Torni Segarra

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5851. El comunismo y el cristianismo tienen esa misma raíz de igualdad. Pero todos los ‘ismos’ nada tienen que ver con el principio original.
¿Quién es un verdadero cristiano -que pone la otra mejilla cuando es golpeado-, que renuncia y se niega por los demás, que todo lo da?
¿Quién es un verdadero comunista que nada tiene porque todo lo comparte, porque quiere la igualdad, donde no ve razas si no solamente seres humanos?
 
5852. ‘La desigualdad es la raíz del mal social.’
Venga. Que lo ponga en práctica en su empresa –Vaticano-: que reconozca los mismos derechos de las mujeres con los hombres. Y deje de ser una organización machista.
¿Lo hará? No lo hará. Porque esa secta religiosa se asienta en la desigualdad. No es democrática.
 
5853. El motivo, el deseo principal es arrebatar todo el territorio. Y cuando van en esa dirección, si alguien no lo impide no van a parar hasta conseguirlo.
 
5854. Sergio ¿no te das cuenta que tu actitud es como la de un jaranero? Y tú sabes -te lo recuerdo- que luego te quejas de que quieren ir a por ti. ¿Por qué no tratas de ser más serio, dejar de mofarte de los que no piensan y son como tú? A veces pareces un caricaturesco como de una revista de humor sarcástico, irónico, amargado.
 
5855. Nadie se escapa. Nadie nos escapamos. Pero cuando más arriba más implicación. Es como robar un pobre desgraciado unos euros, o robar millones un pez gordo.
 
5856. ‘¿Es concebible abrazar una religión fundada por otro?’
La religión para que tenga el sentido sagrado, verdadero, ha de ser una experiencia íntima. En la que incorpora todo lo positivo de las religiones establecidas, sin agarrarse a ellas.
Pues la religión es libertad. Ya que sin esa libertad no se puede llegar a la raíz de lo que es la vida, de lo que somos, cómo funcionamos. Para comprender el ‘yo’, el pensamiento, ha de haber absoluta libertad para ver y observar en todas direcciones. De manera que no dependamos de nada ni nadie.
 
5857. Nos gusta gustar porque tenemos miedo a la soledad, al dolor, a no ser nadie ni nada. Por lo que la vida es como un negocio: si yo no te respeto, tú tampoco me respetarás.
¿Qué problema hay en vivir la vida y para ello hacer lo necesario? Está el gusto por sí mismo, que es no estar fragmentado internamente, sin conflicto. Si eso es así, entonces la vida es una celebración de todo lo que acontece.
 
5858. ¿La religión no es el intento de poner orden en nosotros? Vivimos con dolor, pero no queremos. Queremos comprende ese dolor, que es la vida. ¿Cómo lo vamos a comprender? ¿Qué he de hacer para que la inteligencia, la sabiduría, lleguen y me liberen del dolor?
Mientras exista división y conflicto interno, la inteligencia no podrá ser. Y seguiremos viviendo con amargura, dispuestos a destrozarnos unos a otros.
 
5859. ¿Qué sucede si no huimos de la soledad? La soledad siempre estará ahí, nada ni nadie la puede destruir.
Pero si estamos todo el tiempo con ella, sin reprimirla, sin huir, sin tocarla, la soledad nos cuenta su secreto.
 
5859. ¿Qué sucede si no hay contraste, comparación, identificación, imitación? Todo es una continuidad, ¿no?
Todo está relacionado: uno es guapo porque dice que otro es feo.
 
5860. Para que lo que decimos se convierta en un hecho, primero uno lo tiene que experimentar, vivenciar íntimamente, interiormente. Pues todo está manipulado, es una grandiosa mentira y falsedad, aunque digamos que tenemos buenas intenciones, buenos motivos, deseos. Donde no se puede fiar de nadie. Por lo que cada cual, uno ha de encararse con eso que nos llega, sea lo que sea.
 
5861. Si hay una mente, ¿por qué la dividimos en consciente o inconsciente? El inconsciente es la consecuencia de la mente consciente. Y al revés. Las dos son lo mismo: pensamiento, pasado, materia.  Por tanto, si nos conocemos, si sabemos de qué manera funciona el pensamiento, para qué dividir a la mente en inconsciente y consciente.
Las experiencias son infinitas, por lo que todo se convierte en una especulación de lo que podría o debería ser. Es decir, lo convertimos en un entretenimiento, un pasa tiempo, para no vernos en realidad qué es lo que somos: la nada. Que nada la puede llenar. Por tanto, no hago nada. Sólo estoy atento, observando esa nada, de manera que se convierte en la dicha de vivir.
 
5862. ¿Por qué queremos vencer, conquistar? Si vemos lo que es la realidad, no hay vencedores ni vencidos. Sólo hay el resultado de la acción de la vida, que se manifiesta materialmente, psicológicamente.
La victoria, la conquista, nos esclaviza. Porque hemos de seguir peleando para que no nos arrebaten la victoria ni lo que hemos conquistado.