Torni Segarra

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 5231. Ahora ya apelan a la legalidad. Esa legalidad que ellos han quebrantado, con un golpe de estado, para apoderarse del poder. ¿Cómo pueden exigir lo que ellos no cumplen: respetar el imperio de la ley? Ahora están tomando la misma amarga medicina que han hecho tomar a los otros para poder triunfar. ¿Qué podemos esperar de esa manera tan absurda en que vivimos sino más de lo mismo: división, conflicto, violencia y guerra?
 
5232. He leído tu escrito, ‘Mover fronteras provoca alarmas’. Gracias. En el que te has atrevido a decir que en Kíev hubo un golpe de Estado –cosa que muchos omiten o esconden-. Pero no dices nada que era contra un gobierno elegido democráticamente. Sí dices que su presidente era corrupto, entregado al Kremlin. Vaya hombre, ¿dónde está la excepcionalidad, la originalidad de la corrupción? Ya sabes que aquí hay madera para hacer un incendio que lo devore todo: casi todos los miembros del gobierno son corruptos, están implicados en tramas, o imputados ante la ley. Ya sean del gobierno central, como los autonómicos. Y aquí también se puede decir que los norteamericanos tienen varias bases aéreas, y disfrutan de toda la tolerancia del gobierno con ellos.
Creo que no has querido llegar a la raíz de todo el problema. Pues, ¿puede un país tan atrasado y caótico como Ucrania, organizar y ejecutar un golpe de Estado –con todo lo que eso implica de enfrentamiento con Rusia, por ser vecinos y estar en contra de ella- sin la ayuda y colaboración de Europa y Estados Unidos –con toda la prensa, televisión, etc., a favor-? ¿Sabían lo que ocurriría si se hacía el golpe de Estado, la reacción de Rusia? Pues si el golpe de Estado, efectuado por la ultraderecha, los fascistas, los nazis, etc., cuando se hubieran consolidado en el poder hubieran ido a Crimea a expulsar a los rusos de su base naval que tienen en Sebastopol. Por lo que eso ha sido un atrevimiento, una imprudencia por parte de Europa y Estados Unidos, alentar ese golpe de Estado. Si es que queremos vivir en paz, sin conflictos armados, sin guerra.
Pues ahora, como resultado de ese golpe de Estado, Ucrania ha perdido Crimea. Y a los europeos y norteamericanos se les ha visto la careta de buenas personas, pero que patrocinan y apoyan golpes de estado en el corazón de Europa.
Y tú dices que mover fronteras provoca alarmas. Pero y alentar un golpe, con su caos, su desorden y la anarquía, la quema de edificios gubernamentales, la matanza de policías y civiles, ¿eso no provoca alarma, miedo, sufrimiento y dolor, todo el peligro de que se desencadene un conflicto armado o una guerra?
No estoy a favor ni en contra de nadie. Pues los dos bandos enfrentados son iguales: si se intercambiaran los papeles cada uno haría lo mismo que está haciendo el otro ahora. Sólo estoy informando y señalando la hipocresía, el doble rasero, a la hora de informar, justificar lo que hace cada cual. Pues la raíz de todo conflicto está en la división interna de cada cual. Y falsear la realidad de lo que somos y hacemos, genera esa división y su conflicto, que al desarrollarse va a generar los enfrentamientos, la contienda, la violencia y la guerra.
En todo ello hay un actor que de momento nadie le presta atención: China, que tiene la misma alma política que Rusia. Como los occidentales los han odiado y combatido tanto, ellos dos también los odian y combaten.
 
5233. ¿Para qué queremos hurgar en el pasado de un personaje, si no podremos ver ni descubrir lo que realmente ocurrió en su vida? Ya que todo lo que digamos de él, está sometido a la dualidad infinita de que tanto podría ser cierto como no eso que decimos que descubrimos.
Lo que realmente es importante es nuestra vida, cómo la vivimos, qué hacemos con los problemas, los retos que nos llegan. Todo lo demás es un entretenimiento, son chismes, algo con lo que distraernos para no tener que ver la realidad de lo que somos y cómo vivimos.
 
5234. Y ahora ellos van a hacer lo mismo. Por lo que todo eso parece un juego de niños en el patio de recreo de un colegio: tú me insultas yo te insulto; tú me escupes yo también te escupo, etc. Pero nunca queremos saber por qué sucede todo eso, cuál es la raíz, los motivos. Y por eso, después de los insultos y de escupirnos, pasamos a las manos, a la crueldad, la violencia. ¿Podemos ir más allá de todas esas tonterías de colegiales en el patio de recreo? Si no vamos más allá, si no vemos todo el peligro que eso implica, la inminencia del estallido de la violencia está ahí listo para destrozarnos mutuamente.
 
5235. Todas palabras y más palabras. Son los hechos los que cuentan. Y como todos los países y sus gobiernos que os ayudan son corruptos, vuestra relación con ellos será también corrupta. El poder es implacable. Y el que no entra en esa corrupción e inmoralidad, no puede detentar el poder. Por eso toda institución, sea la que sea, lleva en sí la semilla de la corrupción.
 
5236. Aunque la guerra esté dentro de nosotros, ¿podemos vivir sin hacerla, sin tener que usarla para solucionar nuestros problemas de relación, ya sea con las personas con las que convivimos, con la persona que no conocemos que vemos por la calle, o en cualquier lugar, ya sea cerca o en la otra parte del mundo? No digamos ni que sí ni que no. Descubrámoslo por nosotros mismos. Pues todo lo que nos digan los otros no tiene ningún valor, ya que ellos también están confundidos, viven en desorden.
¿Por qué quiere uno imponerse a otro, siendo brutal, agresivo, cruel, es por miedo al ridículo al vernos rebajados y subestimados en nuestra vanidad, en nuestra autoestima? ¿Por qué tenemos tanto miedo al que no conocemos, al diferente, al que no piensa como nosotros, al que llega de fuera? ¿Es por qué nos pone en peligro nuestra mezquina manera de vivir, tenemos miedo de perder algo a lo que estamos aferrados? Cuando nos identificamos con algo –la religión, nacionalismo, teorías e ideas políticas, económicas- nos hacemos inválidos psicológicamente, pues creemos que no podremos vivir sin esas muletas. Pero el problema se genera, está en que esas muletas nos dividen de los demás que también tienen su nacionalismo, su religión, sus ideas políticas, o de otra índole.
¿Podemos ir más allá de todo eso que nos divide, que nos lleva al conflicto? ¿Por qué no podemos gozar de la belleza de un hecho, que nace y muere ahora, de ver lo que sea que tengamos delante, de un rostro, una persona cualquiera, del cielo azul o nublado? Si no tenemos pasión por la vida, hagamos lo que hagamos –ya sea veloces o con menos rapidez-  será un fastidio, una lucha, porque ya estamos divididos de eso que es lo más importante: la vida y la manera cómo la vivimos. Y si esa división, y su conflicto, no son comprendidos y resueltos, yendo más allá de su dinámica y todo lo que genera, es cuando estamos en el ámbito de la guerra, su horror, su sufrimiento, su barbarie.