Torni Segarra

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6431. En la nada no existe ni el mirar, porque nadie mira. Sólo hay percepción.
 
6432. El problema está cuando volvemos de la nada. Y aparece el ‘yo’ con sus problemas.
 
6433. Hay que recordar que el gobierno gobierna para todos los que residen en el país: incluidos a todos los millones que no han votado al partido de ese gobierno. Y se aguantan. Y soportan los desahucios, los centenares de corruptos de su partido, los millones de desempleados, sus chanchullos y maquinaciones para defender y proteger a los suyos, etc.
Por eso, que el gobierno empiece por cumplir todas sus obligaciones. Y si lo hace, el orden que generará no hará posible las reclamaciones de más libertad e independencia, que en vista de su falta de logística e inteligencia exacerba y provoca. Con sus leyes y preceptos provocativos, ofensivos, con su falta de sensibilidad e inteligencia.
Gobernar cerrado en su círculo como un tirano, que no escucha, ni quiere moverse ante los nuevos retos, es un gobierno muerto, estancado. Pues la vida es movimiento sin fin, cambio. Y para ello ha de haber apertura hacia los problemas, que por mucho que se oculten, se nieguen, no van a desaparecer, pues la fuerza de los hechos es más poderosa que las normas, las leyes, la tradición.
 
6434. Leer nada tiene que ver con un sensible demócrata.
Leen los toreros y los que aplauden la tortura y asesinato violento de los toros por placer y diversión festivalera, y se dicen que son demócratas.
La democracia es la igualdad para que se haga el menor daño a los hombres, a todos los seres vivientes. Pues una democracia que se basa en la mentira, en la corrupción, en la brutalidad y la crueldad, eso nada tiene que ver con una verdadera democracia. Aunque la defiendan la autoridad de los que dicen que saben: intelectuales, profesores, juristas, políticos, moralistas, etc.
 
6435. Entre los años 1980-1984, estuve leyendo COSMOPOLITAN regularmente. Por lo que, escribí varias cartas a la directora -no recuerdo su nombre- que era rubia de unos cuarenta años. Tampoco recuerdo, las que la sucedieron.
Las cartas eran enviadas por correo ordinario en sobre: eran un folio o dos escritos a máquina.
La cuestión es, que las copias de las cartas que tenía guardadas, un día haciendo limpieza, las eche a la basura.
Como quiera que soy escritor, donde todo lo que he publicado y publico lo pongo en mi página web https://www.tsegarra.com
Es por lo que les suplico, que si tienen la amabilidad me envíen, por correo electrónico, las copias de las mencionadas cartas.
El remitente que figuraba en el sobre, y firmaba las cartas, iba a nombre de: Toni Segarra.
C/ Sequial, 68 2n 4a 46410
SUECA Valencia
Mi nombre completo es: Toni Segarra Simeón.
Con afecto y con cariño.
 
6436. Si se pierde todo el dinero que uno tenía, hay que comprender ese hecho. Y hacer las cosas de manera para volver a tener el dinero necesario para sobrevivir: comida, ropa, un lugar donde poder descansar y reponerse.
 
6437. ‘Cuando el dueño de una mascota muere, en muchas ocasiones ellos mueren de tristeza o lo esperan en algún sitio que conocen’.
¿Los animales que viven con nosotros, y son dependientes de nosotros para satisfacer sus necesidades básicas,  cuando muere su cuidador –dueño-, mueren ellos también de pena o  tristeza por él, o mueren de miedo, de pánico porque se ven desamparados, indefenso, inútil?
Eso lo podemos ver en nosotros mismos, pues nosotros y los animales tenemos las mismas respuestas ante la inseguridad que nos genera miedo.
 
6438. La libertad es lo sagrado. Porque la libertad es amor.
¿Se puede amar a alguien prohibiéndole el que haga algo, porque así es libre?
 
6439. ‘Me siento a la vez. Estoy feliz porque elijo sentirme feliz.’
¿Eso no es la actividad de una mente torpe, estúpida, confundida? Lo que nos hace felices es una buena relación con las personas con las que nos relacionamos, con las que convivimos, ya sean las cercanas como las que viven a miles de kilómetros.
Todo lo demás son juegos mentales, inventos supersticiosos, que momentáneamente aquietan la mente, la narcotizan. Pero hacen que la mente siga estando igual de confusa, sin sensibilidad, indiferente, sin inteligencia. Pues detrás de ese deseo de felicidad, al dividirnos de la realidad –que no es ni feliz, ni infeliz-, nos deja en la misma confusión y desorden que es nuestra manera de vivir.
 
6440. La pregunta es: ¿El ‘yo’ puede desaparecer para siempre, no existir nunca más? Pues si no es así, ¿qué sentido tienen todos los tratados sobre el fin del dolor, todos los libros llamados sagrados, todo lo que decimos?
Es como cuando estamos hambrientos y pedimos comida, pero solamente nos describen lo que es la comida. ¿Eso no es ridículo, un sinsentido una farsa y engaño?