Torni Segarra

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5804. Jesús expulsó una sola vez a los mercaderes –capitalistas, usureros, liberales sin escrúpulos, etc.- del templo, ¿no? Pero no lo hacía todos los días. Porque si lo hubiera hecho, hubiera desencadenado una guerra entre los mercaderes y él, y también con sus seguidores. ¿Comprendes, Fe?
El racismo es como el genocidio: la intención continuada en el tiempo en perjudicar, eliminar a los otros que no son como nosotros racialmente, etc.
 
5805. La libertad es ser feliz con lo que uno es, con lo que tiene.
 
5806. Todos los triunfadores padecen la misma enfermedad del cretinismo.
 
5807. Uno es como es, ya sea pobre, rico, de la clase media, etc. Pero uno tiene que ir más allá de eso que es, para no convertirse en un neurótico y no ser destruido.
 
5808. La guerra es la contradicción que se vuelve en lucha por cualquier nimiedad. Es en ese momento de nimiedad donde podemos descartar la guerra fácilmente.
Pues la guerra, la lucha, se convierte en una manera de vivir creyendo que no hay otra. La guerra es la parte de la vida que más se asemeja a la locura, al abismo, al absurdo.
¿Por qué no vemos esa locura, ese abismo, ese absurdo, de manera que ese ver sea la acción de descartar la guerra y todo lo que la genera?
 
5809. Warren. Todo lo que describes eso el resultado de una mala relación entre las dos partes. Por tanto si queremos solucionar esa mala relación, las dos partes han de comprender y llegar a un acuerdo, solución.
¿Cuáles son las quejas de las dos partes? Unos dicen que se les ha invadido sus tierras y han sido expulsados donde siempre habían vivido. Los otros dicen que no tienen seguridad, pues las quejas de los que se consideran invadidos son violentas.
¿Se puede ese conflicto desactivar? Sí, si las dos partes ceden en su arrogancia, egolatría, en sus ansias de expansión anexionando y robando más tierra. Sabemos cuál es la enfermedad, sabemos su medicina, ahora falta que los enfermos quieran cooperar para curarse.
 
5810. Pretender tener toda la razón y que el otro no la tiene, es el camino de la guerra. Las dos partes tienen razón y no la tienen a la vez. Por lo que las dos partes han de ceder, renunciar a algo para que el conflicto no pueda ser.
Pero creerse una parte toda poderosa, superior en moralidad, etc., es la ignorancia que desencadena las guerras. La egolatría sabe justificar nuestras acciones por absurdas que sean. Y también sabe destruir las acciones que consideramos siempre negativas de los demás.
 
5811. Ahora que saben lo que es el dolor de perder un hijo. Tal vez, puedan comprender todo el dolor, el sufrimiento de las masacres de niños en Palestina. ¿Lo verán los políticos, los que deciden la guerra, los que venden armamento para matar? De momento no lo ven, pues todo sigue como siempre: uno de los nuestros, su muerte, es más importante que los otros, que nos son indiferentes.
 
5812. El Sr. Pujol el ánima mater del Gobierno Catalán, y toda la derecha ladrona, les ha dejado grogui. Y ahora como tienen miedo de que el Gobierno central los destruya completamente por toda la corrupción que llevan detrás, se han hecho sumisos, domésticos, obedientes. Están más perdidos que un garrofín –semilla del algarrobo- en el mar.
 
5813. El odio puede matar más que las balas y las bombas, pues puede provocar el hambre, las enfermedades, la miseria más absoluta, en los sitiados y encerrados donde viven como si fuera en un campo de concentración.
 
5814. Hablar de la relación de la pareja, es lo mismo que hablar de cualquier otra relación. Cuando más miedo tenemos a la vida, a la muerte, a la soledad, a la inseguridad, es cuando más nos agarramos y aferramos a todo lo mundano.
Cuando más miedo tiene uno más arrebatos de amor tiene con su pareja. Porque la posibilidad de que esa dependencia, que nos proporciona seguridad, puede desaparecer es lo que nos provoca esos arrebatos y estremecimientos sentimentales, sexuales, etc.
He visto películas que fueron filmadas en la primera mitad del siglo pasado, donde esos arrebatos pasionales están presentes en la relación de las personas. Pues en esa mitad del siglo pasado hubo dos guerras mundiales, con todos los problemas que las anteceden -revoluciones con sus represiones, etc.-, donde la vida adquiere un gran valor por las desgracias que suceden, y a que la muerte estaba muy presente. 
 
5815. Nosotros no somos políticos, somos personas normales. Por tanto, tratar de solucionar los problemas como si fuéramos políticos sin tener su poder y autoridad.
Así que, Warren, nosotros solamente podemos solucionar nuestros problemas con las personas con quienes convivimos, con los compañeros de trabajo, con los vecinos. Por eso, el verdadero y único problema que hay soy yo mismo. Y es a eso a lo que nos hemos de atener.
Y si nuestro problema queda resuelto –siempre es un problema de relación-, esto va a afectar a toda la humanidad. Esta es la revolución definitiva: si no limpio mi casa cómo voy a decirte a ti que tú casa está sucia y que la tienes que limpiar.