Torni Segarra

Seleccionar página
Conversación por chat con Mukisa.
 
 
06/10/2014
 
Mukisa: Hola, señor.
 
Toni Segarra: Hola. ¿Qué quieres?
 
M: Ser un amigo.
 
TS: ¿Para qué?
 
M: Necesito un poco de gente como ustedes que me pueden ayudar porque soy señor un empleado, trabajador. Más cuatro le doy. Pero deme para mí trabajo. En la mañana en Uganda
 
TS: Y ¿cómo estás?
 
M: No estoy bien, pero voy a estar bien cuando estés conmigo.
 
TS: Entonces, ¿qué quieres de mí?
 
M: En primer lugar, ¿dónde te alojas u señor?
 
TS: Un momento. No preguntes tanto, pues estás pidiendo. Así que, habla claro y directo, para que se te pueda entender.
 
M: Usted me puede ayudar de muchas maneras que usted desea señor, que puede hacerme ocupado y  me da dinero, porque quiero ser rico. Recuerde señor, tengo pasaporte así que me gustaría trabajar desde algún sitio diferente de su país.  Señor, por favor, por favor, ayuda.
 
TS: No puedo darte dinero. Pues tengo lo justo para poder sobrevivir en lo básico.
Sólo podemos hablar.
 
M: No estoy pidiendo el dinero, que quiero puestos de trabajo que me puede traer dinero,  cualquier trabajo. Señor sé que nadie puede obtener dinero sin trabajo,  excepto las mujeres.
 
TS: Siento decirte, que no tengo la oportunidad de facilitarte trabajo. Ya que no tengo ninguna empresa para emplearte.
Pero, ¿por qué quieres venir aquí? ¿Qué en Uganda no puedes obtener lo necesario para poder sobrevivir?
 
M: Aquí hay carencia de empleo, en nuestra moneda, si es alguien legal, y puede trabajar por 100 dólares al mes si intercambiamos en dólares estadounidenses.
 
TS: Pero incluso, aunque tengas toda la razón de que el salario es muy mal pagado, incluso si realmente has querido salir de Uganda. Usted tiene que entender que tal vez no se puede salir, tiene que residir allí. Eso les pasa a muchas personas que también quieren dejar su país, su pueblo, etc., que son de Europa y no puede hacerlo.
Uno tiene que tratar de ver todo el recorrido de la voluntad, del deseo, pero llega un momento que tiene que ajustarse a la realidad. Y no hay que inventar otra realidad que más me agrada.
Tanto el asiático, africano, americano o europeo, tienen las mismas necesidades y problemas básicamente. Tenemos que comer, tener un refugio, ropa, etc., y todos pasamos por ahí.
 
M: Bueno, de acuerdo, pero si yo trabajara, puedo guardarme, defenderme. Y no me importa. Por favor, señor.
 
TS: ¿Cómo puedes saber quién soy yo? Porque yo no te he visto por cualquier foro o grupo en Internet.
Y si yo no te veo. También tú no me puedes ver, ¿no es cierto o estoy equivocado?
 
M: Tú eres un  verdadero señor. Pero Dios lo sabe el por qué estoy yo contigo.
 
07/10/2014
M: ¿?