Torni Segarra

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 6441. Bhakti, devoto a una persona, a su dios, al cielo, etc., solamente tiene sentido si camina por la senda del más allá del bien y del mal.
El devoto –bhakti- es como la persona que se enamora de otra. ¿Verdad que para los enamorados no hay la lógica convencional de acción y su respuesta, como la tienen los que no están enamorados? Los devotos también tienen su lógica, que es el amor al objeto que adoran, ya sea su gurú o maestro, su pareja, una idea o teoría, a su dios.
El devoto –bhakti- sólo tiene sentido si está libre de división y conflicto. Aunque lo tiene difícil, porque si desaparece el objeto al que adora, se amarga, sufre, se desespera de dolor.
Ahora bien, por eso ¿se puede ser un devoto de toda la realidad, de todo lo que existe, de todo lo que es la vida, de todos los seres humanos, animales y plantas, el agua, el aire, las piedras, la tierra, la arena, el polvo?
Esa es de la única manera que no nos aferramos a nadie ni a nada. Por tanto, lo que desaparezca no nos generará problemas. Pues el amor como sigue a todo lo que queda, será nuestro alimento y sostén.
 
6442. Vimal. Hay un ver que no tiene ningún soporte ni referencia. Sólo está la percepción del ver, sin el que es testigo, el observador, el espectador. Es la nada. El problema es que ese ver, esa nada, no es nuestra manera de vivir. Pues ella viene y se va caprichosamente.
 
6443. El inteligente no perdona, comprende la manera cómo funcionamos.
 
6444. Cuando sólo hay presencia no hay el testigo que sabe que existe. Pues el testigo es el ‘yo’, el ego.
 
6445. Los animales son como nosotros, pero menos evolucionados. Cuando los animales se desarrollen como nosotros lo estamos, harán básicamente lo mismo que hacemos nosotros. Porque el dictado, el condicionamiento, de todo ser viviente es la supervivencia y la reproducción.
Algunos quieren invertir ese paradigma, ese condicionamiento, de solamente existir sean cuales sean sus resultados y consecuencias: enfrentamientos, crueldad, violencia, guerra. Y ahí estamos desde hace un millón de años.
 
6446. Sathis. ¿Alguna vez te has drogado, o emborrachado?
 
6447. Sin soledad, que es ser libre e independiente, no hay creación. Es entonces donde no hay compromisos ni obligaciones, sino inocencia.
 
6448. Pero así y todo, con esas ventajas que nos ofrecen los árboles, los maltratamos, los destrozamos. Demostrando que somos estúpidos.
Como esos que iban en un tren de madera, que otro tren los perseguía. Y los maquinistas decían: ‘Más madera’, para correr más. De manera que iban arrancando las paredes y los techos de los vagones, los asientos, quedando sólo el chasis de hierro. Pero seguían diciendo: ‘Más madera’.
 
6449. No sé desde dónde escribes, Carmen. Pero en Sueca, Valencia, todavía el calor pesa. No ha llovido casi en los dos meses de verano y lo que va de septiembre.
 
6450. La duda, para que lo siga siendo, ha de llegar y marchar todo el tiempo. Si la duda se para, se detiene, desaparece, y entonces es cuando nos hacemos fanáticos, tiranos.
Pero llegado un momento uno ha de ir más allá de la duda.
 
6451. Todo lo que se convierte en estático, inamovible, como una ley, hace daño, mata la vida.
 
6452. Las personas no somos de fiar. Pues tenemos miedo. Y ese miedo nos confunde de manera que nos hemos de defender. Es decir, atacar a los que más queremos: a la pareja, a los hijos, padres, parientes, a todos.
 
6453. El fin de la filosofía es la llegada de lo nuevo. Lo nuevo no lo ha tocado nadie. Y por eso en lo nuevo está la pureza, la inocencia, la ausencia de corrupción.
 
6454. La pesadilla de un santo, es su ignorancia y vanidad. Pues si conociera a la humanidad, si se conociera él, se daría cuenta que nadie puede ser santo: el que no hace daño a nadie ni a nada.
 
6455. Si la ignorancia no existiera la tierra seguiría siendo el paraíso natural que siempre ha sido. Pero la ignorancia derrocha, creyendo que uno es el dios al que todo se le está permitido.
 
6456. Por qué queremos aferrarnos a las personas si sabemos que eso es un mal negocio. Pues las personas no pueden hacer lo que creen que pueden: decir que uno va amar a otro por siempre hasta el día de su muerte, estando a su lado como una especie de sirviente.