto, el hablar, el silencio, el aparecer y el desaparecer, etc. Simplemente porque el amor es la vida misma sin exclusión alguna, es la totalidad que lo abarca todo.