Torni Segarra

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 6985. Si uno se enamora del dolor, éste nos cuenta su secreto.
 
6986. Cuando tienes amor, mucho amor, por todo el dolor de tu vida. El dolor te cuenta todos sus secretos: cómo funciona, dónde tiene su raíz, cómo nació, dónde está el final.
 
6987. Ayer leí tu columna ‘¿De dónde ha salido esto?’, en… Gracias.
No te has enterado, Florencio. Eso que tú dices, te preguntas: ¿De dónde ha salido el ansia de libertad e independencia en Cataluña? Eso es de toda la vida, desde hace cientos de años. No es de ahora, motivado por los recortes sociales, la crisis económica, los casos de corrupción y la inmoralidad que se descubren cada día. Lee, infórmate e investiga y lo sabrás. Y aunque, ahora todo fracasara, proseguiría hasta la próxima vez que se intente. Para que lo entiendas rápidamente -tú que eres vasco-, es lo mismo que sucede en Euskadi –País Vasco-, pero en versión catalana, mediterránea.
Para que ese problema, conflicto entre España y Cataluña cese, los nacionalistas centralistas españoles habrían de cambiar mucho: tratar igualmente, en igualdad a Cataluña como se trata al resto de España, especialmente a Madrid. Dejar de ver a los catalanes como separatistas, enemigos, que motivan sus reclamaciones de autonomía, justicia en la distribución de la inversión de los impuestos que aportan al Estado centralista. ¿Ese cambio lo harán los nacionalistas centralistas españoles?
Han intentado destruir ese sentimiento de libertad e independencia, varias veces: aplastamiento mediante bombardeos e invasión hace trescientos años; y el dictador Franco, también lo intento durante cuarenta años, arrasando e intentando destruir la lengua y la cultura catalana, y ese sentimiento de libertad e independencia. Pero lo interno es más poderoso que lo externo, que las imposiciones, que las normas, que la ley –que siempre es inventada para favorecer al que la inventa, proclama, exige-.
 
6988. Los que son brutales y crueles, sus hechos así lo confirman. Siempre encontraran un motivo, una excusa para serlo.
Por eso, por lo que hacemos, nuestros hechos, es por lo que nos conocen.
 
6989. "Dile a tu amigo que en su muerte, una parte de ti muere y se va con él. Dondequiera que vaya, tú también te vas con él. Él no estará solo."
 Eso puede que conforte y ayude en ese trance de la muerte, pero la soledad de la muerte es de uno.
Eso es como los que se van a la guerra, y sus parientes y amigos les dicen que estarán con él en el campo de batalla. Pero él solo puede mirar la foto de su novia, esposa, hijos, etc. Todo es mental, fruto del pensamiento,
 
6990. Aunque uno viva en un palacio, lleno de dinero, aunque uno sepa los milímetros que hay desde aquí hasta el sol, sepa toda la ciencia y la técnica, al arte de la política y sus intrigas, si no va más allá de todo ello, será el esclavo de eso que es.
Ahora bien, uno puede que se dé cuenta de todo eso, de esa esclavitud en la que vive, pero le interesa, la vive como vivimos en el cuerpo que nos ha tocado –que no se puede cambiar-. Entonces si comprende eso que le toca vivir, y lo hace sin conflicto ni división interna, deja de ser esclavo, es libre. Porque la libertad no tiene nada que ver con lo externo, pues ella es interna, íntima.
 
6991. Lo que está sucediendo en este momento es lo que ha sucedido y sucederá, tanto en lo físico y material, como en lo psicológico y espiritual. Porque las leyes del universo no se pueden alterar.
Pues aunque llegue lo nuevo, llega por unas consecuencias, causas. Y tiene y provoca a su vez unas consecuencias y causas. Y eso es lo que es el orden, que nosotros no podemos ver ni comprender en su totalidad.
 
6992. Todo se trata de negocio, de dinero. Y del miedo a no tenerlo para seguir viviendo como nos hemos acostumbrado. Aunque sea arrasándolo todo, provocando guerras. Ese es nuestro drama: para vivir unos han de morir otros.
 
6993. Hay que ser muy afortunado para vivir en este mundo sin que nos volvamos neuróticos por el pánico que nos puede llegar en cualquier momento.
 
6994. La mente, el pensamiento, el ‘yo’, no se puede eliminar ni acabar con ellos. Eso sería absurdo, porque nos volveríamos dementes. Lo que podemos hacer es ir más allá de todo ello. Es decir, que el ‘yo’ se dé cuenta, que comprenda, que es un obstáculo, un impedimento para que haya orden. Y cese la división y el conflicto interno.
 
6995. La mente, el pensamiento, tiene la capacidad tiene la capacidad para inventar, ver lo que cree que le conviene. Ese es el peligro y la suerte que tenemos. Aunque la mayor fortuna es saber discernir lo falso de lo verdadero. Pues de ese discernimiento, limpio y claro, va a depender nuestro sufrimiento, y también el de los demás. Ya sean los que están conviviendo con nosotros, como los que están viviendo a miles de kilómetros en la otra parte opuesta de la tierra.