Torni Segarra

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5841. ¿Uno puede dejar de ser inglés, chino, ruso, norteamericano, europeo, indio, etc.? ¿Seguro qué podemos dejar de ser negros, amarillos, cobrizo o blanco, mestizo? El problema no es lo que somos. Si no qué hacemos con eso que somos.
 
5842. No es tan fácil, Joseph. Lo que cuenta son los hechos. Y no lo que nos gustaría que fuera, otra realidad que me gusta más y satisface. Y los hechos son que estamos condicionados por el lugar donde nacemos, los padres y parientes, la cultura, la educación. Ahora viene alguien que dice que sabe y dice: que uno puede dejar su nacionalismo, su condicionamiento, su raza, etc., para siempre. ¿Es eso cierto o no?
Tendremos que trabajar para descubrir la verdad y lo falso que hay, en ver si es verdad o no que podemos estar libres del condicionamiento. No un sólo día, unas horas, unas semanas, etc., si no para siempre.
 
5843. No queremos saber lo que han dicho los otros sobre la división, sobre el nacionalismo. Estamos interesados en ver por nosotros mismo qué hay de verdad en la afirmación de estar libre de los nacionalismos: el mío, el tuyo, el de todos.
Ya que ese nacionalismo lleva implícito lo que le da vida: el ‘yo’, el ‘mi’, el ‘nosotros’, el ‘ellos’.
Por tanto la pregunta es: ¿Puede el ‘yo’, el ‘mi’, etc., desparecer definitivamente?
 
5844. La libertad, la independencia, no es solamente algo relacionado con el dinero, una idea política, romántica, material. La libertad es lo más sagrado. Pues, es con libertad donde el amor puede ser. Y el amor es el orden, la ausencia de división y conflicto.
Es decir, la libertad, el amor, es sin causa ni motivo. O es o no es.
 
5845. ¿Cómo es posible que 262 camiones, cargados de comida y medicinas para los civiles aislados, asediados, después de unos días yendo de un lado a otro no se puedan dar? ¿Y el humanismo, la compasión, el paliar el dolor, el sufrimiento de los que viven bajo el fuego, las bombas, la violencia, la guerra?
¿La ONU qué dice? Ese conflicto, guerra, no interesa, ya que es una vergüenza enmarañada. Los que mandan van a su negocio: mandar y no perder el mando.
 
5846. Todo lo que hagamos para que sea verdadero ha de estar libre de división y conflicto. Si la mente nos proporciona olas mentales de nacionalismo, no podemos quedar atrapados en el conflicto de querer reprimirlo, de luchar contra esas olas mentales. Porque si hay conflicto, está operando el ‘yo’, fortaleciendo eso de lo que nos queremos liberar. 
La liberación es la ausencia de división y conflicto. Así que digamos lo que digamos, y hagamos lo que hagamos, si no hay un cese del conflicto, nada tiene sentido. Aunque digamos que no somos nacionalistas, ni que no tenemos razas, ni ideas o teorías de la clase que sean. Todo eso no tiene ningún valor. Lo verdadero es la ausencia del conflicto, de la división interna. Haciendo o no haciendo, siendo o no siendo, diciendo o no diciendo.    
 
5847. ¿Si no fuera por el cristianismo podría occidente haber inventado el comunismo? El primer comunista era Jesucristo, ¿no? Todos somos iguales, ayudar a los más débiles, menos afortunados, ser justos y honrados.
 
5848. Eso es el origen de toda riqueza: una injusticia, un robar, un pasarse las leyes para conseguir beneficios, tratar a los demás como si no fueran humanos, que ni sienten ni sufren -o al menos no sufren tanto como el rico-.
Pero para que esa maldad pueda ser, ha de haber mucha tolerancia y complicidad en los poderosos, los que mandan. Nada de lo que sucede es ajeno al poder. Por lo que todo parece una mafia.
 
5849. El nacionalismo solamente puede desaparecer, si el ‘yo’ cesa en su actividad.
Por lo tanto, el problema no es el nacionalismo. El problema es el ‘yo’.
Y volvemos: ¿Puede este ‘yo’ dejar de operar para siempre? Porque si el ‘yo’ no cesa en su actividad, si viene y se va recurrentemente, entonces el nacionalismo volverá también con él.
Lo que quiere decir, que el nacionalismo siempre está ahí. Ya sea en su máximo o mediano nivel, o en su mínima expresión.
Y como psicológicamente no existe eso de: te amo un poco, o bastante. Si no que el amor o es o no es. El nacionalismo siempre está ahí.
Eso es tan evidente como sucede con la no violencia. ¿Podemos vivir sin nada de violencia, o la vida misma es violencia?
 
5850. No es que nos separan. Es que la esencia de la mente, el pensamiento es divisivo. Por tanto, si huimos, si lo reprimimos, si queremos cambiarlo, es cuando prosigue la división, la actividad del pensamiento, del ‘yo’.
Pero si no huyo, si no que estoy con ello todo el tiempo, el conflicto cesa. Y es cuando el pensamiento y sus inventos del nacionalismo, las razas, las religiones, los partidos políticos, etc., llegan a su fin.
Es decir, uno ha ido más allá de toda la mundanidad, la superficialidad, la ilusión. Aunque todo sigue igual, pero a nosotros no nos afecta.