Torni Segarra

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3480. Creo que de una manera o de otra, todos formamos parte de una ‘mafia’ -no criminal-, que es lo que se dice como corporativismos. O la familia, los amigos, el nacionalismo, la religión, etc. Por lo que, tal vez, los hombres somos así y no hay manera de no serlo. Por lo que el problema no es lo que somos, sino lo que hacemos, y cómo lo hacemos. Es decir, si somos complacientes con la corrupción, con la inmoralidad, indiferentes con la brutalidad, la crueldad. Es la ausencia de sensibilidad ante el sufrimiento y el dolor, lo que genera este mundo de caos, violento y cruel.
 
3481. Hola Samantha. ¿Desde cuándo una democracia verdadera patrocina, alienta y defiende a los que han hecho un golpe de estado, con violencia, asaltando y quemando edificios oficiales, deteniendo y matando a policías? ¿Tú, vosotros, lo consentiríais? ¿Qué puede generar un golpe de estado violento sino más desorden, confusión, más violencia? Y por supuesto, los que lo apoyan y defienden se ven obligados a participar de ese desorden, caos, confusión. Que es en lo que estáis inmersos, al decir una cosa –que sois demócratas- pero haciendo otra.
Un golpe de estado es lo que más daño hace a la democracia. Porque al hacerlo, la ley ya no tiene ningún valor. Y si la ley ya no tiene ningún valor, ¿para qué hablas en la Asamblea, recurres a sus normas, que son como la ley? Por lo que todo se convierte en absurdo, al descrédito de los políticos y lo que hacen. Por lo que, estáis restando valor a vuestro trabajo. Ya que sin el imperio de la ley, todo se colapsa y ya no tiene ninguna viabilidad. Con afecto y con cariño.
 
3482. ¿Nosotros también somos responsables de haber nacido? Como no sabemos si somos responsables o no, la responsabilidad no es completa ni total. Por lo que no somos responsables de haber nacido. Ni tal vez, tan siquiera cómo vivimos.
 
 
3483. Cada uno es como es. Tengamos luz o no, eso es lo que hay. Y no hacer ningún problema con lo que soy, con lo que hay, es el fin de la oscuridad.
 
3484. El pasado es nada. Y esa nada se convierte en vacío. Y con la nada el ‘yo’ no puede operar. Por eso la nada es el estado liberado.
 
3485. El ‘yo’ se va y vuelve a llegar. Esa es su estructura. Aunque el ‘yo’ puede decir que él ya no existe. Así que hemos de vivir con ese ‘yo’ y sus maneras.
 
3486. Si decimos que para ser una luz para uno mismo no se puede seguir la luz de otro, eso mismo en sí genera conflicto, división interna. Pues toda afinación lleva en sí a su contrario. Y entonces el ‘yo’ y sus conflictos está operando. ¿Puede haber luz con división y conflicto? No digamos nada. Solamente miremos, observemos.
 
3487. Todo puede ser y todo puede no ser, infinitamente. Lo que digamos en ambas direcciones, es el fruto de la ignorancia, de un fragmento, la no totalidad.
 
3488. Es el miedo a la soledad, a que me hagan algún daño, a ser rechazado, a no ser nada, a la enfermedad, a la vejez, al dolor, y a la muerte, lo que nos hace domésticos. Listos para emparejarnos para toda la vida, para ser nacionalista, listos para agarrarme a un grupo religioso, político, etc.
La pregunta: ¿Todo eso que es fruto del ego, del ‘yo’, puede cesar? Cesa y vuelve, en un juego que no tiene fin.
 
3489. Como no podemos saber todo. Tampoco podemos afirmar y saber si alguien tuviera el poder para liberar a los demás de la ignorancia. Por lo tanto uno tiene la posibilidad de informarlo, ya sea de palabras o con su manera de vivir. Si uno es falso e ignorante, los que le sigan también serán falsos e ignorantes.
 
3490. Por tanto hay que descartar esas creencias que son todas divisivas. ¿Puede eso ser una realidad, un hecho? Eso cada cual lo ha de descubrir para que se convierta en realidad o no en su vida, en su manera de vivir.
 
