3875. En el momento en que nos damos cuenta que estamos condicionados, es cuando ya dejamos de estarlo. Pero no nos gusta estar des condicionados, ser libres, ya que le tenemos miedo al vacío, a la nada.
3876. He sabido de ti al ver una información sobre que le has dedicado –tú y el ayuntamiento- una calle a una víctima del terrorismo.
Y mira que tienes ganas de complicarte la vida, en tantos nombres bonitos que se pueden poner: nombre de aires, nombre de algún animal, de alguna montaña o río, algún nombre típico como calle Horadada, calle Larga, Acequia o Camino, Pozo, etc. O simplemente poner un número de calle como hacen en Nueva York.
Se trata de no molestar a nadie, ser lo más aséptico posible, laico, apolítico, etc.
Hoy también aparece en la prensa que un terrorista que ha estado 22 años en prisión, y dos familiares de víctimas del terrorismo, tanto del de la derecha como del de la izquierda, han tenido un encuentro, se han reunido los tres para hablar de su dolor, de sus problemas de convivencia. Y aparecen fotografiados satisfechos, alegres, como si todos fueran amigos.
¿Cuándo os enseñaréis los políticos a actuar sin hacer política barata, de mercado, mezquina y de subdesarrollados mentalmente? ¿Es qué no has tenido suficiente terrorismo, que todavía quieres más, no has tenido suficientes lágrimas e histeria colectiva?
Por eso eres un bobo, no te aclaras, os tienen como traidores, siempre os estáis peleando, los más progres y humanistas o se van o los expulsáis. ¿Es qué os habéis vuelto locos, o desvergonzados, pasotas, indiferentes e insensibles? Ahora cuando fracaséis, ¿a quién le daréis la culpa, al nacionalismo centralista fascista español, al nacionalismo independentista catalán?
3877. La comunicación no verbal parece ser que es más libre, ya que es más rápida y no la podemos controlar. Por eso el silencio ante una petición, o una respuesta, puede tener varios sentidos, entre ellos un sí, un no o la indiferencia. Y ahí está lo interesante del silencio, pues tenemos que descubrir esa respuesta lo que en realidad quiere decir.
Aunque todo eso, también tiene muy poco valor. Ya que la realidad es dinámica y siempre está cambiando, moviéndose. Lo nuevo, que incluye al silencio, es lo desconocido. Y es este desconocido lo que nos librera del pasado, del presente, del futuro.
3878. ‘Algunas personas hacen tu risa un poco más fuerte, tu sonrisa un poco más brillante y tu vida un poco mejor.’
Sí, eso es verdad, Bebsy. Pero lo importante es lo que sale dentro hacia fuera. Pues si dependemos de los demás para sonreír, para ser felices, estar seguros, para sentirnos más fuertes y poderosos, entramos en la dinámica de la esclavitud, del seguimiento, de la autoridad. Y ahí no puede haber libertad de lo conocido. Y sin libertad, la vida tiene muy poco sentido, es repetitiva, rutinaria, decadente. Sin poder ver la belleza que hay por todas partes.
3879. Si decimos que ‘Sólo desde el silencio todas las respuestas llegan’. Eso, ¿no es dividirnos, fragmentándonos de la realidad que lo abarca todo? Y la realidad no hace distinciones entre el silencio o no. Pues el silencio, no es la ausencia de ruido –eso sería absurdo-. Ni tampoco detener la actividad mental. El silencio es lo que queda cuando vamos más allá del ruido, de las imágenes, del parloteo de la mente.
3880. La legalidad tiene importancia cuando es necesario. Pero llega un momento en que la legalidad no tiene ningún valor ni sentido. La constitución -que es la legalidad- dice que cada español tiene que tener una vivienda, ¿es eso verdad? La legalidad también es, que las administraciones sean diligentes -la justicia, los hospitales, los pagos, etc.-. ¿Es esto una realidad o vivimos en la ilegalidad, cuando centenar de políticos corruptos de tu partido van por la calle sin que la justicia se les aplique como establece la legalidad?
Por lo tanto, la legalidad llegada a un punto no tiene valor ni sirve. Y así ocurre con las reclamaciones aterradoras, por repetidas reclamaciones a lo largo de cientos de años.
Cuando una reclamación de un gran grupo de ciudadanos -de millones- no es atendida, estamos sembrando la anarquía, el desorden y el caos. Y los gobernantes lo deben y tienen que saber. Saber lo que se juegan. No creer que porque mandan tienen carta blanca para hacer lo que ellos más les interesa egoístamente, por un beneficio que es su manera de hacer política, como la persecución de las ganancias para permanecer en el poder al precio que sea.
Porque ello puede degenerar en una confrontación. No hay norma ni ley que puede dominar e imponerse a lo interno. Pues lo interno siempre se manifestará e impondrá a lo externo. Y por eso, es que tenemos está sociedad tan corrupta, con políticos ladrones sin ninguna vergüenza, que hacen quebrar los bancos, los ministerios los debilitan por querer privatizar los servicios. Y ese caos, desorden y confusión, es el que se apodera de todas las administraciones.
Y como última manifestación es ser represores, dictadores, ciegos ante la realidad de lo que es de uno, su derecho: que es la mayor libertad posible, libre de esclavitudes impuestas a través del pasado. Inventadas e impuestas por las armas y las leyes creadas por los vencedores para seguir obligando, poniendo algo que no se puede sencilla y llanamente.
3881. No hay que quedarse como una estatua de sal con el pasado. En el presente los nazis tienen mando en Ucrania, los israelitas en Palestina están haciendo un genocidio durante cincuenta años. Y la crisis económica hace que muchos de los más ignorantes y menos afortunados, hagan caso a la ultraderecha racista, xenófoba, por toda Europa.
3882. Esta mañana ha pasado una garza de las más grandes dando dos graznidos, cuando volaba yendo o al cercano río o a la cercana también Albufera. El día estaba clareando, aunque las garzas pueden volar y desplazarse en la oscuridad de la noche a cualquier hora. Eran muy gritonas, pero no escandalosas: daban un fuerte graznido y al cabo de medio a un minuto daban otro. Que con el silencio y la quietud de la noche o la madrugada, sonaban con toda nitidez.
Durante el día no gritaban cuando se desplazaban o estaban quietas buscando comida, cuidándose el plumaje o dormitando. Rara vez volaban en grupo, sólo lo hacían cuando se desplazaban hacia donde había árboles donde dormían en las ramas más altas. Para ello se desplazaban varios kilómetros a los márgenes del río donde había árboles grandes y poderosos. También se desplazaban a una hilera, en la orillad de un camino, de unos eucaliptos muy altos y de muchos años. Allí llegaban un centenar durante una hora antes de ponerse el sol. Era muy lento y costoso el ocupar una rama, dando algunas vueltas a los eucaliptos, pues al tiempo otra garza quería ponerse donde ella estaba, teniendo que alzar el vuelo y volverlo a intentar en otra rama u otro árbol. Y así toda la noche. Como todos los animales, tenían un comportamiento que parecía caprichoso, indescifrable. Pero ellas con su silencio, salvo cuando gritaban, iban de un lugar a otro sin importarles ni la hora ni la oscuridad.
Lo que sí que hacían seguro, era ir hacia los lugares donde querían pasar la noche. Pero una vez allí, podían quedarse o no toda la noche, unos minutos, unas horas, o hasta unas horas después de la salida del sol.