1. La ignorancia es lo que hace que veamos que hay un pensador y el pensamiento separados. De esa manera es cuando vivimos en la ilusión del ‘yo’. Pero cuando no hay pensamiento ni el que dice que piensa, toda esa ilusión desaparece. Y entonces, ahí está lo eterno, lo sagrado, lo inmensurable.
No lo acepte. Hágalo realidad viendo la verdad de todo ello. Si no lo ve no se preocupe, no haga un problema, no se divida del hecho de no ver. Y desde ese momento verá todo lo que estaba oculto para usted.
2. Los locos aman a las personas con lo cura. Pero de la misma manera desaman con locura. Cada cosa lleva en sí misma tanto la parte que nos gusta pero también la que nos disgusta.
3. Sólo lo que no hacemos a gusto es lo que hace que se convierta en horroroso, aunque sea una de las cosas más placenteras para los demás. Porque estamos divididos de eso que estamos haciendo, de manera que la energía no llega en su totalidad sino en un fragmento.
4. Lo perfecto es el invento de los que quieren negociar con las personas. Pues todo lo que existe, todo lo que es, es perfecto. Pero las personas astutas, ávidas de siempre más riqueza, poder, etc., se inventaron lo perfecto: las personas perfectas, el cuerpo perfecto, los árboles perfectos, los animales, los paisajes, la ropa, los peinados, etc. Pero el motivo era por el placer, para manejarlo, explotarlo, hacer un arma de poder.
Y los pobres, los menos afortunados, deseosos de ser como los ricos, copian y adoptan esas modas absurdas, caprichosas y sin sentido. Al aceptar eso que dicen que es lo perfecto.
5. ¿Podemos estar más allá de las tristezas, los problemas, la enfermedades, de todo, de manera que no nos afecte y haga que perdamos esa capacidad de ver la belleza, sin amargarnos, volvernos neuróticos?
6. Las palabras son la expresión del pensamiento, son como impulsos incontrolables, que no tienen ningún valor al decirlas. Por eso, lo que tiene valor son los hechos, lo que hacemos a la hora de responder a los retos, a todo lo que nos llega.
7. La ignorancia cree que puede contener el océano como un pantano. Como no se puede ha de inventar mentiras y falsedades para engañar.
8. La ignorancia necesita ignorantes. Por lo que es una fábrica de ignorantes, de personas subdesarrollados mentalmente. Y así viene la ruina.
9. Evelyn. ¿No parece un atrevimiento decir lo que dios quiere o no? Los dioses –dios- están más allá de lo humano, por tanto no se puede saber nada de sus intenciones. Ahí están los terremotos, las inundaciones, las hambrunas y las epidemias, las matanzas de las guerras. Pero todo eso a dios –los dioses- no le afecta.
Lo que quiere decir que nosotros hemos creado un dios de diseño para cada uno, para que se acople y encaje en nuestras necesidades.
10. Decir sí o no, tiene poco sentido y valor cuando lo decimos. Pues al instante siguiente de decirlo podemos haber cambiado y todo quedar confundido. Por lo que no podemos agarrarnos a las palabras, a lo que se dice. Lo importante son los hechos, que también hemos de morir y no agarrarnos a ellos. Ya que un hecho también tiene sólo valor cuando sucede, está sucediendo.
11. Nosotros tenemos una cierta responsabilidad, pero no toda. Porque nosotros no hemos pedido venir a la vida, ser creados. Por supuesto que no hay culpables, porque no podemos ver todo lo que ha sucedido y sucede, No podemos ver el principio.
12. Si decimos cómo tiene que ser el amor, ahí no puede florecer el amor. Ya que el amor es incondicional, sin reglas, ni palabra alguna que lo obstruya.
13. Una de las cosas que los hombres sensibles, no superficiales, detestan de las mujeres es que la mayoría tengan la necesidad de comprar caros adornos y elementos para llamar la atención.
Y esa actitud las hace caprichosas, derrochadoras con tal de exhibirse. Es una costumbre inmoral, cruel, el tener que invertir tanta energía y dinero en toda clase de objetos en abundancia –pulseras y joyas, zapatos, etc.-, con tal de hacerse notar, excitar a los hombres para seducirlos. Cuando la seducción también actúa con la naturalidad, la sencillez, la sobriedad.
14. Cuando decimos que creemos en el amor porque viene de dios, no quiere decir que es nuestro dios, ni el de nadie. Porque de esa manera es como puede ser el amor, sin lógica ni maneras, sin reglas ni patrones, sin leyes que lo condicionen.
15. El pasado no se puede borrar de ninguna de las maneras, pero sí que se puede estar más allá de él. Es como no querer la calor ni el frío, que siempre están ahí, pero no hacemos un problema de ello.
16. Querer remover el pasado usándolo como arma de ataque es querer seguir con la guerra, su violencia, su crueldad. La paz no tiene problemas.
17. Queremos un dios de diseño para cada cual. Pero eso es tan absurdo como querer pedir a la carta el tiempo que queremos que haga para poder hacer lo que queremos: ir de excursión, regar o no el jardín, estrenar el nuevo vestido. Ya que dios –los dioses- no tienen los mismos criterios ni los mismos valores que los humanos.