3491. Como continuación a lo que te dije sobre vuestra actitud informativa según el capricho de los directores y editores, del propietario de la cadena de televisión, cabe observar escandalosamente el tratamiento que le dais a todo lo referente al golpe de estado en Ucrania. Las no referencias al golpe de estado violento, la desaparición de las imágenes de los asaltos a los ministerios, ayuntamientos, edificios gubernamentales, el lanzamiento de cocteles molotov a la policía, sus muertes, su detención por los terroristas, fascistas y nazis. Todo eso, ¿Por qué no lo divulgas como lo haces con lo que tú sí que quieres hacerlo, cuando te dedicas a la caza y divulgación de las miserias de los sospechosos, imputados o los que ya han detenido por corrupción, que todos ya se dedican a lincharlos? Pero luego para que te informen sus familiares, cómplices, etc., ante las cámaras y micrófonos, los mimas y les haces la pelota, te vuelves rastrero, taimado.
Un golpe de estado violento o no es muy grave, porque destruye la legalidad. Es como si un colaborador tuyo te desplazara y adoptara tu autoridad como director del programa. ¿Verdad que eso es absurdo, inasumible? Lo vemos claramente en los dictadores que nos ha tocado o nos toca sufrir. Pero hay unos que el establishment los tolera, alienta, justifica. Y es ahí donde llegan los problemas, donde estamos metidos hasta el cuello. Porque eso quiere decir que ante un dictador cruel y sanguinario, como lo fue Franco en España, te callarías, esconderías, alterarías la información de que accedió al poder con un golpe de estado, para presentarlo como lo hicieron: como el salvador de todos los problemas, el que puso orden en el desorden. Y sí que lo hizo. Pero impuso su orden a sangre, fuego, matanzas, imponiendo una dictadura feroz que duró unos cuarenta años.
Ahora estamos en una tesitura parecida: se ha provocado, tolerado, alentado, por Europa y Estados Unidos, un golpe de estado violento que ha derrocado, y ha huido –ya que los podrían matar los terroristas, fascistas, nazis-, el gobierno democráticamente elegido. Es decir la legalidad ha desaparecido, ha sido quebrantada. Pero ahora esos terroristas golpistas, reclaman respeto para la legalidad, que es su ley que han impuesto a base de muertes, asaltos, destrucción y anarquía, ¿Te das cuenta en el momento en que vivimos, pues todo el establishment está a su favor, le consiente las mentiras, que ellos mismos también las repiten como demostración que están a favor de sus actos violentos para llevar a cabo el golpe de estado y consolidarlo?
¿Qué vas a hacer tú, como director, callar, ser sumiso, un animal domesticado –aunque estás en tu derecho de serlo-, o vas a ser lo más veraz y objetivo, sacando las imágenes –si fueran necesarias, precisas, para la información- de los edificios asaltados, incendiados, las batallas entre los terroristas y la policía, entre los francotiradores que todavía no se ha aclarado de que bando eran, que mataban a personas en esos momentos de caos y paroxismo violento? ¿Puede ser verdad todo lo que está sucediendo? Sí que lo es. Y lo más grave es que eso mismo puede suceder aquí donde vivimos ahora cada minuto, cada hora, cada día. Y también es la realidad, que a los pocos días del derrocamiento del gobierno elegido democráticamente, llegó a Kíev un alta autoridad del gobierno de Estados Unidos y les dijo públicamente que les daban una ayuda de mil millones de dólares.
Ayer mismo se votó, por el 95 por cien de los habitantes de Crimea, con el resultado favorable a la reunificación con Rusia. ¿Cuál va a ser tu tratamiento e información, dirás que es ilegal como dicen ahora los golpistas –que ya quieren ahora que se respete la ley, que es su ley claro- que son los nuevos que mandan, como lo dicen también los padrinos del golpe -Europa y Estados Unidos-? ¿O dirás la verdad que la legalidad es para todos por igual, de lo contrario llega la anarquía, el caos, la quema de edificios públicos, las violencia con las matanzas? Es decir, darse cuenta que si imponemos nuestra ley pero nos oponemos a la de los otros, la guerra está ahí servida para empezar con las carnicerías y las matanzas en masa. Y todo eso en el mismo corazón de Europa, no lejos en África, Sur América, el Oriente Medio y los musulmanes, o el lejano Oriente.